Partida Rol por web

Casa de Muñecas - HLCN

Habitación 208

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02/04/2014, 23:13
Kenneth Vernell

Lo miro ladeando la cabeza durante un momento. ¿A qué viene esto?

¿Quieres mi versión o la explicación metafísica? Porque solo sé la primera... Era como si me sacaran de la muñeca, y de pronto estaba aquí, en esta habitación, como si no me hubiera pasado nada. Una... no sé... una fuerza, tiraba de mí. No sé explicarlo mejor, tío, lo siento...

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02/04/2014, 23:40
Andy Reynolds

Suspiró un tanto aliviado. Aunque no sabía muy bien aún si podía fiarse de él.

-Todos tuvimos una capacidad al despertar.... Y al tu revivir, también revivió contigo un poder. Yo puedo hablar con los muertos, como sabes. ¿Cual es tu poder?

Se estaba arriesgando, se estaba arriesgando mucho, y lo sabía. Pero debía hacerlo. No había mucho que perder ya.

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02/04/2014, 23:54
Kenneth Vernell

Así que fuiste tú... —sonrío—. Cuando llegué aquí el primer día, eso era lo que era capaz de hacer. Pude ver aquella casa de madera con las muñecas... pero al morir, evidentemente, ya no tenía ningún sentido. Al volver, me quedé sin ningún tipo de poder... sentí como si me lo hubieran robado. Ahora deduzco que fuiste tú: había pensado que era Ben.

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03/04/2014, 00:05
Andy Reynolds

-¿No tienes poder alguno?

Comentó, extrañado.

-Pensé que volverías con la capacidad de hacer lo mismo que hice yo en un principio. Me acerqué a tu cuerpo sin vida, como todos, solo porque vimos las llamas y tu cuerpo... No tuve que hacer nada. Él solo vino a mi... Y me ha sido de gran ayuda.

Bajó un tanto la mirada.

-Siento no poder contar con que el poder de robar siguiera en ti. Y siento haberte "Robado" este poder, Kenneth.

El caso era que seguía con ciertas dudas sobre él.

-Si quieres una pista: Hikari. Keelin la vio antes de morir, esperando para robarle su poder matándola. También sospecho de Alec y de la otra niña. Pero hoy mi votación será para Hikari.

Lo miró a los ojos.

-No te pido que votes a la misma persona que yo. Solo espero que pongas tu capacidad deductiva a trabajar y  me ayudes a salir con vida de esto, sea como sea.

Se permitió sentarse en una silla, un tanto cansado.

- Creo que esta noche voy a morir: Me he delatado y con un poco de suerte sacaremos de este juego macabro a uno de los malos. Es muy probable que me intenten dar caza.

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03/04/2014, 00:25
Kenneth Vernell

Niego con la cabeza, con resignación.

Supongo que al resucitar pasaría algo extraño y el poder se perdería... —comento—. No tengo ni la menor idea de cómo funcionan esas cosas. Demonios, no tengo ni idea de qué hago vivo —apago el cigarrillo en un cenicero bastante a rebosar. Junto a él hay un cartón con bastantes suministros de tabaco.

Espero que no te maten. Eres un tío decente, Andy. O eso pareces... pero joder, uno no sabe en quién confiar ya. Supongo que tampoco hay mucho que hacer. Es como un juego, y somos muchos. Un juego demasiado asqueroso, claro... —lo miro extrañado cuando lo veo sentarse, no acostumbrado a ese tipo de confianzas con auténticos desconocidos.

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03/04/2014, 01:09
Andy Reynolds

-Me hubiera gustado que siguieses con ese poder. De ese modo, si esta noche acaba con mi muerte, entonces tu podrías tomar mi poder de nuevo como tuyo, y hacer de enlace, una vez mas.

Comentó, con total sinceridad.

-De ese modo no perderíamos la conexión con ese mundo... Son personas que pueden dar información muy valiosa.

Sonrió una vez mas, a medias, claro. Lo que le permitía la situación.

-Entiendo como te sientes... No puedes fiarte de nadie. Es imposible saber si lo harás bien, o lo harás mal, hasta que este macabro juego termine.

Suspira y mira hacia el suelo.

-Espero no equivocarme... No tiene porqué morir mas gente inocente.

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03/04/2014, 01:18
Kenneth Vernell

Eso espero yo también... —contesto, sin saber muy bien qué más decir.

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03/04/2014, 13:49
Andy Reynolds

Tras unos minutos en silencio, se levantó y le estrechó la mano a Kenneth.

-De acuerdo. Mantente vivo... Tengo que seguir con la ronda, hablando con otros. Gracias por todo.

Dicho lo mismo se marchó de la habitación.

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03/04/2014, 13:51
Kenneth Vernell

Lo mismo digo. Mantente vivo... —me despido antes de cerrar la puerta.

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06/04/2014, 16:42
Kenneth Vernell

En la soledad de mi habitación empiezo a cavilar quién será el próximo en caer. La figura de Andy se muestra automáticamente delante de mis ojos, pero desisto casi inmediatamente: sería demasiado obvio. Lo mejor es seguir sin ningún patrón... o mejor: con un patrón que los desconcierte. El ruso no ha muerto cuando debería haberlo hecho por las votaciones. Si consigo matarlo, podrían pensar que lo ha hecho el chino loco, o que alguno de los que han querido matarlo, de los que lo han votado, se ha creído con el deber de cumplir el rol de justiciero por las noches. Además, si lo han protegido de morir por los votos de la urna, probablemente esté del lado de los asesinos que pueden acabar conmigo y mi Señora Lisseth... Con un objetivo claro en mente, dejo que la noche siga su curso, el reloj con su tic-tac marcando cuánto queda hasta que comience mi caza, cada paso del segundero un grano de arena menos en el reloj de mi próxima víctima.

Notas de juego

Mato a Ian Kovaliov.

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07/04/2014, 21:59
Narrador

Tu guardia comenzaba y hasta ahora, no había una sola voz que se levantara en tu contra, lo cual hacía tu trabajo más sencillo.

La noche tocaba el hotel y la luz de la luna reinaba en el cielo. El reflejo de ésta sobre el suelo de tu habitación hace que tus sentidos se despierten, se te haga agua la boca pensando en tu próxima víctima y los ojos de aspecto lobuno aparezcan en ti. Eras en cazador óptimo y disfrutabas tu labor.

Esperas pacientemente a que todos se vayan a dormir como cada noche para atacar ocultándote en las sombras y es entonces cuando buscas el rastro de Ian. Su olor te lleva hasta la primera planta y lo ves entrar a su habitación. Al parecer, estaba algo mal en él porque iba dando tumbos y tocaba su cabeza. Esperas a que abra la puerta y avanzas con gran rapidez para que no la cierre completamente. Da unos cuantos pasos dentro de la habitación y te escabulles con gran rapidez. Apenas y ha notado tu presencia, perfecto para ti.

Antes de darle oportunidad, saltas sobre él y muerdes su cuello de forma certera. Tus colmillos se clavan en su carne mientras que tus incisivos desgarran su piel. Emite un grito ensordecedor que llena tu cuerpo de adrenalina y hace que sigas devorándolo con mayor ansia. Atravesar sus músculos, sofocarlo, ver cómo su cuerpo se va rindiendo a la agonía y lucha cada vez menos... Una sensación extática.

Notas que su cuerpo ya no lucha, sus piernas están desmadejadas y tiene múltiples arañetazos en la espalda y en el torso. Tal vez era tanto el placer que no notaste cómo desgarrabas su piel con tus manos.

Hacer esto por tu ama sólo hacía más grandiosa la experiencia pero ahora era como si toda tu vida se hubiera conjugado para esto, llegar al momento donde podías ser el protector supremo. Con los rasgos aún desquiciados, te retiras a tu habitación para no ser descubierto y causar la confusión que deseas en los otros huéspedes del hotel, pintándote nuevamente como la palabra racional en medio del caos.

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13/04/2014, 14:30
Kenneth Vernell

 

Notas de juego

Aunque eso signifique que pueden cogerme más fácilmente, voy a matar a Loren. No quiero que pueda matar, ni ahora ni al salir, a Lisseth.

 

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15/04/2014, 09:16
Narrador

Llega la noche y llega el momento de comenzar tu caza. Tus instintos se disparan y tu sed de sangre se despierta. La sangre que derramarías como un ritual de fidelidad total a tu ama y ya tenías la víctima escogida. Loren, quien había confesado sus crímenes anteriores a la influencia demoníaca de ese lugar sobre la gente y podía ser un peligro para la supervivencia de Lisseth.

Sigues su rastro como cada noche, con la boca hecha agua de saborearte su carne siendo desgarrada por tus dientes. Esperas pacientemente a que la noche te ampare y puedes verla allí, en su cama, tranquila. Te vas acercando de a poco hacia su habitación y sueltas un rugido leve por la excitación que te produce el pensar en desgarrar su piel y alimentar tu ansia atravesando sus venas pero alguien parece escuchar algo y cuando te dispones a atacar, ese alguien se lleva a Loren por otro lugar, haciendo que se pierda de tu vista. No entiendes qué es lo que ha sucedido pero has perdido a tu presa de esta noche. Tal vez, tengas más suerte para después pero esta noche tu bestia interior permanecerá hambrienta.

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21/04/2014, 20:43
Directora

Notas de juego

Recuerda que el cambio es hoy :)

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21/04/2014, 23:01
Kenneth Vernell

Voy a matar a Keelin.

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22/04/2014, 07:45
Narrador

Estabas listo para cazar a tu presa y con la llegada de la noche, tus instintos se despertaban. Volvías a ser aquel animal salvaje que mataba por el bienestar de tu ama. Una bestia sedienta de sangre que no perdonaría a ninguna de las almas que se encontraban en ese lugar, que no fueran Amanda y Lisseth, siendo la primera sólo porque tu ama la había escogido.

Esperas ocultarte bajo el manto nocturno pero una fuerte sacudida hace que pierdas el equilibrio. Un dolor terrible en tu corazón hace que caigas de rodillas y cuando te miras, tu piel había tomado el tono grisáceo que tenía antes de que tu ama uniera tu alma con tu cuerpo una vez más. Tenías la certeza que algo estaba mal con Lisseth, aunque no sabías cómo lo sabías.

Cierto temor te invadió de que existiera la posibilidad de perder a tu ama y eso hizo que un estallido de adrenalina controlara tus emociones. Corres desesperado hacia tu víctima, buscando saciar ese bestial apetito que te embargaba. Su cuerpo sería tu juguete y tu droga. Destajas su cuello una vez más y lames toda la sangre que brota. Esta vez, te interesaba más que simplemente matarla, era devorarla. Saboreas su sangre, sus músculos y dejas un gran agujero en su piel. También, rasguñas su pecho por completo, asegurándote de probar de su tersa piel un poco, aunque quedara cubierto por su ropa. Mordisqueas sus brazos pero llega el momento en que sientes que ya no tiene vida, su sangre no sabe igual.

Reaccionas y notas que está por amanecer, así que debes ocultarte, alejarte, esconderte. A pesar de ello, la sensación de éxtasis quedaba aún en la punta de tus colmillos.

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22/04/2014, 07:46
Narrador

Por la lealtad a tu señora y el temor de verla sufrir, masacraste a Keelin por segunda vez. Te dispones a descansar pero en la mitad de la noche, comienzas a escuchar una melodía. No sabes muy bien de dónde viene pero por más que buscas por toda la habitación, no puedes encontrarla. Es una melodía tranquila y llamativa, así que te dejas guiar por ella y entre sueños, ella se mezcla como la partitura de los sucesos.

La paz que sientes se ve interrumpida por un terrible dolor en tu ojo derecho. Aunque te miras al espejo, no ves la diferencia pero el dolor que te embarga, hace que no puedas abrir los ojos. Pones tu mano, tratando de aguantar el dolor de la mejor manera, pero se hace más y más fuerte. Gritas pero el dolor no se va, hasta que sientes la cuenca vacía.

Tienes miedo de abrir los ojos por lo que puedas encontrar, pero lo haces después de un rato, aunque tienes visiones diferentes con tus dos ojos. Uno observa la habitación en la que te encuentras y el otro una habitación con decoración rosa y te ves sentado en una pequeña silla, con un pequeño comedor a un lado. Estabas en una pequeña cocina, mas no estabas solo. A tu lado, podías ver a otros huéspedes del hotel, mas su apariencia era la de una muñeca. Te sorprendes y te miras a ti mismo, para encontrar que también eres una muñeca. Tus movimientos son un poco más rígidos, las articulaciones de tus muñecas se mueven, aunque tus dedos no lo hagan, tu cabeza se mueve de un lado al otro. Te habías convertido en la muñeca de aquella colección.

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27/04/2014, 11:31
Kenneth Vernell

Voy a ir a por Alec.

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28/04/2014, 05:09
Narrador

Bajo el amparo de la noche, tu sed de sangre se activaba y tras el recuerdo de aquella deliciosa sensación de éxtasis causada por el recuerdo de la muerte de Keelin, sientes tus instintos primitivos aflorar. No puedes más que fantasear con el momento y cuando llega, te sientes emocionado, extasiado.

Te acercas con cautela al joven Alec, aquel de aspecto inocente y el cual habías visto como un ángel hace un par de noches. Se te hacía agua la boca de sólo imaginar la sensación de abalanzarte sobre él y cuando estás en el punto de ataque perfecto, te lanzas hacia su cuerpo, deseoso de desgarrar su piel. Chocas con algo que te devuelve un par de centímetros y ves que el joven mira asustado, sorprendido. Observas mejor y ves un par de alas de un color blanco brillante que lo protegen. Por alguna razón, ellas lo habían salvado de ti. Aunque ve tu silueta, te aseguras de escapar antes que pueda identificarte. Esta noche has fallado.

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28/04/2014, 05:09
Narrador

Vuelves a tu habitación después de haber fallado en caza a Alec cuando una extraña sensación te invade, una sensación de peligro. Algo estaba por suceder y sabías que alguien iba a por Lisseth, podías sentirlo.

Trataste de buscar a Amanda en la azotea pero al parecer, ella ya había ido a buscarla cuando un terrible dolor invade tu corazón, mientras caes de rodillas y tratas de alcanzar a tu ama. Tu piel se va tornando gris y va perdiendo su brillo, comienza a marchitarse y tus órganos dejan de funcionar uno por uno. Tratas de respirar pero surge como un gemido agónico infructuoso y sientes cómo la unión que tu ama había logrado entre tu cuerpo y tu alma se desvanece. Volverías a esa casa de muñeca junto a tu ama y a Amanda, donde la única figura humana era Andy.