Partida Rol por web

Daniela asiente y empieza a andar hacia la dirección que Zaida señalaba. No quería quedarse más tiempo quieta, sola y sin nada en qué pensar. Necesitaba mantenerse ocupada para no desviar sus pensamientos hacia cierto rubio que la tenía completamente enamorada.

Pues vamos.

No tiene problema alguno en avanzar a pesar de los altos tacones y el largo vestido, parece que está acostumbrada a ellos... incluso ese aura de elegancia que siempre la rodea, sigue con ella aunque lleve el pelo algo alborotado de las ramas que tratan de enredarse en él.

De repente, pero, algo sale de detrás de un árbol. Un chico que todos sabéis que es un alumno... de otra casa, Hufflepuff quizás. Barra el paso de Daniela, sorprendiéndola, seguramente...

Yo vengo del castillo, nos metimos por una especie de pasadizo secreto en el que nos emboscaron unos seres encapuchados... Allí aún quedan unos cuantos compañeros míos y uno de los encapuchados. Creo, creo que podré llevaros allí, de regreso al castillo y junto a mis compañeros, cuantos más seamos mejor.

Daniela da un respingo y alza la varita, aunque la baja de nuevo al ver de quien se trata.

Allí nos dirigíamos nosotros. Tenemos que parar esto... Estoy segura de que... podemos cambiar el mundo empezando por aquí... Las ultimas palabras las susurra, bajando la mirada y apretando los puños de finos dedos y cuidadas uñas.

Levanta la mirada de nuevo, hacia Salomón.

Llévanos, por favor.

Esas palabras son lo único que necesito escuchar, asiento con la cabeza y sin tiempo que perderdoy media vuelta y emprendo la marcha hacia el punto del que vengo, lo más rápido que puedo y rezando por recordar el camino de vuelta.

Vamos tu puedes!

No hay nada que decir. Daniela ya ha hablado por todos. Desde el momento en que no nos fuimos con el monstruo, estamos todos de acuerdo en que hay que volver al castillo, y encontrar a alguien que nos guie no deja de ser una suerte.

Miro al recien llegado, aunque no lo entiendo muy bien acepto lo que dicen las chichas afirmando con mi cabeza.

Vamos

Dicho esto subo mi varito y me dispongo a seguirlo

La aparición del chico la pilló por sorpresa. Alzó la varita hacia él, pero al ver que era otro alumno suspiró, algo molesta por el susto que se había llevado.
Vaya, un pajarillo perdido...No hace falta ir asustando a la gente así.
Atendió seria a lo que decía, quitándole la mirada de encima solo para mirar a su alrededor, atenta por si había otro susto.
Viéndole tan seguro, asintió con la cabeza y se situó a su lado, iluminando el camino a su lado.

Supongo que te irá mejor ver donde pones los pies... Le miró y parpadeó Y más te vale que sea verdad que sabes volver...

Tras unos pasos, se quedó observando al chico hasta que cayó en algo.

¿Cómo es que estas solo?

¿Cómo es que estas solo?

Cuando ese monstruo nos ataco en el baile, nos marchamos corriendo y una puerta se abrió en la pared, por ella entramos algunos y luego se cerró tras nosotros. Lejos de ser una via de escape era una encerrona porque al momento nos atacaron unos encapuchados y una maga con aspecto siniestro. Para cuando encontramos la salida solo quedaba un encapuchado a la vista, pero partiendo de que cuando entramos en ese pasillo no había ninguno creo que no nos podemos fiar de eso. Además cuantos más grande seamos el grupo en el que estamos, mucho mejor.

Había tenido que aminorar la marcha un poco mientras hablaba, para no ahogarme, entendía la preocupación de la chica, yo mismo había visto como uno de mis compañeros, al volver de pelear con esos seres, nos había llevado a una emboscada. Parecía que algunos de esos magos podían torcer la voluntad de la gente a placer... espero encontrarmelos a todos igual que como los dejé y que no les haya ocurrido nada.

- ¿Estabas en la sala de baile? Entonces, ¿cuánta gente se metió por ese pasillo?- pregunto caminando con el grupo, una mano en la de Alex y la otra en la varita, atenta a la luz que sale de la de Zaida, y mirando a mi alrededor.

¿Estabas en la sala de baile? Entonces, ¿cuánta gente se metió por ese pasillo?

Saco cuentas mentales lo más rapido que puedo...

Nos metimos unos siete estudiantes y ningún profesor, tuvimos suerte que algunos de ellos sabían conjuros de ataque...

No tardáis en ver las puertas de la escuela... no hay ni una señal de los erumpent, pero sí de alumnos heridos que siguen entrando en el edificio. Distinguís la profesora de astronomía ayudando a algunos de estos haciendo camillas voladoras y llevándoselos al interior también al interior.

Daniela no se detiene ante las puertas. Sigue caminando, mirando alrededor, como buscando a alguien... alguien que no va a encontrar porque sabe perfectamente en compañía de quien está. Ahora que ha llegado y que todo parece haber pasado, dos gruesas lágrimas empiezan a rodar por sus mejillas. Pero ni ella parece darse cuenta.

Se acerca a la profesora para preguntar si pueden ayudar en algo.

La mujer os mira y sonríe aliviada.

- Por las Barbas de Merlín, suerte que estáis bien... pasar dentro del Gran Comedor, la directora os tiene que hablar...

Me acerco a la profesora, llegando detrás de Daniela. Un inmenso alivio me recorre.- Dios mio, una bruja de verdad y no un grupo de crios-

Veo las lágrimas de Daniela, y le aprieto levemente la mano para que se dé cuenta de que no está sola. Se la suelto rapidamente, y asiento con la cabeza a la profesora, dispuesta a entrar en el Gran Comedor.

Sonrio ligeramente a Alex, pensando que quizás al final, consigamos salir bien de todo ésto.