Son las historias de siempre, magos puros que encandilan a magas jóvenes y puras; pero que a la hora de hacerse cargo de una responsabilidad huyen cual ratas del barco. Y tus ancestros ¿también conocen de esas historias o son mas cautos y las olvidan?(en un tono suave y sin acritud)Y hablando de todo un poco ¿tus padres que hacen?
Mientras anota y dirige una mirada confidente a Nayru como si fuera un amigo mas que participa en la conversación, toma unas notas y acaricia a Basttet.
La sonrisa se me borra de la cara. Luego respondo:
- Mi padres trabajan en el Ministerio de la Magia, no te puedo decir su cargo, es un cargo confidencial.
Dejo de mirar a Ramiro y miro el paisaje con un rostro nostálgico.
Perdón no pretendía importunarte, no te preocupes se que es lo confidencial. Y que no puedan atenderte por una "Emergencia".
Toma unas notas mientras Gabriel mira el paisaje y trata de ver que oculta el echo de no mencionar a su madre... Es curioso como uno habla de las cosas que echa en falta y no de las cuales a podido disfrutar.
Por problemas personales, dos alumnos no pudieron ir a Sorgintasun el día indicado... así que el lunes, a las doce del mediodía... un coche viejo, pequeño y destartalado pasó a buscar a los chicos por la estación de trenes de Tortosa.
Pero cuando entrásteis dentro del coche, pudísteis ver que era casi como una limusina de largo, espaciosa, y cómoda. Increíble. Además, en su interior había dos chicas y tres chicos.
Conducía un hombre con una túnica de colores lilas y rosa chicle. Os miró divertido y sonrió.
¡¡¡Prrimerra parrada!!! ¡¡¡Zubid amigos míos!!!
Para mirar las descripciones:
Chicas: Mónica Fernández, Natalia Ruiz
Chicos: Gabriel Fernández, Ramiro Villa Lobos, Rogelio Menéndez.
El hombre parece hablar con algo o alguien a través de un micrófono de rádio, se descojona y empieza a descender, bajando en picado hacia la tierra... desde vuestra perspectiva parece que vayáis a chocar contra el suelo, pero en el último momento, hace una maniobra y os dejáis caer al suelo con total suavidad.
¡¡¡Prrimerra parrada!!! ¡¡¡Zubid amigos míos!!! - dos chicos más entran dentro del vehículo, algo confusos por el cambio de aparencia del vehículo.
Después de que los chicos suban, el coche vuelve a enlairarse después de pisar el acelerador por una recta... una vez más, el estómago os da un giro, y antes de que podáis hablar de nuevo, el hombre exclama:
¡¡¡Ya llegaaaamoz!!! ¡¡¡Zorrgintazun!!! - en vuestros relojes marca las 12 y cuarto (12.15) del mediodía, no pensábais que llegaríais tan temprano, pero al fin y al cabo, aun os tenéis que poner el sombrero seleccionador...
Y cuando miráis enfrente... podéis ver el imperioso castillo.
Para mirar las descripciones:
Carlos Riera Ordonez
Raúl Ramos
Podéis postear, la idea es que os dejemos preparados para poder seguir mañana, que es día 8
Wohaaa!! -exclama Raúl con una sonrisa enorme al ver el enorme castillo delante suyo. Sin borrar la sonrisa de su rostro, empieza a pensar en como será todo esto tan nuevo. Siendo hijo de muggles, Raúl nunca se relacionó con el mundo mágico hasta que le llegó la carta de Sorgintasun. A partir de allí fue donde descubrió la verdad de ese mundo. Se quedó anonadado. No deseaba nada mas que llegara ese día, y ese día llegó. Por desgracia, tuvo problemas por llegar con el barco oficial, pero hoy ya estaba allí, y estaría dispuesto a darlo todo. Aunque aún tenía que comprar todo su material, pero como es bien sabido, en el castillo lo proveerán. Así que Raúl no podía estar más nervioso.
Bueno chicos... Encantado de conoceros, me llamo Raúl Ramos y soy de Barcelona. -se presenta con amabilidad a sus compañeros- Y vosotros?
Ramiro, un placer caballero, por lo que veo sera un curso muy entretenido
Sonrrie mientras le estrecha la mano y mira a los demas.
Divertido Muy divertido
Es tan grande como mis padres me han dicho... me pregunto si será tan divertido como me han contado. Me acomodo en el asiento mientras comienzo a mirar a mis compañeros. Es extraño la cantidad de gente nueva que uno puede conocer en un medio de transporte. El conductor no para de cantar una cancioncilla pegadiza, mientras que los que viajan conmigo se ponen a presentarse unos a otros.
- Hola Raul -, digo con tono solemne, haciendome el gracioso. - Mi nombre es Carlos y soy de Alicante. -
Los aros de Quiddicht aparecen en mi campo de visión un poco después del castillo. ¿Cuántos alumnos jugarán al Quiddicht? Hace mucho que no practico ese deporte, espero que podamos formar un buen equipo.
Raúl acepta el apretón de manos de Ramiro y asiente ante la presentación de Carlos. Entonces se fija en lo mismo que él, los extraños aros que hay en medio de una zona libre de vegetación. Que será eso? -se pregunta, aunque sabe que si tiene la más mínima relación con la magia no sabrá que es- Parecen canastas de baloncesto, aunque a ver quien llega a ellas!
Aunque en su cara no se ve ni un gesto de sorpresa no puede negarse que ese castillo le parecía realmente enorme.
Se coloca el pelo que el viento le había descolocado sensualmente detrás de la oreja y se dirige a los nuevos.
Soy Natalia Ruiz, de Castilla y León. Un placer ver a tantos chicos por aquí. Dice suavizando el tono.
- Hola Natalia... ¿cómo estás? -, le digo con una sonrisa.
- Raul... a ti... ¿te gusta el Quiddicht? -
-Quiddicht no se, a mi desde muy pequeño no se me da bien, a ver si el tiempo me a mejorado. Le dice guiñándole un ojo.
Esto es interesante a ver que tal es el profesorado, Me gusta el colegio nuevo me encantan las torres y sobre todo el tiempo que pasare investigando, De pronto se le pone una sonrisa picarona en los labios.
Em... Quittidch? Pues la verdad es que no se que es... -le contesta, rascándose la nuca y con una sonrisa de disculpa en sus labios- Soy hijo de... Muggles era? Si, y no se mucho relacionado con el mundo mágico... -entonces un súbito pensamiento cruza su mente- Eso del Quittidch se juega con esta especie de canastas tan altas?
-El Quittidch se juega con escobas voladoras y consiste en meter un balón por esos aros de ahí, había mas cosas como una pelotita de pin pon dorada con alas pero no recuerdo para que valía.
Le va contando mientras hace gestos con las manos para ambientar la narración.
- Pues a mi me gusta mucho el Quiddicht... espero que en la escuela se forme un equipo para poder demostrar una de las pocas cosas que se me dan bien. -, digo con una sonrisa a mis compañeros.
"Quiddicht?, parece un juego interesante. se permitirán las apuestas?"
La velocidad con la que se mueve el transporte hace mas divertido el paisaje. como siempre parezco ensimismado, pero estoy escuchando cada una de las conversaciones de mis nuevo compañeros.
"seguro que habra problemas entre los que somos hijos de muggles y los que son "de sangre pura". algunos aquí tienen porte de ser deportistas y otros tienen conocimientos mágicos. sera muy difícil encajar, ya que esas son mis falencias."
Escobas voladoras? Lo que me faltaba por ver... -susurra Raúl al recordar los cuentos que su vecina Guadalupe le contaba sobre brujas cuando era pequeño- Parece que es verdad!
En mi caso, Carlos, dudo que sirviera de mucho en el... Como era... Quittidch -sigue sin pronunciarlo bien- Aunque seguro que es un deporte digno de ver, no como los típicos de los muggles donde los jugadores van lanzándose o persiguiendo pelotas todo el rato.
Al fin llegáis a la escuela, un prefecto de Hufflepuff os guía rápidamente hacia una aula vacía, os hace sentar. Traen un Sombrero viejo, el cual abre una ranura y esboza una sonrisa, o lo que parece una sonrisa.
¡Alumnos nuevos! Bien... bien... vamos a ver en que casa están...
Aparecen los otros tres prefectos de las otras casas, y os ponen el sombrero seleccionador a cada uno de vosotros, siendo ya elegidos. Os traen la comida y os ruegan que os quedéis allí... porque ha habido problemas en el castillo y ahora no pueden presentarlos ante la escuela.
Os encierran al aula, y hasta dos horas después no aparece de nuevo la prefecta de Ravenclaw, diciéndoos que la acompañéis al Gran Comedor.
Sentimos que sea así, pero es para ir rápido.
Sigo a la prefecta de Ravenclaw, pero presentándome igualmente. Les presento sin mirarles miro hacia el frente siguiendo a la prefecta.
-Buenas, mi nombre es Gabriel Fernández, encantado. Raúl, eres hijo de muggles, no siento odio por los sangre impura, pero dudo mucho que llegues lejos como mago.
El tono de Gabriel era algo amabable, pero igualmente causaba algo de intimidación oírle esa frase.
Gabriel, léete el Gran Comedor, hay un post del director a día 09/09/2008 a las 19.22 que dice:
Cita:
En un lado del Gran Comedor hay siete taburetes con siete desconocidos alumnos sentados, los cuales llevan el uniforme ya de colores. Dos chicos y una chica Gryffindor, dos chicos Hufflepuff y un chico una chica Slytherin.
Tienes que leerte a partir de aquí y postear en el Gran Comedor para saber qué quieres hacer; la mayoría de Slytherin, también Natalia Ruiz (la cual iba contigo al coche) están al Jardín de Poniente.