Partida Rol por web

Las pantallas se centraron en estancias que vosotros no habíais visto hasta entonces, lo que podríais suponer que dichas estancias no eran más que las nuevas salas a las que podíais visitar de ahora en adelante, si es que Monokuma os dejaba en paz y podíais salir de una buena vez.

Tampoco parecía estar en ningún lugar.

La pantalla volvió a cambiar, esta vez se mostraba una pequeña oficina, en ella resaltaban dos cosas, la figura de un joven rubio con traje y una gran cantidad de papeles tirados en el suelo, una tercera cosa llamó la atención de los alumnos, esa cosa era Natsuki Mei quien se había levantado desde detrás del escritorio, revolviendo los papeles y libros y abriendo los cajones. Al fin la habían encontrado.

Las cámaras de los pasillos del cuarto piso mostraron al enjambre de "Basura-Kumas" corretear en dirección hacia el despacho del director, pero al parecer le dieron el tiempo suficiente como para que Natsuki lograra abrir el último cajón con candado incorporado que tenía y pulsar el botón que este contenía.

Las luces se apagaron de todas las estancias y una alarma comenzó a sonar en la estancia, de hecho en todas las estancias. las luces habían sido reemplazadas por una luz roja de emergencia que cubría la sala de juicio donde se encontraban los alumnos inocentes, así como el despacho donde Natsuki Mei veía venir la horda de "Basura-Kumas". En un abrir y cerrar de ojos, esta joven fue brutalmente descuartizada ante la vista de sus compañeros.

El brazo derecho salió volando, el brazo izquierdo también, su cabeza desinflada con su larga melena negra chocó contra una pared... Fue ese momento en el que los jóvenes volvieron a escuchar a un inmovil Monokuma hablar, de hecho, gritar, aunque este ni siquiera se moviera de su poltrona en la sala de juicio.

¡ES THREEMIKO KOMACHI!

¡COGEDLA COGEDLA COGEDLA!

Las cámaras volvieron a cambiar, en esta ocasión apuntaban a los pasillos, donde una huidiza Natsuki Mei se encontraba corriendo, mientras los "Basura-Kuma" comenzaban a salir en tromba del despacho del ex-director. Natsuki volaba por aquellos pasillos, bajaba los escalones de tres en tres mientras cruzaba piso a piso, seguida muy de cerca de aquellas criaturas.

Hasta que finalmente llegó al primer piso, salió de la zona de la escuela y entró en la zona residencial, donde una luz blanquecina comenzaba a inundar el recibidor principal; aquella luz no era de otra cosa de la gran entrada de hierro que lentamente se encontraba abriendose ante los ojos de Natsuki Mei.

A través de la puerta pudo ver el camino despejado e incluso la verja que retuvo a Edward Shimada estaba abierta de par en par; no había ni una sola mina posible, puesto que con la muerte del Ultimate Gardener, la reacción en cadena hizo estallar todas las que se encontraban plantadas en la entrada principal, a fin de cuentas no había una "Ultimate Bomber" o "Miner" que avisara de separarlas.

Lo único que tenía Natsuki que hacer era seguir corriendo a través de esa puerta recién abierta y ya llegaría a su anhelada libertad... y de hecho estuvo a punto de lograrlo si no fuera porque un sorpresivo "Basura-Kuma" logró agarrar su pierna, haciendo que esta cayera contra el suelo mientras el resto de los "Basura-Kuma" se "encargaban" de Natsuki...

Por poco...

Monokuma parecía estar más contento, había pasado por mucha tensión durante este juicio por lo que relajarse y aliviarse porque todo hubiera salido bien era lo mejor; aunque eso significara que Natsuki Mei no fuera castigada de forma cruel e irónica en relación con su propia habilidad.

¡Al parecer Natsuki Mei ha logrado abrir la puerta de Salida!

¡Y no solo eso!

¡Al parecer ahora tampoco se puede cerrar hasta la evacuación de todos!

¡Por lo que aprovecharemos esto para el quizás sea el ULTIMO MOTIVO!

El primero que salga por la puerta, sobrevive sin necesidad de matar a nadie.

PERO todos los demás serán ejecutados.

Este motivo será válido hasta que muera alguien...

No os preocupeis por la alarma, las luces intermitentes y el tono rojizo...

Ya me encargaré yo de que eso no sea una distracción...

Sinceramente no había entendido mucho el juicio que había presenciado, cada vez esto se ponía más extraño, pero para mi fortuna no me interesaba demasiado. Apreciaba mi vida, pero estas últimas semanas me habían hecho replantear varios asuntos que antes no me hubiese cuestionado. 

Al escuchar las palabras de Monokuma sólo puedo llegar a una conclusión: Si este iba a ser el Último Motivo, debía aprovechar la ocasión, no iba a dejar pasar una oportunidad así, mucho menos con lo que las cámaras me mostraron.

El brillo inusual de mis ojos fue lo único que pudieron ver mis compañeros, tras las palabras del Director, porque de inmediato corrí hacia el elevador como si mi vida dependiera de aquello. 

Ahí dentro permanecí encorvado durante unos segundos, apoyando mis manos en las rodillas y con dificultades para respirar, recobré un poco el aliento. Una vez erguido, me di vuelta para presionar el botón que me sacaría de aquí. 

Se me veía sereno, pese mi cansancio, con una expresión bastante seria. Dirigí una apesadumbrada mirada a mis compañeros, mientras las puestas del ascensor se cerraban. La usual sonrisa en mi rostro había desaparecido junto al optimismo que siempre intentaba mostrar. 

¿Que no me lo quería decir... porque me haría sentir mal y desesperar? Aquello... aquello confirmó lo que yo sospechaba, pero cohibida por la situación, por Yoshida y por el miedo a que no fuera así realmente, no pude decir nada... Tan solo mirarla con pena y dolor. Natsuki Mei... no me guardaba rencor real por esa tontería... Sí que me había perdonado. Pero entonces... ¿por qué? ¿Por qué intentar escapar, intentar matarnos a todos? ¿Por qué a su vez tirarnos la estatua, ayudándonos? ¿Se habría... visto de algún modo obligada a hacerlo? ¿Por quién? ¿Cómo? ¿Por qué? Pero ella no quería que lo supieramos... no quería que me enterara porque me haría sufrir...

Mis piernas no respondían. Quería haberme acercado a ella, despedirme como era debido. Darle un abrazo de esos que Tafuna y ella parecían tener tanta facilidad para dar. O-o como mínimo, ponerle una mano al hombro como solía hacer yo... Pero las fuerzas me flaqueaban. Sólo podía mirarla... con los ojos humedecidos, en dolor, pena, y miedo...

Ocurrió entonces. Su ejecución. O el intento de Monokuma. Un rayo de esperanza torturó nuestros corazones, o-o al menos el mío... La esperanza de que la Ultimate Cat Burglar pudiera escapar de aquella cruel ejecución forzada. Estuve mirando la pantalla con la boca entreabierta, casi rezando por que lo consiguiera. Pudimos ver las estancias del piso de arriba, y cómo Monokuma hablaba sin siquiera moverse, como si la IA o el que fuera que moviera los hilos no tuviera más interés en animar al muñeco. Y hablando de muñecos... ¡¿THREEmiko Komachi?! Me llevé una mano al rostro para ocultar una minúscula sonrisa. ¡Gatita astuta, había robado la copia que perdí en el juicio! ¡Y había abierto las puertas! ¡Natsuki Mei había abierto las puertas! ...Sin embargo... la alegría nos duró poco. Aparté la mirada con gran dolor cuando vi al BasuraKuma tirarla al suelo, y a todos los demás abalanzarse contra ella.

Mi esperanza se esfumó tan rápido como había llegado. Otra amiga más a la que veía morir. Me dejé caer sobre mi atril y lo golpeé con el puño con fuerza. Reposé la cabeza entre los brazos y empecé a sollozar, no pudiendo reprimir más las lágrimas de dolor, pena, frustración, desesperanza.

A duras penas levanté la cabeza de entre mis brazos para mirar, con el ceño fruncido, a Monokuma, y escuchar sus desvaríos.  La puerta de salida ya no podía cerrarse, pero eso no significaba que fueramos libres. _{"...¿Último motivo? No me fastidies..."} me quejé en un murmullo, reincorporándome lentamente para escuchar, no sé si con demasiado intéres, la última propuesta de asesinato del oso. El último motivo para salir de este infierno. "Ja ja ja... ja ja ja ja... joder con el motivo... Estáis en todo, ¿eh?"

No me pasó por alto el mensaje semioculto en el motivo de Mokumuma.

Una idea terrible empezó a asomar por mi mente...

...una horrible manera de salvarles a todos...

Negué con la cabeza, intentando alejarla de mí. ¿Pero qué otra salida pudiera a haber? Esa pregunta que me hice a mi misma en silencio fue respondida cuando Kazuhiko repentinamente echó a correr, metiéndose en el ascensor. "¿Pero qué...? ¡NO!" con los ojos muy abiertos, aún enrojecidos por las lágrimas, corrí hasta el chico para intentar sacarle del ascensor, pero las puertas se cerraron para cuando llegé. "¡NOS VAS A MATAR A TODOS, IDIOTA!" le grité, aporreando la puerta metálica. "¡Tsk!" Chasqueé la lengua y me llevé la mano derecha al cinturón de herramientas, extrayendo del mismo un destornillador plano, que utilicé para quitar por la fuerza la tapa de los botones del ascensor. "No dejaré que nos mates a todos..." murmuré entre dientes. Luego, busqué unas tenazas para cables y corté todos los cables. Sin corriente suficiente para seguir subiendo, los frenos de emergencia dejarían al ascensor parado a mitad de camino. "¡Tadayo-san, ven aquí y usa esos músculos tuyos para ayudarme a abrir la maldita puerta del ascensor! ¡Todavía se puede escapar!"

El Ascensor ya se había ido, de hecho, pudisteis escuchar el "Ding" de que hubo llegado al piso superior. Ya era demasiado tarde como para detener el ascensor, ahora solo faltaba que alguien fuera más rápido que Kazuhiko Yamada, si es que este realmente iba en dirección a la salida.

Yoshida entra en pánico, sin tan solo tuvieran una IA para desbloquear el ascensor, podrían haber escapado; pero nunca salió ninguna, sobretodo nunca en la sauna y tampoco él la había destruido por hacer las risas.

-Tengo una idea, durante los debates Monokuma eleva nuestros asientos, ¿no sería posible salir de alguna manera por ahí después de subir?

Parecía que Obinata era el único que se daba cuenta de algo, algo que ya había pasado antes. Por ello, con una sonrisa en la cara y apoyado en su atril, observó en silencio como el resto de sus compañeros desesperaban por intentar parar a Yamada... Aunque parecía una tarea imposible.

"¡Mierda!" golpeé otra vez la puerta del ascensor. Para cuando llegé ya había sido demasiado tarde. Yoshida Tadayo propuso una idea brillante por una vez, la misma que habíamos tenido Natsuki y yo... para lo que precisamente habíamos bajado, para utilizar los conductos y subir al piso de arriba se suponía en busca de Asuka Mori... "Es una buena idea..." me giré de vuelta hacia la sala de juicios, y el trono y el peluche de marras que tan tranquilo ahí estaba. "Pero no sé qué botón de todos los que tiene el oso es... y no creo que me deje pulsarlos..." si me equivocaba, bien podría hacernos caer desde miel hasta una cuchilla asesina. "Yo no tengo el talento que tenía Ainam River para conocer y entender cualquier máquina en pocos segundos..."

Nuestro tiempo se acababa, y las posibilidades. ¡Joder!

Simplemente... simplemente con tranquilidad me bajo de mi atril y abrazo a la nerviosa Tsumiko.

-Esta bien, esta bien... Tsumiko, todos, hemos trabajado duro, hemos echo todo lo posible y realmente dudo que Monokuma no tenga nada pensado... Pero yo... yo no estoy infeliz con este resultado, al fin y al cabo prefiero poder marcharme de este mundo con Tsumiko a perderla, prefiero simplemente dejar de jugar a este macabro juego de Monokuma, si es que se puede llamar juego, al fin y al cabo esto ya es un espectaculo penoso, asi que... yo solo quiero pasar nuestros ultimo momentos con Tsumiko, poder despedirme y...-.

Tafuna sonrie, algo sonrojada, habia sufrido tanto durante toda su vida,  habia sobrevivido tantas veces, en verdad a ella no le importaba demasiado su propia vida con la que llevaba a cuestas todas las vidas de todos los que murieron en los accidentes que causo por su mala fortuna, por eso simplemente no le parecia mal este final, cierto, no le justaba nada Yamada, pero como minimo aun no habia matado a nadie, solamente... solamente queria hacer algo antes de que todo terminase para los que habia en esta sala, tomo el rostro de Tsumiko y lo bajo hasta su nivel, mirandola a los ojos le dijo.

-Tsumiko Komachi... en verdad me has echo la persona mas feliz que haya conocido, yo... yo te quiero-.

Y antes de que pueda reaccionar la beso en los labios, mi primer beso, quizas uno no muy bien dado, pero en el que puse todo mi corazon.

¡Pero qué divertido es esto!

¡Y en honor a Yoshida Tadayo por encargase de un "inconveniente" vamos a abrir el ascensor!

Las puertas del ascensor se abrieron nuevamente sin siquiera que el oso hubiera tocado nada, el ascensor se encontraba vacío, al parecer Kazuhiko Yamada ya lo había abandonado, hará unos cuantos segundos atrás, entre tanto melodrama barato. Sea como sea, ahora podían subir sin mayores problemas.

Mmm... - masculló el escritos observando el beso de las dos féminas. - Lástima no haber traído la cámara... - se quedó pensativo un segundo. - Oh ¿eso lo he dicho en voz alta? Bueno tanto da. ¿Nos vamos todos juntos por el ascensor como personas civilizadas o alguien más se va a comportar como un mono descerebrado al que hay que cambiarle los pañales cada dos horas y media? - y así sin prisas pero sin pausas, Obinata llegó al ascensor y esperó que todos los demás subieran con él.

Natsuki Mei burló a Monokuma le plantó los pies al oso,lo humilló y no solo eso el oso estaba en un punto muerto había sido engañado y utilizado la puerta principal se había abierto era nuestra oportunidad pero al ver como Kazuhiko corrió sin dudarlo no pude intentar seguirlo pero fue muy tarde cuando las puertas se cerraron -Se fue- me senté junto a la puerta del ascensor pensando en que podría hacer,al ver como Iwa-san besaba a Komachi-san tuve una idea -Puede que funcione. Me acerqué al director rápidamente y empecé a hablarle al oído tenía una idea que podría funcionar,después de unos segundos me despegue de el esperando una respuesta -Porfavor Monokuma-san- incline mi cabeza ante ese oso del demonio.

Me acerqué al oso y empecé a susurrarle al oído -Conozco tu sistema de que puedes llegar con el más rápido que nadie,así que llévame con el.

A cambio de su vida -y la tuya-, deseo que ocurra algo "interesante"...

Upupupu...

Mire al oso ya me esperaba algo así -¿Que quieres?,¿Que es lo que ganará nuestra libertad?- mire al oso de manera fría esperando por su respuesta.

Último Asesinato, seguro que se te ocurre algo...