Daniela saluda a Ita asintiendo con la cabeza y con su radiante sonrisa habitual al cruzarse con él. Luego se sienta junto a Raúl.
Buenos días, Raul.
Parece extrañamente animada... como si no hubiera pasado nada el día de ayer. Pero... a pesar de su aura y su sonrisa, sí hay algo diferente en ella. Aunque no se puede llegar a saber qué es.
Cruza las piernas mientras se coloca el pelo rubio a ambos lados de su cuello. Luego se dispone a elegir su desayuno. Algo de fruta y un zumo de uva.
Mientras se sirve el desayuno, las pulseras metálicas que lleva en las muñecas no dejan de sonar, acompañando cada movimiento de un suave tintineo.
Hola Ita, Raúl como estan? Llevan buen rato por aquí?
Mientras espero que Angela se siente para sentarme a su lado.
-pues... Raúl llegó antes que yo... pregunatale a él- responde, colocando su cara una expresión de excusa
A la vez que sus compañeros iban llegando, el veía la diversidad del pensamiento de sus compañeros, unos como Raúl, estan decaidos, otros, como ita, estaban itentando salir a flote...
Alex y yo nos sentamos a la mesa. Miro a mis compañeros en silencio, oyendo sus charlas. ¿Qué demonios le pasa a Daniela? pienso mirándola brevemente con gesto confuso, antes de volver a mirar con una leve sonrisa a Alex.
Apenas al llegar me siento al lado de mis compañeros y empiezo a comer con un hambre voraz.
¿Alguna vez se han preguntado quien hace tanta comida? creo que una vez lo dijeron pero no preste atencion...
Vicky se sienta junto a Daniela, aunque apenas quede sitio, pero se hace hueco... total para lo pequeña que era no le hacía falta mucho más.
Buenos días. Saluda ella algo más alegre que la rubia y empieza a coger alguna fruta.
Sin decir nada más, Raúl seguía a trozos la conversación de sus compañeros. Pero algo llamó su atención, y fue lo suficientemente fuerte como para que soltara el vaso del que estaba bebiendo, derramando todo el agua por la mesa.
¿Carlos? ¡¡Carlos!! -exclama sin podérselo creer. Pega un salto, casi tirando el banco en el que se sentaba junto a sus compañeros, y sale corriendo hacia el Hall.
mira extrañado el comportamiento de Raúl... cuando ita mira hacia donde se marchaba, pudo descubrir al grupo de jovenes...
entonces, sale corriendo
también están Anais y Andrés, joder, que mal me siento
Tiro de la manga de Alex de golpe, poniéndome de pie y mirando a mis compañeros, a los que dimos por perdidos y por traidores.
- Dios mio, ¿qué está pasando?
Daniela seguía sentada en una posición recta y totalmente elegante, luciendo su sonrisa habitual... hasta que deja caer los cubiertos sobre la mesa con un ruido sordo. Sus pupilas, dilatadas, se han clavado en las puertas del gran comedor. Sus labios, ligeramente abiertos, dejan de sonreir.
Inmediatamente se pone de pie, sin apartar la mirada del punto fijo al que mira. Empieza a caminar hacia él despacio... como si estuviera ida... hasta que a mitad de camino echa a correr con lágrimas escapándose del ángulo de sus ojos.
Vicky observa como Daniela se levanta y se lanza encima del chico rubio que le sonaba de haberle visto por el castillo antes del baile.
Se iba a levantar para seguirla, pero prefiere dejarla intimidad y esperar paciente su regreso. Por lo que sigue comiendo, echando fugaces miradas a la rubia.
Daniela vuelve a la mesa a terminar su desayuno... está... ¿tarareando? Parece completamente feliz y animada de nuevo. Termina de huntar algo de mermelada de frambuesa en una tostada y la come a bocados pequeños y sin mancharse. Ni siquiera suelta migas al comer.
Al terminar, charlando animadamente con los demás, termina por mirar el reloj del Gran Comedor.
Chicos, será mejor que vayamos a coger las cosas para ir a clase, o llegaremos tarde. ¿Qué nos toca ahora? ¿Herbología? Me encanta esa asignatura.
Dicho eso se pone en pie y empieza a andar hacia la salida del gran comedor con su paso elegante y su sonrisa radiante.
Vicky se levanta con una gran sonrisa, y se situa al lado de la chica, para luego seguirla dando saltitos.
Parece que le ha contagiado su alegría.