- "Ah, sí, estas garras." - Dice mientras saca los guantes de su cinturón y los entrega a Escarabajo.
- "Los llevo encima desde ayer por si venías a buscarlos. Zina me aseguró que recuperarías la conciencia antes." -
La Cabo evalúa a Escarabajo, midiendo su fuerza y no sintiéndose impresionada.
Escarabajo sabe que está ante una verdadera asesina y sádica demente.
- "¿Entonces estás listo para ocupar tu lugar? Estamos preparándonos para viajar hacia el Norte, hacia el poblado de los Tres Castores. Partiremos tras el reparto de la comida.
Informa a Cochinillo del orden de marcha:
El Pelotón de Instrucción marchará en cabeza, conmigo y el Sargento Gulg.
El centro de la columna lo compondrán los seguidores de campamento, con los carros y todos los animales de la Compañía.
Los flancos serán protegidos por las escuadras de Cochinillo y Piojillo.
Tu misión es proteger la retaguardia. Es la misión más importante, pues si nuestros patrones Caimanes decidieran traicionarnos nos atacarían por la espalda.
Como está claro que no puedes viajar así, llevarás mi caballo. Espero que sepas montar, y si no este es el momento de aprender.
Cualquier cosa que le suceda a mi caballo te sucederá a ti, por centuplicado. ¿Me he expresado con claridad?" -
Un cambio evidente se produjo en las facciones de Escarabajo al tomar nuevamente sus garras, que se colgó del cinto sintiéndolas como sin duda eran: su posesión más preciada. La tensión de sus facciones, casi permanente, se redujo de golpe y casi, casi, hasta sonrió. Fue en todo caso algo efímero: duró hasta que escuchó hablar a la cabo Rompehuesos de un caballo.
Se iba a matar, estaba seguro. Pero no podia mostrar debilidad, y seguir andando iba a acabar con él.
- No he montado en caballo en toda mi vida, cabo - dijo tras unos segundos Escarabajo calmado aun- Pero si me decís que lo haga, lo haré. Sin embargo si estoy encargado de proteger la retaguardia, quizás seré más útil si viajo en el pescante del último de los carros de seguidores, desde donde podré dar órdenes a la tercera escuadra. Por supuesto, tan pronto me confirmeis donde debo ir, iré a dar vuestras órdenes de inmediato
- "Si te cansas de montar, te subes al último carro. Pero un líder de escuadra debe tener movilidad y un carro no te la proporcionaría.
Dile a Vieja Gloria que te prepare mi caballo.
Puedes retirarte." -
Asiento, y me muevo. Tenía muchas cosas que hacer, y la pierna me dolía a horrores. Al menos esa puta psicópata no me ha despellejado. Aun
Andandome lentamente, para no destrozarme la pierna herida, y dar un reposo a mis brazos, agradeciendo mentalmente el momento de charla, vuelvo al campamento del que salí, con la idea de hablar con Cochinillo y Piojillo, primero. Luego con mis hombres. Y si entre medio veo alguna pitonisa, mejor que mejor.
Al andar noto mis garras, nuevamente en su lugar atadas firmemente a mi cinto de piel. Su peso me reconforta. Si al menos no me doliera tanto mi pierna, y pudiera pegarle una paliza a algún jodido estúpido
- Escarabajo regresa del campamento de instrucción al Principal.