Partida Rol por web

No tardas en darte cuenta que esta puerta da justo a la entrada del bosque prohibido... puedes sentir los escalofríos de los sonidos y los ruidos que se escuchan en su interior... ¿sombras? puede que sea producto de tu imaginación...

Detrás de ti, ves a tus compañeros que te siguen mirando, esperando que traigas ayuda... o algo. Pero, ¿hacia dónde tienes que ir? ¿hacia la izquierda o hacia la derecha?

Nada más veo el lugar que se alza delante mío se me eriza el vello y un sudor frío recorre mi espalda, intento pensar con claridad, aunque el único pensamiento que me viene a la cabeza es que el último alumno que estuvo en ese lugar murió...

Intento concentrarme y ubicarme, al momento empiezo a correr hacia la derecha lo más rápido que puedo, siempre sin alejarme de la pared del castillo.

Sigues corriendo buscando la entrada del castillo... sin descanso.

Sigo corriendo como un loco, sin hacer caso a la extenuación, el dolor de estómago ni a esa intensa migraña que me golpea la cabeza, dolor fruto de los pensamientos que tengo bloqueados en este momento, en el cual no puedo distraerme para nada, no puedo perder la concentración...

Aún así el eco de una pregunta retumba en todo mi ser...
"¿Como estará Sofía"?

En el interior del bosque, a varios metros de distancia, puedes distinguir unas voces que no reconoces pero que podrías asegurar que son alumnos de la escuela... hablan entre ellos.

Escucho voces de lo que seguro que son compañeros y me acerco a un arbol cercano a ellos desde donde poder escucharlos sin ser visto. Se que son alumnos, pero quiero asegurarme que nadie salvo ellos mismos gobiernan sus actos.

Una voz femenina:

- Si, la veo, mirad, allí está.

Otra voz femenina:

- Hmm... Si estamos al este del castillo, y eso es el norte, tendríamos que caminar hacia nuestra izquierda, hacia el castillo, teniendo la estrella a nuestra derecha. ¿Alguien me ha entendido?

Cuando les escucho veo que están perdidos, y su intranquilidad calma la mía.

Salgo de detrás de un arbol y les hablo. Aún me cuesta un poco hablar por la carrera que me he pegado.

Yo vengo del castillo, nos metimos por una especie de pasadizo secreto en el que nos emboscaron unos seres encapuchados... Allí aún quedan unos cuantos compañeros míos y uno de los encapuchados. Creo, creo que podré llevaros allí, de regreso al castillo y junto a mis compañeros, cuantos más seamos mejor.