Partida Rol por web

- ¿Estáis investigando el asesinato y no se os ha ocurrido otra cosa que robar un archivo policial? suspiró... - Bueno... ¿y quién es el superviviente desaparecido?, si tenéis alguna pista os podría ayudar.

Sólo lo sabe Emily, creo. No tardará en llegar a la fiesta, luego le podemos preguntar a ella. - comentó rascándose la cabeza con cierto nerviosismo. - Y hablando de fiesta... ¿Por qué no entramos ya? Madison es la que más peligro tiene y aquí afuera con la policía parece estar todo bajo control.

Noté el nerviosismo de Alex, así que no insistí más en el tema - Entremos pues. 

James y Alex entraron en la casa, pero Madison ya no estaba en la entrada de esta, si no en la entrada hacia el sótano que de normal servía de despensa. Allí había luces, un dj, música y lo que sorprendió a la gente, mucha gente disfrazada de Ghostface.

Alex y James se juntaron con Madison y su séquito, entonces Eli no tardó en alzar la voz, era la más borracha del grupo y eso que acababa de empezar la fiesta. - ¡Jimmmyyyyy! ¿Cómo tú por aquí? ¡Y sin disfraz! ¡Y tan empollón como siempre!

Mi hermosa cabeza estaba en shock.

Aquello tenía que ser una pesadilla, nada era como lo había pensado. Las de mi séquito ya iban bastante bebidas, qué horror, vaya imagen más deplorable daban como escuadrón. Y encima… ¡la gente iba de negro! No había nada rosa ni de color. Todos iban disfrazados del patético Ghostface.

-¿Cómo se le ha ocurrido hacer esto?- expresé indignada con mi madre, creyendo firmemente en que había demasiados implicados tratando de amargarme.

-Jimmy o Alex, quien sea, marcad el teléfono de mi padre. Voy a acabar con esto- comenté acercándome hacia el dj –corta la música ahora y dame el micrófono, pedazo de estúpido- le exigí.

- Ésto es macabro! me quedé mirando horrorizado el panorama de la fiesta ¿A quién se le podría haber ocurrido un tema tan horrible como ese?

- Tengo su número, yo lo llamo...  saqué el teléfono y marqué al padre de Madison mientras me dirigía a la puerta para poder hablar sin tanto ruido.

Mientras Madison caminaba hacia el DJ, una mano la agarró y la apartó un poco a la fuerza del resto de gente. Uno de los invitados, le hizo una foto a Madison y le entregó un paquete. Después se marchó, perdiéndose entre la multitud.

¡Coño! Nada más había llegado y ya había bronca. ¡Sabía que no sería un error venir a la fiesta! La policía le había requisado el móvil a Madison. Mary lo celebró, cómo no, y sus razones tenían. Sin embargo el hecho de perder información crucial y comprometedora sobre, probablemente, el propio Ghostface, no le hacía gracia... ¿eso era todo lo que la Reina podía ofrecer contra el malechor? Imaginaba tendría una copia de aquello ¿no?

Miró la app de instagram. "¡Un segundito, Madison!" como ella ya no tenía móvil, él se acercó a paso ligero y le enseñó el último mensaje. "¡Buenas noticias para ti! Hasta a Ghostface le caes bien! La plebe da la vida por su Reina y su Ruina. ¡Hahaha! ¡De nada!" estaba contento genuinamente, si hasta aplaudió y todo. "¿A por quién de los que votó en tu contra crees que irá? Con suerte la palmo y todo. Si tuviera que apostar por alguien, lo haría Seth o por Harper."

"Esa información comprometedora que te ha quitado la policía... ¿Es sobre Ghostface? Seguro que tienes backup. ¿La vas a compartir, o la vas a guardar?"

Nathan llegó a la fiesta, en la entrada de esta solo estaban Mark y Mary. Además también habían algunos coches patrulla por la zona.

"Me alegro por Madison, pero me sabe mal por vosotras dos." le dijo a Mary, refiriéndose claro a las hermanas Cole. "Con suerte irá a por mí, Seth, o a por Harper. " según el móvil Eleanor se lo había tomado bien, pero no sabía si Mary había hecho lo mismo. "Voy a entrar, a ver si veo a tu hermana por ahí. ¿Qué vas a hacer?"

Había disfrutado aquellos segundos de malicia grabando a Madison y publicándolo en el Instagram, sin embargo me duró apenas unos instantes, pues unos momentos más tarde, vi la publicación del imbécil del cuchillo. Mark parecía que lo había visto al mismo tiempo que yo. -También puede ir a por Ethan, fue el que mostró más evidente odio a la rubia. ¿Y en serio te alegras por ella? Eres raro, tío.- Dije.

Dudé un momento, antes de agarrarlo del brazo; lo cierto es que estaba un poco nerviosa. -Creo que fue él quien me escribió más temprano.- Busqué en el móvil, y le mostré el par de mensajes que me había enviado.

De: ???

¿Lo pasas bien Mary?  Luego espero que vayas a la fiesta de Madison, seguro que es todo un espectáculo. ¿No habrás venido colocada verdad?

-Le contesté que tendría que ser un gran espectáculo para que yo me apareciera aquí, y me puso esto.- Busqué el otro mensaje.

De: ???

Bueno... A lo mejor espectáculo hay... Pero veo que no te has tomado tu dosis diaria de droga para escapar de la realidad. Te dejo con tu encantadoramente desagradable familia.

Miré a Mark, esperando su reacción.

"Colocada... ¿alguien más aparte de nosotros sabe lo tuyo?" preguntó arqueando una ceja. Miró por un segundo de reojo a Nathan, que venía también a la fiesta. Luego vio el segundo mensaje. "Ahi decía que 'vio' que no te has tomado nada... Debía estar observándote... ¿dónde estabas cuando recibiste eso?"

-Sólo Seth.- Le confesé por fin, mirando un poco sobre mi hombro hacia el recién llegado. Si intentaba acercarse lo miraría hasta que se alejara. Si no lo hacía, continuaría hablando. -Esto lo recibí estando en la fiesta de los Nixon. Sólo estaban Samuel y Odette en ese momento, aunque minutos más tarde apareció Seth y luego Emily. Y el capullo de Morat portándose como un imbécil, pero dudo que hubiera llegado antes sin ser notado.- Puse, rodando los ojos.

Miré hacia la casa. -Mejor vamos entrando.-

¿Morat un capullo? Eso si que eran nuevas noticias. El nuevo era disperso y al margen de sus espontáneas idas de olla, pasaba desapercibido completamente. ¿Podría ser él quien...? ...Nah, ese idiota no mataría ni a una mosca a fin de cuentas. Hasta de Jimmy se lo podría esperar, siendo que era el más listo de todos en clase. Los listos siempre acumulan rencor, orgullo. ¿Pero Morat?

Mientras le daba vueltas a la cabeza, fue entrando en la casa con Mary Cole.

-¡Qué demonios es esto!- Dije, pese a que la música podía reventar cualquier tímpano y, ni yo misma pude oírme (por raro que fuera o pareciese).

No podía creer lo que estaba pasando, era absurdo, enfermizo. Una especie de pesadilla, como cuando dijeron que Tous era una baratija; pero allí tenía que dejar las cosas claras, la única que debía mandar y dar el espectáculo: era yo.

Decidida, me subí al “puesto” del dj no sin antes apartar (casi a empujones) a todos los que se encontraban bailando (o intentándolo, porque vaya cuadro) en medio de mi camino. Seguidamente dejé el paquete bajo la falda de mi vestido (quedándose así resguardado) y le chillé al modernito de turno quitándole los cascos –que cortes la música. Tengo que hablar, así que dame el micrófono, escuálido macabro.

Nathan miro a los coches patrullas. Se acercó a la puerta donde estaban dos compañeros de clase con los que tenia un trato nulo. Aun así por educación. -Eh! ¿Que tramáis aquí fuera?.  Dijo mientras se acercaba a la puerta. Dio al timbre.

Mary, Mark y Nathan entraron en la fiesta, donde pudieron ver la gran locura que se había montado.

Madison entonces se dirigió al DJ y le pidió que parara la música. Por si fuera poco también llegó el padre de esta, algo bebido. - ¡Todos los que vayan disfrazados fuera de mi putísima casa! - dijo con gran enfado. Entonces poco a poco la gente que llevaba un traje de Ghostface, fue abandonando la fiesta poco a poco, hasta que dar en la estancia solo James, Madison, Mark, Mary, Nathan, Alex y las tres seguidoras de Madison.

Gracias por llamarme James, la verdad es que si que parecía que se había descontrolado, pensaba que mi mujer estaba organizando esto ¿de dónde han salido tantos trajes? - preguntó confuso.

Aquello era una puñetera locura. No daba creído. Agarro un copa y observo el desfile.

Se apartó de la puerta para dejar salir a la los invitados disfrazados. Cuando todos se marcharon prácticamente se quedaron solos los de siempre.

Con premura se acercó a Madison, se imagina que quizá aquella escena la había perturbado. Aunque admitiendo la realidad sabia que pocas cosas perturbaban a su amiga.

La copa que se había tomado le había relajado o solo lo usaba de escusa para desinhibirse.

-Madison estás bien! La fiesta no tiene porque acabar aquí. Bailemos.

El joven invito a la chica a subirse a un de las mesas.

En su cabeza la escena tenia sentido.