Partida Rol por web

Las palabras de mi hermana me matan interiormente, es demasiado lo que estamos viviendo y doloroso al extremo. Pero es necesaria, no dicen que para sanar se debe sacar todo fuera y limpiar, pues esta es la ocasión. Aunque no significa que me lo vaya a tomar bien, así que de ahí las expresiones de mi rostro que hablan de sorpresa, decepción, y mucha tristeza. 

- Ambas cosas, ambas. - respondo a ello, dándole la razón en parte. - Lo estaba intentando, y lo siento, si tengo una hermana que se hace la idiota y los demás lo tenemos que pasar mal porque no puede controlarse por sí sola. Después dices de mi, pero te pones arriba con esas mierdas y haces idioteces que debo hacerme cargo yo. 

Le recrimino, es que eso me ha distanciado, el tener que ponerme la camiseta de Mary Cole delante de la Madre de Seth mientras iba a su bola. Pero lo peor de todo, no es que Mark haya estado para ella porque sé que es buena persona y que es una chico con el que se puede hablar, el asunto pasa por estar él vendiendo veneno a mi hermana y teniendo una relación amorosa conmigo. Es mucho. 

Y ya lo de Seth, es la gota que rebasa el vaso interior que tengo. 

- Más allá de que Mark te ha ayudado, no quita que te esté vendiendo drogas y que me tienen de idiota al no decirme nada. Te enteras que tengo una relación por él, y me mientes en la puta cara todo el maldito tiempo. ¿No te cansas de hacerlo? - pregunto enojada. - Y lo de Seth, no es así él. Me ha contado que follan, no le quedó opción porque esperaba a que vos me lo digas y te hacías la idiota para variar. Así que lo obligué a que lo confiese, somos amigos y no tenemos secretos, pese a que donde estás metida tú si lo hay y las personas que están cerca mío me fallan por tu presencia. POR TU PUTA PRESENCIA. -grito eso último. 

Es que me está pasando eso, Mark me miente por ella. Seth me miente por ella. ¿Qué diantres pasa en este mundo? ¿Acaso la idiota suicida no puede entender las cosas? Se pueden ir todos bien a la mierda, TODOS. 

Todo el mundo podía oír como las hermanas Cole, estaban arriba en las habitaciones a gritos. No parecía que fuera muy bien la cosa.

Quizá... ¿Debamos subir y calmar un poco el ambiente? Ya sabéis, bailando, bebiendo, quizá con algo de música... - comentó Alex perplejo de que las dos hermanas estuvieran a tanto grito.

O... - le costaba hablar, llevaba ya unas copas de más. - Podemosss... ¡Dejar que los leones, se coman entre ellos! - rió divertida. - No creo que a nadie le importe mucho si acaban a hostias ¡son mu' conflictivas!

Me llevé las manos al rostro, frustrada. -No tenías que poner ninguna puta cara por mí. No me culpes por las decisiones que tomas tú. ¿Te pedí que te hicieras cargo? No me jodas.- Le dije, subiendo las manos a mi cabello. -Igual tuve que enfrentarme sola a esta situación, mirar a la cara al jodido señor Summers y enterarme que tiene videos míos follando con su hijo.-

Cuando comenzó a alzar la voz, yo también lo hice. -No te preocupes, que no volveré a mentirte en nada. ¿Quieres la verdad, la cruda verdad? ¿Por qué toda la gente que te conoce y te quiere te miente y se guarda las cosas? Porque eres una desequilibrada mental y no queremos que te mates. ¿Necesitas más sinceridad que eso?- Espeté, sabiendo que esa no era la manera de decirle las cosas, que debería estar usando un jodido filtro. Que todos los años mintiendo para que no se preocupara por mi, para que no se culpara de las cosas que me ocurrían se estuvieran escapando por el drenaje en ese momento. -Si me vas a enviar a una clínica de rehabilitación, no seas hipócrita e intérnate en un jodido psiquiátrico también. Es más, ¿por qué no empiezas a medicarte de una vez?- Y avanzando, tomándole una vez más de la muñeca, le coloqué la bolsita con la única pastilla que me quedaba en su puño. -La primera es gratis.- Dije.

Tras lo dicho espero la posible respuesta de Mark, no se bien por donde puede salir pero estoy preparado para todo, matarlo ya mismo o devolver una sonrisa y decirle "bienvenido a la familia" pero unos gritos de dos voces que conozco bien captan mi atención. Son Eleanor y Mary, con un gesto de la mano pido disculpa a Mark, aunque quien sabe si es el motivo de la disputa y como sea así lo colgaré, y me voy encaminando a paso ligero hacia la habitación donde están ambas hermanas no sin antes reprender los comentarios.

- O podemos tirarte al lago a ver si tu adorada reina va a salvarte o te enteras de una vez que le importas una mierda, Ginny. - contesto enojado de verdad a la secuaz de Madison, visiblemente enfadado algo que nunca nadie había visto en mí. - Alex, baila tú solo, se te da bien. - vuelvo los ojos en blanco y cuando llego a la puerta entro a ver que coño pasa.

Ya no sé lo que siento, creo que es algo nuevo porque supera la rabia, la tristeza e incluso la impotencia. La sigo escuchando, pero no quiero hacerlo más y mi mente entra en bucle, de la misma manera que aquella vez cuando intenté quitarme la vida y ella me salvó. En mi interior, como una voz disonante se repetía constantemente. 

-No sirves para nadie Eleanor, eres un fracaso... ¿Para que seguir? Te mienten, eres la enferma aquí. Todos sienten lástima por ti, y te engañan. Te engañan Eleanor. 

No soy capaz de quitar aquello, y cierro los ojos mientras sigo escuchando a Mary, hasta que no lo soporto más y recuerdo el consejo de Mark ya no debes hacerte daño a ti, hazlo a otro y bajo esa premisa, es que le doy una fuerte bofetada en la cara a mi hermana, una que está llena de dolor y agonía. Jamás le había levantado la mano a nadie, nunca pensé que la violencia era un medio de encontrar la calma, pero allí estoy. Usándola. 

- Ésta enferma, se va. Muérete. - digo con severidad. - Y no intentes salvarme, no quiero que lo hagas. Voy a desaparecer de tu vida y de la del resto. Así no mienten por mi, así no tienen que cuidarme y compadecerse. Tú, y los demás se pueden ir bien a la mierda. No los necesito, ni a ti. Ni a nadie. - respondo cegada. - Ve a llorarle al hombro de Mark y úsala tú, idiota.- le tira la pastilla. - Que seguro necesitarás ponerte hasta arriba así superas esto, total, a mi no me verás más. SE ACABÓ EL PUTO PROBLEMA CONMIGO. - termino por decir, ya dispuesta a irme de allí. 

¡Plas!

Me quedé atónita, llevando mi mano a la mejilla, con la respiración entrecortada como si acabara de sacarme todo el aire de un sólo golpe. La rabia que había estado subiendo a gran escala, toda la frustración y el dolor se dispersaron en ese instante, dejándome con una sensación de vacío y culpa. Escuché, sin moverme, sin decir nada, sintiendo como la bolsita con la pastilla golpeaba mi frente y caía al suelo. Sólo miraba a Eleanor.

Joder. -Mierda, Ele...- Empecé al ver que se alejaba, y me abracé a su espalda, con fuerza. -No te vayas. Lo siento, no te vayas.- Ni siquiera me di cuenta que la puerta se había abierto y no estábamos solas.

Lo bueno de Seth es que decía y hacía las cosas claras y directas. Al menos con él, fue franco y directo. Mark lo agradecía, es más fácil lidiar con lo que sea si la comunicación es sencilla y clara. Además, se imaginaba por dónde iba a ir la cosa. Y efectivamente, así lo era. El discursito del hermano mayor. Asintió al preludio de la conversación. "Primero su hermana guardiana, ahora su mejor amigo guardián... pareciera que la auténtica reina es Eleanor y no Madison..." Empezaba bien, decía que no se oponía ni nada de eso, que le caía bien, y blablabla. "¿Peeero?" siempre había un pero para estas cosas. No le habría avisado que quería hablar si no hubiera peros. Ah, y ahí iba la amenaza."Heh." sonrió. Mark no se tomó muy en serio la amenaza, no porque pensara que Seth no pudiera cumplirla, sabía que el tío tenía las que hay que tener. Sino sencillamente porque Eleanor Cole era la última persona a la que él haría daño jamás. Se veía que la sonrisilla no le hacía gracia a Seth (con razón), así que decidió ponerse también serio y franco con él, después de todo, Summers le caía bien. "No te preocupes, yo a ella no le haría daño."

Mencionó a Mary también, como si él estuviera jugando a dos bandas o algo. ¿Qué cojones? Aquello sí que le ofendió. Negó con la cabeza y se encogió de hombros. "No sé qué quieres que te diga de Mary, colega. Sé que sabes ya qué asuntos me traigo con ella, no hay nada ahí, no soy tan cabrón como para hacerle a Eleanor o a cualquiera nada de es-"

...Caramba con los gritos.

Mientras termino de subir las escaleras los gritos ya son más claros hasta el punto de poder escuchar a ambas hermanas discutir con claridad, escuchando bien que es lo que se dicen y por un momento alucino con lo que Ele suelta por la boca.

¿Qué mierda está pasando ahí? ¿Será esto por Mark, por Mary... Por mi? 

Un montón de dudas se agolpan en mi cabeza hasta que escucho un silencio precedido por lo que parece un guantazo, claro y contundente. Joooder... Termino por entrar y veo la escena de Mary, pidiendo a Eleanor que no se vaya mientras se abrazaba a ella por la espalda. La cara de Ele no es ni mucho menos la mejor y puedo notar una ira incluso hacia mí, cierro la puerta e intento averiguar que pasa.

- ¿Ele...Mary? ¿Qué coño pasa...? Se os escucha desde toda la casa. - miro a ambas hermanas aun desde la puerta sin saber como reaccionar ni que decir. Solo he escuchado con claridad lo último que han dicho y no entiendo el porqué. - ¿Llorarle al hombro de Mark...? - ¿Acaso el chico me había mentido y sí había algo entre Mary y él? Por un instante una rabia suber por mi espalda hasta la cabeza y casi la escupo pero no es el momento, no ahora, tengo que intentar saber que pasa y ya luego ver que hacemos. 

Cuando Madison supone que me gusta Nathan, dejo salir una pequeña carcajada - mmm, si claro. -digo con un claro tono de sarcasmo, que deja entre ver que eso no era asi- No es mi tipo... Mejor se lo dejo a Tessa. Yo sabia perfectamente como mi compañera de piso estaba perdidamente enamorada del deportistas, y aúnque no podía negar que era un chico increíble, jamas me metería en su territorio.

-​​​​​​Y ¿por qué todos los Gosthface han salido huyendo de aquí? - ya sabía porque estaban las personas disfrazadas, pero aún me quedaba la duda de porque se había ido todos, dejándonos solos a nosotros, los mismos de siempre. 

Ya después de la revelación de Madison sobre qué aun no sabía cuál es el nombre tachado, esbozó una media sonrisa, después de todo tal parecía que ella estaba como su contacto, tenía una lista de nombres pero nada más. 

-El nombre tachado es el último en la lista de los sobrevivientes... Nathan Snider - le aclare para como había dicho ella "aligerarle el trabajo", a mi tampoco me importaba demasiado quien descubriera al asesino, lo que realmente me importaba era que alguien lo hiciera y que ese idiota pagará por todo esto. Y de las mejores candidatas para hacerlo era Madison, ella es millonaria y, aunque muchos quieran negarlo, bastante inteligente. 

Ya una vez llegamos a uno de los baños, me precipito a buscar el alcohol entre los diferentes cajones y gabinetes, al encontrarlo lo saco junto a una bolsa de pequeños algodones, y me quito la parte superior de mi atuendo, quedándome en sujetador, para comprobar los daños en mi espalda viéndome en el espejo. 

-¿Te vas a quedar mirándome? - le pregunto a Madison, mientras comienzan a sonar los gritos de las hermanas Cole en alguna de las habitaciones. -Venga, yo me encargo de desinfectarme todo esto, y tu deberías encargarte de que esas dos no se maten en medio de tu fiesta... O Almenos que no hagan demasiado ruido.- le dedico una pequeña sonrisa, y terminó por cerrar la puerta del baño dejando afuera a Madison. 

Aquel golpe hizo efecto, en Mary quizás para bien, en mi abrió una puerta que dudo la llegue a cerrar algún día. Estaba explorando la violencia, hacia el otro, no hacía mi persona y eso es totalmente gratificante. Una sensación que diferente a todo lo que he vivido, ahora habita en mi. No obstante ante el abrazo de mi hermana desde la espalda, no hago nada, hay frialdad y la mano que me arde muchísimo. 

- Quiero estar sola. - digo, quitando el contacto físico.

Y de repente se abre la puerta, siendo Seth quien se encuentra allí y pese a que siempre me ha dado felicidad su presencia, ahora mismo no es así. Solo lo veo como un obstáculo a sortear, está en la salida a mi encuentro conmigo misma y con la necesidad imperiosa de hacerme daño. 

Aún así, hay cosas que se las voy a echar en cara. 

- ¿Desde cuándo te follas a mi hermana sabiendo que se droga y no has sido capaz de ayudarla o siquiera decirme? Me has decepcionado mucho, como persona, como amigo. Yo no creía que eras capaz de esto ... Pero no digas nada, ya sé... Esta mierda de no decirme nada así no me suicido. ¿No?- pregunto con retórica. 

- Hazte a un lado, quiero irme. No me obligues a hacer algo que no quiero contigo. - amenazo en medio. 

Por la actitud, los gestos y lo que dejo entrever, no estoy para diálogos muy profundos. 

Dejé caer los brazos a los lados, mirando hacia el suelo, impotente. Algo se había roto en ese momento, e iba a ser muy difícil repararlo. Pero aunque quería aferrarme a Eleanor, retenerla para que habláramos esto, ahora que toda la mierda estaba afuera, no iba a frenarla. No podía, no tenía las fuerzas para ello.

Sólo cuando ella mencionó el nombre del recién llegado fue que me fijé en que Seth se encontraba ante la puerta. Me di la vuelta, y me senté en la cama, con los codos en las rodillas, sosteniéndome las sienes. Mirando el suelo. Mirando la bolsita en el suelo. Y sintiendo de nuevo la necesidad, la ansiedad. Sed.

Una tromba de palabras, emociones y dolor llegan hasta mí desde la boca de Eleanor. Puede que merecidas, pero aun así la poca felicidad que ella misma me había dado antes de venir a la fiesta en este día de mierda se esfuman, pierdo un momento la noción del tiempo y el espacio, sintiendo como me hago pequeño ante todo esto, sin saber que decir o hacer y lamentando haberme despertado hoy. Si fuese otra persona me quedaría ahí, hundido asumiendo mi culpa y solo dejando que ella se fuese, pero cuando se trata de Ele siempre intento dar lo mejor de mí, no sé si por miedo a fallarle, por miedo a perderla o que sin querer asumirlo o aceptarlo, mi vida sin ella no tendría el mismo sentido. Doy un paso al frente pero sin dejar la puerta visible, no pienso dejar que se vaya, si quiere puede golpearme, empujarme, o continuar diciendo lo que quiera, pero si puedo hacer algo por ella y por Mary, lo haría.

- Claro que sabía que toma drogas, desde hace tiempo. - reconozco. - Pero desde antes de ayer nunca supe hasta que punto esto era tan jodido para ella, Ele. - es cierto, puede que por ceguera o simplemente despreocupación, porque solo quisiese follar o mil cosas más, nunca presté demasiada atención a esto. - En mi casa lo hablamos, fue cuando descubrí entonces que mi madre toma antidepresivos, no puedo abarcarlo todo. - mi voz no es todo lo firme que deseo pero intenso seguir. - Ese mismo día fue lo del coche, tenía a mi madre enfadada, a mi padre furioso y a ti en un punto intermedio que no sabía como contarte algo así. - intento relajar mi cuerpo pero no puedo. - Fue cuando quise contarte esto, sabía que debías conocer este problema pero te llevé con Mark y no quise joderte tu cita. - ese cita lo digo con cierta rabia, me jode, me jode mucho eso. Entiendo el porqué pero no lo voy a asumir nunca, ella es mi mejor amiga y punto. - Luego pasó lo de Emily y ese día no podía con más cosas.

No quiero excusarme, acepto toda culpa que tenga en esto, pero mierda yo también tengo mis problemas, intento ayudar a la gente con los suyos pero... ¿quién me ayuda a mí? Tengo que ser siempre el chico simpático que adora todo el mundo y que trata a todo el mundo bien, pero no siempre puedo ser así.

- Te ofrecí ayuda, Mary. - digo mirando ahora a la mayor de las Cole. - Te dije que estaría contigo y no mentí, pero estos dos días han sido duros, además estoy enfadado contigo por tantas cosas que has hecho que no te reconozco. - no hay ira en mis palabras, no levanto la voz, estoy abatido y no puedo ni con eso. - Sé que he sido mal amigo contigo aun estando enfadado, que Ele o Emily han tenido mi atención y no he estado por ti, pero joder no puedo con todo y lo siento, pero si debo elegir entre Ele y cualquiera, aunque sea yo mismo, la voy a elegir a ella. - miro de nuevo a Ele y miro sus brazos, esos que ahora veo de otro modo pero no negativo, al revés ha terminado por despertar lo que siento por ella, aun no se centra en mi cabeza lo que es, pero no es solo mi mejor amiga. Pero no importa ahora. - Ele, fue ayer cuando me enteré de tus heridas y... No he parado de pensar en ellas, pero no porque te hagan débil, sino porque yo lo he sido al no darme cuenta de ellas. Si te he ocultado lo de tu hermana no es por miedo a que hagas algo así, no lo sabía. Si te lo he ocultado es porque ella era quien debía contarlo. - mi voz se iba apagando poco a poco y mis ánimos tocaban fondo mientras doy un paso dejando la vía de la puerta libre, me apoyo en la pared y me dejo caer con las rodillas delante mío y ocultando mi rostro entre ellas.

- Antes me has dicho que si soy un superhéroe, que debo estar a todas... No, no lo soy, solo soy alguien que nunca ha sido capaz de decirte que te quiere. Y no puedo más con todo esto... - corto mi voz y el silencio se hace en la habitación hasta que un pequeño llanto se me escapa.

No se me pasa por alto que mi hermana queda en silencio, posiblemente abatida por lo sucedido. Es que a diferencia de ella, he pillado una fuerza interior que me mantiene en pie, fría, distante, ajena de todo lo que alrededor pasa. Por esa razón apretando con fuerza mis manos, con un deseo insuperable de golpear a Seth con lo peor de mi, me detengo sólo para escucharlo mientras en mi interior todo está roto, devastado. 

Das lástima Eleanor. ¿Ves? Allí está, compadecido... Otro más. 

Esa voz me acosa en la mente, igual que en aquel momento cuando me encontraba en el baño con aquel cuchillo. No podía callarla, y creí que era la opción de terminar con todo, desaparecer sin más. ¿Quién echaría de menos a Eleanor Cole? Pues, nadie. Pero eso no sucede, mi hermana me descubre, justo cuando las líneas rojo carmín emanan cuantiosa sangre en las muñecas y ni siquiera sentía dolor, no tanto como el que en mi corazón anidaba. 

Me había salvado, quizás rescatándome de un infierno al que me había sometido por sí sola y aún así, nada tenía sentido en mi vida. Luego sucede aquello otro, ese abuso en el bus y la secuela de terminar por romper una mente que está cansada de agitarse con ideas que no sirve, en su propia toxicidad. Surgió el segundo intento de suicidio, uno que fue interrumpido por mi hermano pequeño. Vaya desastre que soy, ni siquiera he sabido hacerlo. 

Pero al margen de esto, siempre hubo luces en mi vida, una de ellas Seth, otra mi hermana, Mark. Pero ahora en este conflicto que tengo con ellos, donde toda la bronca es mi verdadera convulsión interior, no puedo hacer más que escuchar y desear irme. Desaparecer. Intento alejar mis fantasmas y los demonios que nacen en la mente, mantener la atención puesta en sus palabras y así razonar. Aún así, no puedo. 

- Gracias por ser el mejor amigo que he tenido en mi vida, por estar, por protegerme, por interesarte en mi. Gracias Seth. - digo como si se tratase de una despedida. - Siempre fuiste una persona especial para mi, y ojalá, alguien pueda darte todo lo que te mereces. Eres mi persona favorita, pese a todo... No te culpo, sé que jamás harías algo para dañarme, aún así, estoy rota y enferma. 

Ante esas primeras palabras, no me pasa por alto que me deja el acceso libre, momento en el cual avanzo hacia la salida pero su confesión detiene mis pasos. ¿Me está diciendo que me quiere? ¿En ese sentido? ¿En el sentido que entiendo?  Me pregunto, sin entender y mi cabeza da vueltas. Muchas vueltas. No obstante quería abrazarlo, consolar y mermar su dolor, quería decirle que yo estaría siempre para él, pero no puedo... Si quiero cumplir mi objetivo, eso no me lo puedo permitir. Hoy no. 

- Siempre existirán los recuerdos, aquellos que juntos... tenemos. - termino por decir, decidida a irme. 

No hice movimiento alguno para intervenir, para comentar nada, aún cuando lo escuchaba todo. Y escuché, por supuesto. Eres tonta Lizz, absolutamente tonta. No había contado a Eleanor de lo mío con Seth porque pensaba que Ele estaba enamorada de él. Ahora resultaba que no era así, que ella quería a Mark. Pero, ¡Oh, sorpresa! Seth ahora si la quiere a ella. Era estúpido, era irónico. Una total y absoluta mierda.

Y debí sospecharlo desde mucho tiempo atrás. ¿Acaso no andaba él como un perrito faldero tras mi hermana? ¿No la anteponía a ella primero, no eran inseparables? Entonces qué, ¿me follaba imaginando que a quién se cogía era a Eleanor? Joder. Levanté la mirada lo justo para verlo derrumbarse, el incansable Seth Summers que ahora tenía que admitir que ni él mismo podía con todo.

Me quedé mirándolos a ambos, en silencio.

Pese a que no terminaba de confiar en ella, la "rumi", me quedé contenta por su respuesta; con eso ya tenía suficiente. Pero la fiesta no iba a dejar indiferente a nadie, por lo que se veía. Los gritos de arriba simulando a los de unos cochinillos agonizantes, provenientes de las hermanitas tétricas, sonaron por toda mi cabaña.

Aunque al parecer había más de uno subido a una nube ficticia. ¿De verdad creía Emily que la iba a curar? Pero si la única “ciencia” que conocía era la ciencia ficción (no la de salud).

Ignoré que cerrara la puerta y me fui de allí.