Partida Rol por web

Me alegro que te gustara :D

Ya está pasado, ahora a esperar!

(Hay ganas, todo tiene muy buena pinta, y todo el trasfondo te lo estas trabajando muchisimo ¡felicidades!)

Me gustan bastante las premisas que planteas, te dejo por aquí algunas ideas sueltas para el personaje, a ver si te parece que tiene sentido desarrollarlas en una historia/trasfondo. Son ideas peregrinas, y lo bueno que tienen es que son fácilmente cambiables/suprimible/adaptables, así que siéntete libre de meter toda la mano que quieras.

- Ideas sobre el pasado del personaje: Shelly Godfrey (guiño, guiño).

Coincidió en el programa de formación a cargo de la Weiland-Yuntai con otra joven promesa dentro del campo de la inteligencia artificial, la doctora Shelly Godfrey, quien venía no de las ingenierías informáticas, si no del campo de la neurociencia. Al principio las relaciones entre ambos fueron abiertamente hostiles, dada la competitividad reinante en el ambiente. Sin embargo, con el paso del tiempo fueron acercando posiciones (literal y figuradamente) y empezaron a colaborar en algunos proyectos. Pocos de estos proyectos se llevaron a la práctica, ya que los intereses entre ambos científicos se fueron distanciando con el paso del tiempo. Discrepancias que aumentaron las tensiones en la pareja hasta hacerlas prácticamente irreconciliables. Shelly terminó en la empresa cuyos estudios había financiado, alcanzando gran prestigio y renombre dentro de ella; y Gaius terminó trabajando para distintos proyectos del gobierno de ONUG, ganando algo más de visibilidad mediática (inflando su ego, vamos).

El dispositivo que ahora lleva el doctor Baltar implantado fue uno de esos proyectos compartidos con la doctora Godfrey. Una idea que en su momento les fue imposible llevar a cabo que Gaius ha terminado desarrollando por su cuenta hasta que finalmente completó (y se implantó) el primer prototipo.

- Ideas sobre el dispositivo implantado: prestaciones adicionales

Al principio los programas y líneas de código eran extremadamente sencillas. Códigos de usar y tirar, para un problema o una travesura concreta, nada importante. Con el paso de las semanas Gaius fue refinando los programas y haciéndolos más generales, de modo que cambiando los parámetros de entrada del programa el código se adapta a una situación concreta (abrir una puerta de un tipo u otro, conectarse a una red encriptada con éste o aquel algoritmo,…). Con el paso del tiempo la cantidad de programas se volvió abrumadora, así que empezó a trabajar en un sistema clasificador, que le permitiese indexar y recuperar los programas a medida que los necesitase. Y después le añadió nuevas rutinas para buscar y recuperar información de la web. Y así, poco a poco, el bibliotecario fue ganando peso como una interfaz a la que acudir para agilizar el almacenaje y recuperación de información. Recientemente le ha añadido un módulo de aprendizaje, de modo que es el propio bibliotecario (el sistema indexador) el que crea nuevas categorías en las que incluir los programas o incluso nuevos hipervícnulos entre los mismos, lo que le permite saltar a Gaius rápidamente de uno a otro en función de sus necesidades.

Ahora trabaja en sus ratos libres en perfeccionar y optimizar las funciones del bibliotecario (al que llama cariñosamente Seis, y hasta le ha puesto rasgos de personalidad –y por qué no, de apariencia- marcadamente femeninos). ¿Qué hay de malo en recrear a la mujer perfecta en tu propio dispositivo? Se parece mucho a los programas de los replicantes, pero es capaz de aprender, catalogar y crear nuevos caminos o nexos para la información que Gaius va tratando y almacenando en el dispositivo.  

Iré añadiendo más cosas según se me vayan ocurriendo. ¿Para cuándo te gustaría contar con una historia/trasfondo bien detallado? Por irme organizando, más que nada ;D

Iré añadiendo más cosas según se me vayan ocurriendo. ¿Para cuándo te gustaría contar con una historia/trasfondo bien detallado? Por irme organizando, más que nada ;D

Magníficas ideas!!!

Aprobadas todas las propuestas, veo que tienes bastante clara la aproximación que quieres darle al PJ... y lo menos que puede hacer el Director de Juego es felicitarse... y aportar su granito de arena durante la trama. ;D

Ya te tengo preparado algo... ;)

En cuanto a disponer del trasfondo: cuando te venga bien, por mí no hay problema. Aunque le tenga ganas! ;)

Mi idea es empezar en enero (aunque si veo que voy bien de tiempo con los preparativos igual lo adelanto) y tengo previsto hacerlo con escenas personalizadas, enlazadas en un "reclutamiento" de los miembros que formarán parte del Proyecto Salvaguarda. No digo más...

Muchos dicen tonterías de oídas, hablan de rumores, cuentos de miedo susurrados en noches de borrachera... pero tú sabes perfectamente que algunas Mega-Corporaciones tienen a esos jodidos Genebichos en sus filas, pues una vez te tuviste que enfrentar a uno que rompió la mampara principal de tu Armaggedon, aunque es a prueba de balas, y te hizo esas cicatrices en la cara que te dan tanta personalidad... Pero bueno, por fortuna todavía te quedaban cargas en el lanzallamas y esa cosa no era inmune al fuego. El pez gordo se come al chico, ya se sabe...

Vale, ya me he puesto al día... Aprovechando que no me encontraba muy bien para currar y he venido antes a casa.

Dudas y comentarios:

- ¿¡Por qué has cambiado psiquico por cognitivo!? No es más preciso, es confuso: la voluntad, por ejemplo, no es un proceso cognitivo en absoluto y los conflictos contra esa característica no encajan ahora... todavía psicológico hubiera sido una buena elección, ¡pero no cognitivo!

- ¿Hay gravedad artificial en las naves espaciales? (No necesito explicaciones científicas, sólo quiero asegurarme)

- ¿Cómo se utilizan los puntos de trama?

- Dices que me ha creado la Weyland-Yutani Corporation. ¿Cónozco el motivo? ¿Por qué he colaborado con la ONUG hasta el momento en vez de quedarme en las fuerzas privadas de la corporación?

aunque la visión algo inocente e idealista no le queda mal al Capi... ;P

OK, si te vale para la partida, me parece bien. Claro que es probable que se vaya volviendo algo cínico al ir conociendo a la gente... ;P

Vale, ya me he puesto al día... Aprovechando que no me encontraba muy bien para currar y he venido antes a casa.

Vaya, pues espero que no sea nada... pero mejor si has podído acceder a un poco de ocio! ;)

Dudas y comentarios:

Eso, vamos al tema...

- ¿¡Por qué has cambiado psiquico por cognitivo!? No es más preciso, es confuso: la voluntad, por ejemplo, no es un proceso cognitivo en absoluto y los conflictos contra esa característica no encajan ahora... todavía psicológico hubiera sido una buena elección, ¡pero no cognitivo!

¡Vaya hombre! Está claro que nunca llueve al gusto de todos. Pero la verdad es que cuando me lo argumentaron detenidamente acabaron por convencerme... será que soy más influenciable de lo que creía. ;P

Te muestro los argumentos abajo.

- ¿Hay gravedad artificial en las naves espaciales? (No necesito explicaciones científicas, sólo quiero asegurarme)

Pues en las naves ordinarias no (transbordadores, lanzaderas, prospectores, cruceros) pero en las estaciones orbitales sí, gracias al efecto físico inducido por la rotación en torno a un eje central. No tengo sufcientes conocimientos de física para debatir en serio con nadie, pero esto es un clásico de Sci-Fi así que le presupongo cierta coherencia... ;D

- ¿Cómo se utilizan los puntos de trama?

Para modificar el balance de cualquier conflicto a tu favor. Mi idea es dar mucha libertad narrativa al jugador, más de lo habitual, tú narras la resolución de la escena (con una supervisión mínima por mi parte) en función del balance que ofrezca la comparación de resultados.

Los Puntos de Trama están para alterar ese balance cuando te haga mucha falta...

Inicialmente los había planteado como algo bastante excepcional, pero luego decidí adaptarlos al tipo de historia que ibas a contar, como aquí pretendo hacer una cosa bastante peliculera, os doy un múltiplo x3. Podrás usar 9 puntos en lugar de 3, aunque lo más que puedes desviar un balance es en tres puntos (el límite para gastar de una vez).

- Dices que me ha creado la Weyland-Yutani Corporation. ¿Cónozco el motivo? ¿Por qué he colaborado con la ONUG hasta el momento en vez de quedarme en las fuerzas privadas de la corporación?

Te han creado como un prototipo de soldado mejorado genéticamente. Y sabes que no eres único. Pero en los últimos años la Weyland-Yutani está siguiendo una política de "lavado de imagen pública" así que ha colaborado activamente con el ONUG.

Por supuesto también has trabajado en "temas internos" como acabar con contrabandistas, competencia ilegal, etc... pero siempre que ha sido posible buscaban colaborar con las autoridades para dar una patina de legalidad a su intervención.

Y por supuesto que te irás volviendo más cínico... ;P

Muy buenas, herr Direktor!

He andado un poco pillado de tiempo esta semana y no he pensado demasiado en los personajes. Creo recordar haberte leído algo de que íbamos a empezar en distintos momentos y en diferente orden. De los dos PJ que hemos comentado que llevaría (Greer y Gaius), ¿por cuál de ellos empezarías? Es decir, si va a haber un orden más o menos escalonado en la presentación de los personajes, ¿cuál de ellos va a entrar antes en escena? Por centrarme en terminar el trasfondo de uno de ellos antes ;D

De los dos PJ que hemos comentado que llevaría (Greer y Gaius), ¿por cuál de ellos empezarías?

Es decir, si va a haber un orden más o menos escalonado en la presentación de los personajes,

¿cuál de ellos va a entrar antes en escena?

La idea es hacer Escena Introductoria personalizada sólo para el Personaje principal... y la tuya tardará un poco. Aunque algo habrá también para Greer cuando embarque. ;)

Sólo te adelanto que por ahora llevo una terminada y otra a medias, luevo viene una tercera ya encauzada... y a partir de ahí las priorizaré según disponibilidad de cada jugador, pero sois diez (y no me atrevo con más de dos simultáneas)!

Lo te puedo asegurarte es que en enero estaréis todos jugando... ;D
 

Gaius

Trasfondo

Los orígenes de Gaius son humildes. Nacido y criado en la Tierra moribunda, en el decadente bloque Norteamericano. Hijo mediano de una familia de tres hermanos, creció siendo ignorado por sus padres. No era tan problemático como su hermano menor ni tan brillante en la escuela como su hermano mayor. Se pasaba en día tranquilo y sin dar problemas, con sus videojuegos e interfaces electrónicas. Así que le dejaban estar.

Fue precisamente de este modo cómo el jovencísimo Gaius, contando apenas con seis años de edad, comenzó a desarrollar sus habilidades informáticas. Los videojuegos dieron paso a las mods, modificaciones ilegales creadas por los usuarios para añadir nuevas características a los programas. Intrigado por las posibilidades que estos pequeños módulos ofrecían, el muchacho se interesó por su creación, diseño e implementación en entornos gráficos ya predefinidos. Así fue como Gaius descubrió el apasionante mundo de la programación informática.

Fueron pasando los años allí abajo y Gaius –siendo ya un púber preadolescente- se había hecho toda una celebridad entre los rincones más oscuros de la red. Un lenguaje de programación fue dando paso a otros lenguajes, mucho más genéricos, flexibles y adaptables. Todo tenía un código en la red, y comprender los entresijos del código fuente y anticiparse y prever las sintaxis y scripts más elementales de los programas le daba a Gaius una gran ventaja táctica a la hora de... digamos de acceder a lugares a los que los que el común de los usuarios no tiene acceso.  

Y uno de estos lugares no fue otro que el servidor central de la Weiland-Yuntai.

Fue una dura noche de invierno, en el que las temperaturas apenas subían de los 10 grados*, cuando Gaius, retado por otros hackers mucho menos dotados, inició un ataque contra uno de los servidores remotos de la mega-corporación. Empleando sólo sus propios programas, consiguió abrir una brecha entre las innumerables capas de cortafuegos que la Weiland-Yuntai utilizaba. Una vez hubo accedido al remoto, se hizo tras una rápida búsqueda con varias claves de acceso e inició un nuevo ataque contra el servidor central.

Por desgracia la empresa ya había sido puesta sobre aviso y los técnicos del departamento de seguridad informática de guardia consiguieron frustrar su nuevo ataque. Consiguieron también burlar sus proxies de geolocalización, por lo que la Weiland-Yuntai no sólo descubrió el lugar desde dónde se había realizado el ataque, sino quien. Y aplicando una de las máximas empresariales más elementales, decidieron comprar al muchacho antes de que lo descubriese la competencia.

Pocos días después un par de hombres trajeados de expresión adusta se presentaron en el domicilio familiar y le ofrecieron al muchacho costearle estudios superiores en el apasionante ámbito de la ingeniería informática. Los padres, sin dudarlo ni un momento, animaron a su solitario hijo a que se inscribiera en el programa de formación de la Weiland-Yuntai de modo que Gaius aceptó.

Oh, la formación técnica superior. Hizo maravillas con el joven e indisciplinado hacker anti-sistema en el que se había convertido el muchacho, transformándolo en un valioso y proactivo miembro de la sociedad moderna. O al menos en uno lo suficientemente acomodado para que abandonase las ideas anarcosindicaloides más radicales por otros planteamientos políticos… menos incendiarios.

Como estudiante financiado por el prestigioso programa de formación de la Weiland-Yuntai, Gaius fue trasladado a la prestigiosa universidad Alan Turing –de las mejores en ciencias informáticas y tecnologías de la información- de la estación orbital terrestre Nueva Massachusets. Allí disfrutó de lujos y comodidades con los que antes no podía ni siquiera soñar. La ascensión de la vieja roca planetaria en la que se había convertido la Tierra a los cielos del cinturón orbital cambió la mentalidad y la forma de afrontar los problemas de Gaius, acostumbrándose a la buena vida a una velocidad pasmosa (hasta tal punto que hoy no sabría qué hacer sin estas pequeñas comodidades).

Gracias a los eventos y jornadas de cohesión grupal de la mega-corporación (¿qué mejor manera de retener a las mentes más brillantes de una generación que hacer que se sientan emocionalmente comprometidos con la compañía?) conoció a otros jóvenes talentos de distintos campos de la ciencia y de la tecnología. Contactos con los que desarrollaría nuevos proyectos y exploraría nuevas ideas; contactos de los que surgirían grandes amistades... y encarnizadas enemistades.

Cabe reseñar la relación profesional y personal que estableció durante los últimos años de su formación (cuando se estaba doctorando con un proyecto que versaba sobre la programación e implementación de distintos modelos de personalidad en el programa base de los replicantes) con Shelly Godfrey, una brillante doctora en neurociencia también perteneciente al programa de la Weiland-Yuntai. Al principio las relaciones entre ambos fueron abiertamente hostiles, dada la competitividad reinante en el ambiente. Sin embargo, con el paso del tiempo fueron acercando posiciones (literal y figuradamente) y empezaron a colaborar en algunos proyectos. Pocos de estos proyectos se llevaron a la práctica, ya que los intereses entre ambos científicos se fueron distanciando con el paso del tiempo. Discrepancias que aumentaron las tensiones en la pareja hasta hacerlas prácticamente irreconciliables. Shelly terminó en la empresa cuyos estudios había financiado, alcanzando gran prestigio y renombre dentro de ella; y Gaius… digamos que terminó trabajando para distintos proyectos clasificados del gobierno de ONUG, ganando algo más de visibilidad mediática como experto en seguridad informática y como férreo defensor de la investigación y el desarrollo de las inteligencias artificiales.

Ganó suficiente dinero durante esa época cómo para mudarse a Elisium, la estación orbital residencial más exclusiva y lujosa de todo el cinturón orbital terrestre. Allí compaginaba su labor profesional para el ejército y el gobierno con sus propias investigaciones sobre las inteligencias artificiales. No era un secreto que la ONUG empleaban IAs, pero eran muy rudimentarias, confinadas en un servidor físico y muy limitadas en su programación. Durante los últimos años, además de salir y dejarse ver con deslumbrantes mujeres, Gaius se ha dedicado a profundizar en distintas formas de optimizar los algoritmos de aprendizaje y de almacenamiento de las inteligencias artificiales del gobierno. Y su sujeto de pruebas no ha sido otro que él mismo.

Fruto de su relación con Shelly Godfrey, Gaius ha desarrollado su propio implante neuronal de interfaz para conexión informática; dispositivo que actualmente lleva implantado. La principal característica de este pequeño implantes es que le permite programar líneas de código con tan sólo pensarlo. Al principio se entretenía creando pequeños programas que le permitían o le facilitaban la realización de alguna tarea concreta, como conectarse remotamente a la red en redes privadas y organizacionales, activar dispositivos electrónicos o acceder rápidamente a servidores remotos. Con el paso del tiempo la cantidad de programas se volvió abrumadora, así que empezó a trabajar en un sistema clasificador, que le permitiese indexar y recuperar los programas a medida que los necesitase. Y después le añadió nuevas rutinas para buscar y recuperar información de la web. Y así, poco a poco, el bibliotecario fue ganando peso como una interfaz a la que acudir para agilizar el almacenaje y recuperación de información. Recientemente le ha añadido un módulo de aprendizaje, de modo que es el propio bibliotecario (el sistema indexador) el que crea nuevas categorías en las que incluir los programas o incluso nuevos hipervícnulos entre los mismos, lo que le permite saltar a Gaius rápidamente de uno a otro en función de sus necesidades.

Ahora trabaja en sus ratos libres en perfeccionar y optimizar las funciones del Bibliotecario 6.03 –o Seis, como gusta llamarle ahora- al que le ha añadido una la apariencia de su antiguo amor, Shelly Godfrey, y algunos rasgos de personalidad que agradan al propio Gaius; creando así una suerte de quimera que le facilita el acceso a la información y con la que puede ¿Qué hay de malo en recrear a la mujer perfecta en tu propio dispositivo? Se parece mucho a los programas de los replicantes, pero es capaz de aprender, catalogar y crear nuevos caminos o nexos para la información que Gaius va tratando y almacenando en el dispositivo.

No puedo editar el mensaje, pero debería de haber seleccionado el rostro de Gaius; perdona la confusión. 

Cualquier comentario/duda/sugerencia es más que bienvenido. He tratado de expandir básicamente las premisas que me planteaste. 

Faltaría por definir los últimos años de su vida. Concretamente cómo llegó al Aurora. He decidido dejar esta parte abierta para darte algo más de manga ancha. 

Perfecto, me ha encantado.

Ahora pásalo todo a la pestaña de Notas en tu ficha de personaje... y un último detalle ¿qué edad exacta tiene Baltar?

¿Qué tal 37 años terrestres? 

¿Voy pensando y redactando cositas para Greer a lo largo de esta semana?

Apuntado: 37 años. Es que vas a empezar el día de tu cumpleaños... ;P

Seguramente la próxima semana... aunque depende de que acabe antes otro compañero, ya te digo que no quiero llevar más de dos simultáneas con este ritmo alto.

Y en cuanto a lo de Greer, ve haciendo, pero con calma! ;)

Excelente trabajo (por partida doble!) ;D

Ahora nos va a tocar esperar un poco, a que vayan haciendo otros... y por fin pueda reuniros! ;)

Perfecto, empezamos en el día de su trigésimo séptimo aniversario pues :D

Por mi parte, aunque me muero de ganas por comenzar, no tengo mucha prisa (ando en unas semanas un poco convulsas en el curro). Si podemos demorar el inicio hasta mediados de noviembre, te lo agradecería. Si no, trataré de seguirte el ritmo lo mejor que pueda, que como te dije al principio, la partida tiene muy buena pinta y me apetece probarla ^^

Lo que haga falta :)

—No hay mucho más que pueda decirles que no aparezca en el informe sobre el soldado de primera Greer—dijo el Sargento Mayor Solé a la comisión de evaluación que tenía frente a sí. El Sargento comparecía en pie, firme, mirando directamente al presidente de la comisión, quien repasaba las páginas del informe sentado en la mesa junto a sus colegas—. Como saben no tuvo una vida fácil en los suburbios de la Tierra, metido en temas de drogas y de bandas. Un deshecho social, caballeros. Sin embargo tuvo las pelotas suficientes para salir de todo aquello y hacer lo que debía: conseguir un trabajo estable con el que mantener a su familia, y el ejército era su mejor alternativa.

El Sargento hizo una pausa y contemplo adusto su audiencia, los cincos miembros del comité de evaluación de recursos y capital humano del departamento de defensa de la ONUG. Le habían pedido que compareciera y les diese su opinión profesional sobre alguno de los candidatos que él mismo había recomendado. Así que allí estaba, diciendo bondades sobre el peor soldado que había estado bajo su mando.

—No les voy a engañar —continuó—, el soldado Greer tiene carácter y a menudo se comporta de manera indisciplinada. Pero también es un soldado extraordinariamente valiente, leal y patriota. Está dispuesto a cumplir incluso con las misiones más temerarias por el bien de sus compañeros y de la compañía —era una mentira flagrante, Greer no arriesgaría de buenas a primera su vida si no había una buena compensación económica decente detrás, pero ese era un detalle que la comisión no necesitaba conocer—. Por no hablar de sus aptitudes físicas, más que notables. Recuerdo que gracias a ellas conseguimos traer de vuelta con éxito a un pelotón aliado retenido en el crucero…

—Eso está muy bien, Sargento —le interrumpió el presidente de la comisión, un hombre de cara rechoncha y unos grandes anteojos—, pero no es información relevante para esta comisión. Por favor, cíñase a la pregunta: ¿por qué cree que el Soldado Greer debe ingresar en el proyecto Tau Ceti como fuerza de abordo?

Para mandarlo bien lejos y quitármelo de encima ya de una vez, pensó amargamente. Greer le había amenazado ya en varias ocasiones, y a pesar de los castigos cada vez más severos que le imponía a él y su pelotón cuando Greer no daba la cara, eso no parecía aplacar los humos de aquel maldito malnacido. Por no hablar de sus problemas con la bebida, el juego e incluso –sospechaba el sargento- con la prostitución. Era un soldado indisciplinado y problemático, pero había conseguido hacer desaparecer de su informe sus últimos escándalos, de modo que ante la comisión debería de parecer un soldado extremadamente decente, a pesar de los rumores, claro. Así no sólo se lo quitaría de encima, sino que el Sargento Solé se vengaría de él: le separaría de aquello que más le importaba. 

El Sagento Solé esbozó una media sonrisa, tratando de parecer agradable y cordial. No lo consiguió.

—Como les decía, es un hombre de familia. Ofrézcanle una buena prima a su salario base y no dudará ni por un momento en enrolarse a bordo. Además, dada sus increíbles aptitudes físicas y su afilado sentido del patriotismo, considero que es el mejor hombre que mi compañía puede ofrecerles.

—Muchas gracias, Sargento. Puede retirarse.

Ya está. Solé lo había hecho lo mejor que pudo. Ahora sólo quedaba esperar.