Partida Rol por web

Keelin escuchó en silencio al resto durante un rato hasta que se dirigió a Alicia. - No desconfío de Esther por votar a Louis, pequeña. Creo que he explicado extensamente por qué desconfío de ella, y lo hago desde antes de que le votase.

Después se volvió hacia Nathaniel. - Igual que en ningún momento he defendido la inocencia de Louis, ni antes ni después de su muerte. Me da la impresión de que estáis haciéndoos una idea equivocada conmigo. Louis me cayó bien, pero apenas lo conocía, no voy a poner la mano en el fuego por él, ni por ninguno de los presentes. Al menos por ahora. - Puntualizó, encogiéndose levemente de hombros. - Y si he hablado abiertamente de mis desconfianzas hacia Esther, ha sido únicamente porque el señor Tinelli me lo pidió. Quizá debería estar usted más atento a lo que dicen los demás, señor Kingsley, pues tampoco he sido yo quien ha descalificado en primer lugar los argumentos de nadie. ¿O quizá tiene algún interés en malinterpretar a propósito mis palabras? - Terminó, mirando al hombre con cierta desconfianza.

Nathaniel bebía un nuevo sorbo de la taza de café, más sonoros para relajarse, pero tuvo que detenerse a riesgo de ahogarse tras escuchar las palabras de Keelin, a quien miró tranquilamente, antes de soltar un breve suspiro. Dejó la taza de café en la mesa, y llevó su mirada a ella, algo cansado.

- No me cabe duda de que creas que todo aquel que este contrario a tus razones tan cargadas de juicios de valor esta malinterpretando tus palabras.- Respondió, en tono tranquilo.- Ni que reaccionaras tan a la defensiva cada vez que alguien muestre una opinión diferente pueda ser un riesgo. Sería lo lógico en esta situación para cualquiera, ¿no? - Mencionó mirando a todos, suspirando.- Digo, es sumamente fácil arrojar una primera piedra a alguien, y esperar que en una situación como esta toda la histeria colectiva llevase al resto a continuar la lapidación.- Abrió un poco más los ojos, para ver si estaba siendo claro.- Pero bueno, tus motivos para sospechar y ventilar tan abiertamente tus razonamientos de que Esther son igual de ridículos que los de ella. Yo no hable mucho los primeros días, menos hable mientras avanzaba todo esto, pero no sospechaste de mi, al menos eso das a entender al decir que tu otro sospechoso también voto por Louis. Puedo equivocarme, claro. - Se movió alrededor de la mesa, mientras pensaba en sus palabras.- Y estoy bastante atento a lo que dice el resto, por ejemplo, tras soltar argumentos contra Esther, dijiste que podrías equivocarte... pero luego continuas, como si fuese algún tipo de confirmación, con un juicio de valor y luego con un evento que podría ser perfectamente azaroso.- Se metió las manos a los bolsillos, volviendo a mirar al resto.- No me parece que sea Esther quien actúe como queriendo controlarlo todo, sino tu, Keelin, y si, esto me parece muy sospechoso, pero no por ello voy a suponer nada sobre tus intenciones en este lugar, como tu haces. Llevamos apenas dos días, y al menos a mi, no se me ocurre que alguno de nosotros realmente este con Tae y el personal del hotel en esto, aunque tengo claro que he votado por Charles dos veces ya.- Vuelve a suspirar, cruzando el brazo izquierdo bajo el pecho, mientras el derecho lo levanta para posar su mano en la mejilla.- Aquí quien parece interpretar las cosas que dice cada quién con algún propósito eres tu, Keelin.

Me sorprendí gratamente al ver que después de la conversación con Keelin muchos otros comenzaban a explicar sus votos, sobre todo los que habían votado por Louis. Pero me sorprendió aún más la intervención de Kenneth, que me hizo respirar aliviada.

- Puede estar tranquilo. - Le respondí, tratándole de usted tal y como él había hecho. Se notaba que era sureño, pero sin duda sus modales eran mucho mejores que los de gran parte de los presentes. - Por mi parte no hay rencores, ni mucho menos. Además de que hay cosas que ella ha dicho que son ciertas, como que he estado más callada. Supongo que a alguien que me vio poco más que en la fiesta le llamaría más aún la atención.

Luego, cuando Alice se sentó con nosotros y me defendió en voz alta, una leve expresión de orgullo apareció en mi rostro. - No ha sido sólo por votar a Louis, pero gracias. - Dije con una pequeña sonrisa. No podía evitar sentirme aliviada al ver que alguien estaba dispuesto a defenderme aún después de sentirme en el ojo del huracán. - Gracias a los dos. - Añadí, abarcando también a Alec.

Sin embargo luego, cuando Nathaniel intervino mi ceño se arrugó un poco. Me costaba dirigirme de nuevo a Keelin o hablar de ella después de la conversación que acabábamos de mantener, temiendo que se tomase las cosas de la forma equivocada. Pero tampoco podía quedarme callada.

- Agradezco lo que dices. - Le dije al hombre. - Pero quizá sólo se tratase de un error, y no tiene por qué significar que Keelin ella haya tratado de hacer nada con segundas intenciones.

- Creo que los que acabaron con tantos la primera noche sí sabían para qué eran las votaciones, y también que las primeras estarían muy dispersas. - Expliqué. - Por eso creo que tratarían de aprovecharse ese primer día. Que ella y Michelle se negasen de forma activa a votar me hace pensar que no forman parte de todo eso. Y más aún con el voto doble de Keelin. Si ella fuera de los que sabían para qué era todo el asunto de los votos habría preferido arriesgarse a que alguien más la votara y acabar muerta que dar su voto doble a alguien y asegurar su supervivencia. Para mí ella es inocente.

Keelin contemplaba asombrada a Nathaniel, sin llegar a comprender de dónde se sacaba ese hombre fundamento para todas las afirmaciones y juicios de valor que hacía sobre ella. También le sorprendió que Esther interviniese para defenderla, pero tras dedicarle una breve mirada a la mujer, se dirigió al hombre. 

- No he dicho que los que no opinen como yo me estén malinterpretando. - Comenzó, alucinada con el discurso del hombre, lleno de acusaciones basadas en cosas que ella no había dicho ni hecho. - He dicho que usted lo hace, pero no por pensar distinto, sino porque pone en mi boca palabras que no he dicho y me acusa de actitudes que no he tomado, incluso dando por hecho que sospecho de Esther por votar a Louis, cuando yo la voté en esas mismas votaciones. No me he mostrado a la defensiva cuando el señor Kenneth, Alec o Alicia se han mostrado contrarios a mi opinión. Me defiendo cuando me siento atacada, simple y sencillamente. Igual que cualquiera.

La joven contempló durante un instante al hombre. - No he sido ni la primera ni la única en "lanzar la primera piedra a alguien" como usted dice, y sólo lo he hecho porque me han preguntado por mi voto. Lo siento si le molesta que justifique mi voto contra Esther, pero no tengo intención de votar sin pensar bien lo que hago. Y más teniendo en cuenta que mi voto tiene más peso. No he visto que le molestase cuando Sara justificó por qué había votado a Andy, o cuando Benén explicó por qué había votado a Ian. - Dijo, haciendo un pequeño ademán hacia esas personas. - Y no creo que ninguno de ellos esperase una lapidación, igual que yo tampoco lo espero. No he tratado de convencer a nadie, simplemente me he explicado cuando me han pedido explicaciones. Y sí, claro que puedo equivocarme con ella. Dudo mucho que aquí nadie esté seguro de nadie por completo. Pero que sepa que puedo equivocarme, con ella o con cualquier otro, no impide que siga sospechando de ella, que lo sigo haciendo, ni que lo diga. No veo qué tendría que ver una cosa con la otra.

Keelin se encogió de hombros. - Tampoco he dicho que  no sospeche de usted, de nuevo saca las conclusiones que quiere sobre lo que digo. He dicho que sospecho de más gente, y que una de las personas de mi lista también ha votado por Louis, lo cual es bastante diferente. - Aclaró. - Ni tampoco sospeché de Esther porque estuviese callada, de lo cual deduzco obviamente que o usted no me escuchó con atención, o malinterpreta mis palabras a propósito. Pues dije que había sospechado de ella por su cambio de actitud, no por su silencio. 

- Por otra parte, usted da por hecho que conoce mis motivaciones, mientras dice que no lo hace... - Comentó, alzando levemente las manos. - Lo cual resulta altamente contradictorio. Más o menos igual de contradictorio que cuando dice que no cree que ninguno de los presentes tenga nada que ver con esto, mientras continúa votando para matar gente. En ningún momento he tratado de controlar lo que hace nadie. Si hubiera querido controlarlos habría anunciado mi voto antes de meterlo en la urna y no sólo cuando me pidieron que lo explicase después. 

Lo cierto es que la joven no creía que tuviese mucho futuro tratar de hablar con alguien que no parecía hablar el mismo idioma que ella, consciente o inconscientemente. Así que finalmente se encogió de hombros una vez más. - Puede pensar lo que quiera y está en su derecho de sospechar de mí si lo desea, no voy a hacer un drama por ello. Pero haga el favor de no tergiversar mis palabras, ni inventarse mis motivaciones. 

Y pensando sobre las palabras de Keelin. Y quien le ha dado el poder de votar dos veces, o que su voto tenga mas peso que los demás? Está claro que tiene que ver con el chino. Nadie más que él le ha dado más poder que al resto en las votaciones. No digo que esté de acuerdo con lo programado, pero sus votos tienen mucho peso, y por su decision puede morir alguien. Sin duda tiene su papel importante en este juego.

Miraba un poco hacia todos. Me sentía perdida y no sabía que hacer. Me cogí una valeraina para relajarme. No estaba tan nerviosa, pero todo ello me sacaba de mis casillas. Me parece que a Andy le gusta jugar con muñecas. De repente me di cuenta que pensé en voz alta y gestualmente me tapé la boca. Me avergoncé y me puse algo colorada, y delicadamente di otro sorbo a la infusión.

Cuando se empezó a hablar de la joven de vestido rojo que había visitado a algunos de los demás integrantes del grupo durante el primer día, Noor se quedó pensando en la visita que también le habían hecho a él. ¿Tendrían todos distintos poderes? Como si Allah hubiera bajado, convirtiendo a cada extranjero en Sheikhs, Qutubs, Abdals, Majzoobs y Qalanders.

Siguió las discusiones, las acusaciones y defensas, seguidas de más recriminaciones y justificaciones.

No sabía que Esther desconfiaba de él, y tras la incitación de Keelin, la americana había decidido confirmarlo. ¿Yuyu? No conocía aquella palabra.

Con las últimas palabras de Loren, Noor decidió intervenir. Creo que todos sabemos quién le ha dado a la señorita O'Connor la habilidad de votar dos veces.

Anduvo hasta le mesa con bebidas, para servirse un vaso de agua. Bebió y decidió revelarse. Al igual que el señor Quiroz dijo que él también recibió la visita de la joven misteriosa. Incluso la señora Grenholm ha confesado lo mismo. No sabía si sería señora o señorita, pero era más educado equivocarse por exceso que por omisión.

Desde la primera noche, yo también tengo un..., le costaba decirlo, porque al fin y al cabo, seguía sin creer en la magia, ...poder especial, dijo al fin. Yo sí sabía que Louis y Yorgan se enamoraron a primera vista cuando se conocieron. Y he de reconocer que ahora mismo sé de otros dos que han descubierto un amor tan puro como el de ellos.

Aquello no eximía de culpa a ninguno de los muertos. Podían estar enamorados, pero eso no excluía su posible pertenencia en el grupo que cometió los asesinatos de la primera noche.

Wolfgang atendía a las palabras de sus compañeros, pero fueron las de Nathaniel las que le despertaron mas interés. Fue el quien la noche anterior había votado por su persona, y puede que no fuese su culpa.

-Yo también tengo un poder como ese... Creo que todos lo tenemos. Puede ser cosa de este lugar, sea como sea dudo que nadie lo eligiese.

El Dr.Wolfgang saco un pañuelo de su bolsillo derecho y se limpio la cara con el para secarse unas perlas de sudor que habían aflorado por su frente. Luego lo doblo con cuidado y volvió a guardarlo.

-Perdonen mi indiscreción, pero... ¿quienes están en la Suite de recién casados y quien en la 205? Supongo que nadie tiene problemas en decirlo, yo me encuentro en la 301, de las ultimas.

Michelle miró enfadada a Nathaniel- Deja en paz a Keelin. Si ella quisiera matar a alguien sin razón habría votado el primer día, pero decidió no acusar a nadie. Y nos advirtió varias veces lo que pasaba con sus votos, de manera más o menos disimulada. Así que si necesitas un sonotone no es culpa de Keelin, sino tuya. Vete al otorrino y deja de chochear. 

Señaló entonces a Esther- A mí tampoco me gusta un pelo tu rollito. Desde el principio has entrado aquí prejuzgando y demás. Eso no mola nada. Primero mirabas a Noor ud-Din como si fuera un apestado, y llamabas china a Hikari y ahora todos son como tu chupipandi, en dos días...  Una persona como tú, tan llena de mala uva, lo que debería hacer por lógica es desconfiar de aquellos sobre los que tiene prejuicios, ¿o es que no has visto mucho CSI?

Respiró hondo, para serenarse- Louis no era malo. Yo... Yo lo sé. De la misma manera que otros hacen cosas raras aquí, yo puedo saber que él no era malo. 

Las palabras de la joven Michelle hicieron que Amanda agachara un poco la cabeza. Quería creer que sus palabras podían deberse a que defendería al que hasta hace poco era su manager. porque si era cierto y Louis no era malo significaba que había votado para que muriera alguien inocente. Y eso era algo que a ella le hundiría, no le gustaba jugar a lo que el oriental les estaba preparando, pero al menos quería acertar para acabar con todo.

-Si me equivoqué... lo lamento, yo le voté creyendo que ocultaba algo- en realidad aún lo hacía, aunque con menos intensidad- él también señaló a alguien el día anterior que podría ser inocente y por eso lo acusé. Por desgracia, como creo que nos pasa a lo mayoría, segura del todo no estaba... solo he actuado en función de mi intuición.

Yo sé quienes estaban en la Suite de recién casados, contestó Noor a Wolfgang, extrañado porque el alemán supiera de la existencia de la estancia de la cuarta planta. Los que descubren el amor son los que la habitan. Estaba claro que con esas palabras se refería a Yorgan y Louis. El cuarto había vuelto a habitarse, pero no sería él quien desvelara por quien.

¿Por qué quieres saber quién duerme en la 205?, preguntó por curiosidad más que por desconfianza.

¿Un apestado?, hizo una mueca ya que el comentario le hirió. Miró a Esther, esperando que la mujer rebatiese aquella acusación. ¿Realmente le consideraría una ciudadano de segunda? Él, que se había doctorado en Ingeniería Biológica por el MIT, allí nunca había tenido problemas con nadie.

Keelin iba a responder a Loren sobre el asunto de sus votos cuando el hombre árabe lo hizo y la joven se limitó a encogerse de hombros. - Ya lo han explicado otros. Yo también tuve una visita al poco de llegar... Empiezo a pensar que todos la tuvimos. No sé qué tendrá que ver el señor Seung con ello, si es que tiene algo que ver, pero en cualquier caso sí, soy consciente de que mi circunstancia me obliga a ser responsable con mis votos. 

Después se volvió hacia el Dr. Wolfgang. - Yo estoy en la 102, en la primera planta. - Le producía curiosidad saber por qué el hombre preguntaba por la 205, pero Noor ya le había preguntado por el tema, así que simplemente permaneció atenta a la respuesta del Dr.

- Deberíamos dormir todos juntos esta noche también. - Dijo entonces, sin dirigirse a nadie en particular. - Ayer funcionó, quizá hoy lo haga de nuevo.

Se disponía a prepararse para pasar la noche, sin embargo algo de lo que había dicho la mujer australiana había llamado poderosamente la atención de Keelin y decidió acercarse a ella. - Perdone, ¿por qué ha dicho eso de Andy? Lo de que le gusta jugar con muñecas... ¿Sabe algo sobre él? - Preguntó, echando breves miradas al joven al que se había referido Loren.

Ahora que había escampado comenzaba a sentirme un poco más tranquila. Estaba claro que Keelin seguía desconfiando de mí, pero tampoco era algo que supiese cómo remediar. Cuando el moro se dirigió a mí por mi apellido me quedé mirándole un par de segundos. Desde mi divorcio era la primera vez que tenía que posicionarme en ese sentido. Sin embargo antes de que llegara a responder las preguntas de Wolfgang surcaron el aire.

- Yo estoy en la 202. - Le dije, aplazando por el momento el otro asunto.

Entonces, cuando Michelle se dirigió a mí de esa manera, la miré confusa, sin saber a qué venía esa repentina explosión adolescente.

- Mira, yo no he llamado china a nadie. - Aclaré mientras mi rostro se tensaba. - La señalé de forma desafortunada, y ya hemos discutido por ello. Pero no me digas que eso está mal cuando tú has llamado chino a un coreano, como tantos otros. - Le dije directamente. - Y nunca he mirado a Noor - Continué después, dedicando una mirada al hombre. Lo cierto era que pronunciar en alto su nombre se me hacía un poco raro. - como un apestado. ¿O me vas a decir que he estado haciéndolo sin que siquiera él se diera cuenta? Le he mirado con curiosidad, como es lógico. Es de una cultura muy diferente, y me llama la atención. Como a cualquier persona nor-mal. - Silabeé, mirándola directamente a los ojos. Que inicialmente pensase que el avión podía volar en pedazos era una simple cuestión de probabilidad, pero eso no significaba que creyese que valía menos, o algo así. Eso sería racista. - Perdona si algunos no hemos recorrido tropecientos países como tú.

Después de eso me alejé algunos pasos, sulfurada. Aún era consciente de que ni siquiera me había duchado hoy, y si íbamos a dormir juntos tendría que ponerle remedio rápido.

- Creo que sería mejor hablar esas cosas cuando nos levantemos. - Dije al final, abarcando con la mirada a Keelin y a Loren. - Hacerlo ahora sólo servirá para hablarlo mal y convertirnos en objetivos. - Expliqué, antes de dirigirme a Alec. - Yo dormiré con todos aquí, pero me gustaría que me echases una mano para bajar el colchón. - Le pedí. - Luego si quieres te ayudo con el tuyo.

Alec miraba al suelo mientras la gente discutía. Se dijeron muchas cosas interesantes, pero el tono que adquiría la discusión ponía al joven nervioso y hizo que se cohibiese. Siguió así hasta que Esther se acercó a él. Solo entonces levantó la mirada y asintió tímidamente mientras esbozaba una sonrisa fugaz. Claro... susurró. Yo también quiero dormir aquí. Me da miedo dormir solo en mi habitación.

Se disponía a salir cuando pareció acordarse de algo y se giró, manteniendo la cabeza gacha. Por cierto, señor... Esa habitación no es la mía, lo siento. Dicho esto se giró y siguió su camino sin apartarse de Esther.

Continué observando y escuchando, no quería meterme en aquellas discusiones pero en varios momento me mencionaban y no podía mantenerme más tiempo al margen. – No es por ponerme del lado de Ester, creo que todos saben que no es de mi agrado, pero me molesta que me juzguen por haber votado a Louis. Ya he dicho mis motivos para votarle, por lo visto me he equivocado, pero lo mismo pueden decir los que votaron a Reuel, a pesar de que le habían atacado. Como dice Amanda, solo contamos con impresiones, a falta de pruebas tangibles y, teniendo en cuenta que parece que esto va a continuar, habrá más votaciones y seguramente algunos de vuestros votos serán definitivos en algún momento.

Respiré hondo antes de continuar, estaba agotada mentalmente y saber que llegaba la noche no ayudaba en lo más mínimo.- Creo que debo puntualizar algo referente a mi enfrentamiento con Ester.- Entonces me dirigí a ella.- Es cierto que no me llamaste china, pero lo que hiciste fue aún peor. Me da igual si crees que soy china, coreana, vietnamita…  pero, con tu actitud, insinuaste o, más bien, me metiste en el mismo grupo que a Tae y sus empleados, simplemente por ser oriental. También actúas de una forma extraña en torno a Noor y pensaste que Efraín debía saber hacer un puente, supongo que porque es latino. No intentes ahora justificarlo.

Cuando no tuve más que decirle consideré que tenía que contestar a Michelle.- Siento que hayas perdido a tu amigo y siento aún más que mi voto haya influido en ello. Sin embargo, no sé si darme por aludida con eso de… ¿cómo has dicho, chupipandi? Una palabra curiosa, sin duda. Solo decirte que, nada más lejos de mi intención relacionarme con ningún grupo que tenga a alguien con tantos prejuicios como miembro. Como tú, he vivido y  trabajado en muchos sitios, pero el respeto me lo enseñaron en casa, no en un viaje.

Finalmente me dirigí al hombre que preguntó sobre las habitaciones.- Dr. Wolfgang, yo estoy en la habitación 103 aunque desde los primeros ataques solo he vuelto para cambiarme. También prefiero dormir aquí con todos, creo que es más seguro que hacerlo sola, teniendo en cuenta que todo lo que está sucediendo, no me sentiría segura ni aunque pusiera todos los muebles bloqueando la puerta.- traté de sonreír, aunque fue un gesto muy pequeño, que era de todo menos alegre.

El Dr.Wolfgang se quedo callada durante un segundo, pensativo. Luego hablo.

-Anoche vi a Louis ir a la Suite de Recién casados y luego a la 204, supongo que para hablar de algo con quienes allí se encontraban.

Soltó aire y suspiro.

-Solo me parecía un dato curioso, nada mas.

Miro asombrada a el  Dr.Wolfgang -¿Fue el a quien escuche?- miro a mi alrededor asustada

-Yo escuche fuera a alguien pero no que entrara- le vuelvo a mirar -¿Entro?- niego con la cabeza -No quiero volver a dormir sola-

Al parecer creo que nadie más dormía en la tercera planta,no? Yo estoy en la 305. Pero desde luego prefiero quedarme con vosotros aquí abajo. No puedo con la mirada de esa muñeca. Algún dia pienso que saltará del techo y me ahorcará. No sé si servirá mucho esto de las habitaciones, pero almenos nos ubicaremos.

Ante las palabras de Alicia, me sentí un poco acongojada. Sin duda era la persona más joven de todos. No sé que tenía la chica, pero me recordaba bastante a mi hija. Me acerco hacia ella, y le digo con un tono delicado y de apaciguado. No te preocupes Alicia, yo dormiré contigo si hace falta.

Luego miro hacia el Dr con aire dudoso. Me retiro un poco el flequillo el cual me molestaba al ojo derecho. Dr., si Louis fue a la suite, seguramente es por la atraccion que sentía con el otro hombre. Siento no recordar su nombre. Y quizás la 204 era su habitación no? O hay alguien mas implicado en la relación de ellos dos?

Miro a Loren -No lo entiendes- el miedo se refleja en mi cara -La habitacion 204 es la mia-

El Dr.Wolfgang miro a la pequeña Alicia y sonrío, bien sabia que cualquier cosa que dijese en ese momento iba a resultar de poca ayuda para calmar a la chica. Pero menos era nada.

-No se si entro. Se que fue a la suite, volvió a su habitación, luego fue a la 204 y por ultimo regreso a su cuarto.

El Dr. se rasco la cabeza un momento y se dio cuenta de su error.

-Antes dije la 205 si, disculpar, me refería a la 204... Es a donde fue antes de volver a su habitación.

Una vez más, algunos de ustedes se quedaron a dormir en aquel lugar, junto con otros. Bajaron algunos colchones para estar más cómodos y trataron de brindarse esa seguridad que la situación no les brindaba.

En grupos, solos, acompañados... Todos querían aferrarse a la esperanza de no ser asesinados al estar juntos, justo como la noche anterior. El manto nocturno acaricia sus sueños y aviva sus pesadillas.