No tenéis por que hacerlo si no lo deseáis, pero en ese caso, nadie pasará por aquí. - comenta la voz, sin alzar el tono, impasible ante vuestras preguntas. - Y el como os enfrentareis a mi, eso es algo que dependerá de aquel que elija hacerlo. La respuesta a esa pregunta es la clave de mi propuesta, y el reto que mi señora espera que superéis. - agrega, acompañando a sus nuevas palabras con un movimiento del humo, el cual parece girar por unos instantes antes de volver a detnerse. - En cuanto a mi señora, si bien solo espera a uno de vosotros, al fornido guerrero que debe liberarla, aceptará gustosa la visita del resto, pues hace demasiado tiempo que se siente sola y aburrida.
Murdock dio unos pasos al frente, parándose entre el humo viviente y los tres impíos a los que debía guiar y proteger, a su debido tiempo, al bosque maldito.
Su melena rojiza, compitió difusa, brumosa, con la negra humareda. Al fina, la voz grabe del mago retumbó contra las paredes de la montaña.
Acepto gustoso tu desafío...afirmó con la voz cargada de orgullo, de honor. Los dientes amarillos y manchados del mago, brillaron con su sonrisa cínica....
Si no fuera porque lo considero una estupidez digna de imbéciles. Que nos impide el paso? TU? rugió sacando chispas por sus dos ascuas tan brillantes como las de su nebuloso oponente. Pasaremos, y si nos lo intentas impedir simplemente te dejaremos convertido en cenizas! Que clase de criatura eres que intentas impedir nuestro paso? Humo? A mi paso suelo crear cientos de hermanos tuyos hahaha! Y TU? TU? Quieres que solo uno de nosotros se te enfrente? Que le impediría a los otros soplarte como se haría con una mota de humo?
El mago, dio otro paso, y desenfundó su espadón apuntando con el filo, amenazante. Sin embargo, recordó en ese instante las extrañas palabras conjuradas mágicamente en el bosque, el monolito de maligna e imposible fuerza, y se contuvo en su amenaza.
Hay fuerzas muy extrañas en esta montaña, y si en verdad crees que puedes impedirnos el avance, es que algo no nos estás revelando. No se bien que o quien eres. Ni siquiera a quien obedeces llamándole "tu ama". Sin embargo, no me importa aceptar enfrentarte, si es lo que quieres, pero serías un humo aun más ignorante que el humo que vive en las cabezas de muchos estúpidos que he visto morir con el mismo o más ímpetu, si piensas que ellos, -e hizo un ademan hacia sus tres compañeros abarcando incluso a la nueva cachorra- no se arrojarán sobre ti a atacarte como al peor de los chacales.
El mago, volvió a alzar la espada, apuntando hacia la humareda...amenazante...su izquierda libre, se movía dibujando runas en el aire, como recordando por su propia memoria de mano, los pases que tantas veces había conjurado. La voz de Murdock se alzó como un grito, demostrando su enojo...
¡¡¡ES QUE ESTÁS BROMEANDO CON NOSOTROS ACASO!!!! ¡De que mundo ridiculo has surgido!!
Cita:
Proteccion contra el mal
Uhh...me pasaron por arriba! Fiu!
DEL DE TU MENTE!! - el grito, ensordecedor, es acompañado por un veloz movimiento del humo, el cual, al igual que en una explosión, sale disparado en todas las direcciones, creando largos y acelerados haces de humo, antes de que estos vuelvan a fundirse, conformando una muro de grisáceo humo que rodea el rellano así como la parte del sendero suficiente como para dejar a Murdock en su interior. Tras unos instantes iniciales de sorpresa, el muro se ha transformado en una cortina grisácea de al menos 4 metros de altura, la cual gira a una velocidad vertiginosa, manteniendo en su interior al mago y una copia exacta de este allí donde antes estaban los dos brillantes y rojizos puntos de luz.