Partida Rol por web

Al recibir la llave, subes a tu habitación para dejar tus pertenencias y poder dar el recorrido más libremente, aunque no puedes resistirte y dar un pequeño paseo por la habitación. No es muy grande pero es lo bastante acogedora como para pasar una cómoda estancia allí.

La habitación que se te ha asignado tiene una distribución sencilla, pero puedes sentir la comodidad en cada parte de las paredes. 

La cama es individual y a su lado, tienes una pequeña mesa con dos sillas. Ideal para un juego de cartas o un rato de relajación.

El baño tiene una bañera con una hermosa cortina de color turquesa que la cubre, decoración de caracoles marinos y 

algunas estrellas de mar. 

Todo parece perfecto, pero hay un detalle que llama tu atención. Justo encima de la cama, puedes ver una lámpara bastante peculiar, donde las manos sujetan las dos bombillas y el rostro de esa extraña muñeca mira fijamente en dirección a la cama.

A pesar de la temática del ambiente, podía ser que lo hubieran tomado muy a pecho. Su ropa parecía un poco vieja y su figura no era tan trabajada como las muñecas de la exhibición. ¿Por qué estaría allí?

Era verdad. Era jodidamente verdad. Sara miraba fascinada la muñeca colgada en el techo que hacía de lámpara.

Creepy, creepy, creepy. I love it.

Tras contemplarla bien tumbada sobre la cama, Sara se reincorporó, preguntándose si con la excusa, ya podría meterse en la cama de otra de las huéspedes. Para tranquilizarla y hacerla dormir tranquila, claro...

Te encuentras descansando en tu cama, recordando los rostros de las otras huéspedes con algo de gusto y lujuria. Te abstraes tanto en tus perversiones que el parpadeo de las luces no te sorprende. Lo miras sorprendida pero no llegas a pensar nada más.

Miras alrededor y puedes ver a la joven que estaba en el bosque, justo ahí, a los pies de la cama. Te mueves para poder preguntarle algo, pero ella salta inmediatamente sobre ti. Tratas de retirarla pero el brillo de sus ojos te paraliza. Ella te toma del cuello y comienza a ahogarte. No sabes por qué no puedes moverte. Es como una serpiente apresando a su víctima. Cuando menos resistencia opones, abre tu boca  y puedes sentir que te mete una pequeña esfera, forzándote a tragarla. Esa esfera quema tu garganta y en acto reflejo, comienzas a toser pero no sale. Sientes que tu cabeza se quema y tratas de liberarte pero no lo logras. Hasta que llega el momento en que un grito desgarrador sale de tu boca y el dolor desaparece junto a la joven. Sientes que algo se ha despertado en tu interior. Esa lujuria y fuerza que siempre han hecho parte de tu ser serían ahora tu arma contra todos. No solo quieres satisfacer deseos carnales, sino que ahora quieres apreciar la belleza y el arte de la muerte.

HOMBRE LOBO...

Tu fuerza ha sido desatada. Junto con tus compañeros, cazarás a un personaje cada noche. Es tu misión y por lo que estarás aquí.

Al recibir el golpe en el pecho, se revela tu rol secundario:

PESADILLAS...

Cada dos noches, puedes causarle pesadillas a un personaje, con el fin de implantarle una idea en la cabeza.

Sara se tumba en la cama con una sonrisa en el rostro.

Definitivamente, de aquí saldrá mi obra más personal. Habrá que conocer en profundidad a los huéspedes... hasta que ya no les quede nada que contar.

En la mitad de la noche, comienzas a escuchar una melodía. No sabes muy bien de dónde viene pero por más que buscas por toda la habitación, no puedes encontrarla. Es una melodía tranquila y llamativa, así que te dejas guiar por ella y entre sueños, ella se mezcla como la partitura de los sucesos.

La paz que sientes se ve interrumpida por un terrible dolor en tu ojo derecho. Aunque te miras al espejo, no ves la diferencia pero el dolor que te embarga, hace que no puedas abrir los ojos. Pones tu mano, tratando de aguantar el dolor de la mejor manera, pero se hace más y más fuerte. Gritas pero el dolor no se va, hasta que sientes la cuenca vacía.

Tienes miedo de abrir los ojos por lo que puedas encontrar, pero lo haces después de un rato, aunque tienes visiones diferentes con tus dos ojos. Uno observa la habitación en la que te encuentras y el otro una habitación con decoración rosa y te ves sentada en una pequeña silla, con un pequeño comedor a un lado. Estabas en una pequeña cocina, mas no estabas sola. A tu lado, podías ver a otras huéspedes del hotel, mas su apariencia era la de una muñeca. Te sorprendes y te miras a tu misma, para encontrar que también eres una muñeca. Tus movimientos son un poco más rígidos, las articulaciones de tus muñecas se mueven, aunque tus dedos no lo hagan, tu cabeza se mueve de un lado al otro. Te habías convertido en la muñeca de aquella colección.

Duda: Imagino que de la habitación rosa (aka habitación del flautista) no puedo hablar en la escena principal, pero puedo (yo y Alicia) hablar de ella en el Armario de muñecas, ¿no?

Pues podrías hacerlo pero debes tener en cuenta que no entiendes muy bien qué es lo que sucede.

Joder, ¿no había mujeres con las que liarme? ¿En serio? ¿El puto italiano? Puto Cupido-Troll xDDDDD

Y con lo bien que, creo, me lo estaba currando para no parecer uno de los asesinos, y a ver como cojones hablo con Ben con el riesgo que nos espíen y nos descubran.

De momento seré cautelosa, y si no me queda más remedio, al menos hablaré de noche. Por si por un casual, has tenido la bondad de repetir el darles cierta intimidad a los enamorados :P

Bueno, pues usaré mi poder de Pesadillas con Keelin. No se si sólo tengo que declarar la acción, o además describir la pesadilla y demás, en cualquier caso, me aseguro y ya lo hago yo todo si te parece bien :P

"Todo el cuerpo le pesaba. Parecía que quería precipitarse hacia el abismo, pero algo la suspendía en el aire. Keelin logró abrir los ojos, notando que sus párpados le pesaban más de lo habitual. No había mucha luz, y le costó habituarse a la oscuridad... hasta que lo vio. Un espejo estaba delante de ella, alejado, pero lo suficiente para que pudiera ver todo su cuerpo de... ¿marioneta? No, eso no podía ser real, no podía estar pasando. Sus brazos y su cabeza colgaban de varios hilos, y Keelin tenía poca autonomía más allá de patalear sin fuerzas en el aire.

De pronto apareció una figura, y con un cuchillo cortó de un tajo limpio uno de los hilos. Al cabo de un instante, cortó el mismo en el otro lado. ¿La estaba liberando? No... No veía quien era, escondiéndose lo suficiente en las sombras para que no pudiera reconocerla. Pero veía una sonrisa diabólica, una que ella quería que viera, para que supiera que era el terror. Uno a uno, fue cortando los hilos, pero sus brazos seguían sin responder, y sólo quedó un hilo, el que surgía de detrás de su cuello. Quien manejaba el cuchillo entonces se puso de cuclillas, y la poca luz reveló su rostro. Era Hikari Ayase.

Esta empezó a juguetear con el cuchillo, tanto amenazando en cortar el último hilo y propiciar la caída de Keelin hasta lo que parecía una caída mortal, con directamente atravesarle los ojos. Pero no sólo eran esas las amenazas, también pasaba la punta del cuchillo por todo su cuerpo superior, como si fuera a abrirla en canal. Pero no hizo nada de eso, porque alguien más apareció, frenando-la. Pero cuando vio quien era, el aspecto que tenía aquí, supo Keelin que no era su salvadora. Sólo era más tortura.

Sé que vuelve a ser tu momento de cazar, como hiciste con Loren McFly. Pero él se sentiría muy triste si acabaras con una de sus muñecas. Ella no puede evitar jugar al juego de Tae Seung, porque si lo hace...  - su sonrisa era lo más terrorífico que Keelin jamás pensó que podría sentir - No puedo permitir que haya una pelea entre mis niños, me rompería el corazón.

Hikari se levantó y desapareció entre las sombras, mientras que la otra chica también desaparecía. Pero antes de irse, se volvió, y la señaló. Al cabo de unos instantes, notó que empezaba a estar algo más abajo. La mirada de Keelin se clavó en el espejo, y entendió lo que había hecho con ese gesto. El último hilo empezaba a deshilarse. Iba a estamparse contra el suelo. Iba a morir. Nada salió por su fría garganta cuando se precipitó hacia el suelo, y la oscuridad lo envolvía todo..."

Te acuestas en tu cama, pensando atentamente en la pesadilla para Keelin y tu ser se estremece con ello. No podías esperar a ver los resultados de tu obra sobre ella. Sería lo más interesante.

Un sentimiento de desasosiego te invade y no te explicas por qué te diriges a la habitación donde te encuentras con Benén pero él no está allí, como usualmente estaba, esperándote.

Con temor, vas a su habitación y aquello que encuentras, hace que te estremezcas. Sus ojos mirando al infinito, sus músculos aún tensos y su pecho sin una pizca de respiración. Alguien le había asesinado y era algo que tu mente y tu corazón no soportaban. Desesperada y asustada, vas a tu habitación y tomas el cuchillo que antes habías usado para asesinar a tus víctimas, atravesando tus muñecas y tus brazos. Era algo con lo que no podías lidiar. Para que tomara menos tiempo, atravesaste tu cuello. No sería una muerte rápida pero te reuniría con él.

Los rayos de luz comenzaban a asomarse por la ventana cuando tu vida ya había sido cegada y reaccionas en un lugar lleno de muñecas rotas, con rostros conocidos pero una única figura humana: Andy.

Que puta masacre, y que hijosdeputa todos xDDD

Aunque me alegro que hayamos matado a Wolfgang (aunque no salga en la descripción del Día 3 :P), que dado que Ben estaba en la 205 y en la habitación de matrimonio, las 2 que preguntó él, supongo que tendrá mucho que ver con su muerte, y por ende, en la mía :(

Han resucitado a Esther, y aunque han votado a Ian (no quiero ni saber como cojones le han descubierto...), le han salvado. Lo cual, puede decir que tengamos un Protector Oscuro entre nosotros. Ahora sólo falta que me resuciten a mi, y arrasamos con este lugar bwahahaha...

... aunque me conformaría con que Hikari cayese con mi pesadilla. Que ya lo daba por hecho, pero estos putos remolones se hacen esperar :(((

El sueño de la muerte era algo a lo que te habías habituado pero aún te aferrabas a la esperanza de salir. Cuando sientes la luz del pequeño Alec, sientes algo diferente en ella. Parece ser más brillante, más cálida, más hermosa... Robaba el aliento de sólo contemplarla y tu alma la siguió, a través de los muros, las paredes, todo hasta llegar a tu cuerpo. Entras una vez más en él y éste lucha por regresar a la vida, por respirar. Poco a poco, tu corazón comienza a latir, tus pulmones reciben aire y tu sangre corre nuevamente.

Cuando abres los ojos, una visión te impresiona. No sabías si estabas ya con todos o no pero sin duda, él estaba allí. Alec se veía diferente: de apariencia mayor, con una piel tersa y blanca, su cabello era brillante pero aquello que te dejaba completamente perpleja eran sus alas. Alas de ángel de color gris a causa del fuego y aún las puntas llameantes. Era la  visión más maravillosa que habías visto y su apariencia frágil y hermosa te enternece, causando en ti un sentimiento nuevo. Jamás podrías herir a una criatura tan frágil como esa, era simplemente perfecta.

Alec se te acerca con una sonrisa y te da un beso tierno en la mejilla, en parte para cerrar el contrato contigo. Sabías sus intenciones y en parte, habías accedido sin problema.

Por la admiración a su figura, pierdes la capacidad de votarlo en las votaciones, ni de hacerle ningún daño.

Alec desaparece de tu vista y te das cuenta que te encuentras aún en tu habitación. Pareces estar intacta nuevamente, sin rastro de las heridas que te habían causado la muerte.