Partida Rol por web

Nada satisfecho con su pase apreta los dientes y ensimismado en el quafle,vuela rapidamente hasta los aros.

No puedo quedar mal delante de toda esta gente, tengo que hacerlo mejor que el. Susurra mientras se prepara para encestar.

Sonrie al ver el resultado de sus empeño y al igual que el capitan levanta levemente la mano ,apretando el puño. Pero sin decir nada.

¡¡¡Muy bien!!! - exclama mirándoos a los dos y sonriendo divertido, aplaudiéndoos... entonces mira a Zaida y a otro chico - ¡Os toca!

Lanza la quaffle hacia el suelo, y la recoge el chico mientras empieza a elevarse mirando a Zaida con una enorme sonrisa.

El chico se eleva con la escoba sonriendo y con la quaffle en la mano, se la lanza a Zaida con bastante arte... y espera con una gran sonrisa que ella se lo vuelva a pasar para poder lanzar en el aro.

¡Vamos! - la anima.

No puedo evitar azar las manos, haciendo una señal *, cuando Nicolás encesta la quaffle tras un tiro excelente. Alzando la voz bastante

¡Fantástico, Nico! ¡Muy bien jugado!

Tras serenarme un poco, escucho como el capitán escoge al siguiente para salir al campo. Tras maldecir metalmente medio segundo por no haber sido yo, comento divetido a Zaida antes de que la chica comienze a elevarse

Tu turno, Zaida. Haznos una buena demostración, jejeje.

El tono no es de burla, sino de diversión, picardía y sano pique.

Zaida aplaudió y silvó entusiasmada al ver el gran talento de ambos. Cuando el capitán le dio el turno asintió animada y se acercó a su escoba.

Nicolas, ¡estuviste genial! Le animó antes de levantarse del suelo. Enseguida recibió el pase del chico, así que se lo devolvió con una sonrisa.

El chico recibe la quaffle dando un giro en el aire, podéis escuchar las chicas de las gradas, las que van vestido de verde y plateado, sobre todo, que gritan como histéricas.

Enrique levanta la mano y las saluda... haciendo que el capitán del equipo le diga cuatro cosas bien dicho en el sano idioma competitivo.

Ya va, ya va... - dice encogiéndose de hombros.

Haciendo gala de sus movimientos, se acerca hasta el aro y encesta la quaffle sonriendo de oreja a oreja. Hugo le pasa la pelota a Zaida, con una sonrisa y con un "¡te toca!"

Zaida no pudo esconder una sonrisa por el compañero de pruebas, regañado por el Capitán.
Cuando encestó, también le aplaudió animada.

¡Muy bien! Recibió el quaffle con ilusión y una sonrisa ¡Voy! Y con un gesto se acercó hacia el aro con la escoba, fijando su mirada en el círculo.
Se incorporó un poco y lo lanzó, haciendo diana. ¡¡Bien!! Hizo un gesto de victoria al ver que había encestado. Corrió a coger el quaffle triumfante volvió con el resto con la mano en gesto de victoria. Le pasó el quaffle al capitánorgullosa y se acercó a Hugo ofreciéndole la mano para chocarla.

Un éxito, ¿eh? Le sonrió amistosa.

Poniendo las manos a ambos lados de mi boca para amplificar mi voz tras observar el lanzamiento de la chica ¡Así se hace, Zaida! ¡¡De **** madre!!

Tras esto me quedo a la espera del próximo en salir al campo, Andrés o yo. La tensión se masca en el aire (^^).

Muy bien Zaida, lo has hecho muy bien... Asiente sonriente, pero manteniendose sereno.

Despues dirige la mirada hacia los dos compañeros que quedaban por hacer las pruebas. Bueno ya quedan menos... ¿Me estaria mirando cuando me toco? Piensa mientras sube su mirada hacia las gradas.

¡Muy bien los dos!

Sonriendo, los dos descienden hasta el césped sonriendo orgullosos.

Emilio y Elena, ¡os toca!

La chica recoge la quaffle y asciende hasta la altura del capitán para pasarle la pelota a Emilio con una sonrisa, algo nerviosa.

¡Allí va!

El tiro le sale un poco torcido... y mira a Emilio disculpándose.

¡Perdona! Estoy un poco nerviosa...

Me elevo sin dificultad en la escoba, cuando Hugo menciona mi nombre y el de otra chica.

Tras recibir el pase de la joven, oigo como se disculpa a lo que niego prontamente diciendo

No pasa nada, todos somos humanos y no somos a prueba de fallos.

Sabias palabras que podrían aplicárseme a mi también pues, cuando me dispongo a devolverle la quaffle, los nervios y las ansias por estar jugando me juegan una mala pasada y mi lanzamiento sale levemente torcido a la izquierda, parece que no tenide demasiado en cuenta el viento que reina hoy.

Venga Emilio, tu puedes hacerlo. Grita sin moverse de su posicion, desde donde comtemplaba la prueba de compañero con los brazos cruzados.