En el interior del camarote, un aterrado Jonathan Kern deja caer las probetas que sosteía en las manos, ante un improvisado banco de trabajo que había ido transladado hasta aquí con piezas sustraídas del laboratorio de la nave...
- ¡AAAHHHhhh! -grita asustado- N-No... No me hagas daño, p-por favor, no me mates...
Su rostro desencajado contempla a Vickers como si fuera el mismísimo angel exterminador. Y gimotea lloroso:
- N-no soy nada para tí, menos que una hormiga, no tienes por qué hacerlo...
- Kern... Jonathan... . comence a decir, al ver que la puerta estaba bloqueada- ¿Qué demonios está haciendo ahí dentro? ¡Abra la puerta inmediatamente, maldita sea! - exclamé, con un tono de queja casi pueril, acabando por asentir, apartándome cuando Venus me indico que así lo hiciera. No es que yo hubiera tenido algún tipo de problema en echar abajo aquella puerta, haciendo gala de mi incomparable fuerza... pero si Venus se ofrecia... ¿quién era yo para negarme? Hacerlo, desde luego, habría sido una actitud de lo mas machista... Y yo odiaba el machismo.
La cuestión fue que, en cuanto Venus abrio aquella puerta, me encontré con la imagen de un patetico Kern dejando caer probetas al suelo, mientras realizaba... Bueno, ¿que estaba haciendo exactamente? En fin... a saber qué, en nuestro camarote.
-Kern, ¿pero qué cree que esta haciendo aquí? ¿Y qué es todo esto? ¿No tenemos un laboratorio para estas cosas? - dije, señalando a mi alrededor, al tiempo que me interponia entre Venus y el. No porque pensara que Venus fuera a atacarlo, sino porque sabía cuan cobarde era mi colega de profesión y suponía que así se quedaría mas tranquilo- ¿Y que tonteria es esa? V... Meredith no va a atacarle, desde luego... -dije, mientras indicaba a Venus con un gesto que terminara de pasar y cerrara la puerta a su espalda. O bueno, que recolocase el panel, si es que todavía podría hacerse tal como lo ha dejado.
A saber qué se traia entre manos ahora...
Como imaginaba, no me costó abrir la puerta. Lo que no esperaba era ver al doctor Kern ahí, casi en un estado infantil de miedo incontrolado. Me aguante una ligera sonrisa cuando le escuché decir que no le matara. Que era menos que una hormiga para mí.
Lo cual me hizo pensar. Estaba asustado. Pero no parecía demasiado extrañado por mi demostración.
Entonces mi hermoso caballero andante se interpuso entre Kern y yo. Callé mientras éste le exponía nuestras lógicas dudas.
- Claro que no voy a atacarle. ¿Como podría? Solo soy una humilde secretaria...
Sonreí de manera inocente, y me acerqué a la puerta cuando McKay me indicó que la cerrara. La agarré y sin esfuerzo la volví a colocar en su sitio.
- Hubo un pico de tensión, lo que provoco que la puerta se saliera de su sitio. Y el que pueda volver a colocarla ahora es gracias a la explosión de adrenalina. Todo esta en la Holored. Hay multitud de casos documentados. ¿Nos entendemos? ¿Verdad?
Y ahí si, mi mirada se volvió fría e insensible. Glacial.
- Así que ahora responda a mi quer... A Rodney. -exigí- Y por cierto... no le he visto muy sorprendido por mi súbito descontrol de adrenalina. ¿Por que?
Mi lenguaje corporal dejaba claro mi estado, serio y frio. No estaba de para bromas, ni para perder el tiempo. Y si el buen doctor sabía algo más, haría bien en comunicarlo. Quería saberlo.
Kern suspira, algo aliviado al comprobar que McKay se interpone y que la mujer se detiene para hablarle. En lugar de hacerle cualquier otra cosa infinitamente más desagradable, como arrancarle los brazos y la cabeza. Sin embargo, no puede evitar exclamarse...
- ¿Una humilde secretaria? -se le escapa casi sin darse cuenta- Oh, vamos, soy genetista y he estado estudiando una muestra de su ADN... que no sé cómo demonios llegó a las manos de Rodney...
Dedica una mirada implorante a éste, y titubea, como si estuviese repasando mentalmente lo que debería decir ahora mismo. Pero es evidente que está haciendo justo lo que McKay le pidió que hiciera, y Vickers estaba presente... así que no ha sido a sus espaldas, ella misma debía estar conforme con que examinase esa muestra.
No tiene por qué matarles a los dos para mantener el secreto. O al menos eso espera.
- E-eso que me han mandado analizar, la muestra de sus tejidos... -señala hacia el equipo que había sustraido del labotatorio para traerlo a su camarote compartido- En cuanto empecé a revisarlo por encima me dí cuenta de que no era un encargo normal... quiero decir, ese nivel de manipulación genética... está a años luz de todo lo que yo he hecho nunca, a la ciencia que yo conozco le faltan décadas para conseguir nada remotamente parecido...
El enamorado de la genética vuelve a aflorar a la superficie. Aunque parece tan entusiasmado como aterrado.
- Como comprenderás, Rodney, no podía seguir trabajando en el laboratorio, allí hay cámaras, todo queda registrado, incluso se realizan grabaciones de seguridad periódicas que quedan almacenadas en la CPU central de la nave, es el protocolo estandar...
Así que decidió montarse un pequeño laboratorio privado por su cuenta. Tiene sentido.
- Pero lo que he visto ahí... es usted asombrosa, señorita Vickers -exclama sin poder controlarse- Pero la cosa va mucho más allá... lo que hay en el fondo supera todo lo que se ve en superficie. Eso de haber utilizado aminoácidos dextrógiros, la secuenciación específica de intrones y extrones... me costó entenderlo al principio, pero al final acabé dándome cuenta de la verdad. Usted no es humana. No del todo quiero decir, por favor, no se ofenda... -matiza alzando una mano a modo de disculpa- No han partido sólo de ADN humano para diseñarla. Ahí hay cosas muy distintas. Material genético alienígena.
Sus diminutos ojillos porcinos se abren desmesuradamente, con las pupilas muy dilatadas. Es como si estuviese contemplando el santo grial, una quimera. El sueño demente y húmedo de un genetista.
A aquellas alturas no tenia claro qué era más surrealista: si los intentos de Venus por parecer "normal" o los de Kern por demostrar una entereza que, desde luego, no tenia. Suspiré, negando, mirándolos alternativamente.
-Vamos a calmarnos todos. - dije entonces, acompañando aquellas palabras con un gesto de mis manos, al tiempo que dejaba escapar un nuevo y largo suspiro- Por partes. V... Vickers. No se preocupe. Fue al doctor Kern a quien le confie su muestra de ADN. Está al tanto de... todo a estas alturas, supongo... - dije, en primer lugar, antes de escuchar las explicaciones de Kern, girándome hacia él entonces- Y usted, Kern. No se asuste, demonios. Vickers no va a hacerle ningun d... - me detuve entonces, volviéndome subitamente hacia Venus, con el rostro desencajado en una mueca de sorpresa. Y no es que me hubiera sorprendido el hecho de que hubiera vuelto a colocar aquella puerta sin esfuerzo alguno. Vamos, que ni se habia despeinado. Lo que realmente me sorprendó fueron las palabras de Kern, lo que me hizo fruncir ligeramente el ceño, mirando a la rubia de nuevo- Espere... ¿Qué? - dije, sacudiendo la cabeza, incredulo. ¿Qué significaba aquello de sangre "alienigena"?
-Jonathan. ¿Le importaria explicarse un pelin mejor? ¿Qué demonios entiende usted por sangre "alienigena"? - dije, intentando que fuera algo mas exacto en sus explicaciones, girándome entonces hacia Venus, con aire confuso- Tú... ¿Tú sabías algo de esto? - le pregunte, con aire pensativo, para ver hasta que punto Vickers podia tener una idea de lo que teniamos entre manos, mientras me acercaba al equipo de Kern para ver su trabajo y echar un ojo a sus resultados. Despues de todo, si era cierto que estabamos ante un hito cientifico tan importante... ¿Qué menos que comprobar con mis propios ojos de que estabamos hablando?
Me encogí de hombros con dulzura cuando puso en duda que era una humilde secretaria.
Mire a Rodney- Estoy calmada. - Y sonreí de una manera que reflejaba que nunca hubiera roto un plato.
Cuando el gordito calvo empezó a decir lo especial que era. No pude evitar sentir una punzada de orgullo en mi pecho. Era un monstruo, pero era perfecta, como bien me decía el Doctor Shmidt. Mi creador era un cerdo al que no dudaría en matar de la forma mas horrible posible, pero lo que no se podía negar es que era un genio en su trabajo. Para su desgracia, el día que le pusiera en las manos encima descubriría que yo alcanzaba la perfección en el mío.
- Claro que no. Puede estar tranquilo Doctor Kern. Los amigos de McKay son mis amigos. -comenté tranquilamente mientras me giraba después de haber colocado la puerta- Como he dicho, adrenalina.
- Bien entiendo que haya venido a trabajar a un entorno mas controlado. Lo celebro.
Sonreí cuando me dijo que no me ofendiera- Buen Doctor. Hay pocas cosas que puedan ofenderme. Tranquilo. -suspiré cuando Rodney me pregunto si sabia algo de eso- A ciencia cierta... no. Aunque lo intuía. En Olduvai se escuchan rumores. De artefactos no hechos por el hombre. Pero es un centro tecnológico tan importante que la gente normal puede confundir avanzada tecnología con algo extraterrestre o no humano. Si viajara al pasado a la antigua Roma. Sin duda podría ser adorada como una Diosa. Como una Venus -y una sonría cruzo mi rostro, en referencia a una broma que Rodney entendería- ¿Te acuerdas de cuando te hable de Lucy? Su cuerpo no era totalmente humano. Si, es cierto que era humanoide, en general antropomórfica, pero había también... partes que no lo eran. Y Shmidt siempre decía que era como mi madre, mi antecesora. La parte humana la puso él. Y si tengo ADN extraterrestre, imagino que es porque Lucy lo era. O fue generada en base a un ADN extraterrestre. Si bien me consta que no soy la primera, soy la primera que salio bien. Pero hubo seis fracasos antes que yo.
- Sé que tengo veinticuatro pares de cromosomas. Dos mas que los humanos normales. Por lo que sé, esos dos pares adicionales me hacen super fuerte, resistente, rápida, tener un factor de regeneración avanzado... y un sinfín mas de aptitudes que me hacen tan especial. Y hasta donde sé, no puedo enfermar. Nunca lo he hecho al menos. Shmidt dijo que era un puente entre dos razas.
Mire a Doctor Kerm.
- Si necesita alguna otra muestra, del tipo que sea, no dude en pedírmela. Tengo mucho interés en descubrir mi origen completo. Del mismo modo, si tiene preguntas intentare responderlas.
Voy a matarte cuando acabes, por lo que pregunta y que tus últimos momentos de vida te sean placenteros.
Sin duda Rodney no aprobaría lo que iba a hacerle al Doctor Kern. Pero yo no confiaba en él. Era un científico. La mayoría venderían a su madre por conocimiento, y me temía que el asustadizo Jonathan Kern no era diferente.
En algún momento puede que reuniera algo de valor y contara mi secreto. Y eso no podía permitirlo.
Post privado. Que no se si Kern es un pj. Y no creo que le agrade saber que planeo matarlo XD
Supongo que aunque estamos en el pasillo cuenta que estamos dentro. ¿verdad?
EDITADO: Ya que la parte "sensible" se limita al último párrafo, he preferido ponerlo en un segundo mensaje, sin repetir el resto de la entrada. Y sí, por supuesto estáis en el camarote de los oficiales, reconvertido en el de los científicos, no en medio del pasillo. Continuamos aquí la escena por simple cuestión de comodidad.
Kern parece superado por las circunstancias, ya había descubierto o intuido mucho de lo que se está revelando ahora, pero que le sea confirmado abiertamente... en un momento determinado empieza a hiperventilar y extrae un ihnalador del bolsillo de su bata de laboratorio para llevárselo a la boca y realizar una profunda inspiración. Luego, cuando ha recuperado el aliento, empieza a hablar:
- Esto es increíble. Alucinante. Lo cambia todo. Todo. -se da cuenta de que Rodney está echando una ojeada a sus resultados por encima del hombro y se gira para enseñárselo él mismo- Fíjate, los datos son inequívocos, pero la fracción netamente alienígena no se limita sólo a dos cromosomas, está repartida por todas partes, hay intrones humanos intercalados que lo delimitan con bastante claridad, se ve que los han usado para dar cabida a los fragmentos xeno, como si fueran el molde para que todo lo demás quede integrado... ¿lo vés? Mira esta secuencia... aquí y aquí...
La jerga científica es muy difícil de seguir para cualquiera que no fuera un genetista avezado, pero por supuesto Kern no se da cuenta y prosigue con su pormenorizado listado de detalles técnicos durante varios minutos... hasta que de pronto parece caer en algo lo bastante relevante como para sacarle de su ensimismada perorata.
- Pero es lo que os decía al principio, este descubrimiento, esta prueba viviente, implica dos cosas que cambian completamente y para siempre nuestra concepción del mundo -se pone solemne y alza el índice- Primero, confirma que existe vida extraterrestre en la galaxia: definitivamente, no estamos solos... -entonces añade un segundo dedo y añade con voz temblorosa- Segundo, las grandes corporaciones hace mucho que lo saben, pues han estado trabajando con todo esto desde hace años... y lo han mantenido siempre en secreto.
Escuché los dos alegatos, el de Venus y el de Kern, en absoluto silencio, algo poco comun en mi, desde luego. Tan solo esbocé una pequeña sonrisa cuando Venus hizo alusión a mi símil olímpico para explicar su naturaleza. Desde luego, estaba claro que no había estado tan descaminado al dedicarle aquél apelativo a la rubia. No solo era rubia, atractiva, guapa, sublime... era perfecta. Sencillamente perfecta. En todos los sentidos. ¡Y se habia fijado en mí! Desde luego, estaba claro que razones no le faltaban. Y ya no estaba hablando de mi encantador y atractivo físico, poco común entre los científicos de mi especie. Estaba claro que Venus sabía donde buscar un intelecto sin igual... y que para la mejor solo habia una opción posible: el mejor.
Vale, aquel subidon de ego me habia desviado durante unos instantes del tema principal que era todo lo que subyacia tras la perfeccion de Vickers, pero... ¿Quién no se regodearía durante algunos segundos en tan sublime descubrimiento? El caso es que, cuando me di cuenta de que mi cabeza había volado lejos de aquellos papeles y todas aquellas secuencias geneticas, carraspeé ligeramente, volviendo a centrarme en lo segundo realmente importante en un momento como aquel: lo que aquello implicaba.
- Vamos, que llevan años mitiéndonos. Y, por si fuera poco, nos han traído aquí sin contarnos nada de todo esto, ¿esperando qué? ¿De verdad pensaban que alguien como yo no los acabaría descubriendo? - dije, sacando obviamente a Kern de la ecuacion. Todo el mundo sabia que si aquel hombrecillo habia descubierto algo habia sido solo gracias a mi ingenio y a desde luego aquella muestra que yo le habia proporcionado. En otras palabras, él solo habia sido... la mano de obra. - Así que tenemos, como mínimo, dos personas entre nosotros con ese ADN alienigena que, dicho sea de paso, tampoco tenemos demasiado claro de dónde ha salido, ni qué implicaciones conlleva. Perfecto. - dije, pasandome una mano por la sien, con aire pensativo. - Sin embargo, la parte positiva de todo esto es que jugamos con ventaja. Y creo que sé de alguien que se alegrará de saber esto y que, además, puede ayudarnos a poner las cartas sobre la mesa. - dije, mirando a Venus, a sabiendas de que ella sabía perfectamente a qué hombrecillo me estaba refiriendo.
-Muchas gracias por su aportación, doctor Kern. - dije entonces, dándole a entender que su trabajo, de momento, había concluido- Ni que decir tiene que nadie, absolutamente nadie, debe saber nada sobre esto. Tengo la sensación de que nos estamos jugando, literalmente, la vida con este descubrimiento. Asi que sera mejor que seamos todo lo discretos que podamos a este respecto. - dije, terminando de procesar en mi mente toda aquella información, que más tarde analizaría meticulosamente- Siga trabajando en estas muestras, y díganos todo lo que pueda sobre Vickers. Necesitamos saber más sobre su origen, sobre sus progenitores y sobre el motivo de todo esto. La información es poder y necesitamos la maxima posible para combatir a las corporaciones. En cuanto tenga algo, lo que sea, no dude en avisarme. Yo... ahora tengo algo que hacer. - dije, mirando a Venus, con una expresión que dejaba claro que no iba a hacerlo sin ella.
- Señorita Vickers... ¿Sería tan amable de acompañarme? Tenemos que hacer una visita... -dije, cogiendo algunos de los documentos y anotaciones de Kern- Luego le devuelvo esto. Ahora me va a hacer falta. - dije entonces, guardándolo todo cuidadosamente en el interior de mi chaqueta, antes de girarme hacia la puerta- Vamos, pequeña, tenemos mucho trabajo por delante. -dije a Vickers, con una media sonrisa satisfecha, a pesar del descubrimiento que acababamos de hacer. No era ya que aquello fuera tan alucinante como peligroso. Ni siquiera que cambiara todo lo que conociamos hasta el momento, que lo hacía. Había una cuestión más: tenia la sensación de que, con aquella información en mi poder ahora, por primera vez, podia jugar con algo de ventaja en todo aquel asunto.
Pues si no no hay nada mas, salgo con Vickers a buscar a Bester :D
Kern se queda balbuceando anonadado...
- ¿Cómo que un mínimo de dos personas con ese ADN?
Mire a Kern, algo descolocado ante su pregunta...
- Bueno, ella acaba de decir que Lucy era como su "madre" y que posiblemente, sea el origen de ese ADN extraterrestre. Eso hace que haya Dos personas con ese ADN... que sepamos, al menos... - expliqué, mirando a Venus, como esperando una confirmacion por su parte a lo que acababa de decir.
Miré a Rodney con dulzura cuando dijo que las corporaciones llevaban años mintiendo.
- Y cosas muchos peores querido. -aunque mi cara se oscureció cuando dijo que cómo pensaban que el no podría descubrirlo- Lo problemático seria que te hubiera querido reclutar. Y lo extraño es que no lo hayan intentado.
Sonreí cuando dijo lo del hombrecillo- Sin duda le gustara.
Y entonces miré al Doctor Kern- Sí por favor, siga trabajando igual de bien que hasta ahora.
Entonces Kern pregunto otra cosa. Se interesó por el número de sujetos que compartían sus características.
- Dos, o incluso podrían ser más. Yo fui la primera en la que obtuvieron la perfección. Pero puede que después de mí hicieran mas. Pero ya hablaremos después, Kern.
Y salí con Rodney.
Cuando salía con mi querido Doctor, me acerqué a él para hablar lo mas en privado posible.
- Hay algo que, llegados a este punto, seria bueno recordarte querido... tengo insertado en el cráneo un dispositivo de... ¿cómo llamarlo? ¿desconexión remota? Cuando lo activan con un mando a distancia codificado, todas mis funciones neuromusculares quedan anuladas. No puedo mover ni un músculo. Obviamente, las funciones vegetativas siguen funcionando. Respiración, circulación, etc. Pero me quedo apagada, por así decirlo. Indefensa. Aunque mis percepciones no se anulan, puedo sentirlo todo... todo.
Guardo silencio, porque son recuerdos demasiado desagradables para recrearme en describirlos.
- Determinados altos directivos de la Weltherrschaft Korporatsiya están en posesión de un mando de esos. Suponen la forma de controlarme con total seguridad, por si decidiese no obedecer sus órdenes de forma plenamente satisfactoria -es el término más adecuado para indicarlo- Me consta que la consejera Wray tiene uno. Creo que debemos encontrarlo o anularlo antes que nada. Aunque claro, supongo que ese artefacto tendrá un frecuencia específica. ¿Tal vez podríamos rastrearla, o inhibirla?
Cuando las luces se apagaron, reacciono por instinto, apartando a McKay de la zona donde estábamos y pegándome a una pared. Muchos asesinos actuaban así. Un apagón en luces y un disparo rápido aprovechándose de un equipo caro.
Gracias a mis mejoras genéticas podía ver mejor que la mayoría con muy poca luz, pero no era que tuviera visión nocturna.
Cuando las luces volvieron me preocupe aún mas.
- Esto no es normal Rodney. Deberíamos de ir a puente a comprobar qué esta pasando. Una nave militar tiene suficientes sistemas de apoyo para que no ocurra una desconexión total como esta.
Y aun tenemos que hacer algo con este implante.
Los problemas nunca venían de uno en uno.