Partida Rol por web

- Gwraidd Tully llega a la Casa Señorial. En la Gran Sala parece haber bastante gente. Al fondo del todo está la planta baja de la Torre del Homenaje, que se conoce como Sala de Ceremonias y está conectada con la Gran Sala que es el cuerpo principal de la Casa Señorial. En ese lugar está la silla feudal donde se sienta su padre, Ser Hadder Tully, y donde toma las decisiones que afectan a todo el feudo.

- Cerca de Ser Hadder están sus principales consejeros (el Maestre y el Septón), así como su esposa y su primogénito, también están las dos hijas pequeñas de la familia Tully. Ser Otter y Ser Baltrigar, dos de los principales caballeros del feudo, también están presentes, así como el Forestal, el fiero y leal Caster y dos criadas.

Gwraidd entra en la Casa Señorial y camina hasta la Sala de Ceremonias, haciendo una reverencia correcta (aunque probablemente no deja de ser divertida, al ser hecha por alguien que, después de todo, tiene tan sólo nueve años

- Padre, madre, hermanos... disculpad mi retraso - dice con la voz aguda de un niño mientras alisa sus ropas, arrugadas de pasear y correr por todo el castillo, y se acerca a una de las criadas, Tanya, y le da los pergaminos que estaba estudiando- ¿Los subes cuando puedas y los dejas en mi cama? - tras eso mira, primero, al maestre, luego al septón, y luego a los caballeros Ser Otter y Ser Baltrigar-  Saludos - dice ya sin inclinarse, y se acerca ya más o menos rápido a la mesa saludando con un poco formal "hola" al Forestal y a Caster y a la otra criada 

Vio llegar a Gwaridd y le dedico una amable sonrisa cuando este saludo a sus padres. Estaba aburrida, y eso se le hacia notar, movía inquieta las piernas mientras que estaba sentada en la alta silla, y lo único que se dedicaba hacer era jugar con la comida. De vez en cuando dedicaba una mirada de suplica a su madre, para que esta le dejara ir. Pero eso era imposible, su madre jamás dejaría que su pequeña hija, la cual tenia que comportarse como una dama, saliera sola a esas horas de la tarde.
En un descuido de la mujer, la pequeña se deslizo de la silla, estaba demasiado aburrida como para seguir allí sentada escuchando las charlas que mantenía su padre con otros nobles. Tenia ganas de ver a los caballos, así que a paso rápido, casi corriendo se escaqueo de aquel salón. Sabía perfectamente donde ir, no sería la primera vez que fuera sola a ver a los animales, pero si la primera a esas horas. Pero Arianna Tully no tenia miedo, era una chica valiente. Cuando cruzo la puerta hacia el patio, tardo un rato en acostumbrarse a la poca luz que quedaba del sol.
-Por ahí están los caballos.

De cuando en cuando miraba hacia todos los miembros de mi familia, y no tardé en responder la reverencia de mi hermano. Y de la misma forma vi como mi hermana se escabulló.

¿A donde va? Me pregunté.

Pensé hacia donde ella iría, y al hacerlo pensé en hacia donde iría yo. Esperen, hacia donde iría yo sería el último lugar a donde desearía que ella fuera.

Un brillo travieso me llega a los ojos. Claro, si mi hermana se escabulló, ¿por qué yo no?

Miré a todos lados, buscando que nade me notara, y me escabullí.

Era ya de noche y todavía escuchaba ruido para poder coger mis viandas sin ser visto, ¿es que acaso la gente del castillo no duerme? cosa que no sabía pues terminaba siempre bastante exhausto del trabajo para percibir algún ruido de fuera. 

Ahora podía entender porqué pasaban tantas cosas en los castillos y es que todos los que habitaban en él no se encargaban de otra cosa que deambular por la noche por ahí.

Salí de mi escondrijo sin hacer ruido y después caminé hacia mi dormitorio "ya saldría antes del amanecer a comer sabía que era imposible poder hacer algo con tanto movimiento, ahora me daba cuenta que la nobleza andaba más de noche que de día que ironía..."

- Arianna y su hermana mayor Lidya salen de la Casa Señorial.

Al día siguiente me levanté más temprano de lo normal para ser el primero en desayunar, "estuve pensando en lo que me decía Jeremmied de las ratas" así que empecé a buscar por todo el castillo (que me era accesible) piezas que me sirvieran para construir una trampa para esas alimañas. 

En mi caminar por el castillo vi a  "Daerya" una muchacha  joven y hermosa cuando la veo sola me presento como Plumby el flechero del castillo le doy la bienvenida e intento cortejarla.

Ya que mi aprendiz desapareció iba siendo hora de buscar mujer para tener un hijo al que enseñarle mi profesión.

- Durante el Año 140, Plumby se movió por casi todo el castillo.

MEDIADOS DEL AÑO 146 D.A.

FINALES DEL VERANO. UNA TARDE EN EL CASTILLO.

- Tras los descubrimientos de Din el Forestal de un peligroso y numeroso grupo de bandidos en los Bosques de Guarda Real, se prepara una reunión para planear un ataque contra los bandidos.

- El personal no necesario que no debía estar presente salió de la Gran Sala de la Casa Señorial.