Guepardo midió la disputa entre Escarabajo y Mentiroso. Al fin y al cabo todo había sido como siempre... la violencia de Escarabajo había atemorizado a su contrincante.
Guepardo sonrió y volvió hacia su zona de descanso. No tenía tienda, no tenía esterillo, y no lo necesitaba, sólo quería dormir un rato. Una vez descansado iría a retar a Escarabajo a un entrenamiento. Pero a un entrenamiento de verdad, él no temía los golpes... Guepardo pensaba que, la mayoría de las veces, era mejor estar muerto.
Attar vio como los detalles sobre el entrenamiento se decidían, y como se les unía Peregrino. La verdad, sabía de las hazañas del extranjero en el campo de batalla, lo que había hecho que aumentara su respeto por él enormemente.
"Attar piensa que es todo un honor medirse contra Peregrino"
Buscó un arma de entrenamiento del tamaño adecuado, que pudiera emular eficientemente a su mandoble. Cuando la encontró y se hizo con ella, se puso en posición para empezar, al lado de Campaña.
- "Ah, sí, este es un buen caballo ligero de monta. Déjalo a mi cuidado y en un mes será un caballo capaz de luchar en cualquier batalla.
Serán doce platas, por adelantado. Más gastos, aunque si lo autoriza cualquier Sargento, los gastos de alimentarlo y cuidarlo pueden correr de cuenta de la Compañía." -
- "¡Escarabajo! ¿Cómo estás, te duele la pierna? Estoy deseando que nos pongamos en marcha de nuevo.
Ojalá que los Campamenteros podamos pronto luchar en primera línea. Quiero que seamos un Pelotón de Soldados, no de Reclutas." -
TRANSCURRE EL RESTO DEL DIA Y LA NOCHE SIGUIENTE.
- Los temas pendientes pueden seguir en la escena de Conversaciones, o bien en la escena personal de cada Personaje.
- Al día siguiente la Compañía se pone en marcha.
- Durante los ocho días siguientes, la Compañía viaja hasta la ciudad de Dadiz, donde todos embarcarán en grandes balsas reforzadas que les estarán esperando para descender el río hacia el Norte, a favor de la corriente.
- Después de Dadiz, el siguiente objetivo es la ciudad de Idon.
- El consejo de los mandos de la Compañía es ser precavidos en Dadiz. La ciudad es un enclave civilizado, corrupto y decadente. Una sociedad esclavista que disfruta viendo morir a los esclavos en la sanguinaria arena de gladiadores situada cerca del Palacio del Dictador, el tirano de Dadiz.
Lengua Negra valoró la oferta. Doce platas era mucho dinero teniendo en cuenta su actual caudal. Sabía que llevaba en su bolsa nueve monedas de plata y algunos cobres. Restaban tres platas. Meditó sobre sus pertenencias. Estaba la daga de orfebre que había pertenecido a Sacorroto y que bien valía sus dos platas, pero aún así, necesitaría una plata más. De lo malo, bien podía vender la cimitarra del finado tío de Mentiroso o pedir el dinero restante a su primo. Nada irresoluble. En cuanto al mantenimiento del caballo, podría hablar con su padre y esperar a que este accediera a ayudarle en aquel extremo. No era algo que le agradara, pero era su propio futuro el que estaba en juego.
-Un precio elevado -respondió, masajeándose la mandíbula, pensativo-, aunque no por ello injusto. Te propongo lo siguiente. Pagaré por adelantado nueve platas y las tres restantes al final del mes. Tres cuartos por adelantado de un trabajo aun por hacer, es un buen adelanto. En cuanto al mantenimiento del caballo, buscaré esa autorización que me pides. ¿Hay trato? -dijo estirando la mano para estrechársela.
AÑO: 201.
Estación: Primavera.
Mes: Quinto (Segundo de la Primavera). Mes del León.
Día: 01.
MEDIA MAÑANA.
- "De acuerdo, un adelanto de nueve platas me parece justo. Pero si a finales del mes del León no tengo mis tres platas restantes, consideraré que el caballo es mío." -
- Seguimos en la escena: Tierras del Reino Pastel.
Con aquellas margaritas debía ser suficiente para conseguir remitir el sarpullido de R'Gaa, o al menos eso esperaba yo.
En un cazo con agua introduzco la planta de la margarita entera cuando el agua hierve y espero a que toda la sustancia se impregne en el líquido. Cuando está listo lo retiro del fuego y busco a R'Gaa.
-Tengo listo lo que necesito para tu sarpullido. Acompáñame por favor.
Había colocado mi esterilla y mi manta para que la exploradora pudiera tumbarse cómodamente.
-Túmbate aquí, ponte cómoda. Espero a que R'Gaa se tumbe y le aparto el pelo que tapa parte de su espalda. Estará caliente, pero tienes que tratar de aguantar cuanto puedas. El calor hará que los poros de la piel se abran y así conseguiremos que la medicina haga efecto y limpie tu piel.
Cuando todo está listo comienzo a aplicar las compresas a base de manzanilla por la espalda de R'Gaa con el mayor cuidado posible.
Tirada oculta
Motivo: preparar decoción
Tirada: 1d20
Resultado: 2(+7)=9
Tirada oculta
Motivo: curar heridas
Tirada: 1d20
Resultado: 6(+9)=15
Esto pasa antes de partir hacia Dadiz.
-Tenemos un trato -dijo estrechando firmemente la mano del que iba a ser el entrenador de Dante-. Te entrego las riendas. Pórtate bien, Dante -dijo acariciando la testuz del caballo-. Ese es su nombre. Cualquier problema, me hallarás entre los hostigadores. Adiós.
- "De acuerdo, Chico Cuervo. Cuando acabe de entrenar a Dante, no le temerá a nada. Será capaz de lanzarse al galope entre el fuego, si fuera necesario." -
- Cochinillo - dice Escarabajo- La pierna duele a horrores. Quería hablar contigo sobre tus hombres, creo que conozco bien a aquellos con los que estuve. Y tal vez podría ayudarte a tenerlos en cintura. Hay algunos que necesitan mano firme y dura. ¿Quién ocupa mi puesto ahora?, ¿ya has elegido?
El tono de Escarabajo es brusco, pero también, a su modo, amable. Sabe que Cochinillo es mas de lo que parece
- "Supongo que Lombriz será quien se ocupe. No es mal guerrero." -
- No, no lo es. - Escarabajo se queda un momento callado- Y lo cierto es que no sirvió a mis órdenes así que no lo insultaré indicando sus carencias, pues no lo conozco lo suficiente. Sin embargo... ¿por qué no Belleza? Y no, no me la tiro. No porque no me apeteciera, cierto es. Pero es lista, y valiente. Un líder no siempre tiene que ser el mejor combatiendo si tiene otras habilidades. Ella se hace respetar, y consigue cosas. Creo que el destacamento ganaría con ella de líder. Pero es tu decisión y la respetaré, por supuesto. De hecho aquí ya no tengo nada que hacer, supongo - dice con un tono que deja entrever cierto pesar por la decisión.
Aunque rápidamente escupe al suelo y gruñe como si fuera un animal herido. O sea, como el Escarabajo de siempre
- Aunque nadie en su juicio querría estar con el grupo de haraganes que tuve que mandar, la mitad merece la horca.
- "Bueno, es cierto lo que comentas sobre Belleza. Hasta ahora nos hemos guiado sobretodo por el número de promoción...
Me gustaría poner a prueba a Lombriz y ver qué tal se comporta.
Supongo que ser capaz de soportar el dolor con estoicismo no lo es todo..." -