Jordi se estaba echando una cucharada de cereales a la boca cuando ocurrió la aparición en el hall.
-Pero que demonios...! Mascullo entre dientes a la vez que se me caen cereales encima.
Logro tragar lo que tengo en la boca y me levanto de mi sitio, pero sin abandonar la mesa.
-Que está pasando ahí? Quienes son esos, así de sucios? Digo al resto de presentes.
La verdad es que le sonaban algunas caras, aunque no estaba muy seguro...
Salomón levanta la cara del plato y mira a los recién llegados. Una vez sabe quienes son su expresión se endurece mientras recuerda las caras de aquellos alumnos en quienes nunca volverá a confiar. Ellos han estado en contacto con quienes mataron a Sofía, y si estos les lanzaron un conjuro para anular su voluntad una vez, nada impide que a la mínima oportunidad lo vuelvan a hacer.
Además han pasado demasiado tiempo con aquellos magos oscuros, quién sabe ahora de que lado están.
Tras estos pensamientos Salomón parece activarse, ya no mira hacia el hall pero su expresión sigue siendo tensa.
Esos alumnos, en su cabeza está el paradero de aquellos asesinos.
No se hay bastante revuelo digo acercandome a la puerta para ver mejor lo que esta pasando fuera.
Desvía su atención del Hall y la lleva a su plato.
Allí no hay nada ya que le interese.
Viendo que no ocurre nada interesante, Jordi se limpia los restos de comida que le han caído encima y se dispone a marcharse.
-Bueno, tengo que enviar una carta. Nos vemos luego en clase, no lleguéis tarde! Se despide de los presentes en la mesa.
Observo los rostros de los alumnos que han vuelto con interés, pero sin moverme de mi silla. Memorizo bien sus rostros e intento recordar o escuchar sus nombres.
Tendremos que hablar con ellos, le susurro a Salomón muy suavemente. Veremos hasta qué punto andan perdidos.
El comentario de Africa despierta a Salomón de su trance y le dibuja una sonrisa pícara en la cara.
Cuando quieras, le responde también susurrando De hecho también estaba pensando en los amiguitos que nos acaba de dejar caer la cigüeña
Mientras acaba de comer se fija en que el alboroto en el Hall sigue creciendo, está tentado de ir allí, aunque si quiere sonsacarles algo seguramente deberá ser más sutil con los recien llegados.
Salomón mira a África a los ojos y luego le señala el hall con los mismos, como preguntandole si es buen momento para ir o mejor esperar a que se calmen las cosas.
Al ver el gesto de Salo, y tras comprobar que ya ha comido un buen desayuno, le niego con la cabeza de manera disimulada y me levanto de la mesa. Bueno, voy a escribir a mis padres para tranquilizarlos, digo con tono triste. Nos vemos en clase, añado mientras salgo hacia el Hall.
Salomón se levanta de la mesa y sale hacia el Hall.