Partida Rol por web

La Compañía Negra: El Dios del Dolor.

Los Hombres de Arena.

Cargando editor
21/12/2011, 21:55
Shakara, Caudillo de los Hombres de Arena.

- "Ah, aquí llega la cena. Comed, comed, invitados míos. Espero que con esta sabrosa carne tengáis un grato recuerdo de vuestro paso por el poblado de los Hombres de Arena." -

Cargando editor
21/12/2011, 22:15
Lengua Negra.

Lengua Negra cabeceó levemente en señal de asentimiento. A qué asentía solo él lo sabía. Aquella había sido una dura prueba, y nada demostraba que hubiera triunfado en su objetivo. Pero al menos, el salvoconducto había sido otorgado. Pero ahora se les ofrecía nuevamente comida. Solo sabía que deberían haber partido hacía ya tiempo. Pero la tarde estaba avanzada y en la oscuridad no tenía sentido tratar de dar con los suyos.

-Con o sin comida, mi recuerdo siempre será grato. Y una lección -afirmó el analista -. Estoy en deuda contigo, venerable Shakara. Llegará el día en que pueda corresponder a tu generosidad.

Cargando editor
22/12/2011, 22:02
Shakara, Caudillo de los Hombres de Arena.

- "No me cabe la menor duda." -

Los tres comienzan a comer. Las costillas están muy sabrosas.

Al rato Shakara añade:

- "La fortuna ha sonreído hasta ahora a la Compañía Negra, pero hay quien piensa que su suerte está a punto de acabar. Una vez los Castores sean derrotados, los Caimanes ya no necesitarán a un aliado tan poderoso, y peligroso..." -

 

Cargando editor
24/12/2011, 11:37
EL TIEMPO SE AGOTA.

EL SOL SE HA PUESTO.

Cargando editor
24/12/2011, 11:57
Lengua Negra.

-El futuro es un velo oscuro que oculta muchos caminos. Quien sepa elegir el camino adecuado y la compañía acertada -dijo dando un sutil doble sentido a su expresión, al tiempo que se tras comer se limpiaba las manos con un lienzo blanco-, demostrará inteligencia y no imprudencia. Quien opte por la traición, solo hallará la sima de su propio fin -un leve encogimiento de hombros acompañó a sus palabras, como si restara importancia a tal posibilidad -. Es en la confianza donde nos hacemos fuertes y en la sospecha, débiles.

La mirada de Lengua Negra registró la meguante luz exterior.

-Debemos partir, caudillo Shakara. Te doy las gracias por tu generosidad y por franquearnos el paso por tus tierras -Lengua Negra suspiró levemente -. Ojalá que la noche no sea demasiado fría. El suelo no es buena cama cuando el tiempo es inclemente. 

Cargando editor
24/12/2011, 12:22
Shakara, Caudillo de los Hombres de Arena.

- "Las bendiciones de los Hombres de Arena parten con vosotros.

Os acompañará una escolta hasta el límite de nuestro territorio, para que vuestro tránsito sea seguro." -

Cargando editor
30/12/2011, 09:39
Lengua Negra.

Lengua Negra juntó ambas manos e hizo una leve inclinación ceremonial, tal y como había aprendido era costumbre entre aquellas gentes. La misión, si bien estaba lejos de considerarla un éxito, no había finalizado con un rotundo fracaso. El comienzo de aquella reunión había sido torpe, titubeante, como los primeros pasos de un bebé cuando comienza a andar. A fin de cuentas, la analogía no era en absoluto extraña y le provocó una sonrisa que se mezcló y confundió con el ceremonial saludo dirigido a Shakara añadiendo un toque de agradecimiento aparente y cuya razón de ser era una muy distinta. Sí, había sido tan balbuceante y poco firme como un infante gateando y aunque había conseguido ponerse en pie y dar unos pasos, sabía que aún no su postura no era tan erguida como quisiera.

Tampoco se le escapaba la oferta del caudillo de arena. Bajo la cordialidad que parecía tintar cada una de sus palabras y generoso ofrecimientos había una razón. No era un hombre que se desplazara un centímetro más de lo necesario. Ni de menos. Su nueva escolta, amén de protegerlo, le vigilaría. Si es que protegerle era su misión pues bien podría ser otra. Dos cadáveres en la sabana eran simples anónimos perpetrados por cualquier salteador de caminos, esclavista o escoria humana. Dos cadáveres en el poblado de arena eran una declaración de guerra. Y sin embargo, tenía las manos atadas. Rechazar aquel gesto, no solo insultaría a Shakara, sino que haría que sus iniciales sospechas se agudizaran volviendo su situación más complicada. Sí, solo había un camino y ya estaba marcado

-Te doy las gracias, Shakara, venerable caudillo de los Hombres de Arena, amigo y aliado de la Compañía Negra. Que la lluvia y el sol os bendiga a ti y a tu pueblo y que las arenas no se muestren insaciables contigo.

Dicho aquello, esperó a que los guiaran hasta su montura. Una vez más hubiera deseado haber traído algo con lo que comerciar. Pero sin nada que ofrecer, su orgullo había prevalecido. Su situación ya era lo bastante precaria como para humillarse y solicitar lo que ni siquiera la Compañía le había ofrecido. Miró a Uro, quien había permanecido en silencio durante todo aquel tiempo. Resultaba frustrante no tener alguien con quien hablar. No le habían pasado desapercibidas las miradas de aquel gigante hecho de carne, músculos y sangre. Miradas donde solo se leía el desprecio las más de las veces. Aun así, allí estaba. Y hasta el presente, no solo le había acompañado sino que también le había cuidado. Decían que lso hechos hablaban más que las palabras. Quizás fuera cierto, pero los mensajes de Uro eran contradictorios. No obstante, Lengua Negra reconocía para sí que aquel era el menor de sus problemas.

Cargando editor
30/12/2011, 10:08
Guerrero de los Hombres de Arena.

Escoltados por media docena de guerreros montados en camello, Lengua Negra y Uro abandonan el poblado de los Hombres de Arena.

Siguiendo la ruta de caravanas se dirigen hacia el Este, la dirección hacia la que está el poblado de los Tres Castores.

Cargando editor
30/12/2011, 10:19
EL TIEMPO SE AGOTA.

TRANSCURREN TRES DIAS DE VIAJE.

Cargando editor
30/12/2011, 10:19
Mancillado, Hombre de Arena deshonrado.

Durante todo el camino, les sigue un miembro de los Hombres de Arena solitario, montado en su camello.

Los escoltas de Lengua Negra y Uro tratan de ahuyentarlo en varias ocasiones, uno incluso le arroja piedras y un leño, pero el hombre continúa siguiéndoles, a cierta distancia.

Uro es el único que viaja a pie, ya que Dante, el caballo de Lengua Negra, ya se encuentra recuperado.

Cargando editor
30/12/2011, 10:23
Reclutas de la Compañía Negra.

- Gracias a los cuidados recibidos, tanto Lengua Negra, como Uro, como el pequeño Dante, se encuentran completamente Sanos.

Cargando editor
30/12/2011, 10:26
Guerrero de los Hombres de Arena.

Al llegar al límite más exterior del territorio de los Hombres de Arena (unos dos días después de emprender camino), los seis guerreros de la escolta se despiden con un gesto y dan media vuelta.

El extraño solitario continúa siguiendo a Uro y a Lengua Negra a distancia.

Cargando editor
30/12/2011, 10:33
EL TIEMPO SE AGOTA.

AÑO: 201.

Estación: Primavera.

Mes: Cuarto (Primero de la Primavera). Mes del Pie.

Día: 02.

ALBA.

PRIMAVERA: Días templados de temperatura agradable y noches frías. Es el momento de máximo crecimiento de las plantas. La estación de la cosecha. Es el momento ideal para la guerra, pues el clima no presenta impedimento alguno.

Cargando editor
02/01/2012, 08:04
Uro.

- ¿LENGUA NEGRA esperar compañía?

El grave y sombrío tono del Cazador de Cabezas no consiguió perturbar la infinita quietud del desierto. Su áspero vozarrón se confundía con el silencioso ulular de viento, como si fuera la misma sabana la que manifestaba su preocupación.

Aquellas habían sido las primeras palabras que URO había pronunciado en mucho tiempo. Quizás por ello, el sonido que salió de su garganta había sonado como un quejido malsano y antinatural, un susurro gutural y lastimero, que hacía pensar en viejos arcones cubiertos de polvo, olvidados por el paso de los años. Era un murmullo primal e inquietante, perfectamente capaz de provocar un escalofrío, incluso aunque las palabras hubieran sido distintas.

- URO no gustar… - agregó de inmediato, a la espera de que el Oscuro le comunicara alguna decisión.

Durante su estadía en el poblado, el imponente guerrero había dejado que LENGUA NEGRA llevara por completo la iniciativa. Le había otorgado plena libertad para que hiciera honor a su nombre, y no se había atrevido a intervenir en lo más mínimo durante las negociaciones. Tal parecía que aquella respetuosa actitud no iba a verse modificada por el cambio de escenario.

En verdad, URO solo había abierto la boca para devorar los exquisitos manjares que les ofrecían sus anfitriones, particularmente las apetitosas chuletas de cordero, de las cuales había dado cuenta con perturbadora voracidad. Pero ni siquiera se había atrevido a despedirse abiertamente del caudillo de los Hombres de Arena, a quien tan solo había dedicado una profunda y sentida, si bien muda, reverencia.

Esta actitud, que a primera vista podía aparecer como tosca y algo rudimentaria, encubría en verdad una naturaleza astuta, dotada de la natural sagacidad propia de las bestias salvajes. En su aparente aislamiento, los ojos y oídos del bárbaro habían permanecido alertas en todo momento, atentos a cada reacción y cada detalle, tomando buena nota de todo lo que acontecía a su alrededor.

Aquel era un mundo extraño para el rudo combatiente, que no terminaba de entender la necesidad de tantas complicaciones. Tenía en claro que no llegaría jamás a destacar en aquel terreno, y lo más probable era que acabara metiendo la pata más tarde o más temprano.

Pero también sabía que no podía desperdiciar aquella oportunidad. Si pretendía labrarse un nombre en la Compañía Negra, debía comprender los rudimentos básicos de aquel tipo de confrontación. Estaba visto que los k´hlata necesitaban algo más que un brazo fuerte para ganarse el respeto de sus superiores.

Así, la actitud del guerrero no había cambiado demasiado cuando por fin dejaron atrás el poblado de los Hombres de Arena. Por el contrario, tras ello URO se había sumido en un silencio aún más profundo, a la vez que su vigilancia se volvía cada vez más atenta y diligente.

Era evidente que el recluta no terminaba de confiar en sus “viejos aliados”, y escrutaba a la distante comitiva que los acompañaba con la misma penetrante suspicacia que hubiera dedicado a una manada de chacales hambrientos.

No dejó que su mirada se apartara siquiera un instante de ellos, y nunca se alejó demasiado de su camarada Oscuro. Armaba su tienda con un ojo puesto en los extraños, y evitaba sumirse en un sueño demasiado profundo. Incluso cuando le llegaba a LENGUA NEGRA el turno de hacer su guardia, URO apenas si dormitaba, con el oído pegado a la abertura de la tienda y una mano aferrada a su machete de guerra.
 

Cargando editor
02/01/2012, 20:53
La Compañía Negra.

TIRADAS OPCIONALES:

- Conocimiento Gran Sabana.

- Otear.

- Escuchar.

- Supervivencia.

Cargando editor
02/01/2012, 20:58
Lengua Negra.

Las jornadas que se habían sucedido desde que abandonaran el poblado de los hombres de arena, era la clara demostración de cómo un viaje podía no solo no suponer una merma en las condiciones de salud, sino por el contrario una mejoría. Durante tres días habían recorrido una notable distancia, siempre en una dirección que presuponía era la de su campamento. ¿Cómo sabían cuál era su destino? Lengua Negra no podía evitar sonreír ante los mil ojos que posiblemente siguieran la estela de cualquier sombra atravesando la sabana. Sombras como la del extraño personaje que los seguía y que había provocado la extraña reacción de su escolta. En ningún caso lo habían perseguido. Se habían limitado a alejarlo, como si se tratara de un apestado, un paria o un loco. Piedras, gritos amenazantes e insultos eran las armas esgrimidas contra aquella insólita compañía. Había intentado sonsacar a sus guías acerca de aquella réomra que los perseguía, peroe l silencio había sido la única respuesta.

Y ahora, por fin solos, aquel sujeto seguía detrás de ellos.

- ¿Lengua Negra esperar compañía?

La voz de Uro sobresaltó tanto al analista como a su montura. Lengua Negra palmeó el cuello de su caballo, apaciaguándolo. No era el tono sino lo inesperado de oír decir algo a aquella mole de músculo, lo que los había sobresaltado.

-No. En los tres días que llevamos de viaje no esperaba compañía. Tampoco ahora que viajamos solos. Está claro que nos sigue a nosotros y no a los hombres de arena. Habrá que resignarse a su acecho. Si desea algo de nosotros, ya se acercará.

Cargando editor
02/01/2012, 21:09
Lengua Negra.
Sólo para el director
- Tiradas (3)

Notas de juego

He tirado todas las opcionales en las que contaba con algún plus.

Cargando editor
02/01/2012, 22:47
Reclutas de la Compañía Negra.

- Al alba, Lengua Negra piensa que podrían estar cerca de un oasis y encamina sus pasos en esa dirección.

- A un centenar de metros divisa el carro y algunos animales.

- También cree ver a R'Gaa y a Caracabra que son, aparentemente, los centinelas.

Notas de juego

- Lengua Negra y Uro pasan a la escena: "Páramos - Zona 1".

Cargando editor
03/01/2012, 02:29
Uro.
Sólo para el director
- Tiradas (4)

Notas de juego

Conocimiento "Gran Sabana": 0

Otear: +6

Escuchar: +2

Supervivencia: +5

Cargando editor
03/01/2012, 15:19
El Cráneo de Plata.

URO:

- Observando el terreno deduces donde puede haber un oasis, que sería un lugar lógico de acampada para los Hostigadores.

- Efectivamente, conforme os acercáis al oasis, puedes ver y oír signos de que los Hostigadores están allí.