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Juego de Tronos - Castillo de Aguasclaras.

Feudo Aguasclaras: Corral de la Encina.

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10/12/2013, 10:55
"Junto al roble quemado."

EFEMERIDES Y NACIMIENTOS:

Los corrales y las encinas son comunes en este lugar, que por otra parte no tiene prácticamente nada de especial.

- Año 75: Fundación de la aldea, por Ser Osmure Oakenshaf.

- Año 85: Muere Ser Osmure y el pueblo pasa a ser administrado por un Mayordomo plebeyo.

- Año 122: Nace Darién.

Notas de juego

// Entra en escena: Darién. - Procede de: Viente materno (Año 122).

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10/12/2013, 23:07
Forestal Darién "Piel de Lobo".

VIÑETA VIII: AÑO 122 DE LA DINASTIA TARGARYEN: Tierras de los Ríos. Antepasado por línea paterna:

Maldom, padre de  Darién.

Maldom vendedor de pollos de Corral de la Encina se encuentra en la puerta de su granja. Desde hacía veintiún años nadie le había prohibido entrar en ella salvo hoy. Dentro las matronas están con su esposa Sansa entre gritos y dolores. Fuera está tanto Darién, su padre, como algunos amigos que le hacen compañía. Junto a una botella de licor, que él mismo destila en su granero, esperan pacientemente.

Hacía ya más de tres años que su padre Darién había vuelto, se fue a hacer la guerra en la milicia de los Tully y había vuelto como un verdadero veterano de múltiples batallas. O eso decía él al menos a quien quisiera escuchar. Ahora no era más que un viejo que poco podía hacer que quedarse sentado al sol de la tarde mirando como los pollos crecían. Su mujer Mathilda murió a manos de un ladrón al que Maldom tuvo que matar, pero eso es una historia que el propio Maldom se niega a contar más. Sólo la contó dos veces, una al capitán de la guardia encargado del pueblo y otra a su padre. Nadie más sabe lo que sucedió en aquella noche siniestra.

Darién su abuelo pareció envejecer cuando se enteró de aquella noticia, había vuelto orgulloso de su trabajo, con los bolsillos bastante llenos de dinero, pero había llegado demasiado tarde. Su mujer había muerto y su hijo ya no lo reconocía. Se había quedado sin hogar. Ahora vivía en su antigua habitación, pero a cargo de su hijo el que sólo lo aceptaba por pena.

Por su parte Maldom había heredado el trabajo de su padre y su madre. Era un gran vendedor y criador de pollos. Bastante famoso vendía a bastantes habitantes de las poblaciones cercanas.

Por fin la puerta se abrió y una mujer mayor salió. En sus brazos había un bulto. La mujer lo destapó y dejó a la luz un niño recién nacido. Era hijo suyo, tenía unos mechones de pelo rubio muy fino como todos los de su familia tenían, o eso afirmaba su padre. Maldom lo cogió en brazos lo miró fijamente y dijo mirando a su padre. – Se llamará Darién. – Su padre no pudo soportarlo y el anciano rompió a llorar, habían hecho las paces ante el nieto más bonito que una familia pudiera desear.

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16/12/2013, 18:24
Forestal Darién "Piel de Lobo".

VIÑETA IX: AÑOS 127 DE LA DINASTIA TARGARYEN:

Corral de la Encina, Tierras de los ríos, Maldom padre de Darién.

Maldom estaba feliz. Nunca la granja de pollos había hecho tanto beneficio ni había estado tan llena de pollos. Las constantes campañas de los nobles Tully contra los bandidos y contra los hombres del Castillo del Lago estaban haciendo que los nobles se gastaran sus fortunas en la compra de alimento para sus hombres. Los soldados pedían carne para estar fuertes, los nobles lo compraban para que lucharan con mayor ahínco y eso aumentaba los beneficios de la granja.

Por desgracia, no todo podía ser felicidad. El hecho de aumentar ventas e incrementar el número de pollos mantenidos mediante la compra de más terreno sólo aumentaba el atractivo de la granja para bandidos y ladrones. Esto había hecho que Maldom tuviera que contratar a dos hombres, veteranos retirados de algún ejercito ya olvidado para que defendieran las tierras. Hombres curtidos y duros que por unas pocas monedas hacían la vida más fácil pues también ayudaban a mantener la granja.

Ahora estaban tres familias involucradas en el trabajo y su hijo tenía más niños con los que tratar. Darién estaba creciendo y ya había cumplido los cinco años. Ya ayudaba en las tareas de la granja y disfrutaba escuchando historias de guerra de los veteranos. Alguno incluso había hecho una lanza de madera para el muchacho y jugaba a pinchar a los perros. Sólo podía rezar por que la guerra siguiera durante mucho tiempo, al otro lado del río y los bandidos muy lejos de sus tierras.

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19/12/2013, 12:00
Forestal Darién "Piel de Lobo".

VIÑETA X: AÑOS 132 DE LA DINASTIA TARGARYEN:

Corral de la Encina, Tierras de los ríos, Darién.

Ser Hadder había caído muy enfermo, para poder pedir su liberación los señores hicieron levas rápidas para mostrar su supuesto poder. Maldom su padre y Darién fueron llamados a filas junto con los dos mercenarios que cuidaban sus tierras. Darién, con diez años, ya podía sujetar una lanza y gracias a la pequeña riqueza de la familia pudieron comprarle una con punta de acero. No hicieron más que presentarse en la plaza de la villa y salir por los caminos. Tras medio día de marcha hicieron una pausa y luego los hicieron esperar ahí en medio del camino durante un día entero. Darién vio a su padre muy preocupado  y tenso. Sus dos trabajadores también lo están. El muchacho supuso que sería debido a dejar a mamá sola cuidando de la granja. Había llorado cuando Darién la dijo que se tenía que ir, pero él no había llorado. Iban de excursión, más lejos de lo que nunca se había aventurado lejos de sus tierras. Feliz rodeado de los amigos y conocidos de la pequeña aldea iba jugando a marchar como soldados junto con el resto de muchachos que al igual que él tenían que ir.

Su padre suspiró aliviado y luego gritó de alegría cuando les dijeron que volvieran a sus casas. Darién gritó, aunque no entendía muy bien por qué. Supuso que su padre al igual que el resto de mayores deseaban volver a sus casas para poder comer comida de sus madres que tan diferente era a la que habían tenido que comer en el camino. Para su sorpresa cuando llegaron de vuelta al pueblo los llevaron a todos a la taberna donde pudo probar por primera vez una jarra de cerveza. Darién la escupió, no le gustó aquel sabor amargo que se parecía a morder hierba de la que crecía junto a los árboles de su finca. Luego volvió a su casa con su padre y los dos empleados. Las mujeres los recibieron entre lloros y besos.

Todo el año fue tranquilo, monótono después de aquella excursión. Darién soñaba con volver a moverse de su casa y ver qué había más allá. Había oído que había más villas como la suya, aunque aún no había podido ir. Siempre había cosas que hacer con los pollos y los caballos. Sólo el mercader que venía a transportarlos a otros pueblos era el único que contaba historias de las afueras en su casa.

Poco importó tal protección de sus padres, los soldados de uno de los nobles aparecieron una tarde para indicar que debían armarse de nuevo. La milicia era convocada y debían presentarse todos aquellos que pudieran portar un arma o palo.

Se repitieron los lloros de su madre y del resto de mujeres. Volvieron a poner a Darién el muchacho con diez años un trozo de cuero duro por delante de la tripa y otro por la espalda. Los unieron con un poco de cuerda que sobraba de atar a los pollos muertos y le volvieron a dar la lanza. Su padre no paraba de repetir a Sansa su madre que no sucedía nada, que sólo sería otro paseo. Fue silenciado en la plaza del pueblo cuando les contaron que habían atacado Orilla Azul y que habían matado a muchos de sus habitantes. Comentarios de enfado y venganza se sucedieron, miedo y nerviosismo cruzó las caras de los adultos mientras que los niños ahora deseaban ver una batalla y jugar a ser soldados. Se sentía poderoso con su lanza mayor que él y valiente al estar rodeado de todos sus conocidos.

Durante unos meses sólo estuvieron en las puertas del pueblo entrenando a ser soldados mientras que por las noches volvían a sus casas con sus familias. Hacían patrullas por los lindes del pueblo y volvían a cuidar de los pollos con las mujeres. Para Darién fue de los mejores años de su vida pues tanta actividad fuera de lo normal, tensión por si los enemigos llegaban al pueblo en su patrulla y la idea de llevar una armadura como aquellos hombres que iban a caballo lo hacían soñar.

Cuando creían que ya no tendrían que ir a la guerra, el señor de Corral de la Encina llamó a la milicia y les indicó que había hombres que tendrían que ir a la guerra con Ser Hadder, pues ahora el pueblo le había jurado lealtad. Darién no entendió mucho de aquello, pero sí entendió que su nombre salió para ir con los soldados. Tras el grito de dolor de sus padres, los soldados lo metieron en una carreta junto con el resto de seleccionados y los llevaron a otro pueblo. Fue el inicio de una vida completamente diferente a la que llevaba en el pueblo.

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21/12/2013, 14:18
"Familia, Deber, Honor."

- Año 132: Darién, un niño miliciano de Corral de la Encina, se une a Ser Hadder, abandonando su aldea natal.

Notas de juego

// Sale de escena: Darién.

// Sigue en: Primero en Orilla Azul, desde ahí a Castillo de Aguasclaras en el Año 135.