Partida Rol por web

Tras sus gesto, y por lo tanto tras el sonoro golpe de la puerta al cerrarse, escuchais como alguien se encarga de colocar el candado de nuevo, y tan solo gracias al pequeño rectangulo superior de la puerta sois capaces de ver, pues alguien ha dejado una lámpara al otro lado y su tenue luz penetra, tenuemente, en la estrecha celda.

Angustiados, seguramente más por la perdida de Skrai que por otra cosa, y libre de las cadenas, -  pues incluso Dae a sido liberada de ellas tras la docilidad de Zenram - observais vuestro pequeño cubículo, apenas tres metros de largo por un par de ancho con un solo y único camastro, cubierto de paja vieja y maloliente, como mueble. Las paredes, de gruesa y húmeda piedra, os informan de que el lugar está seriamnete bajo tierra.

Con el paso de los minutos, y quizás alguna que optra hora, vuestros estómagos, hasta hace poco revueltos y cerrados a causa de los acontecimientos, parecen haberse asentado, y una aviso por parte de ellos os da entender que la mañana ha pasado, dejando paso al mediodía y por tanto a la necesaria hora de comer. Y apenas os dais cuenta de ello, y de que vuestras resecas gargantas soliciatn agua, cuando la puerta vuelve a abrirse, y dos tipos, que no dejan ver más que sus ojos, colocan dos bandejas en el suelo, ambas con pan, agua y queso. Tras ellos, otros cuatro guardas os apuntan con sus ballestas, asegurándose de que todo se scude en orden.

Un istante después, la puerta vuelve a cerrarse, sumiendoos, nuevamente, en la penumbra de vuestra celda.

El guerrero se toca las profundas heridas... Demonios, estoy demasiado débil para pelear... [/B] Murmura. [B]Tu como te encuentras?

Creo que mejor que tu, respondo a mi amado, cojo su mano apretándola suavemente para darle fuerza y apoyo moral, interiormente sé lo que le ha costado desprenderse de Skrai, y sino llego a estar con él seguramente hubiese muerto para que no acabasen en sus infames manos.

Cierro los ojos concentrando mi poder e inicio un hechizo de curación.

Con apenas un susurro, Daenerys reúne parte de su divino poder, y este, de forma gradual, se adentra en el cuerpo del guerrero, cerrando varias de las heridas causadas por las lanzas y que aún permanecían abiertas. Tras ello, e imposibilitada de otra cosa, pues sus mochila ha sido arrebatada al igual que la de Zenram, Daenerys suspira y ambos guardáis silencio durante unos instantes, con la mirada, desconfiada, fija en la comida y el agua que descansa en la bandeja.

Algo mejor luego del conjuro realizado por su amada, el guerrero se da fuerzas para sonreír y trasmitir cierta seguridad a la drow, quien a los ojos de Zenram no parece necesitarlo. Gracias, si las cosas no resultan al menos podre intentar abrirte camino para que logres escapar, tenemos que recuperar nuestras armas, solo espero que podamos entrevistarnos con Stend y acceda a unirse a nosotros en contra de Jelani, por lo menos podremos hacerle creer al otro que escapamos de manos de Stend o algo por el estilo, es vital que eliminemos a Jelani para poder copntinuar nuestra verdadera misión... Le comunica a la Drow por medio de signos...

Si nos quisieran muertos ya lo habrían hecho; así que no hagas ninguna locura, Stend vendrá pronto a vernos, no me cabe duda alguna.

Me acurruco al lado de mi amado sintiendo y reconfortándome con el calor que desprende su cuerpo.

Poco rato después, y con vuestros cuerpos enojados ante la sed y el hambre no saciada todo y la presencia de la bandeja, voces al otro lado de la puerta os llaman la atención, y aunque no se dirigen a vosotros, pues hablan del prisionero, en singular, ambos no podeis dejar de escuchar y percibir como no muy allá de vuestra puera otra, seguramente similar, es abierta. Minutos después, donde apenas los susurros llegan a vuestros oidos, las voces y sus hombres vuelven a pasar frentea vuestra puerta, y con ellos, la voz de un tercero, apagada y dolorida que es replicada con dureza.

¿Donde me llevais?...

Cállate y anda. Stend quiere verte, así que da gracias porque sea con vida.

Con esa única afirmación, alta y tajante, los guardas y el supuesto prisionero se alejan pasillo adelante, de nuevo permitiendo que la calma y el silencio restauren su poder en la celda y el corredor.

Se tratará del plagiado?...

Con la silenciosa question del guerrero entres su ágiles manos, las cuales hacen uso del idioma drow con certera facilidad, ly os gaurdas y el preso lejos de vuestro rango auditivo, una voz, al otro lado de la puerta, os obliga a mirar hacia ella.

En unos minutos entraremos a por esas bandejas, - os advierte la voz, sorprendiendoos, no su voz, sino el hecho de que el guarda estuviera fuera y de que no hayais sido capaces de advertirlo, pensando, creyendo que no habia nadie al otro lado de la puerta. - así que espero que hayais comido y bebido, pues no volvereis a tener oportunidad de hacerlo hasta la noche.

Vamos, es mejor comer... El guerrero hace un esfuerzo por comer la inmundicia que les han llevado mientras espera a que le trasladen... O al menos eso parece, aun que en realidad tira discretamente el contenido donde cree que no lo verán sus captores...

Es probable que se trate del hermano de Jhons, respondo una vez se ha ido nuestro carcelero; pero no creo que sea asunto nuestro.

Me aproximo la bandeja y al dar comienzo a comer Zenram arroja las viandas, la miro sorprendida pero aún así le imito arrojando las mías al mismo rincón.

Miro a mi amado y le sonrío haciéndole un pequeño gesto con la cabeza de asentimiento y gratitud.

Una vez os deshacéis de la comida y el agua, vertiendo ambas cosas en una de las esquinas de la celda, el tiempo vuelve a transcurrir sin más cosas que hacer que esperar y meditar, pero tal y como dijera la voz, la puerta vuelve a abrirse pocos minutos después, y de nuevo, varios encapuchados se adentran en la sala, lo justo para alcanzar la bandeja, ahora vacia. Tras ellos, otros cuatro tipos os apuntan con sus armas.

Mala elección, pues no recibiréis más alimento hasta la noche. - os indica uno de los encapuchados, advirtiendo la comida arrojada en una de las esquinas, ahora iluminada gracias a la lámpara que el mismo porta. - Pero ha sido vuestra elección. - afirma, solo un segundo antes de abandonar la sala, cerrando la puerta tras de sí.

Poco después, o quizás más tarde de lo que creéis, pues las horas se suceden sin pausa pero de forma lenta y cansada para vosotros, los guardas vuelven a hacer acto de presencia, atravesando el corredor mientras susurran entre ellos. La voz, cansada y dolorida, vuelve a escucharse, Aaaah.. duele.. duele.. aaah aunque en este caso tan solo para esgrimir profundas e intensas quejas de dolor. Y por segunda vez, escucháis como una puerta, no muy lejana, es abierta y cerrada pocos segundos después, de nuevo con un inquilino a quien custodiar.

Los guardas vuelven a alejarse...

Diablos, ese miserable a logrado sobrevivir a esa puñetera daga, y en cambio Gileon tan solo aguantó unos segundos con ella entre sus manos....

Escucho con atención las palabras de los guardias mientras se alejan; al parecer el otro invitado continúa con vida; cojo la mano de mi amado apretándola con suavidad e intento relajarme para hacer pasar las horas mas amenas intentando no pensar en lo que nos depara nuestra estancia entre rejas.

Las horas se suceden a partir de entonces en un intenso y aburrido silencio, y tan solo vuestra propia presencia logra que permanezcáis despiertos y alertas, aunque os permitís el derecho a dormitar varias horas mientras el otro permanece despierto. Al fin, cuando ya os planteáis la opción de hacer algo, pues parece que el tal Stend no se decide a visitaros, un conocida voz hace acto de presencia...