Partida Rol por web

Cuando abris los ojos, motivados gracias a la luz que penetra por la ventana, os sentís fisicamente recuperados, y cualquier vestigo de dolor o herida a desaparecido de vuestro cuerpo. El ruido de voces, o más bien gritos y risas, se cuela en las habitaciones, recoordandoos que estais en la posada El Ciervo con un largo día por delante.

Uhhgggg...debe ser ya cerca del mediodía, o aun más tarde...uhhh...Rumia el agotado mago y guerrero, girando sobre el catre.
Con un esfuerzo, logra ponerse en pie y medio tambaleante al principio, llega hasta su equipo dispuesto a vestirse con su armadura.

Como has dormido Ugluk? Yo creo que...siento que he pasado dos días inconsciente...ugffff...Vamos a comer algo y luego a la biblioteca, te parece?
Poco a poco, el sueño tan vívido comienza a flotar en la mente del mago, el cual hace un esfuerzo por recordar todo lo imaginado en ésta larga noche.
Cuando al fin su colega se levanta, el mago tira de la cama para liberar la puerta, y ya vestido por completo y algo más despabilado, se dirige a llamar a la puerta de Dae y Zenram.

Bueno....comer, matar a Jaleni, y luego directo a casa....Esta misión se ha prolongado demasiado....Espero que el tiempo en la montaña no haya hecho más mal que bien en el Bosque Maldito...
TOC TOC... Sumido en sus pensamientos, el mago llama a la puerta de Daenerys.

Abro los ojos encontrando a mi amado a mi lado tumbado en la cama, suspiro de alivio y le beso en los labios dulcemente, me siento como nueva, digo con la voz algo triste; y no es que halla dormido bien precisamente; y tu que tal te encuentras?.

Bien. - responde el guerrero, conteniendo, sin éxito, un bostezo. - Creo que he dormido como nunca. - agrega, y aunque sonrie, no lo hace con la naturalidad propia de otras ocasiones, quizás a causa de que aún está algo adormilado. - ¿Y cual es la razón de que tu no lo hayas hecho? La cama no es tan mala, y la compañía tampoco, ¿no? - agrega, antes de devolverle el beso a la drow.

Apenas Zenram termina de pronunciar sus ultimas palabras, alguien, TOC, TOC, llama a la puerta,

La verdad es que no, sonrío al tiempo que lo beso; en ese momento llaman a la puerta; creo que dejaremos la conversación para más tarde; voy a abrir, me enfundo en la sábana y abro la puerta.

Vamos a comer y luego a buscar a esa chica?
Murdock, apoyado en la puerta, parece una especie de zombie con olor a azufre. Sin embargo, a pesar de la melena revuelta y el olor a alcantarillas que aun persiste aunque mucho más leve, se ve despierto.
¿Estan listos ya? Que les parece si comemos algo abajo antes de partir?

Creo que podriamos pasar por la otra posada antes...quizas para preguntarle a Fae si hubo alguna novedad, o al menos para avisarle que no estamos en las dos habitaciones que nos dió....O para ver si Nakin sabe algo más sobre la bibliotecaria... ...O sobre los guardias que la vigilan dia y noche...

Me levanto con un olor bastante desagradable.

QUé asco de habitación,aquí huele a meada de gato...ñeeej.Una vez pongo la cama donde estaba,salgo de la habitación y sigo a Murdock,pensativo...

Si vamos a la biblioteca.POdemos comer algo aquí mismo.SI por algo venimos a esta posada es por la desconfianza que tenemos con las personas de la otra posada,donde deberíamos estar.DIgo una vez estamos todos juntos de nuevo.

Cualquiera de las dos opciones me parece bien, respondo a ambos debido a su indecisión, pero como veis tan sólo estoy cubierta con una sábana he de vestirme, así que como queráis; mientras nos vamos vistiendo os aclaráis, tras lo cual me alejo de la puerta en dirección a la cama y mis ropas, otra cosa, si os quedáis entrad y cerrad la puerta...

Al igual que Daenerys, Zenram se pone en cuanto llaman a la puerta, y mientras ellas se encarga de abrir, el guerrero aprovecha para vestirse, de forma que mientras el mago y el explorador proponen el como actuar, su cuerpo acaba nuevamente protegido por sus nuevas ropas y su ya habitual y mágica armadura, de la cual solo se viste el pectoral.

Ugluk tiene razón, si no nos fiamos anoche, sería una tontería hacerlo hoy. Mi opinión es que mejor nos dirijamos a buscar a esa mujer directamente. - interviene, acercándose a la puerta, en el instante en que la drow vuele hacia a la cama, dispuesta a vestirse. Con una ligera sonrisa, el guerrero le guiña un ojo. - Pero quizás no sea necesario ir a la biblioteca, sabemos donde vive, ¿no Ugluk?

De acuerdo. Vamos ya a comer algo, y directo a su casa. Lo habia olvidado... confiesa el mago.

Viendo que no tienen intención alguna de salir de la habitación le hago una seña a Zenram para que cierre la puerta y procedo a vestirme sin pudor alguno.

La verdad es que tengo bastante hambre, esta noche ha estado demasiado movida para mi gusto, digo recordando entristecida los sueños vividos durante la noche, entonces bajamos aquí mismo y nos vamos a ver a Laila no?.

SI,vayamos.DIgo pensativo.

Una vez empezamos a comer menciono:

Si os parece,al principio estaré en segundo plano.Mi reacción contra Leila,dependerá de las respuestas que nos de...COmo y pienso en aquella noche,en la que estube con Leila.

Teniendo claro el objetivo, y una vez Daenerys termina de vestirse, descendéis las escaleras que conducen al comedor de la posada, e intentando no llamar mucho la atención de la escasa clientela, apenas media docena de parroquianos, tomáis asiento en una de las mesa, donde disfrutáis de un almuerzo rápido, ligero y servido de no muy buenos modales por el mismo y gordo hombre que os atendiera por la noche. Este, sin duda resacoso y somnoliento, apenas os habla más que para tomaros nota, y cuando lo hace, parece cansado y poco animado para tratar con la gente, por lo que más que hablar escupe las palabras, adobándolas con el poco agradable olor que desprende tanto él como sus ropas.

Obviando las miradas de los pocos y silenciosos clientes presentes, entre ellos dos mujeres que juraríais haber visto anoche pero que ahora tiene un aspecto bastante más cansado y menos vistoso, termináis de comer, y tras pagar la cuenta, dos piezas de plata, abandonáis el local, dirigiéndoos hacia la casa de Leila, situada cerca de la biblioteca.

Fuera, el solo os revela que la mañana ya hace rato que transcurre, lo que significa que habéis dormido más de lo que pensabais, razón por la que seguramente os sentís tan descansados, y con ello en mente, os ponéis en movimiento, dirigiendo vuestros pasos al destino marcado con vuestras palabras, la casa de Leila.

Zoe, que tambien parece descansada, no tarda en reunirse con vosotros, trotando al lado de su amo.