Ponzo, hermano, en cuanto puedas ponme una captura del mapa si no te importa.
Campaña está a punto de entrar en acción :P
¡Gracias!
- Campaña estaría unas cinco casillas al Norte del borde superior de ese plano.
- En ese mapa me equivoqué, hay que considerar que Perdida y Belleza están intercambiadas.
Ponme el mapita cuando puedas, brodel! :P
Te pongo solo uno de la zona en conflicto. Más grande y con las leyendas. La f es fantasma, la b, bandido. La cruz roja con fondo azul es Derviche.
¡Te amo! xD
Si alguien me quitase a f6 podría cargar a Chugrat...
Voy a ir maquinando :D
Tras la batalla
Ayudada por Pergrino, Loor deja el cuerpo desfallecido de Matagatos, y mira alrededor. La guerrera está malherida, y varias de las lanzadas sangran abundantemente. Pasado el furor de la batalla, su respiración se hace agitada, como si algo la preocupara, y con cierta torpeza, trata de evitar que la sangre que mana de sus heridas caiga al suelo. Luego, cuando interpone algo de tela en el camino de la sangre, parece calmarse
- Nada se de heridas. Matagatos es nuestro líder. Necesitamos que venga un sanador - dice casi para si- ¡Alguien para curar a Matagatos! - grita nuevamente, apoyándose en la cercana pared
Cuándo por fin entendí lo que mi cabeza y mis actos habían hecho, corrí hacia mi primo. Loor y Peregrino ya lo habían desmontado, pero estaban rodeados de cadáveres. Agarrando a los enemigos muertos de brazos y piernas hice espacio suficiente para que pudiesen dejarlo con comodidad en el suelo.
Ninguno de los tres a su alrededor tenía la más remota de idea de cómo tratar heridas. Cómo si de una amarga ironía se tratase la única persona realmente capacitada era la que estaba entre los tres. Recordé encontes a R'Gaa, pues la exploradora no era sólo buena con animales sino que la había visto actuar de enfermera con Matagatos. Entonces me vino a la mente la imagen de su novieta, Dedos. Ella también había cuidado de los heridos, aunque no estaba seguro de sus habilidades. Y Khadesa, si, su prima. Y estaban las dos juntas.
No podía acertar a verla desde mi posición, así que recurrí en Peregrino. El guerrero era rápido, muy rápido, más que yo, sobretodo estando yo herido.
- Peregrino, trae a Dedos y Khadesa. Tú eres el más rápido, deben estar fuera del fuerte.
Aunque no era sanador mis heridas habían sido tratas muchas veces, así que intenté avanzar el trabajo con mucho cuidado, sin hacer nada que pudiese poner en peligro la vida de mi primo. Con mucho cuidado empecé a desabrochar la armadura, pues con armadura sería imposible ver la gravedad de las heridas o tratarlas, y empecé a quitar las piezas con lentitud. No quería ser el culpable de su muerte por ir con prisas, pero tampoco quería quedarme sin hacer nada.
"Él se ha encargado de salvar mi vida en varias ocasiones. Cómo poco, le debo una."
Escucho las palabras de Pelagatos y entiendo que es importante seguir sus indicaciones. Ninguno de los presentes sabe sanar heridas apropiadamente y no podemos permitirnos que el líder muera si ya ha pasado el peor de los peligros, que es la batalla misma.
Asiento a sus palabras y de un salto atravieso los cadáveres que me separan del portón y corro a campo traviesa con todas mis fuerzas, dirigiéndome hacía donde está la pitonisa y el resto de los miembros que se quedaron atrás.
Mientras avanzo, pienso en que si Matagatos muere, los Hostigadores entrarían en un caos inicial, pero que pronto sería sucedido por Ponzoña, su segundo. El guerrero Hiena es un excelente combatiente y alguien con una mente fría y clara. Sería un muy buen líder llegado el caso, pero el oscuro aun no muere y no debemos enterrarlo antes de que su corazón se detenga.
Corro a todo lo que puedo para llegar donde la hermana del caído, a quien apenas veo le hablo:
- "Matagatos herido grave. Necesita curanderos."
Mis palabras salieron mientras jadeaba por el esfuerzo de la corrida sin descanso, recuperando así el aliento para conservar la calma y volver a estar en condición para volver al Fuerte.
Desde mi posición en la batalla no pude comnprobar las bajas ni heridos hasta que poco a poco fuimos organizando el campamento.
En ese momento llega Loor con Matagatos inconsciente por la gravedad de las Heridas.
- Yo podría intentar ayudar pues ya lo he hecho antes. - digo acercándome a Matagatos para inspeccionar sus Heridas. Metedlo en esa tienda. - añado señalando una de las que quedaba en pie. La usaremos como Tienda de los Heridos.
- Presiona con cuidado la herida para que no sangre en abundancia. - le comento a Pelagatos. Voy a inspeccionar de que materiales disponemos en este campamento.
- Que alguien haga llamar a Plumilla. - añado. Necesitaremos de sus habilidades sanadoras.
Dicho esto empiezo a rebuscar en todas las tiendas.
Motivo: Profesión Herbolario
Tirada: 1d20
Resultado: 5(+5)=10
Motivo: Buscar
Tirada: 1d20
Resultado: 19(+4)=23
BOTIN HOSTIGADORES:
- Este es el botín neto correspondiente a los Hostigadores, es para que Matagatos lo reparta entre él y los suyos como estime más conveniente.
PONZOÑA:
- Analista te entrega todo el botín que corresponde a los Hostigadores.
- Puedes visitar a Matagatos en la tienda de los heridos (o en esta misma escena) y comentárselo para decidir la parte exacta que se entrega a cada Hostigador.
- He añadido a Pelagatos a este post y al anterior.
Esperé pacientemente hasta que Matagatos se sintiese mejor de sus heridas, no era momento de agobiarle y ya podía imaginarme que la presión que debía de sentir era enorme. Era de los pocos con buenos conocimientos médicos y los heridos se aglomeraban mientras él no podía hacer nada. Conocía a mi primo lo suficiente como para saber que estaba deseando poder levantarse a ayudar. Siempre había sido demasiado altruista. Además, estaba Capitán, que era familia, y no mejoraba.
Sin embargo, también era el líder del pelotón y había otras obligaciones, como el reparto del botín. Cuándo me informaron de que Matagatos contaba con las fuerzas suficientes, me acerqué a la tienda dónde reposaba y esperé hasta que Ponzoña se nos uniese. El K'hlata era el segundo, al fin y al cabo.
- ¿Cómo te encuentras, primo? Se me hace extraño que esta vez tú estés tumbado y vendado y yo aquí, de pie. - y es que esta era la primera batalla en la que participaba activamente y no acababa al borde de la muerte e inconsciente. - Ya tenemos la lista de botín para los hostigadores. Me preguntaste si podía ayudarte con ello, así que aquí estoy.
Que esta conversación quede en algún momento atemporal después de que Matagatos haya despertado.