Partida Rol por web

"¡Mhm!" asintió con determinación. "Tendremos que hacer el entrenamiento de Halloween..." entonces Momoka le empezó a susurrar sobre aquel plan tan importante QUE SE LE HABÍA OLVIDADO POR COMPLETO. Un escalofrío de terror la estremeció. "S-sí, tengo la ropa, y también compré para ellos do-¡WAAH!" justo entonces Tetsuya se acercó amistosamente a preguntarles qué tramaban y le pegó un buen susto. Ayame le puso ambas manos a Tetsuya sobre los hombros. "¡Es el momento!" exclamó casi con llamas en los ojos. "¡N-n-necesito que le digas a Saito que vaya contigo a una cita!" se quedó un par de segundos pensando en lo que acababa de decir. "No, espera, una cita él contigo no, sino él conmigo... ¡Y-y tú con Momoka! ¡U-una cita doble! No me atrevo a decírselo, me da mucha vergüenza... ¡A-así que tú se lo dices! ¡Y-y nos vemos en el local! Es en un restaurante caro con vistas al mar... ¡n-no pasa nada por el dinero! Invito a todo yo... y-y nada de negarse que tenemos solo tres dias, y-y queremos que salga todo perfecto..." miró de reojo a Saito y luego a Momoka y a Tetsuya. "¿C-contamos contigo, Arashi-kun? ¡Ah! Y-y os tenéis que poner las ropas de gala que os compré, es un restaurante de etiqueta... con salón de baile..." y un karaoke. ¡Pero shhh! ¡Nada de comentar el karaoke!

       Con que... tres dias... - musitaba con la vista perdida en la nada luego de aquella noticia, que aunque mi grupo parecía tomarlo con mejores ánimos, el saber que todo por lo que has trabajado una vida simplemente se va a esfumar de la nocha a la mañana, como que igual.... bfffff.... no se...

   Yo... e...esto bueno - comentaba a mi grupo luego de pensarlo durante un tiempo - c...como van a estar algo ocupados creo que me ire adelantando - rebuscando cierta carta de recomendación la cual por el tiempo estaba bastante tiesa, pero casi sin arrugas ni nada, se notaba que la cuidaba mas de lo común respecto al resto de mis otras pertenencias - a...adius... - y comenzando a caminar sin demasiada velocidad terminaba por desaparecer de la escena.

... próxima parada... aquel otro trabajo...

Ayame parecía muy nerviosa, le avasalló con mil cosas que hacer ¡pero iba a dar su máximo esfuerzo en recordarlo todo!

Vale, vale, contad conmigo.

Se acercó a Saito con paso firme y decidió contarle todo. - Saito-kun, me ha preguntado Ayame-chan que si quieres ir conmigo al mar a cambiarnos por una ropa de gala mientras miramos un restaurante de lujo y tenemos una cita. - lo dijo de forma serena y firma.

No espera no era así.

Recapacitó el chico. - ¡Ah sí! - comentó ahora bastante más seguro. - Que si quiere Momoka-chan ir contigo a una cita con Ayame-chan mientras un mar os cambia por ropas de lujo y os mira un restaurante caro. - rápidamente el chico volvió a pararse en seco.

Definitivamente he dicho algo mal... ¿Pero el qué?

Inspiró y expiró. Entonces intentó decirlo correctamente. - Ayame-chan me ha preguntado que si quieres tener una cita con ella, Momoka-chan y conmigo. Hay que ir a cambiarse y ponerse unas ropas de gala que nos ha comprado Ayame-chan. Después iremos a un restaurante caro con vistas al mar. - entonces sonrió orgulloso.

¡Si, eso es justo lo que quería decir!

No perdamos el tiempo ¡a casa de Ayame! - dicho eso le dedicó una sonría a Yuuta y a Lilie, deseándoles así que pasaran un buen día.

La pequeña Lilie Blutsauger también estaba preocupada... ¿Qué haría si había 3 días aún antes de ir a romper caras de Sombras?. Iba a estar muy aburrida, hasta que eso pasara hasta que se dio cuenta que podía apalear otras sombras, o algo así... ¿No había una sombra rara que se curaba con la sangre sacrificada de ellos?.

-¡Quiero más cosas malditas! -Gritó la pequeña hasta que se percató de algo... podía encontrar cosas malditas en otro lugar... un lugar que hace mucho-mucho tiempo no visitaba. - ¡Yo también me voy!. ¡Voy a coger cuchillos! ¡Cuchillos afilados! ¡Dagas retorcidas! ¡Cuchillos de mantequilla que se usan en mermelada de fresa!.

La pequeña Lilie se fue siseando y riéndose hacia los pisos superiores, en concreto hacia el piso de Ocultismo que había dejado de visitar luego de recibir un regalo por parte de la dueña para que, y cito textualmente, "La dejara en paz".

Al llegar al club de ocultismo, pudo ver como la actual líder del grupo se encontraba allí ella sola, leyendo tranquilamente revistas y comiendo patatas.

Parecía no haberse percatado de la presencia de la pequeña y malvada Lilie.

La pequeña Lilie fue sigilosa cual gato al acecho de su víctima en la noche, es decir, las partes nobles de su dueño mientras este duerme a las 3 o 4 de la madrugada. En este caso, la pequeña Lilie no iba a saltar sobre el útero de la joven, sino que, sin que la muchacha se percatara esta le tapó los ojos.

-¡Adivina quien soy!. -Exclamó de forma alegre y sonriente- O te arranco los ojos y se los doy de comer a los cuervos... -Su tono de voz cambió a algo más tétrico y lúgubre mientras que las uñas de la muchacha parecían amenazar la nariz de la joven que hasta entonces comía patatas fritas tan tranquilamente. - ¡Cho-chan! -Finalizó la advertencia con el nombre de su compañera de forma risueña.

¡KYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!

Gritó de forma exagerada al escuchar la voz de Lilie, apartando sus manos y corriendo a esconderse dentro del armario de metal de aquella clase. - ¡FUERA DE AQUÍ ESPÍRITU MALIGNO! ¡POR EL PODER QUE ME CONFIERE EL CLUB DE OCULTISMO YO TE EXPULSO DE AQUI! - gritó desde dentro. Parecía realmente asustada.

- Good job, Ayame -chan - le dije con el pulgar levantado viendo que los hicos se alejaban - ahora sólo falta preparar todo antes de que los chicos lleguen al restaurante. ¡Andando!

Y tomando de la mano a Ayame eché a correr hacia el restaurante.

--------

Al llegar al restaurante con la segunda limusina de Ayame, salimos rápidamente hacia el saloncito que habían preparado para nosotras con nuestros trajes elegidos para la cita bien planchados. No tardamos mucho en estar arregladas y preparar todo...

La pequeña Lilie se encogió de hombros al parecer la muchacha a la que amablemente venía a visitar pedía que se marchara, y claro, una cosa educada era marcharse sin más, y una cosa maleducada era robarle la comida que estaba comiendo. Por lo que la pequeña Lilie siendo una adalid de la justicia, en particular la salomónica, decidió hacer ambas.

-Grrrrrrr... -Gruñó a modo de despedida mientras se marchaba con las patatas fritas y demás refrigerios que la muchacha pudiera tener por ahí encima...

Al escuchar los pasos saliendo de la habitación, Iori Cho se envalentonó a entreabrir la puerta y mirar por el hueco... ¡Para ver que su comida había desaparecido! - ¡NOOOOOOOOOOOO! - gritó llena de dolor y corrió hacia la salida. - ¡Ningún demonio me va a robar la comida! - pero entonces al salir corriendo, se topó con Lilie, la cual llevaba todos los aperitivos robados.

¡Tú! - la señaló. - ¡Devuélveme mi comida!

Los dos corrieron por toda la escuela, aunque las patitas cortas de Lilie eran una desventaja, que iba perdiendo cada vez más y más terreno... Aunque muy lentamente era esta pérdida de terreno, pues Iori Cho se encontraba en una condición física pésima.

Finalmente el profesor de física les pilló a las dos y las echó de la escuela de malas maneras, después de todo estaba prohibido correr por los pasillos, como en cualquier otro instituto.

Joder. - comentó con gran tristeza al ver que no quedaba nada de lo que había robado Lilie. - Yo solo quería comer tranquila ¿y ahora qué hago? - miró entonces a Lilie y alzó un puño, malhumorada. - ¡Si no fuera porque al echarte desmontan el club de ocultismo, créeme que lo haría! ¡Compénsame niña!

Viendo como aquella carrera había terminado con las dos fuera del Instituto por correr en los pasillos, la pequeña Lilie sintió la necesidad de compensar a su compañera por el daño que le había causado, a fin de cuentas, comprendía perfectamente lo que era correr detrás de una niña que le había robado la comida... bueno, perfectamente no, porque 

-¡Te invito a comer!. -Exclamó la pequeña Lilie- ¡Seguro que Yuuta puede reservarnos una mesa... o una caja de cartón en el callejón!. 

Tras el tranquilo día que pasaron ayer, los jóvenes estudiantes se sienten con fuerzas renovadas y listos para continuar con sus quehaceres diarios, eso sí, después de terminar las clases.

La pequeña Lilie parecía estar decidida con lo que quería lograr en aquel día, a fin de cuentas, la cuestión que más le interesaba no era tener una cita doble, conquistar Polonia (aún), o hacer cosas que no tuvieran que ver con la muerte y la destrucción de alguien o algo. Ella buscaba usar sus poderes al máximo.

-¿Podemos ir a completar el desafío de esa señora que daba objetos malditos?. -Preguntó la pequeña, dudando siquiera de que sus compañeros hubieran ido sin ella a partirse la cara con sombras ultra-poderosas- ¡Hace mucho tiempo que no consigo nada maldito que pegar en mi cuerpo y que luego necesito que alguien me lo quite con urgencia!.

   Con lo ocurrido el día de ayer era normal que todos estuviéramos con bastante ánimos, tal que cuando la pequeña hizo el comentario de ir por los cazadores de aquella vez, pues simplemente asentí mientras recogía mis cosas y hacia unas llamadas al señor de la tienda.

   A mi me suena a planazo - mientras comenzaba a andar - total si nos parten la mandarina hoy, no habria que esperar hasta pasado mañana... es un ganar o ganar jajajajajaj.... - y tras esa riza me iba adelantando hacia la zona en donde aun se encontraba aquella feria.

Había planeado ir a ayudar a Sakura aquel día, pero la pequeña salió con otro plan que me resultó más interesante.

- Por mi perfecto, nos vendrá bien practicar - dije asintiendo mientras me acomodaba la ropa.

Al día siguiente nos reunimos todos nuevamente y la pequeña Lillie propuso un plan para hoy que en realidad no recordaba en absoluto, solo cuando ella lo menciono recordé que aún no habíamos hecho la prueba esa para fortalecernos, lo cual necesitábamos antes del final boss que se nos venía por delante.

- Yo me apunto, siempre me suena bien hacer algunas peleas de entrenamiento para asegurarnos de ir preparados antes de la verdadera pelea -lo cual me recordó que debía ir con Pip para comprarle algo- Id adelantándoos vosotros yo tengo que hacer una parada antes... Tranquilos, estaré a tiempo y os va a encantar lo que tengo en mente... -y sin decir nada mas salí corriendo a algún lugar de la ciudad

¡Si, vamos a calentar motores! - comentaba mientras meneaba de forma circular su brazo diestro. - Después de todo se viene una batalla muy importante dentro de poco. ¡Mejor estar listos!

"¡Ostras, es verdad! ¡El Desafío de Halloween con aquellos señores cazademonios! ¿Dante se llamaba? Sí, me parece muy buena idea, necesitaremos todo el poder posible si queremos enfrentarnos a..." revisó en un cuadernito de notas los apuntes de cuando había ido a hablar con Morai. "...¿¡La omnipotencia!?"