Partida Rol por web

¡Ja ja ja! Matsumura-chan estaba roja como una caldera, pero parecía estar pasándoselo bien, y eso a Ayame le bastaba para pasárselo bien a su vez. "¡Sí por favor! ¡Vamos a nadar!" asintió feliz cuando ella le preguntó que qué hacían. "¿Podrías enseñarme? Quiero decir, yo sé nadar, pero lo hago más bien como un perrito..." Ayame se rascó la nuca y cerró un ojo, en actitud modesta. "Y leí por el móvil que para nadar bien hay que meter la cabeza en el agua... ¡Pero eso no tiene sentido! ¡Entonces una se ahoga, ¿no? ¿cómo hacéis para respirar? ¿Y-y no es esa técnica de meter la cabeza en verdad para hacer carreras? ¿No hay otra que sirva para estar en reposo o nadar normal o algo? No me imagino jugando al juego de la pelota así... ¡Si tengo la cabeza bajo el agua no puedo ver dónde está la pelota! Aunque bueno, yo nunca he podido jugarlo con nadie..."

Tras reponer el esqueleto y volver al club de ocultismo, Iori, increíblemente cansada, se acercó a la niña y le dio algo. - Toma esto, seguro que te gusta, pero por favor, no vuelvas en una temporada. No es que no te queramos aquí, es que... Necesitamos descansar de tus idas de olla.

La alarma de la escuela suena, indicando que pronto cerrará. Para no quedaros encerrados allí, decidís iros todos a casa.

Acudís todos a clase, con normalidad, dando así el comienzo de un nuevo día. Tras terminar las clases, algunos más cansados que otros, podéis hacer lo que gustéis.

Estaba ansioso por terminar las clases, casi no podía mantenerme quieto en la silla por la emoción de volver a pelear en el Castillo y descubrir más sobre mi hermano, tenía que encontrarle allí seguro, él no dejaría que un ser horrible como Eldwin campara a sus anchas.

-Hey, chicos, ¿vamos al Castillo, vamos, vamos?

estaba con el resto, se habían reunido apenas terminado las clases y la chica se quedó al lado de Ayame.

— no — responde de manera tajante, pero al darse cuenta de lo que había dicho, se puso roja y miró al suelo, habían sido muy dura — digo... no quiero ir... solo hemos ido... y estamos cansados, por lo menos yo, lo siento — suspiró, odiando ya lo que estaban haciendo que iban tan en contra de su naturaleza — podríamos... hacer otra cosa... pero yo no iré — mojó sus labios, intentando no sonar tan dura.

¡Uaah! Matsumura-chan se puso casi casi detrás suya. La pobre era pacifista y no parecía tener muchas más ganas de apalear monstruos y convencerlos a base de amenazas... ja ja ja, no podía culparla... "Umh, uuuh..." Ayame buscó alguna manera de echarle una mano, y al mismo tiempo encontrar algo que a Oniwa-kun le pudiera interesar. "¡Ah, ya lo tengo!" se dio un golpecito con el puño cerrado en la palma de su otra mano. "¡Hace falta una reunión estratégica! ¡P-para poner en común todo lo que sepamos! Cómo era el castillo, qué había, cómo eran los espíritus, qué debilidades tenían y qué habéis probado contra ellos..." Vale, con eso tenía una parte cubierta, ¡pero a ella misma no le pareció suficiente! ¡Tenía que pensar en algo más! ¡Rápido! ¡Algo que tuviera acción, que sirviera para entrenar, que no fuera meterse en la Corte! "¡Y-y también tenemos que conocernos mejor cada uno, aprender a cooperar y cómo lucha el otro, así que empezaré yo misma! ¡A ti, Oniwa-san...! ¡Te reto a un combate!" le señaló con el dedo. 

Espera qué. ¡¿Y combate de qué?!

Yo... Como dije ayer por el grupo, buscaré trabajo hoy, creo que nos hace falta mejor equipo si queremos luchar contra los monstruos. - realmente recibió bastantes daños el otro día como para querer volver a ir con las manos desnudas. - Así que mejor no perder el tiempo ¡ya hablamos más tarde, suerte si vais al castillo!

Un nuevo día, y una nueva oportunidad de hacer algo. Muchas opciones sin lugar a dudas, y ninguna que quiera descartar, pero hay que hacerlo no obstante. - Buenos días. - Saluda a todos con una tenue sonrisa mientras ajusta sus lentes delicadamente. - Qué animada te veo Ayame-chan. Pero más que luchar entre nosotros, ¿no sería mejor cooperando? Por un momento me ha recordado a cierto videojuego donde se captura dispares monstruitos y hacerlos luchar entre sí. - Pregunto entre desconcertada. Sí, lo he jugado, como tantos millones de compatriotas, y solamente en nuestro país.

Siento que ayer no le pude sacar partido la aventura, y necesito más entrenamiento, así que si vais al castillo o a la corte, me apunto. Pero es verdad lo que dice Tetsuya, necesitamos mejorar nuestro equipo, con dinero, por lo que hay que trabajar para conseguir. También nuestros personas deben crecer, ah, y capturar o convencer más criaturitas. Sin olvidar que hay que seguir investigando lo que está ocurriendo. - Suspiro un poco cansada al pensar en las labores enumeradas. Tanto por hacer, y poco tiempo.

Lilie había descansado como una rosa, una rosa marchita y llena de espinas ensangrentadas; unas rosas pintadas con la sangre de sus enemigos y que de los pétalos goteaba el líquido carmesí que representaba la vida, o en este caso la muerte de estos seres cuya esencia fue arrebatada. Era Edgy As Fuck.

-¡Muerte! -Exclamó ella sacando un cuchillo de plástico y alzándolo al aire- ¡Muerteeeee!

Con eso dicho, Lilie salió corriendo detrás de unos niños que casualmente pasaban por ahí, haciendo que los niños también corrieran en la misma dirección y sentido, pero mucho más rápido que la pequeña Lilie, pues sus piernas eran mucho más cortas que las de los niños de secundaria.

Las clases se habían pasado en un momento a pesar del cansancio que traía encima por todo lo de ayer, de hecho esa última batalla me hizo pensar mucho sobre lo fácil que sería morir en una de nuestras incursiones si no fuera porque mi elemento era el fuego quien sabe que hubiera pasado, tragué saliva mientras me colgaba la mochila de un hombro y abandonaba el aula. A pesar de estar mas centrado en mis pensamientos que a donde iba acabe por encontrarme con los demás.

- Yo no pienso ir al castillo hoy, tenemos que tomarlo con calma y asegurarnos de descansar bien mientras podemos. Ayer tuvimos un combate duro y no quiero enfrentar otro así sin estar preparado -me coloque mejor la mochila moviendo el hombro- Hotaru-chan, ¿quieres hacer algo hoy? Yo no tengo prisa por ir a casa.

Atusé mi barbilla con interés, hasta el momento habíamos peleado con monstruos; mas nunca entre usuarios de Persona, esta idea era muy interesante aunque no me acercara más a mi hermano. -¿Un combate? ¡Claro que me apunto, estoy súper animado! Solo una cosa, si gano yo, tendrás que dejarme que te ate, tienes la figura que estoy buscando para mi colección de fotos. - Saco mi cámara y apunto a Ayame, haciendo click en el objetivo. -No te asustes, no es nada depravado, soy un profesional del bondage: objetos, animales, personas... ¡Todo es más bello atado, pues puedes expresar más con tu cuerpo!

Ayame salta con una idea de que a muchos le agradaría, menos a Hotaru, de hecho la quedó mirando y luego se encogió de hombros, bajando la barbilla y dándose cuenta de que no encajaba mucho en ese grupo, pues sabía que había un fin importante, si es que le creían a raja tabla a la la persona que les había explicado todo lo que pasaba. La chica pasó su mano por su cabello, pues se había comprometido a esa causa, creyendo que los espíritus eran los malos y ellos los buenos, pero el hecho de saber que las criaturas podían sentir y sufrir incluso, la ponía en un entredicho grave, pero que quizás podría superar, pero el resto de ese grupo sólo le interesaba pelear, incluso sobre la propia integridad del resto del grupo. Si a alguno le pasaba algo ¿a los demás les importaría?, no lo sabía. No confiaba en esas personas, quizás en Ayame, pero no la conocía. 

Su abuelo apareció a su lado y le preguntó si estaba triste, ella, aún con los demás hablando, movió su cabeza, nadie lo notaria, de hecho, ninguno le había preguntado sobre lo que había dicho en la corte oscura. Miró su mano, donde la habían mordido... en eso Saito le habla, primero pensó que era uno de los espíritus que la rodeaban, pero no. 

— etto... — Saito la estaba invitando, era con uno de los pocos que había podido hablar, aparte de Ayame, claro — cla-claro... podemos... digo, sip — asiente, era obvio que eso de hacer combates entre todos no le interesaba, ni un poco, así que inclinó su cabeza hacia delante para despedirse de los demás — nos vemos... después chicos — se acerca a Saito y comienzan a caminar uno al lado del otro. 

"¿Bondásh?" intentó repetir, ladeando la cabeza con curiosidad. "Suena a inglés, o francés... ¿Qué significa?" Definitivamente no era japonés. No todos, pero la mayoría de los libros de Ayame estaban en japonés, así que muchas veces se perdía con los términos extranjeros. Luego su mente procesó lo que había precedido y seguido a ese término exótico, y el ceño de Anemashi se frunció con un tembleque entre de confusión, vergüenza y rechazo. "Espera espera espera.. ¿Atar animales? ¿Personas? ¿La belleza y expresión del cuerpo... ...'¿Nada depravado?'" se empezó a ruborizar al tiempo que apretaba el puño tratando de contenerse, pero no pudo. "¡PERVERTIDOOOOO!" gritó, golpeándole en un gancho de boxeo que le hizo salir volando cómicamente metros atrás.

Estaba mirando por las ventanas cuando escuché una conversación que me llamó la atención. Algunos de los chicos estaban hablando sobre hacer un combate y algo sobre bondage y me acerqué curiosa para ver qué estaban haciendo. Miré primero a Kuro y luego a Ayame.

- Ey, chicos, yo también me uno - dije muy animada. Al parecer estaban practicando entre ellos - Ayame-chan, sí que eres fuerte, ¿puedo probar yo también? - pregunté mirando a Kuro con una entusiasmada sonrisa.

Ayame se cruzó de brazos y miró a otro lado. "¡Humph! ¡Todo tuyo! Pero no se te ocurra aceptar sus apuestas, ¡dice que si gana te atará como a un animal para admirar la belleza y expresión de tu cuerpo!" Anemashi todavía no podía creer lo que había oído. "¡Pero bueno, Oniwa-san! ¡¿Cómo puedes decir algo así de manera tan fresca?!" dijo, acercándose para ayudarle a levantarse. "Estás bien ¿no? No te he hecho demasiado daño... ¡T-te lo tienes merecido!" le señaló acusatoriamente.

-¡Te dije que no era nada de e...! -Digo antes de ser golpeado y mandado a volar. -Hey, que todavía no habíamos empezado Ayame-chan, eso es injusto. -Mientras me levanto, me froto suavemente la zona del bofetón, todavía caliente por tremenda guayaba que recibí, todavía dolorido escucho lo que dice Momoka.

-_Uhhhm... -Comento para abajo mientras miro el cuerpo de la Navi y saco mi cámara fotográfica, apuntándole con el objetivo. -Sí, la verdad es que no serías un mal modelo, Momoka-chan, tu figura es mucho más apropiada para el arte de las cuerdas, siempre es mejor tener más carne, pues te permite poner más cuerda y apretar más, eso resaltará apropiadamente tu silueta ¡y las fotos quedarán perfectas! -La cámara se dispara con un click, saltando también el flash. -No te preocupes, puede ser con ropa la sesión de fotos, se complicarán los nudos; pero todo sea para que confiéis en que sólo es arte y no cosas pervertidas.

-Miro a los demás también apuntando con la cámara. -Mi oferta también es con los chicos, me parece que Ryo-kun también tiene un cuerpo perfecto para atar, todos tenéis potencial... excepto tú, Lilie, soy rarito pero no tanto.

Os miro con entusiasmo, esperando a que alguien acepte mi totalmente legal y seria propuesta.

Después de clase nos habíamos encontrado, aunque algunos se habían ido, y bueno... La conversación se iba a una dirección algo preocupante. ¿Atarme? No, no, no, NO. Había visto suficientes juegos eroge como para saber como iba a acabar... Aunque cabía admitir que tampoco eran un reflejo de la sociedad per se... Pero no iba a arriesgarme con eso de ataduras. - Erm... No creo que sea buena idea... - Dije, mostrando que estaba totalmente incómodo con la propuesta. No iba a acceder a ello, quizás unas fotos normales accedería, pero ataduras eso no iba a dejar que lo hiciera...

- Momoka-san, quería hablar contigo sobre nuestros estilos de navegación. ¿Te gustaría comparar notas? También quisiera saber algo más sobre vosotros con eso, para poder ayudar más cuando me toque. - Dije, sacando un cuaderno para poder pasar a apuntar cosas ahí. Iban a ser mis apuntes personales acerca de cómo poder llegar a dar apoyos variados y útiles, aparte de tener ahora una sub-persona... Desde luego, nunca había pensado que iba a pasar a trabajar en estas cosas...

Me reí ante la sugerencia de Kuro. Era un hobbie de los más extraño, pero cada uno tenía sus gustos. Sin embargo, estar atada con cuerdas no terminaba de convencerme. Para cambiar su enfoque me acerqué a Ayame y la abracé por detrás.

- No estoy muy convencida de eso de las cuerdas, pero siempre puedes sacar otra clase de fotos, seguro que Ayame también estaría encantada de posar como modela - sonreí y achuché a la chica entre mis brazos - ¿a que si, Ayame-chan? - miré a la joven con una una sonrisa divertida y pícara.

Sin soltar a la morena, volví mi atención a Ryo.

- Claro, Ryo-kun, será bueno que hablemos entre nosotros y comparemos nuestras notas. Sería de mucha utilizar y podríamos conocernos mejor - asentí a la sugerencia de Ryo - ¿quieres que quedemos mañana para hablar o prefieres hablarlo ahora?

Asentí ante las palabras de Momoka, sonriendo timidamente. - Bueno, yo no tengo planes para hoy, así que si quieres podemos hacerlo hoy. Pero también si te viene mejor mañana me viene bien... Aunque si lo hacemos, deberíamos ir a la biblioteca... Creo que podríamos descubrir cosas de nuestros Persona ahí. - Dije con tranquilidad, dado que los nombres de nuestros Persona entre otros, bien podían estar enlazados con otras cosas, como por ejemplo historia o algo así. El aspecto de mi Persona al menos me recordaba a algo nórdico, así que debería intentar rebuscar por ahí.