Partida Rol por web

De todo lo dicho y con los gestos recibidos, lo que menos me esperaba es que Hilv decidiera acompañarme. Suponia que tenia sus propios problemas y aunque me gustaria ayudarla, ahora mismo no podias. Ademas una reunion en el hospital infantil, porque la hija de una amiga estaba grave, y una reunion con seguridad por el tema de OA, no parecian los lugares mas idoneos donde ir acompañado, pero la chica parecia de lejos emperrada en no apartarse de mi. Conocia esa mirada. Era una guerra perdida, cabezona ella, cabezon yo y no me apetecia discutir en este momento, ademas era... Hilv.

Suspire levemente, dando mi brazo a torcer ante las palabras de mi amiga, e incluso relajando mi gesto hosco habitual, notandose incluso un leve apreton de mi mano sobre la de ella, al menos hasta que el extraño decidio meterse donde cojones no le habian llamado. El ceño se volvio hostil y la mirada iba a la par. - ¿Perdona? - Me gire para mirarle a los ojos, mientras el tono lo decia todo por si mismo. - Por si no te has enterado es de mi vida privada y de la de mis amigos de la que hablas. Asi que eso de si ella va, yo tambien, pues como que no. - Y ahi se acababa la discusion.

Me gire de nuevo hacia Hilv, con un gesto que denotaba que no habia mucho mas que hablar sobre ese tema. - No se si conoces a Ella, solo se que su hija esta grave, Tamra. No se si ha sido debido al ataque, o a otra cosa. Asi que es mejor si entro yo, pero puedes acompañarme si quieres... - Un suspiro denso. - Igual con lo de seguridad. - La verdad es que no sabia por donde irian los tiros en eso ultimo.

Un pitido de la PDA. Lo mire y suspire de nuevo. - En dos horas en mi casa. Seguridad. - Puse una alarma para dentro de hora y media, para luego guardar la PDA. El hospital infantil era la siguiente parada, revise los botones del ascensor para ver que estaba marcado, sino lo marcaria de nuevo.

Con tono calmado y sin alterarse lo más minimo el hombre respondió  - No me referia a tu vida priva. Eso jamás se me ocurriria. Respeto la intimidad de cada uno ya sea amigo, conocido o un simple residente de TITAN. Lo del ataque psiquico en cambio... eso creo que nos atañe a todos. - respiró despacio antes de seguir - Antes del ataque alguien le borró los recuerdos a Hilv. No pienso permitir que eso vuelva a pasar. Si tengo que esperar fuera a que salgais de la reunión, lo haré. Y si de verdad la aprecias como amiga entenderás mi postura. A parte, puedo ser de utilidad...  -

La chica morena lanzó un suspiro y miró a ambos hombres con el ceño ligeramente fruncido.

Iré contigo por si me necesitas, no es mi intención inmiscuirme en la preocupación de una madre por su hija, es algo íntimo, simplemente pensaba esperar en la cafetería o algo así ella tenía experiencia en esas cosas, y por desgracia, Moss también yo estaba más centrada en el otro asunto, en el de la seguridad, por si las cosas se van un poco de madre así dicho se sintió un poco estúpida, Marko era mucho más capaz que ella de defenderse, aunque no eran por ahí por donde iban los tiros no sé, sólo es estar ahí, para que no pases por esto tú solo se encogió de hombros, ya con menos convicción que hace unos instantes.

Se giró hacia Moss... había revelado información que no le correspondía revelar, estaba seguro de que Marko se preocuparía, y además, pensaría que era idiota, y no quería añadirle más peso al soldado no pasa con la de memoria, no se si alguien me la borró, simplemente es posible que me pasara con la bebida o con algo peor se excusó avergonzada y no volverá a pasar aseguró vehementemente, agradecía la preocupación de Moss, pero no siempre podía estar encima de ella, no porque la molestara, sino porque era imposible.

Estaba distraído escribiendo en su pda personal con una media sonrisa dibujada en su rostro, fue por eso que tras saludar a Ara se perdió en sus ideas y casi no se percató de la conversación que llevaban el doctor y la mujer.  Todo era algo confuso todavía las cosas que habían pasado durante su misión se mezclaban con los sucesos que habían tenido lugar recientemente antes de que los gases acabasen con el problema.

Pensar en eso le recordó algo a lo que le había prestado poca atención en su momento, fue cuando estaban jugando al air jockey, alguien había mencionado algo acerca de "no formar parte de algo así" y luego había entrado al lugar un tipo grande de tez obscura, luego las cosas se habían vuelto algo complicadas.  El ataque de Hilv, la chica pelirroja con el vidrio en la mano, eran imágenes inconexas pero que parecían ser las piezas de un mismo rompecabezas y, pensando un poco en ello, no sería raro que dentro de las propias instalaciones hubiese grupos que, por diferentes motivos intentasen desbaratar o incluso hacerse con el control de Titán.  Por el momento se reservó esos pensamientos, luego los compartiría con aquellos con los que se sentía un poco más vinculado.  Su ceño se frunció durante este debate interno y por eso quizás cuando habló pareció que se encontraba molesto o incómodo cuando respondió la respuesta que Ara había lanzado y que quizás incluso hasta no había sido para él.

-No, no he visto nada inusual- se limitó a decir -¿Y tú?-

No estaba claro que no iba a dejarlo correr, que el tenia que ir detras de Hilv, si o si. Me gire para contestarle, de nuevo con el ceño dejando claro lo que pensaba de tanta palabreria suya, cuando Hilv me obligo a prestarle atencion. Suspire levemente cuando llego al final de sus palabras y asenti. - Si... supongo que estaria bien. - Durante un momento parecio que algo mas iba a salir de entre mis labios, pero se quedo ahi, mientras notabas como el agradecimiento iba mas alla de lo sincero y que el peso en mis hombros era, mas que obvio en este momento. Recupere ligeramente la compostura. - Estar ahi, estara mas que bien. - Sonrei muy levemente y aprete de nuevo la mano, que lentamente solte, porque se me hacia raro tenerla tanto tiempo cogida.

Las palabras de Moss atrajeron de nuevo mi atencion, desviando por un instante la mirada hacia el mientras le escuchaba, para rapidamente volver mi mirada hacia Hilv. Se notaria el cambio en la mirada, la preocupacion que asomaria a mis ojos y como me centraria en la mujer, porque sin decir ni una sola palabra entendias lo que decia. "Deberias habermelo contado". Eramos amigos despues de todo. La mano a punto de ser soltada, volvio a ser tomada con cierto impetu... no como proteccion sino como cercania... apoyo, lo que ella habia sido mas de una vez.

Entonces ella explico la otra opcion y aunque entendia la verguenza, habia demasiadas cosas alrededor. negue levemente. - Que ocurriese al mismo tiempo o casi, que lo de la pelirroja... da que pensar. - Mierda. Que no lo daba? - Esperemos que sea solo lo que crees, pero no esta de mas... asegurarse. - Mi tono reflejaba serias dudas respecto a que solo fuera una borrachera, u otra cosa... casi como si supiera mas, o creyese saber mas. Muy gorda debia haberla pillado para eso...no?

Arabelle parecía distraida, consultando su terminal portatil cada pocos segundos. En los últimos momentos parecía haber perdido el hilo de la conversación. 

-¿Eh...?  - se quedó un momento con la boca abierta mientras trataba de recordar lo que Alejo había preguntando - No, no... yo tampoco he visto nada extraño... - Casi de inmediato volvió a mirar su terminal y torció el gesto - Se que fui yo la que propuso comer algo... pero acaba de surgirme algo... importante, algo importante... tengo que irme - le puso la mano en el brazo a Alejo - De verdad lo siento, chicos... En otro momento ¿vale?  

Esperó un momento para darles tiempo a contestar, y rápidamente abandonó el lugar. 

Alejandro se encogió de hombros y torció el gesto -No hay problema Ara- dijo saludándola.  -Doctor, si no le importa yo también quisiera hacer algunas cosas.  Nos vemos luego- agregó despidiéndose de Trainor.  Luego se encaminó directo hacia los templos que había visitado con Marko

3º Día después de los atentados. Noche, 20:30. 

El apartamento de Mike no estaba muy lejos del bar donde habíais quedado. En una de las plantas destinadas a saltadores, no muy lejos de los del resto del grupo.

No esperaba visita.- Dijo a modo de disculpa por el posible desorden mientras abría la puerta.

El apartamento de Mike era pequeño, como los de casi todos los recién llegados a Titán. Una habitación blanca de forma rectangular que hacía las veces de comedor, cocina y salón. Con muebles funcionales de diseño recto e iluminación suave.

Y un único dormitorio en el que había una cama de matrimonio, unas mesitas de diseño y un armario empotrado con las puertas de cristal y la ropa de su interior ordenada por colores.

Desde la habitación se accedía al único cuarto de baño del apartamento, también en tonos blancos y líneas rectas igual que el resto del apartamento.

No os dio ninguna impresión de desorden por la que disculparse, más bien parecía sacado de una revista de decoración.