Partida Rol por web

El pequeño fantasmilla con cabeza de calabaza se giró a la chica que la había lanzado una estaca de hielo. - ¡Primero me atacas y luego me intentas pedir que me una a tu equipo ¿te parece bonito?

Siento que hay algo en ti... Familiar... ¿Conoces las artes de los espíritus?

¿Qué esperas de mi si decido unirme a tu "grupito" de humanos? - la calabaza por alguna razón, reía de forma macabra al decir esto último, parecía sentir cierto desprecio hacia vosotros.

De nuevo, una trifulca, varias hadas, y un par de monstruos cuya cabeza consta de una calabaza, un aura de inquietud les rodeaba, macabra quizás. Tanto Amane como Hotaru, ambas intentan convencer a esas criaturas de aliarse, algo de lo que me debo de quedar, y por suerte, las dos calabazas voladoras parecen ser débiles al elemento del hielo. Una gran ventaja para mí.

Cerré mis ojos para llamar a mi "¿Persona?", la criatura que acudió a mí para salvarme, ¿o fui yo quién la llamó? No importa. - Ven a mí, Syrene. - La llamo por su nombre, sé quién es, y qué puede hacer. Y mi reclamo es escuchado, no tarda en aparecer una silueta femenina, carente de ropajes, de un color azulado como el mar, y recubierta de escamas en su piel, una larga cabellera, pero lo que más llama su atención es la ausencia de extremidades inferiores, sustituidas por una cola de pez.

Alza una de sus manos con evidente delicadeza, en ella, un haz de luz de un color azul pálido como el hielo, y más gélido que un día de invierno, impactando de pleno en la criatura fatua, que seguramente, poca gracia le hará tal acto, que a pesar de la poca potencia del ataque, aún lo sufriría debido a su debilidad.

Aquél monstruo flamígero recibió el impacto, cayendo al suelo y quedando solo en pie la pequeña hada. Si cayera ella, podríais rematarlos a todos, o Umi podría aprovechar esa oportunidad para hablar con el pequeño fantasmilla e intentar convencerlo de unirse a su bando.

El impacto es suficiente para hacer caer al llameante fantasma, solamente resta una de las hadas. Sin embargo, una oportunidad nace, y desde luego no pensaba desaprovecharla, hacer creer nuestras filas significaba más poder, y teniendo en cuenta los peligros en el horizonte, que precisamente desconocíamos, sin duda hay que intentarlo. Lo peor que puede pasar es que no funcione, mas me serviría para aprender de como funciona este mundo, como funcionan las criaturas, que tienen sus deseos y miedos, también objetivos.

Me quedo pensativa, reflexiva por un segundo. El hada fue más fácil de convencer, pero sospechaba que la calabaza no es ni sería tan sencillo de convencer. - ¿Cuáles son tus intereses? ¿Te gustaría venirte conmigo? Ver más mundo, y ser más fuerte. - Son estas palabras las que elijo, sin son las más acertadas o no, pronto lo descubriría. Y así conocer al, al que puede convertirse en mi nuevo amigo, en mi nuevo aliado.

¡Je! Unirme a ti ¿por qué debería interesarme en una simple humana?

¿Qué hay de mis compañeros sombra? ¡Estaría traicionándolos!

¿Qué crees que es lo más importante en esta vida?

Su reacción no tarda en llegar, formulándome tres preguntas, al igual que el hada. Seguramente sean su forma de actuar, una forma de conocer a los “humanos cualquiera”, y decidir si unirse o no.

La primera pregunta y con ello mi primera respuesta. – Pues...esta humana cualquiera... ha sido capaz de poder contigo, y desea ser más fuerte, con tu ayuda sé que puedo serlo, al igual que yo puedo ayudarte a que lo seas. ¿Estás satisfecho con tu actual poder? – Son mis palabras para la primera cuestión, esperaba captar su ambición exponiendo la mía. Realmente quiero ser más fuerte, y sola no lo voy a conseguir, necesito aliados.

La segunda en cambio, no es tan sencillo de responder. ¿Traicionarlos? Es una posibilidad. – No sería traición, sería tomar tu propio camino. No serías el único. La cuestión no es lo que quieran ellos, si no lo que quieres tú. – Esperaba y deseaba que funcionase.

Y por último la tercera, también complicada de responder, no por falta de una respuesta, si no por tener que elegir de la multitud de opciones, una de ellas. Cada una tan dispar de las otras. – Para mí, lo más importante, es tener la posibilidad de elegir. De tomar mis propias decisiones. – Y con estas palabras termino de responder a sus preguntas. Solamente me restaba desear que funcionase, aunque tengo mis dudas, pero mejor a intentarlo que no hacer nada. Así puedo aprender de mis errores.

La criatura le habla, eso trastoca a Hotaru, su corazón se quiebra de pensar que le ha hecho daño a criaturas que pueden sentir y que pueden pensar, arruga el ceño y mientras sus compañeros intentan convencer a los espíritus, ella inclina su cabeza ante la criatura y dobla su espalda en señal de disculpas. 

— siento mucho haberlo lastimado, la verdad es que sólo queremos ayudarlos a salir de este lugar oscuro, de protegerlos, quisiera protegerlos a todos — se muerde su labio inferior y levanta su rostro hacia la criatura — así que no me parece bonito ni ha sido la mejor manera de empezar, pero podemos ser amigos... — le sonríe, mientras piensa en qué responder a la segunda pregunta, hacerlo le significa revelarse ante los demás chicos y eso le asustaba, pero si mentía, la criatura de seguro se daría cuenta.

— yo... la... la verdad es que sí... puedo verlos, no sólo a ustedes si no a todos los espíritus, muchas veces los intento guíar para que vayan a un lugar mejor, como a ti — baja la mirada un poco — por eso no les tengo miedo, he... he visto y estado con muchos espíritus, y sé cuanto sufren pueden sentirlo siempre — eso le angustiaba, saber que después de la muerte podría haber incluso más sufrimiento que en vida. 

— por eso... sólo espero que sea feliz a nuestro lado, junto a mí, no le pediré nada que no quiera dar, y no sé si le gustan los dulces, hago pasteles muy deliciosos y galletas, cocino de hecho... muy bien — se sonroja al decir eso último y le tiende la mano, esperando que aceptase su invitación. 

El Pyro Jack que había tumbado Umi Ryuzaki, le contesta.

Más poder ¿eh?... ¡Me gusta ese espíritu combativo!

Tienes razón humana, tomar el camino que me hace más fuerte no es traición ¡es evolución!

Mmm, bueno, supongo que puedes elegir ser más fuerte o aprender más magia negra... - con esto último, el Pyro Jack dudó un poco, pero al final se decidió. - ¡Está bien! Me uniré a ti. ¡Dominemos juntos el mundo! - con eso último dicho, se metió en el pecho de Umi, pasando a formar parte de ella.

El Pyro Jack que había tumbado Hotaruo le contesta.

¿Pides perdón? ¡Eso es símbolo de debilidad!

Conque tienes contacto con los espíritus... Eso está bien ¡lástima que no los subyugues a todos por tu beneficio!

¿Qué no me vas a pedir nada? ¡¿Qué clase de ama serás entonces?! ¡Si me uno a ti es para que me pidas exterminar a nuestros enemigos! - con estas últimas palabras, le dio un mordisco en la mano a Hotaru y se rió un poco. - ¡Débil, demasiado débil!

Es tal el enfado del pequeño Pyro Jack, que le lanza una bola de fuego a Hotaru. La hada restante aprovecha para lanzar un Dia y curar a su compañero.

Venga chicos, no os desaniméis lo estáis haciendo muy bien. - por desgracia Ryo no podía hacer más contra monstruos ya conocidos, pues él era experto en analizar monstruos de los que no sabían aún sus debilidades.

"¡Uaaaaah! ¡Ha funcionado!" Ayame se sorprendió muchísimo de que hubiera podido convencer a la hadita en unirse al equipo. Ella no tenía demasiada confianza en sí misma después de todo. No tuvo mucho tiempo de celebrarlo, no obstante, ni de felicitar a Ryuzaki-chan por conseguirlo también ella, ya que uno de los Pyro Jack mordió a Hotaru y le lanzó una bola de fuego. "¡GASP! ¡Pero serás bruto! ¡ESO NO SE HACE!" exclamó dándole un derechazo bien merecido, igual de bruto o más...

La calabaza se ríe maliciosamente por los comentarios de Ayame, aunque el golpe lo iba a desintegrar.

¿Hablar? Oh nonono, ¡Ayame quería venganza! Había pocas oportunidades de poner en práctica lo que sabía de Artes Marciales, y... y...! "Grrrrrr..." apretó el puño y aguantó las ansias violentas, recordando las palabras de Matsumura-chan precisamente sobre el que era mejor tratar de ser pacíficos en vez de 'violentos', cosa con la que estaba de acuerdo a medias. No del todo, pero medio era suficiente como para intentarlo.

"Está bien, calabacita. Probemos otra vez. Ven con nosotros. Conmigo. Total, yo soy más violenta que ella..." le propuso, cruzandose de brazos, y no precisamente con la misma actitud amistosa que con la hadita...

El Pyro Jack se levanta - Je-je-je, ya veo que tienes uñas... ¿Para qué las usas?

¿Como crees que se consigue más poder?

¿Por qué debería unirme a ti?

Ayame enseñó los dientes en una sonrisa mientras levantaba su puño. Y se miraba las uñas con aire orgulloso. "Estas garras están para luchar. ¡Y como has sentido en tus carnes no tengo miedo de usarlas a mi favor!" 

"¿Que cómo se consigue más poder?..." Ayame se llevó un dedo a los labios, dándose unos golpecitos mientras pensaba. La respuesta le vino casi enseguida. "Pues cómo va a ser, con dinero. El dinero es poder. El dinero me deja contratar a lacayos como tú para que me hagan el trabajo sin yo tener que hacer nada... Jejeje, solo que a ti ni te voy a pagar..."

"Porque si no te unes a mi..." Ayame hizo crujir sus nudillos. "Yo y mis 'lacayos' ahí detrás...'" señaló con la cabeza a sus compañeros, detras de ella. "...os vamos a dar la paliza del siglo... y créeme que ganas no me faltan..."

Je je je ¡le echas valor chiquilla!

Hmmm, supongo que el dinero no está mal...

¿Darme una paliza? Supongo que es un argumento bastante convincente ¡está bien! Me uniré a vosotros. - dijo con una risa macabrilla.

cuando la lastima, Hotaru suelta un pequeño quejido de dolor, conteniendo los que le hace sentir tanto la mordería como el ataque de la criatura que no esquiva, ahora comprendía parte de la forma de pensar de los espíritus y sus motivaciones, mientras intentaba recuperarse y ver qué Ayame hacía un excelente trabajo, pero hablando de esa forma, la chica supo que ella no podría mentir de esa manera, no podía mentir de hecho. Quizás si tenía razón la criatura y era débil. 

— Hikari... — su persona lanzó un nuevo ataque de estacas de hielo contra la pixie que quedaba.