Anaïs no sabe cocinar... jiji - dice Noemí con su voz dulce y tierna, mientras su madre le sirve ensalada y un pescado a la plancha - Lo hace todo mamá
No puedo evitar el reírme al escuchar las palabras de la hermana pequeña... Bueno, pues tu madre cocina muy bien entonces. termino diciendo dejando el vaso de agua sobre la mesa.
Le clavo una mirada asesina a Noemí, mientras mis mejillas se sonrojan.
- No es que no sepa cocinar... es que soy un poco torpe - respondo, quitándole hierro al asunto - Pero si me pongo lo hago bien.
Estamos a 27 y llevo dos días sin mensajes. ¿Pasa algo?
He estado algo liada... hoy terminamos los preludios porque yo me largo hoy-tarde y no vuelvo hasta domingo por la noche. Y la partida empieza el lunes.
aaa. Vale muy bien, chao hasta el lunes
Has pasado estos días en casa de Anaïs, durmiendo al sofá con unas sábanas... aunque con el calor que ha hecho, realmente no te ha hecho demasiada falta.
No has vuelto por casa... tampoco han intentado ponerse en contacto contigo, y la última vez que pasaste por la calle donde vivías había un camión de mudanzas; pero esto no sería problema, almenos no mientras durara el curso... era un internado. Allí tendrías cama y comida sin preocuparte.
A la playa, y paseando por las calles de Barcelona, comprando y divirtiéndote junto a Anaïs y a Andrés, que excepto la noche, no se despega de ella... además por la noche, su madre os está controlando continuamente... jurarías que la has escuchado algunas noches bajar hasta el comedor comprobando que allí estabas. Y la otra cosa que te pareció rara es que Andrés no apareciera por la casa de Anaïs más, la esperaba unas calles más allá.
Al Sangre Sucia lo visteis un par de veces más... parecía que a veces os seguía, esperando que le dijérais algo. Aunque yendo con Anaïs, era un poco complicado decirle algo.
La mañana siguiente de que pasara todo el mal rollo con su madre... cuando os encontrásteis Anaïs y tú, te sorprendió - y enrabió - que ella no fuera sola... iba con el Punky. Con palabras rápidas te contaron que habían hechado a Andrés de casa por seguidor de Slytherin y por querer más cosas sobre sus padres reales; sus padres adoptivos eran squibs.
Aunque tenías tus diferencias con el Punky, y que claramente, apenas lo tragabas... no le hacías feos tan grandes como no ir con ellos... más que nada porque no se despegaba de Anaïs, pero cada vez que os quedabais a solas ella aprovechaba para besarte y sonreirte únicamente y solamente a ti, quizás, este era el único motivo por el que valía la pena seguir yendo con ellos a la playa, de compras y por el centro de Barcelona.
Aun así... tocó la hora de despedirse. Tus padres querían que cogieras el barco a Valencia... ya que les recordaba los tiempos que ellos habían tenido que cogerlo al puerto. Os despedisteis el día antes, y Anaïs, aunque con los ojos un poco empañados en lágrimas, te prometió que os veríais de nuevo en Sorgintasun, sin falta.
Has estado en Barcelona todos estos días, intentando descubrir más cosas sobre la magia... yendo con el grupo de la chica y el punky no has descubierto demasiada cosa, solo que hay algunos magos que tienen un odio total a los "Sangre Sucia". Aun no has ido al colegio y ya odias estas dos palabras juntas.
Por suerte para ti, al haber estado yendo al bar de la Urbanización de Magos, el camarero te ha explicado que no todo el mundo mágico es como la familia Espriu, por suerte, hay muchos magos que apoyan a los "chicos y chicas que no son de antecedentes mágicos", aunque más larga, aquella frase te gustaba más. Y que incluso el Ministerio, los protege... pero los Slytherin - te explicó que en Sorgintasun la escuela se divide en cuatro casas: Ravenclaw, Gyrffindor, Hufflepuff y Slytherin - son TODOS de ascendetes nobles, familias enteras de Sangre Limpia que nunca, bajo ningún concepto, aceptaran que alguien que viene de familia muggle pueda tener magia... pero realmente, si no nacieran magos de familias muggles, ni los magos se casaran con muggles... los magos y brujas, ya haría mucho que estarían extinguidos.
Los dos últimos días antes de empezar el curso, tu madre y tu volvisteis a Madrid, justo al lugar donde os pasaría a buscar... el barco de ida a Sorgintasun.