Partida Rol por web

Al llegar casa lo primero que hice fue cenar con mi madre, una comida simple pero tampoco era momento para cocinar mucho aún quedaban algunas cajas por la casa de la mudanza pero mi madre insistió en que no necesitaba ayuda con ellas, ya bastante había hecho estos últimos días decía ella. Por lo que me fui a mi habitación, tire la mochila al lado del escritorio y me eché sobre la cama, saque el móvil para hablar por el grupo y luego mire los datos apuntados sobre el trabajo que había visto, llame para presentarme, informarme y preguntar si podía ir mañana mismo.

Luego de eso me quedé unos minutos mirando el techo con el móvil sobre el pecho pensando en hasta que punto iba a cambiar mi vida a partir de este día, entonces me levante y me mire en el espejo, brazos delgaduchos, pecho espalda y tan solo las piernas tenían un poco de músculo, tras dudar un rato mire por Internet rutinas de ejercicios para hacer en casa y me puse de inmediato a entrenar hasta acabar exhausto y luego me fui a dormir.

Pones la tele y una chica policía aparece en pantalla, parece que va a hacer un comunicado.

Ciudadanos, estad tranquilos pues nuestra investigación está dando sus frutos. Tenemos algunas pistas que nos llevan hacia los que están haciendo que la gente se vuelva completamente loca y cambie radicalmente de un día a otro. No podemos decir mucho, pero de momento puedo adelantaros que es un grupo de diez adolescentes. Si, han oído bien, los causantes de todo esto son unos estudiantes. En cuanto confirmemos las pistas en las que estamos procederemos a anunciar sus nombres y a ejercer sobre ellos todo el peso de la ley.

Con esas últimas palabras se acabó el comunicado, haciendo que una gota de sudor frío cayera sobre tu espalda.

Al llegar a casa algo apenado por como acabo todo, realmente no iba a dejar que los niños se hicieran daño pero esa madre no me hizo ni caso pero bueno supongo que no queda otra que buscar otra forma de pasar el rato con ellos. Mi madre estaba viendo la televisión las noticias en concreto... bueno, puede que "viendo" no sea lo correcto ya que estaba dormida trabajaba mucho últimamente y siempre estaba agotada, la tape con una manta y en ese momento hubo una noticia que capto mi atención.

¿Diez adolescentes eran los causantes de lo que le pasaba a la gente? Eso no era cierto los causantes eran las sombras, aunque claro como si ellos pudieran saberlo tuve un extraño presentimientos y conté de memoria cuantos eramos los que aquel día estuvimos en la Corte Oscura... Diez... Tragué saliva, era imposible que nos culparan a nosotros es decir solo las propias sombras nos conocían así que ¿cómo?

Algo mas tarde de lo habitual llego a casa y para entonces mi madre estaba a punto de cenar así que la ayude a poner la mesa para comer con ella mientras le contaba que tal me había ido. La verdad es que no le conté que había pasado la tarde con Hotaru y no por el hecho de que se pusiera de pesada porque hubiera pasado la tarde con una chica si no por que si no tendría que hablar de sus poderes lo cual no podía hacer.

No tarde mucho en ir a mi cuarto, di un par de vueltas en ella sin saber muy bien que hacer incluso estuve un par de minutos mirando el móvil sin saber de hecho que estaba mirando precisamente. Tras un rato mi vista acabo en mi mochila, me encogí de hombros y la abrí para sacar el libro de matemáticas y ponerme a estudiar, me fue bastante bien no paraba de solucionar problema tras problema me venía bien de vez en cuando ejercitar el cerebro en lugar del músculo tal vez podría estudiar mas a menudo.

Vas a dormir, para intentar recuperarte un poco del duro periodo de lucha que habíais vivido en el castillo.

Al día siguiente y con bastante más energía, te despiertas, enciendes la tele y en las noticias puedes ver a la chica policía haciendo un comunicado.

Lamento comunicaros a todos... Que el informante que teníamos ha resultado ser un fraude. - suspiró, mirando al suelo. - Y yo como policía también, por creer tan ciegamente en alguien que me prometía tener de todo... Lo admito, confié en mi informante y programé esta rueda de prensa porque pensé que llegaría a ascender si lo hacía bien... Yo... Lo siento. Pido perdón a la prensa, al cuerpo de la policía, a esta ciudad y sobretodo a aquellos pobres que fueron acusados falsamente por un maleante que solo buscaba protagonismo.

Dirigió ahora una mirada más seria. - Pero prometo, por mi honor y por todo lo que le debo a esta ciudad, investigar a fondo todos los casos de gente que pierde la cabeza ¡y encontrar al verdadero culpable detrás de esto! Además, me encargaré personalmente de enchironar al tipo que andaba presentando pruebas falsas. Eso es todo, gracias por su tiempo y una vez más, perdón por mi incompetencia hasta el momento. - esto último lo acompañó con una reverencia.

Parece que os habíais librado de aquello y además, Eldwin iba a pasar una buena temporada a la sombra ¡genial! 

Al llegar a casa me deje caer sobre la cama cansado de inmediato mientras mensajeaba por el móvil, revisaba Youtube y demás. Tras como veinte minutos así fue cuando me levante un poco y me quede mirando la consola. De un salto me levante, la encendí y estuve un buen rato jugando con ella hasta que era lo suficientemente tarde como para ir a dormir.

Ese día al llegar a casa había pasado por una tienda de objetos varios en la que comprar una hucha donde guarde casi todo el dinero que gane peleando contra sombras y en el trabajo, al que por cierto debía volver, entonces al llegar a casa dude un poco sobre si hacerlo o no hasta que finalmente me armé de valor. Fui al salón a buscar a mi madre con la hucha entre las manos y la cabeza un poco baja.

- Mamá... he comprado esta hucha... para ahorrar... el dinero que gane en mi trabajo... y... y... usarlo para pagar la universidad... se que no tenemos mucho dinero... y realmente quiero ir... así que quiero ayudar... a pagarla -dije con todo el rato cortando a cada frase, tragando salivas varias veces y mirando la hucha, no podría mirar directamente a mi madre mientras le decía eso

Sonrió al ver a su hijo llegar y decirle aquello. - Saito... - se acercó a su hijo y le dio una caricia en la cabeza. - Por favor, Saito-kun, no te preocupes por esas cosas ¿vale? - miró la hucha, con cierta tristeza. Lamentaba no poder hacer algo mejor por su hijo. - Está bien si quieres ayudar, pero por favor, que no sea tu prioridad ¿vale? Mientras estés aquí, me centraré en darte el mejor futuro que pueda, así que sal, disfruta de tu vida y si te sobra un poco, lo metes ¿vale? Pero no metas todo tu dinero. - le dedicó una sonrisa. - ¿Qué quieres cenar?

De inmediato la abracé, yo ya era algo mas alta que ella, quizás fuera por el despertar de Sanada o la situaciones de tensión que había vivido pero llegué a pensar que nunca había tenido una conversación sincero con mi madre sobre algunos temas y quería hacerlo antes de perder la oportunidad.

- Yo solo quiero ayudarte en todo lo que pueda, desde que papá no esta has estado cargando tu con todo y no soporto ver como te sacrificas a diario por mi sin yo hacer nada a cambio. Por favor si necesitas cualquier cosa tan solo dímelo, últimamente me siento con mas energías que nunca.

Me separe de ella y le sonreí con una expresión un tanto triste.

- ¿Tonkatsu? -no dude en pedirle mi comida favorita justo después de los takoyakis

No pudo evitar volver a sonreir al escuchar a su pequeño, a punto estuvieron de salirsele las lágrimas. - Mi niño... ¿O debería decir mi hombretón? Jejeje. - empezó a caminar hacia la cocina. - Enseguida te preparo la cena cielo. Descansa un poco mientras.

Parece que Saito disponía de algo de tiempo libre ¿qué podría hacer?

Observe como mi madre se dirigía a la cocina y volví a mirar la hucha, la deje en una de las estanterías del salón tras vaciarla. Seguiría su consejo, disfrutar la vida sin demasiadas preocupaciones, o al menos lo intentaría. Pensando ahora como entretenerme hasta que terminara de cocinar y mas tarde me puse a hacer zapping en la tele hasta que di con una buena película de miedo, estaba recién empezada así que podría disfrutar de ella entera y además cuando la comida estuviera lista podría seguir viéndola con mi madre. Así pasaría un rato mas con ella.

Madre e hijo pasan una agradable velada viendo una pelicula de terror, mientras disfrutan de la cena, aunque Kazumi no puede soportar la película, pues le da demasiado miedo y se acuesta antes de acabarla, a diferencia de Saito, que se la papea entera.

Al llegar a casa me senté delante del ordenador y tras pasar un tiempo navegando por Internet viendo chorradas que simplemente me entretenían lo suficiente como para que no notara el paso del tiempo me puse a ver programas de comedia los cuales me gustaba ver por la facilidad que tenían los cómicos para hablar frente a centenares de personas de forma tan natural y carismática.

Al llegar a casa seguía con la cabeza llena de pensamientos sobre lo que pasaría si tardaba demasiado en salvar al pobre de Tetsu, iba a ser imposible conciliar el sueño de esa manera así que saque un par de libros de la mochila y estudie un poco antes de irme a dormir.

Al llegar a casa seguía pareciéndome imposible no pensar en que todo el tiempo fuera de la mente de Tetsuya era tiempo desperdiciado, quería moverme y estar activo para descargar parte de esa molestia, rabia y frustración pero sabía que eso solo acabaría siendo mas contraproducente que otra cosa así que tras mandar un mensaje por el grupo para avisar de si mañana íbamos a seguir pateando traseros sombríos me puse a lo que me pareció la mejor idea estudiar para tener la mente activa y ocupada en otra cosa así luego me sería mas fácil dormir.

Al llegar a casa me tire sobre la cama y me estire mientras pensaba en lo del club de estudios, seguro que mamá esperaba que sacara buenas notas en los exámenes después de pasar tanto tiempo "estudiando", mire desde la cama la mochila, suspiro, intento levantarme, fallo, me vuelvo a acostar, intento levantarme, fallo, me vuelvo a acostar, hago acopio de todo el poder interior que Sanada me otorgaba desde lo mas hondo de mi corazón y... me levante de la cama, cogí los libros y me tire otra vez en ella. Evidentemente no estudie mucho ¿pero y las ganas que?

En aquella réplica exacta de mi cuarto aproveche para ver películas de miedo hasta que me el sueño pudiera conmigo y acabara por caer rendido en la cama. Solo esperaba que esta vez el grupo no corriera un peligro tan mortal como la última vez... tuve pesadillas con Ayame y Tetsu siendo controlados por Arlek... sus caras llenas de heridas que yo mismo les causaba mientras seguían atacándome me atormentaron toda la noche.

Tras un trayecto en bus, los dos adolescentes llegaron al hogar de Saito. La madre de este no se encontraba allí, aunque no fue muy difícil adivinar donde podría estar porque había dejado una nota indicando que había marchado a realizar la compra, entre otros recados. Tenían la casa para los dos solos.

Al entrar mi casa se nota mucho la diferencia entre ambas familias, cuando mi hogar es apenas una pequeña casa de la zona residencia que no llama la atención en absoluto frente a la innecesariamente grande mansión de la familia Anemashi, cuando me descalzo nada mas entrar como costumbre japonesa y doy casi un grito de- Ya estoy en casa -avisando a quien sea que pudiera estar allí de mi llegada, a pesar de que nadie responde lo cual no es muy preocupante ya que rápidamente pude encontrar una nota en la que decía donde estaba mi madre- Parece que por ahora no hay nadie en casa, eso significa que no tendrás a una mujer tremendamente curiosa sobre porque su hijo se va de acampada con una chica de su edad durante toda la noche -bromeé al respecto, adoraba a mi madre pero muchas veces cruzaba la línea entre curiosidad y metomentodo- Creo que la tienda de campaña y todas las cosas de las últimas acampadas aún están en las cajas que nunca llegamos a abrir... así que... -caminé por lo pasillos del pequeño hogar guiando a Ayame hasta un diminuto trastero repleto de cajas y fui comprobando una por una que tenían dentro hasta dar con la que me interesaba- Aquí esta... -saque una caja de cartón que casi era lo suficientemente grande como para ocultar todo mi torso- Solo tenemos que sacar todo lo de aquí, meter en mochilas lo que quepa, hacer unos bocadillos para comer y estaríamos listos para irnos -comenté emocionado, de casualidad estábamos en una parte de la casa desde la cual con levantar la vista podía verse mi habitación a través de la puerta abierta.