Ay ay ay... el café. Desde que había salido corriendo llorando del trabajo el 6 de octubre por aquella vez donde debido a su incompetencia sirviéndo hizo que una pareja rompiera... no había vuelto al café del señor K. Y estaban a 26 de octubre ya, ay ay ay... Ayame estaba hecha una manojo de nervios. Quería celebrar por todo lo alto la vuelta de Tetsuya al grupo, _{el hecho de que Kitagawa-kun se la hubiera declarado...} y también el alivio que supuso para ella también el no tener que ocultarle más al grupo que era una chica rica. Pero, ¡¿tenía que ser en el Café K?! Vale, vale. Era el sitio más hogareño, y eso siempre le había gustado. A-además tenía karaoke, y tenía esa opción tan guay del menú especial donde escogían por ti y normalmente era justo lo que necesitabas en ese momento, o una sorpresa que te encantaría. ¡Y era tambien donde quedaron por primera vez! ¡VALE QUE ERA EL SITIO PERFECTO! P-p-p-p-pero... -¡Agh, maldita sea, Ayame! ¿Por qué tuviste que salir corriendo y llorando como siempre?- se reprendió la chica en sus pensamientos, pero trató de no machacarse demasiado. -¡Da igual! En cuantito vayamos a irnos, ya puedes ir disculpándote con el señor K un momento!-

"¡B-BUENAS!" exclamó al entrar, a un volumen extra alto sin querer. Menos mal que Tetsuya distrajo al señor K cuando le ofreció una oferta irrechazable: mano de obra gratis a cambio de un par de ingredientes para hacer muchos pasteles. Whoaaaaaa... eso si que era espíritu emprendedor. Ayame no sabía a qué peliblanco admirar más, al que tuvo la idea, o al que la aceptó sin pensárselo ni un momento...

     Con la pequeña Lilie aun espalda ... no es que me molestara... terminamos llegando junto al resto al local de Kinsho~sensei, que aunque no tuviera problemas cuando lo estaban proponiendo, la ultima vez que lo vi igual estaba un tanto emocional y cansando y recordarlo me daba un tantito de vergüenza, por suerte Arashi ayudo un poco en esto ... tank you ... por lo qe luego de saludar con un gesto iba pasando al interior del Cafe.

     Heeey Kinsho~sensei...- mientras pasaba por su lado - encontré a una nueva candidata mientras este en el otro sitio - apuntando a Lilie - en un tantito huraña si, pero de mas que mejora con el tiempo - y dicho esto, pasaba sin detenerme a la cocina sin darle tiempo a huir a la pequeña, ni que el sensei se negara.

Lilie era como una lapa en la espalda de Yuuta, no se había molestado bajar del parque, mucho menos iba a hacerlo ahora que todo el grupo se encontraba moviéndose hacia una cafetería. Eso sí, al llegar a ella, la pequeña tuvo el instinto de bajarse para subirse a una mesa y ordenar comida hasta que se percató que estaba sin blanca... pese a que tenía un monedero pegado a su mano... Por lo que se mantuvo encima de Yuuta.

-Grrrrrrr-Gruñó a aquel peliblanco mientras era secuestrada al interior de la cocina de aquella cafetería, siguiendo con la mirada a aquel dueño. -rrrrrrrrrr....

Una vez que la puerta a la cocina fuera cerrada, la cabeza de Lilie volvería a asomarse para continuar con el gruñido por dos segundos antes de volver a desaparecer.

Grrrrrrr!.

Justo por detrás de Tetsu entre al café, solo había estado aquí una vez, y con tan solo ver el karaoke ya me vinieron los recuerdo junto a una risa nerviosa, pero aún así ya sentía que este era un lugar que cada uno de nosotros conocía a su manera y que podíamos usar como alguna especia de lugar en el que quedar de manera eventual cuando quisiéramos estar todos juntos.

Sin dudarlo aproveche el momento en que Yuuta y Tetsuya iban a la cocina para buscar una mesa donde pudiéramos sentarnos todos, bueno de momento la mitad entre la ausencia temporal de los "cocineros" y el secuestro de Lillie.

- Solo espero que no se acaben arrepintiendo de llevar a Lillie con ellos a la cocina -dije en tono de broma mientras tomaba asiento, entonces mire los asientos... si, había para todos... definitivamente había seis sillas... aleje una de una patada... mire a Ayame, en caso de que intentara volver a acercarla o sentarse en otra haría lo mismo, con cuidado de no hacer daño a las sillas pero no la dejaría sentarse en ninguna hasta que en cuanto reuní el valor suficiente la rodee con los brazos y la obligué a sentarse encima mía- A-a-así mejor... creo yo... si... sin duda... así mejor... -susurraba completamente rojo

Bueno, bueno. - comentaba mientras se ponía el delantal. - ¿Qué vamos a cocinar? Soy tu pinche maestro Yuuta, indícame que hacer y haremos algo delicioso para todos. - pero al observar la espalda de este se quedó callado un segundo...

¡Pastelitos Blutsauger! ¡Qué buena idea!

Finalmente y puesto que no había ninguna indicación por parte de Yuuta se puso manos a la obra. Cogió a la pequeña y con un par de botes de nata en spray, empezó a rociarle la cabeza de dicho ingrediente. - ¡Delisioso! - comentaba mientras lo hacía. Una vez terminada la faena, salió afuera con la niña en brazos.

Tetsuya salió con Lilie en brazos, estando la cabeza de esta cubierta de nata.

Aquí tenéis un macabro, pequeño y deliciosos pastelito.

Entonces echó a reír y le quitó el plástico que había puesto previamente encima de la cabeza de la pequeña sin que esta se diera cuenta, retirando así toda la nata sin mancharla.

Ahora enserio, no dejéis que entre, puede ser peligroso para la pequeña.

Y con esas palabras y tras deslizar un billete en el bolsillo del señor K quien estaba poniendo una mirada fulminante, retornó a la cocina.

   Al llegar al sitio  y bajando con cuidado a Lilie de mi espalda imitio el gesto de Arashi de coger el delantal a medida que escuchaba su propuesta, la cual aunque con animo y risa me la tomo, mirando a la pequeña una idea cruza por mi cabeza.

    Quizás... quizás si se puedan hacer pastelillos Blutsauger.... - dejando la idea en el aire mientras comenzaba a andar hacia el refrigerador y cojiendo todo el reparto de Arandanos y moras silvestres que tuviera Sensei de reserva - ¿ te puedes encargar de la masa Arashi por favor...? con la pequeña musa nos encargamos de la salsa - tomando un arándano el cual acercaba a mi ojo quedando en perspectiva mi huraña compañera ... creo voy a necesitar mas que un solo tipo de fruta... 

    Separando, lavando y troceando una buena cantidad de frutos varios comienzo con la parte de la sarten y echando una taza de vino tinto como base, echo el picadillo de fruta, el cual con el calor y los tonos de vino van formando una melaza oscura, la cual buscaba imitar aquella mirada

  Hmmmmm... mas...- echando un poco mas de cereza para darle cuerpo a la salsa - Hmmmmm... menos - echando un poco mas de vino cuando se volvía muy viscosa y difícil de revolver y siempre dando vuelta buscado mirar a Lilie para corroborar si me estaba o no acercando al tono que intentaba alcanzar, aunque antes de notarlo la pequeña había desaparecido y Arashi habia vuelto a ingresar en la instancia - ¿ Y la niña ? - aunque luego de unos segundos, y viendo que la salsa volvia a burbujear, continuaba con la misma sin darle mas importancia

-¡Maldito pinche maestro Yuuta! -Gritó Lilie mientras tocaba su cabeza en busca de aquella nata que incluso la pequeña pensaba que estaba por toda su cabecita, sin encontrarla, esta aún así, se enfurruñó y se giró hacia la cocina donde estaba Yuuta- ¡No dejes que ese lunático agitador de nata me toque mi cabeza!. ¡Que ya tenemos suficientes problemas de cabeza como para añadir el pelo pegajoso a la lista!.

Era evidente que eso le molestaba, por lo que, cruzándose de brazos decidió dirigirse hacia la otra persona que toleraba más del lugar, en este caso, a junto Momoka. Y la agarró de la mano... Aquí nadie iba a salir feliz...

¡Oído! -comentaba como el buen pinche que era ante el Chef Yuuta. - La masa... La masa... - empezó a rememorar los materiales que necesitaba y tras reunirlos, comenzó a prepararlo.

En un recipiente hondo mezclaba la harina con la sal y la levadura. En otro recipiente batia la mantequilla junto con el azúcar hasta blanquear, usando varillas eléctricas. Añadió los huevos de uno en uno, mezclando bien antes de añadir el siguiente. Agregó un poco de esencia de vainilla ¡le gustaba mucho el sabor que dejaba en los pastelitos!

Incorporó la mezcla de la harina y la leche, de forma alterna y sin dejar de batir. Comenzó entonces echando un tercio de la harina, luego la mitad de la leche, otro tercio de la harina, la segunda mitad de la leche y por último el tercio restante de la harina. - ¡Masa lista chef!

¡Lilie en la cocina! Seguro que Yuuta tenía razón en su potencial para aprender, pero mientras los tres desaparecían cocina adentro Ayame se preguntó si poner patas arriba la cocina del café en el proceso de enseñanza no le iba a propiciar un ataque al señor K... ¿Se las apañarían para contener a la enérgica y curiosa niña? ¿La primera vez que la enseñaban a cocinar? Entre tanto, quedaron Momoka, Saito y ella fuera en el local. Fue la primera en ir a sentarse pero la silla se movió sola, evitándola "¿Huh?" Anemashi levantó la cabeza para tan solo ver a Kitagawa-kun silbando disimuladamente. Confusa, fue a por otra silla y... la situación se repitió. Silla tras silla era empujada y apartada de ella por Saito. ¿Era algún tipo de juego? ¡Pues entonces ella no pensaba perder y-!

"¿Huh? ¡¿HUH?!"

De repente vio por el rabillo del ojo a Saito acercarse y abrazarla por detrás. Se sonrojó, y contuvo el impulso de pegarle un puñetazo para alejarlo y salir corriendo, como habría hecho antaño. "U-uhm..." Ha-había decidido que sería más sincera consigo misma y con los demás, así que en lugar de salir corriendo agarró el brazo del chico y no tiró del mismo ni nada de eso, simplemente fue una forma de devolverle el afecto. Lo que la pobre chica no se esperaba es que aquello fuera a ser algo más que un inesperado abrazo... "¡Kyah!" tiró de ella y se sentó en la única silla restante, q-q-quedando ella sentada encima de él...

A-a-así mejor... creo yo... si... sin duda... así mejor...

En actitud modesta bajó la cabeza y asintió un par de veces ligeramente. N-n-no podía negar que aquello era romántico, l-le gustaba la sensación de confianza y afecto. Todo ello era nuevo para ella, y mil mariposas le revoloteaban en el estómago en aquel momento, de forma agradable... Pero al mismo tiempo el corazón le palpitaba tan fuerte que sentía que se le fuera a salir. Para rizar más la perdiz, eran japoneses. En Japón las muestras de afecto no es que estén prohibidas per se ni nada de eso... simplemente es que no eran comunes en público y te hacían destacar como una enorme bombilla encendiéndose y apagándose. La vergüenza social se sumaba a la propia vergüenza que sentía ella misma debido a su inexperiencia.

"U-umh... Kitagawa-kun, n-no es que me disguste esto p-pero..."

"Q-quiero decir, d-de hecho me gusta, me gusta p-pero..."

Miró a Momoka Hiraki intentando de algún modo pedir que la rescatara. Pero entonces se abrió la puerta de la cocina cuando Tetsuya sacó el pastelito a la nata de Lilie, pegándole un sustazo a Ayame que la hizo inmediatamente ponerse en pie y apartarse, sin querer dándole con el hombro al pobre Saito en toda la barbilla. "¡AH! ¡LO SIENTO! ¡LO SIENTO!"

      ¡¡ Oido !! - respondía casi saliendo del trance que se había vuelto el bucle de "echar cereza... o echar vino"  para admirar la melasa que tenia enfrente con cierta duda - p..puede que me haya pasado un poco... -apagando el fuego y dejando reposar la misma para ver el trabajo de Arashi - Heeeey, buen trabajo - levantando el pulgar y comenzando a andar hacia el hornillo para calentarlo, aunque tendría que esperar uno o unos minutos para que el mismo estuviera a la temperatura adecuada.

    E..entonces... - me detuve unos segundos antes de comenzar la frase, pero al notar que igual no era tema de momento, pase un tanto mas ameno - ¿ listo para volver a clase ?, c..creo que Momoka y Saito te pueden ayudar con los apuntes... pero con los examenes tan cerca... igual p..puede que un curso intensivo no nos caiga mal a todos - con cierta verguenza, pues lo cierto es que este ultimo tiempo no estuve poniendo de mi parte en los estudios - p.pero vamos, si entre todos ponemos un granito, hasta este tipo de cosas p..podemos superarlo.

   Ya con el horno caliente fue cosa de preparar los moldes y rellenar con la masa echa por Arashi, por lo que mientras los mismos se iban horneando, quedaba la parte de montar y decorar.

   Vamos Arashi, veamos que tal te queda esta vez la nata...- decía a mi compañero a la vez que comenzaba a buscar decorados y demás cosas que agregar en la parte final de los pastelillos  

Acercó la masa hacia su compañero y este terminó de hacer los pastelitos, solo faltaba decorarlos. - ¡Tienen una pinta deliciosa! Hacemos un buen equipo maestro pastelero Akuhi-kun. - decía con una breve reverencia. Pero entonces el chico empezó a hablar sobre las clases... Y la cara del peliblanco se tornó del mismo color que su pelo. - ¡¿EEEEEEEEEEEH?! - gritó, seguramente los del exterior lo oyeron también.

Miró al suelo con pena. - Se me habían olvidado los exámenes... No he estudiado nada... Van a salirme fatal... - suspiró con cierto derrotismo. - Ya me podríais haber despertado después de los exámenes... - comentaba por lo bajo... - Bueno... Supongo que si me encierro y me pongo a estudiar a tope podré superarlos. Ahora toca echar nata por los pasteles y decoraciones claro. - con el mismo spray con el que había rociado anteriormente a la pequeña, empezó a hacer pequeñas montañitas de nata en cada pastelito, dejándolo ideal para que Yuuta rematara la faena con algunos toppings.

Bueno, pues esto ya está. Vamos para afuera, seguro que están todos hambrientos después de tanta lucha. - comentaba asintiendo. Se veía un poco desanimado al chico a pesar de que sonreía por lo bien que habían quedado los pastelitos. Tener que estudiar en exceso podía desanimar a cualquiera.

Un gran grito se escuchó desde la cocina, todos reconocieron la voz de Tetsuya en dicho grito. Al poco de oír el grito salieron Tetsuya y Yuuta de la cocina con una bandeja de deliciosos y cucos pasteles en las manos, sin embargo el peliblanco parecía completamente derrotado por algo.

Tetsuya miró la hora en el móvil. Suspiró, parecía que le agobiaba el hecho de tener que ir a casa. Por casualidades del destino, recibió una llamada de su madre así que decidió cogerla, pero a todos les llamó la atención el tono de llamada que tenía asignada para su madre, parecía que tenía uno para cada persona que le llamara.

Antes si quiera de poder responder, se empezó a oír una voz por el auricular.

¡¿Cómo que te despiertas de un coma y lo primero que haces es irte con tus amiguitos?!

Eh... Madre. Llevaba mucho sin pasar tiempo con ellos y después de la situación que he pasado, me he dado cuenta que son lo más importante de mi vida. - su mirada se tornó más determinada, como si estuviera preparado para luchar. - Sí madre, entiendo que debería haber avisado. -  contestó a algunas palabras más que le dijo, inaudibles para el resto. - Sí madre, tendré cuidado. - sus ojos miraban ahora al techo, con cierta pesadez. - Está bien madre, luego nos vemos, no volveré muy tarde. - entonces colgó.

Bueno, ya me habéis oído, no tendré que tardar mucho en llegar a casa... - sonrió, mirando al suelo.

Aunque menudo hijo yo... Salgo del coma y me voy sin decir nada a mi madre...

Bueno, lo hecho hecho está. - parecía estar bastante animado igualmente. ¡Después de tanto tiempo quería pasar un rato agradable y divertido con todos sus amigos! - Venga, vamos a hacer algo con el Karaoke. - siendo el "vamos" un "alguien que no sea yo y que pueda ser divertido en el escenario". Empezó a buscar con sus ojos a quien podría ser su víctima y pronto se paró en Lilie.

¿Por qué no empieza Lilie-chan cantando algo? ¡Puede ser divertido!

Así de paso descubrirían los géneros musicales que le gustaban a la pequeña, que seguro que sorprendían a más de uno. Zarandeó uno de los pastelitos que había preparado junto con Yuuta. - Si lo haces bien te damos muchos pastelitos Blutsauger. - al comentar esto, los presentes pudieron apreciar que los colores de los pasteles eran muy parecidos al vestido que llevaba la niña. Bajo el mandato del maestro Akuhi, salieron con una pinta visual increíble.

Por su parte la pequeña Lilie dudó un poco acerca de si cantar, o si por el contrario mantener un perfil ba- Y con la promesa de los pastelitos, Lilie empujó a Tetsuya y cogió el micrófono, sin siquiera dudarlo, haciendo "scroll" por la pantalla como alma que lleva el diablo, esta pequeñita muchacha finalmente encontró la canción que iba a cantar.

¡Apartad!

¡Quiero mis pasteles!

Magnolia

Come to me..."miss sleepless",
In the swampland...I seek you
and on the sea, l steer you..
Plenty of avoidance.

She is my lucky girl out of my dream
and always smartest don't you realize.
Lightly... you tread the way with whipped cream
It's always hardest before I tantalize.

Come to me..."miss sleeveless",
In the morass...I squeeze you
and on the street, I smell you..
There is no place to hide

Sorry, cony... I locked my door
I gave you words, So drink it some more

Now I'm everywhere
Now I am nowhere
And no more disorderly (so please...)

I don't need your blood
of magnolia
All I want to be in your love...

Now I'm everywhere
Now I am nowhere
and all is in this symphony

I don't need your blood
My dearly beloved
All I want to be in your arms...(love)

She is my lucky girl out of my dream
Sorry, cony...I locked my door
I gave you words, So drink it some more
It's always darkest before the dawn

Me había conseguido salir con la mía, de hecho mientras ella se seguía muriendo de vergüenza yo la fui superando tan solo para sonreír con la punta de la lengua por fuera mientras hablaba y buscaba la ayuda de Momoka. Me sentía extremadamente feliz haciéndola ponerse así de roja y nerviosa además me encantaba escuchar su dulce voz cuando tenía tanta vergüenza, aunque el momento no duro mucho ya que en ese momento Tetsu vino desde la cocina asustando a Ayame y esta se levanto de golpe dándome con el hombro en la barbilla, me hizo levantar la cabeza y me pase una mano por la zona. Duele mas que los golpes en el otro "lado" pero estoy convencido de que lo he aguantado mejor de lo que debería ¿me estaré acostumbrado a recibir hostias?

- No te preocupes -dije levantando la otra mano hacia Ayame para que se calmara- No ha dolido casi nada, he recibido otros mucho mas fuertes ¿recuerdas? -esbocé media sonrisa y me gire hacia Tetsu- Nosotros nos hacemos cargo del diablillo, no te preocupes.

De todas formas Lillie ya estaba con Momoka. No paso mucho rato hasta que tras un grito los dos chicos volvieron con los pastelitos prometidos, además de que el peliblanco recibió una llamada de su madre, a lo largo de toda la conversación me estuve esforzando por no reír a carcajadas y era evidente.

- Puedes decirle que te arrastramos nosotros... -dije en cuanto acabo de hablar por teléfono entre risas- Así tal vez te libres un poco.

Por otro lado consiguió convencer a la niña para ir al karaoke a cambio de pastelitos y mientras cantaba no dude en coger uno para probarlo.

- Canta bastante bien en realidad -hablaba con la boca llena- Ey, esto esta buenísimo... Si alguna vez soy rico os debería contratar como mis chefs personales de pastelitos. Ganaría como 200 kilos a base de comerlos.

No hombre, prefiero comerme una pequeña bronca, no te preocupes.

Contestó a Saito. - ¿Qué clase de amigo sería si fuera echando las culpas a otros? ¡No me gusta echar balones fuera y menos si implica dejar mal a mis amigos! Además... La verdad es que si que debería haber, por lo menos, llamado. - pero los cánticos de la pequeña pronto eclipsaron todas las dudas y preocupaciones del peliblanco. - La verdad es que si que canta muy bien... _{Quizá podríamos llevárnosla y transformarla en una Idol... Así de paso cumplimos ese objetivo que tienes de ser rico. -} bromeó por lo bajo con una sonrisa maliciosa hacia Saito.

¡Muy bien hecho Lilie-chan!

Debo decir que el tipo de música era más o menos lo que me esperaba, pero no me esperaba para nada que fueras a cantar tan tan bien. - sonreía hacia la pequeña. - ¡Venga ahora algo de parejitas! ¡Saito-kun y Ayame-chan, al escenario! - se sentó entonces al lado de Momoka, mirando hacia el escenario y devorando uno de los pastelitos que había preparado junto con Yuuta. - _{Luego si quieres cantamos alguna juntos.} - le susurró a su preciada pelirrosa.

Desde la última vez que habíamos venido a comer pastelitos no había vuelto, pero el lugar no había cambiado mucho. Imitando a mis compañeros y al señor K, levanté el dedo y le dediqué un gesto de agradecimiento. No había hecho pastelitos hasta entonces y no estaba muy segura de que me fueran a salir bien, así que me senté con el resto en una mesa y esperé paciente a que nos trajeran unos cuantos. Ya había probado alguno de Tetsu y estaban ricos.

La escena de Tetsu saliendo con Lilie-chan cubierta de nata fue tan increíblemente cute que por poco me derretí. Simplemente me dediqué a mirar a la pequeña y encantadora diablilla que acababa de tomarme de la mano y a Tetsu entrando de nuevo en la cocina con cara de estar echando corazoncitos en todas direcciones. Se notaba a leguas que estaba  como en una nube. 

- Ey parejita, qué acarameladitos os veo - no faltó un gesto zorruno en mi rostro al ver la jugada de Saito. Era algo tímido, pero se notaba lo que quería.

Ayame estaba absolutamente adorable de esa forma, sonrojada y tímida sobre Saito. Notaba el apuro de la chica, pero en vez de ayudarla, volví a levantar el dedo y le sonreí.

- Demasiado Cute - saqué el móvil y les saque una foto de recuerdo.

Entonces llegaron los pastelitos y un apurado Tetsuya que tendría que irse pronto.

- Pues, venga, hay que aprovechar lo que nos queda de tiempo - asentí con gesto resuelto.

Mientras comía un pastelito delicioso bellamente presentado, escuché la canción de Lilie. La pequeña nos cantó algo un poco tétrico pero con fuerza.

- Muy bien, Lilie-chan, lo has hecho genial - victoreé aplaudiendo entusiasmada - unos pasteles sensacionales, chicos, deberíais ser pasteleros de mayor. Oh, ¡ahora me toca a mi! 

Al ver que la pequeña ya había terminado, me levanté y agarré el karaoke para seleccionar una canción que iba con mi personalidad. Justo antes de empezar la canción, miré a Tetsuya y vocalicé unas palabras en silencio dirigidas a él - _{contigo canto lo que quieras, amorcito. Únete a mi en el escenario.}

Mientras Momoka actuaba se le plantó una gran duda en el corazón a Tetsuya ante la oferta que le había dicho.

_{Quiero subir...}

_{Pero no sé cantar...}

_{Pero me ha llamado amorcito...}

¡Pero arruinaré su espectáculo!

¡PERO ES QUE ME MUERO POR ESTAR A SU LADO!

Finalmente, con algo de temblor en el cuerpo por los nervios subió al escenario, eso sí, calladito para no estropear la increíble actuación de Momoka. Entonces empezó a menear el esqueleto al lado de su amada.

Cuando terminaron el baile ambos quedaron con los brazos en alto, eso sí el pobre Tetsuya quedó jadeante completamente. - Fiu... Me he declarado esta tarde... Y ya me estás haciendo sudar... - bromeó. - Gracias por la canción. - comentaba con una sonrisa, recuperando el aliento.