Partida Rol por web

Una vez la luz los absorbió por completo, los jovenes abrieron los ojos para verse rodeados de un páramos prácticamente vacío, completamente oscuro cuya única fuente de luz era una ruinosa casa. Caminaron un poco hasta ella y para sorpresa de todos, había alguien en la entrada.

¡Hola chicos!

Allí estaba el peliblanco, exactamente igual que el de fuera, a excepción de su ropaje.

Me alegra mucho que hayáis venido, pero deberíais marcharos ya.

Si entráis en esa casa, correréis un grave peligro. El amo Arlek lo ha llenado todo de poderosas sombras, además de que tendréis que navegar a través de mi memoria... No quiero que os mate lo primero ni os muráis de aburrimiento por lo segundo. - el joven empezó a reír ligeramente.

Después de todo, no vais a ganar nada si le derrotáis ¡no soy tan importante!

Entrenad fuera de aquí, como en la corte oscura, haceros fuertes y preparaos para el siguiente enemigo. Después de todo ¡el amo Arlek ya ha demostrado que no es capaz de venceros a vosotros con sus sucios trucos mentales! ¡No podrá haceros nada en el mundo real! Así que por favor, salid de aquí.

Lilie no hizo mucho al blablabla que estaba balbuceando. - Pero no hace falta derrotarlo aquí. Además esta es la versión mejorada de Tetsuya, pues parece aún incluso más sumisa que el de verdad ¡incluso viene con correa! - lo cogió de la cadena que tenía atada al cuello y empezó a tirar. - Sacamos a este, que no está enfermo, nos cargamos al de la cama que es el que tiene metido al malvado en la cabeza y asunto arreglado, además que nos ahorraríamos el tener que meternos en los recuerdos del perturbado este. - concluyó con un par de tirones más a la cadena y una sonrisa macabra.

Tetsuya sentía una gran tristeza al tener que decepcionar una vez más a la pequeña, cualquiera podría verlo en la expresión del chico.

Lo siento, pero no puedo abandonar este lugar.

Soy una mera representación de si mismo del verdadero Tetsuya. No podría existir en el mundo real. Siento decepcionarte pequeña... - contestó con gran pena.

Un Tetsuya con cadena... miles de ideas locas surgieron en mi mente mientras me ruborizaba.

- Lo que podría hacer con esas cadenas... ¿pero qué digo? Concentración, Momoka, concentración - me di unas suaves cachetadas intentando centrarme en lo que habías ido a hacer, pero mi mirada seguía desviándose hacia las cadenas con ojos ilusionados. 

Nada más entrar en la mente de Tetsuya lo primero que note fue como si todo mi cuerpo cargara con mucho mas peso además cada uno de mis movimientos hacía una especie de ruido metálico raro y por si fuera poco veía las cosas ligeramente diferentes como si estuvieran a través de una lente ligeramente grisácea. Entonces me di cuenta de que había pasado el disfraz de armadura que había comprado y preparado para usar había cambiado por completo ahora parecía mas bien el traje de un superheroe, lo cual me hizo sonreír de satisfacción con una expresión casi de malo de película a punto de llevar a cabo su venganza bajo el casco.

Siendo en casi su totalidad blanca la armadura destacaba en la oscuridad del lugar, la luz proveniente de la casa que se veía en la distancia hacía brillar las partes doradas y las decoraciones con forma de plumas del mismo color y dejaba ver unas muy pocas piezas junto con una bufanda que colgaba en dos tiras, que parecían flotar levemente en el aire, por mi espalda de un tono carmesí.

Aún así no dije nada, quizás en otro momento habría montado un buen espectáculo... Llegamos a la casa solo para encontrarnos con Tetsu a la puerta, o mas bien una representación suya. Sin dudarlo en cuanto termino de hablar le agarre del collar para arrastrar su cara hasta casi mi casco que incluso a través de la lente se podía ver como si mis ojos ardieran mientras se levanta la lente mostrando mi rostro cargado de ira.

- ¡Ni se te ocurra morir ¿me has oído?! Me da igual a cuantas sombras me tenga que enfrentar pienso sacar a ese tipejo a patadas de tu cabeza y salvar a mi mejor amigo. ¡Así que como se ocurra morirte voy a buscarte en el mas allá y darte una paliza que no olvides ¿entendido?! -le solté con tanta fuerza que podría tirarle al suelo, se cerro mis casco nuevamente y fui abrir la puerta de la casa de una patada

  Tenia bastante comentarios y preguntas tantos por los ropajes... como por la forma de hablar de este Arashi, pero hacerlo lo mas seguro que no dejaría bien parado a mi compañero ... y no creo que sea el momento para estarse metiendo con alguien enfermo.... hay un código....

   ¿ Entonces ya tenemos un nombre verdad ? - mirando al resto intentando no hacerle mucho caso a este Arashi ... de todos modos trabaja para el otro sujeto... dudo que nos sirva de mucho ... - ¿ esto funcionara como un buscador de internet ?, grito en voz alta lo que quiero buscar y los recuerdos de Arashi nos mostraran los resultados relevantes que coincidan.... ¿ tal vez ?

Entro en la cabeza del cabeza hueca de forma muy seria, aunque nada mas verlo con su singular atuendo, la seriedad de la situacion parece desaparecer

-Muda!!!-grito mientra le golpeo- ¡Mudamudamudamudamudamuda!-continuo mi combo, sin darle mucha opcion al chico a reaccionar. Cuando termino, comienza un nuevo asalto, esta vez verbal-A ver, pulga de mar, hemos venido a rescatarte, asi que metete bien en tu papel de doncella en apuros y no molestes, que ya bastantes problemas nos has causado.-le agarro de la cadena, acercando su rostro al mio-Hemos venido a rescatarte, quieras o no, asi que no te hagas la dificil, que con nosotros no funciona usa cursileria de manga shojo

Miro entonces a mi hermanastro, que parece estar buscando la forma de avanzar, aunque no digo nada mas, solo espero a que se abra el camino, mientras mi rostro muestra un notable y creciente mal humor

"Ya has oído a las niñas. Dinos dónde está Arlek, o te matamos al Tetsuya Arashi de arriba." Le miraba por encima del hombro. Parecía de verdad una matona del instituto. "No, de hecho, nos vas a guiar hasta él, lo quieras o no."

Tenía puestos los auriculares de vuelta. Normalmente tenía música clásica, sobretodo de piano, aunque también algunas piezas orquestales que la inspiraban, ya fueran tristes o más enérgicas. 

No esta vez.

A veces 'le daba la vuelta al cassete' y reproducía otra playlist. Una que le traía malos recuerdos. Una más oscura, incómoda y terrorífica. Una que le gustaba porque no le gustaba, por contradictorio que sonara. Así era ella, una chica de contradicciones. Se pasaba la vida luchando contra la una parte de su personalidad, pero cuando no tenía fuerzas para reprimirla, abandonaba y se retraía a un rincón. Se sumaba a ella, y se azotaba mentalmente hasta caer reventada. Y la música... bueno, seguía sofocando su propia voz interior, de alguna manera. Prefería la música que no le gustaba a oirse a si misma. Eso seguía sin solucionar nada de su autofobia, la mantenía, pero al menos le había dado un Persona con la que combatir.

"Arashi-kun, voy a ser paciente y franca contigo porque no sabes lo que ha pasado. Hotaru y Umi están muertas." sentenció sin miramientos ni delicadeza, con mucha frialdad. "No estamos de humor para esto. Me importa un comino lo que pienses. Uno: si no vencemos al Arlek ese el mundo se va a acabar." contestó. "¡Y dos! ¡No nos da la gana de perderte!" en ese momento en que alzó la voz se pudo cierto brillo en los ojos de Ayame, cierta energía más positiva que recordaba a la Ayame de siempre que ellos conocían. Suspiró, volviendo a esa actitud más seria, más fría. "Para poco importante yo, que soy la más débil del grupo. También sangré en el campamento... Si no vencemos a Arlek, me voy a acabar muriendo yo también. Y tú no quieres eso. Así que si no lo vas a hacer por ti, hazlo por nosotros. Déjanos ayudarte. ¡Ya hemos perdido a las chicas, no nos da la gana de perderte a ti!"

Tetsuya escuchó a todos y cada uno de sus compañeros. Ya fuera por frustración o enfado, algunos lo querían usar como saco de boxeo y otros lo querían usar como... Bueno, lo querían usar. Varios comentarios le llamaron la atención, aunque lo que más le preocupó fue el hecho de que Ayame también sangrara. - Sé lo que te pasó Anemashi-san. Sé porque te culpas a ti misma. Pero si entras aquí, descubrirás que en verdad, todo fue culpa mía.

No os puedo llevar hasta el amo Arlek, al menos no directamente. Está en el último piso de esta casa.

Lo que si que os puedo decir, es que este lugar es algo especial... - miró hacia el edificio. - Es mi casa. Dentro encontraréis mis recuerdos, empezando desde la niñez. - aprovechó para contestar a Yuuta. - Arlek no ha cambiado nada de dichos recuerdos, simplemente... Solo me deja ver la mitad de ellos... - suspiró.

Sin embargo, también ha puesto sombras en la otra mitad.

Eso se debe a que están relacionados y a veces, para acceder a un recuerdo necesitas mirar otro, aunque sea de la otra mitad. Por ello lo mejor será que os dividáis en dos grupos y cada uno pase por una sección. - os dedicó una sonrisa a todos. Sentía la preocupación que teníais por él, pero sin embargo él sabía que esta mazmorra ayudaría a alguien más importante que él. Es por eso que enunció unas palabras más antes de entrar dentro de la casa.

No dejéis que le pase nada a Anemashi-san. Debe descubrir por qué fue culpa mía.

- ¿Que sabe lo que me pasó? No, por dios. No. Nadie sabe nada porque yo no he dicho nada. N-ni siquiera les he dicho que vivo sola en una mansión... Po-podría quizás haberlo hablado con Hotaru... pero ahora está muerta. Mejor que no lo sepan. Mejor así. Es mejor así. - se repitió la chica en su mente. - Descubrirían que soy una hipócrita... poniéndome a trabajar como ellos cuando no necesito el dinero en absoluto... Casi como si me riera de ellos. No, es que te estás riendo de ellos, Ayame. Todo el rato. Pretendiendo, pretendiendo ser una de ellos. Pero sólo les haces daño. Mira a Tetsuya, culpándose de a saber qué otra vez. Y como te vean llorar ya la vas a volver a liar...- se llevó las manos a los oídos, apretujando los auriculares con fuerza contra su oreja. -...Calla calla calla. Te necesitan fuerte. Tenemos que salvar a Arashi-kun. ...No es momento de llorar. No es momento de pedir ayuda. Hay que ser fuerte aunque no lo sea. Hay que sonreír... y sonreír y aguantarlo todo... a-a lo mejor así puedo serles de utilidad... -

Fue entonces cuando se fijó, y sí, con un poquito de retardo, en que Yadiel y Saito tenían unos trajes diferentes, unos bastante chulos de hecho. Intentando cambiar de tema les preguntó, aunque también con genuina curiosidad... "...Yadiel-chan, Kitagawa-kun-senpai... Vuestra ropa... q-qué guay. ¿Cómo...? ¿cómo lo habéis hecho?" preguntó confusa, no con mucho entusiasmo en el tono de voz, pero en realidad le había encantado, y se preguntaba si ella también podría conseguir algo así. Tenía pinta de que serían algo útil para enfrentarse a las sombras. En otra ocasión los ojos le habrían hecho chiribitas y todo...

Parecía que todos teníamos sentimientos parecidos en torno a lo que había pasado, de hecho podría asegurar que los de mi grupo parecíamos ser mas... "expresivos".

- Entonces entremos de una vez, demos una paliza a todas esas sombras y enseñemos quien manda a ese tal Arlek. Va a aprender que no debe tomarnos a la ligera... -y acto seguido le di una patada a la puerta que casi la tiro abajo, de hecho solo quedaba sujeta por media visagra, en el marco de la puerta me quede quieto para escuchar justo las últimas palabras de Tetsuya, ladeé un poco la cabeza para mirar a Ayame sin estar cerca era prácticamente imposible ver mi expresión a través del casco por lo que nadie podía verme la cara y eso extrañamente me gustaba, volví junto a Ayame para tomarla del cuello de la camiseta y llevarmela a rastras junto a Yadiel que la levante del suelo con un brazo- Yo me encargo de protegerla... puedes confiar en mi -le respondí a Tetsuya mientras avanzaba de nuevo hacia la puerta para entrar de una buena vez- Esto se supone que era un disfraz de caballero pero al entrar aquí se ha transformado en esto -respondí a Ayame de camino- Supongo que cuando mas necesitaba un héroe no me ha quedado de otra que convertirme en uno por mi mismo. Nadie va a venir a salvarnos así que nosotros debemos ser nuestros propios héroes... Al menos eso es lo que pienso.

Ayame se dirigió a la salida de la mazmorra, con intenciones de volver a casa, Saito iba detrás con intenciones de detenerla. Pero alguien más hizo aparición en escena, justo delante de Ayame.

Así que mi plan ha funcionado a la perfección ¿eh? Y el tonto del peliblanco creyendo que os iba a soltar... - empezó a reír. - Me pidió por favor que dejará que vierais ese recuerdo, que no os atacara con nada y que entonces os marcharíais y no molestaríais más. Accedí, aunque mis intenciones siempre fueron llegar hasta ti, Ayame Anemashi. - sonrió y chasqueó los dedos, tomando entonces control del cuerpo de esta. - Ahora no solo tengo una marioneta, si no dos. ¡Acaba con tu amigo!

Ayame tuvo que pararse en seco en cuanto vio aquella sombra aparecer frente a ella. Sintió un enorme poder emanando del mismo, nada que ver con las sombras a las que se habían enfrentado hasta el momento. Más bien... ¿como el del Conde Eldwin? Conforme la sombra fue hablando fue dándose cuenta de que se trataba de... ¡el tal 'Amo Arlek' del que hablaba el Tetsuya Cognitivo!

En cuanto Arlek chasqueó los dedos, a Ayame le volvió a salir sangre en la nariz. "Entiendo..." susurró con desgana. "...Por eso no me mataste matado junto a Hotaru y a Umi... Para poder utilizarla como un peón contra mis amigos... Una vez más... estoy siendo una carga ¿eh?..." Ayame ni siquiera se resistió al control mental. No sólo porque Arlek podía matarla de un chasquido de dedos si no lo hacía, sino porque no tenía ya fuerzas para hacerlo. Su mente ya se había roto con el recuerdo traumático de la muerte de su madre, y vuelto a romper con el añadido de que Tetsuya Arashi había tenido que ver con todo eso.

Ayame Anemashi, que hasta el momento le había estado dando la espalda a Saito Kitagawa, se giró hacia él. Sus bonitos ojos color aguamarina ahora brillaban en un amarillo dorado, el mismo color de los ojos de Arlek y el resto de sombras.

"Sí, Amo Arlek."

VS AYAME ANEMASHI & SUMIZOME

"¡PERSONA!" llamó Ayame a Sumizome, pero el espíritu que apareció no parecía el que Saito había visto a la chica emplear otras veces. La dríada de aspecto calmado y bondadoso había sido sustituida por la figura de una mujer árbol llena de negras cenizas quemada, con ascuas todavía quemándola. Ayame miró a Saito mientras se mordía a sí misma, tan fuerte que acabó haciéndose sangre. "Con la voz del Amo Arlek en mi mente ya no me oigo a mí misma... por fin siento... por fin siento paz. Ya no estoy sola conmigo misma."

"¿Qué vas a hacer, Saito?" Aquella era la primera vez que Ayame se refería a Kitagawa-kun por su nombre directamente.

"¿Apalearme? ¿Quemarme en la hoguera?"

"Hazlo. Mátame. Un problema menos para todos. Así no tendréis que aguantarme."

"¡HEAVY LUNGE!"

No pude alcanzarla a tiempo y para cuando llegue no solo ya estaba fuera si no que además había alguien mas enfrente suya, por como hablaba no me costo entender quien era... tanto tiempo buscando a este tipejo y ahora lo tenía enfrente, debía aprovechar para acabar con él ahora. Pero para mi desgracia algo que no podría haber anticipado de ninguna manera paso, Ayame había caido bajo el control mental de este tipo, me negaba a hacer lo que esperaba y luchar contra mi amiga. No iba a hacerlo pasara lo que pasara, era quien debía proteger a los demás, no iba a hacerles daño.

Mire con una mezcla entre ternura, pena y melancolía, no llevaba el casco de la armadura puesto por alguna razón, camine de frente hacía Ayame mientras invocaba su Persona y hablaba.

- Voy a salvarte Ayame, tanto a ti como a Tetsuya... No puedo permitir que alguien use a mis amigos de esta manera -casi ni me moleste en bloquear el ataque que lanzo sobre mi, en lugar de eso seguía caminando de manera inexorable, no es como si no hubiera dado muestras de sentir el golpe de hecho lo recibí de lleno en la cara haciendo que sangrara por un lado pero aún así mantuve la sonrisa- Ayame... lo de tu madre fue muy triste... puedo entender como te sientes, hace años perdí a mi padre, aún a dia de hoy le hecho de menos y siento que hay un hueco en mi vida que nunca podre llenar. Pero la muerte no te va a ayudar en nada, solo vas a causar el mismo dolor que sientes ahora a otras personas... como a mi por ejemplo ¿realmente crees que puedo simplemente matarte? Nunca has estado tu sola, siempre tienes a gente que quiere y valora a tu alrededor. Solo tienes que dejarlos llegar hasta tu corazón y aceptar el pasado por doloroso que sea, solo así serás capaz de continuar hacia delante -llegue hasta ponerme frente a la chica, momento en el cual hizo aparición mi Persona a mi espalda con la espada desenvainada y llena de fuego que no dudo en proyectar contra Arlek de un solo tajo mientras yo seguía ahí de pie sonriendo a mi buena compañera de equipo a la cual tendí una mano, la sangre seguía conrriendo por mi cara- Vamos Ayame, vuelve a ser la linda chica que siempre he pensado que eres o mátame, no te lo impedire... confío en ti.

Arlek chasqueó los dedos he hizo que Ayame se pusiera delante de él de un salto, recibiendo directamente el Agilao y sin posibilidad de defenderse lo más mínimo. - Cada vez que intentes golpearme, golpearas a mi marioneta. - decía con un tono serio y desganado. Pero pronto algo interrumpió el combate, el peliblanco hizo acto de presencia.

¡Oye tú! Esto no es lo que habíamos hablado.

Habías dicho que los dejarías marchar si hacía que me odiaran.

¡Cumple tu parte del trato! ¡Retira a las sombras! ¡Suelta a Anemashi-san! - Tetsuya fue andando hacia Arlek y cuando estuvo lo suficientemente cerca, le propinó un puñetazo. - ¡YO soy tu esclavo!

Ngh... Veo que aún queda algo de voluntad en ti. Pero eso lo solucionaré rápido. - chasqueó los dedos y liberó a Ayame, haciendo que aparecieran un montón de cadenas atrapando a Tetsuya en el acto. - Te dejaré para más adelante, Ayame Anemashi. - y con esas últimas palabras, un portal de oscuridad apareció, absorbiendo tanto a Tetsuya como a Arlek.

¡Salid de aquí!