Partida Rol por web

A Hilv le hizo gracia la forma que tenía Dag de decir las cosas eh, tranquilo, es un buen consejo, me fijaré le puso la mano libre en el brazo y si, es una mierda no poder comer lo que te apetece le concedió a la vez que ponía cara de asombro cuando no pilló lo de los lugares secretos... si, he visto unos pocos... no podía creer que no lo relacionara, pero lo que si le sorprendió fue como cambió la voz, los tonos y la expresión...si hasta retrocedió un poco de manera instintiva, y apretó con fuerza las asas de la bolsa, llegando a plantearse la posibilidad de estamparsela en la cara... ¿joven y guapa? Parte del truco...

Rompió el momento y Hilv lo miró decepcionada...la mejor estrategia es dejar que los demás crean que no soy demasiado peligrosa, así bajan la guardia sonrió con inocencia en esta ocasión para reforzar su teoría y bueno, si, un poco locos, o desesperados, supongo que habrá un poco de todo ¿era una locura aceptar viajar a mundos desconocidos? No lo tenía tan claro.

Ehh interrumpió con tono ofendido sobre sus colegas no me voy a romper ¿sabes? Joder, sabía que entrenaba con Marko, no le gustaba ese tono protector soy de Wrangell, prácticamente me he criado entre osos, lobos y muflones, en invierno he visto hasta morsas, se manejar un barca, pescar, cazar... uff, odiaba que la trataran así, obviamente sabía que estaba exagerando la actitud de Dag, pero eran cosas que no podía evitar. Aunque esta vez al final sonrió, un indicativo de que no se lo tomara mal.

Hilv se encogió de hombros mirando a Ransa no te preocupes por el piso, yo también tengo uno, pero ambas sabemos cual es el problema en este caso asintió con complicidad enarcando una ceja en dirección a Dag yo lo he intentado ella también podía chinchar al chico. Negó con la cabeza ante la bebida que le fue presentada lo siento, no puedo beber mucho, estoy segura de que está la hostia de bueno, pero el alcohol me sienta mal era cierto, pero sólo hasta cierto punto y no es sólo pillar una borrachera buscó a cambio algo que sólo tuviera zumos o refresco, sabía que con esa actitud no se haría “popular”, pero sólo con imaginarse borracha con tanta gente que no conocía... 

¡Samuel! Me alegro que te hayas venido aquí cerca mía, mira este postre de chocolate sí que está bueno. - Echó una ojeada al lugar donde le indicaba su compañero para ver a qué plato se refería. - Bueno sobre gustos no hay nada escrito, ¿eh samy?, le sonrió. 

Ante su pregunta reaccionó sorprendido y miró a River por si los estaba mirando.- ¡Ey!, ¿quieres que se vaya enfadada de la fiesta? Venga déjate de cachondeo, sabes que nunca tendría nada con River nos conocemos desde que éramos jóvenes. - Le susurró para que no fuera escuchado por los demás ni llegara a oídos de su compañera. - Últimamente la veo algo rara, ve y habla con ella a ver qué te dice, pero no gastes esas bromas seguro que se va de la fiesta enfadada. ¿Y estamos para pasarlo bien verdad? - Le guiñó un ojo. - Venga coge un trozo de chocolate seguro que no has probado este sabor fuera, ¡vamos Sami!, para que luego tengamos nuevas experiencias con las que referirnos. - Le pasó una cuchara para que hincara el diente y le dijera qué tal sabor tenía su postre.

Eh, espero que me hayas escuchado hablar como tu hermana no me haga que me veas como uno. bromeó de buen humor, relajado en compañía de Silke. La escuchó reflexionar acerca de la verdad y la necesidad de contarla, Richard movió la cabeza mayormente de acuerdo con lo que decía. Salvo que a veces.. hay que saber cuando es el momento de contar una verdad. apuntó con cierta convicción.

Sí, siempre vale la pena arriesgarse por lo que crees. aseguró con un asentimiento. De otro modo.. ya estás muerto. añadió algo sombrío, pero sin querer que eso devorara el mensaje que subyacía en sus palabras. La miró con atención. Creo en lo que veo, y en mi experiencia. La verdad es valiosa, pero debe saberse administrar. Pero bueno, tampoco pretendo sentar cátedra, probablemente tú tengas mejor idea que yo de estas cosas. admitió Richard con una sonrisa leve. Escuchó la pregunta acerca de la razón por la que eligió ser militar, no tenía problema en responder, incluso se mostró ciertamente irónico.

Quería estudiar una carrera de ingeniería. dijo con sencillez. Pero mis padres no podían pagarme la universidad, así que me alisté y aproveché una de sus becas de estudio para formarme. la miró de soslayo, quizá no se esperaba esas razones. Me gradué en ingeniería, y luego ingresé en el USACE. se encogió de hombros de buen humor. Tengo más de eso que de soldado, quiero creer.

Movió la cabeza animado, divertido por la charla que estaban teniendo, un soplo de aire fresco en ese mundo subterráneo.

Me hubiera defraudado saber que eres una damisela en apuros. repuso burlón. Eso te hace más interesante si cabe. añadió de buen humor mientras miraba a su alrededor. Será un placer pagarla, cuando la exijas, es tuya.

Trató de afrontar con la misma naturalidad que Silke la situación, aunque era obvio que a Richard le costaba un tanto más eso que a la periodista, como si con él lo acompañara un lastre que aun no había soltado del todo. Sonrió levemente para no mostrarse abatido, pues realmente se encontraba en algún punto intermedio que ni él mismo sabía definir.

Sí, Ian. Ahora tendrá ocho años. dijo como si no lo hubiera visto en tiempo, miró de soslayo a Silke. Se quedó con la madre, supongo que.. era lo mejor. añadió con cierta frustración.

La respuesta de Silke fue todo lo que él esperaba, de esa guisa casi le arrancó una risa distraída. Miró a la mujer a los ojos, como si pretendiera hundirse en ellos mientras sonreía por la dramática narración que escuchaba.

Hagamos algo. propuso. Una cena, lo incluyo a la copa que te debo. Te contaré lo que pueda contarte, tienes mi palabra. asintió con sinceridad. Al menos sabré lo que es salir contigo antes de que te encierren a ti, luego a mi, disfrutar de la libertad que nos queda. bromeó sintiéndose optimista durante un rato. Supongo que incluso en esta fortaleza habrá buenos sitios donde cenar, ¿no?

 -  Vamos Steve, sabes que River no se enfadaría por una broma tan pueril - Comento entre susurros con él, dandole con el codo y sonriendo maliciosamente - Pero si se enfadará al saber que estamos cuchicheando sobre ella, eso la pone de los nervios.

Samuel al final accedió y cogió un poco de lo que le había ofrecido Steve y lo degusto poniendo cara de estar en el cielo, al menos eso parecía despues de haber comido aquel horrendo plato o broma de mal gusto.

 - Esto es otra cosa, por fin algo decente ... en serio no os acerqueis al plato que he comido, eso mejor quemarlo antes de que ponga huevos o algo así - Se giró hacia Rivers y guiñó el ojo a la par que hizo saltar al oso de peluche sobre sus hombros - ¿Has encontrado algún plato que sea digno de comer renacuaja? 

-Parece que te estén preparando para ir a la guerra - bromeó, aunque... quizá la frase no fuese muy desencaminada... - Todo ese ejercicio tiene tener tenerte hambriento - le ofreció el resto del plato con una sonrisa mientras le daba la espalda a la mesa. Ella se saciaba bastante rápido, y entre los nachos y un par de bocados al tartar había comido lo suficiente - Si doy un bocado más a algo acabaré reventando... uff... - terminó con un gesto de negación - ... hablando de eso... creo que la fiesta se acaba ya ¿no? y empiezo a estar algo cansada... Creo que voy a retirarme con dignidad, antes de que empiece a bostezar, o a responder a todo con monosílabos - río - Espero no haberte aburrido mucho hablando de mis cosas... - cruzó su mirada con la de él  

La pelirroja sonrió de medio lado. – Así que en el fondo eres un cerebrito de ciencias. Ya me parecía a mí…- Comentó con cierto aire enigmático. - ¿Qué tipo de ingeniería? – prosiguió con esa curiosidad tan propia de ella. Si uno no era capaz de atajarla a tiempo, estaba perdido.

Cuando habló sobre su hijo, la cosa cambió. Podía percibir la frustración de Richard a través de sus palabras. Era una situación de mierda y nada de lo que dijera haría que se sintiera mejor, así que se limitó a estrecharle ligeramente el brazo, en un gesto de apoyo discreto y fraternal.

Más tarde, el modo que tuvo de salirse por la tangente e invitarla a salir al mismo tiempo terminó por arrancarle una carcajada sincera y espontánea. – Está bien, me parece justo – Accedió divertida - La verdad es que no he tenido mucho tiempo para hacer un estudio de campo como es debido en cuanto a restaurantes se refiere, pero parece que Titán ha pensado en todo para hacerte sentir como en casa. Tienes una ingeniería, seguro que podrás sorprenderme con algún sitio interesante. – comentó animada.

– Bien jugado, por cierto. – Añadió sin perder la sonrisa.

Nada especialmente espectacular. se excusó con un gesto distendido. Ingeniería militar, ya sabes, alguien ha de construir los puentes, levantar los barracones, limpiar campos de minas, o tenderlos. explicó con soltura mientras se encogía de hombros. No le importaba responder a la curiosidad de Silke, al menos era una razón para no estar callado.

El gesto de Silke apoyándole en silencio fue recibido por Richard con agradecimiento, el militar miró a la periodista, la sonrió con suavidad expresando que había notado sus intenciones. Que soltara esa carcajada cuando lanzó su propuesta lo alivió, llevaba tanto tiempo sin moverse en esos ámbitos que temía haber desaprendido o, peor aun, quedado anticuado para esas cosas.

Podemos hacer un artículo conjunto. propuso, sumergido en el ambiente bromista que ambos compartían. Yo hablo de los ángulos muertos en la estructura, y tú hablas del trato de sus camareros. Nuevo best seller en Titán. rió levemente, de buena gana, tras decir aquello.

Ya me tocaba a mi añadirme algún tanto en esta conversación. repuso con una sonrisa leve, bromeando, pero luego la miró de soslayo y añadió algo apurado. Gracias por aceptar.

Resoplo ante el comentario de Samuel y miro hacia arriba, entonces empiezan a cuchichear aún sabiendo que no lo soporto.

- ¿Qué susurráis? ¿Queréis que os de una colleja a cada uno como cuando éramos pequeños o qué?

Me río y veo que Samuel se dirige hacia mí.

- Pues ¿ves eso de allí?, tiene la forma de sushi pero es dulce y está espectacular, es el postre que más me ha gustado, y desde luego que no voy a probar la cosa esa que te has metido antes en la boca...

Me giro entonces hacia la chica que me habla.

- Ehh esto hola, sí claro, soy psicóloga profesional, me alegro de que te encuentres mejor - me pilla desprevenida no logro acordarme de ella, aunque si que me suena haberla visto - Kit... Kit... si puede ser, perdona me has pillado un poco desubicada, ¿todo bien por aquí?, ¿ya has probado algún plato?.

No me apetecía mucho charlar con desconocidos, pero la mujer había sido simpática conmigo y yo ante todo, me consideraba una persona educada. Además ya se iba haciendo tarde y no tardaría mucho en irme.

Entrecerré los ojos cuando me miró un poco desubicada, en verdad ahora no estaba segura si la había visto. Me froté los ojos con el dedo pulgar e índice levantándome un poco las gafas y me encogí de hombros, sí, creo que he dado cuenta de algún plato, bromeé mientras me daba una palmada en el muslo.

Solo trataba de hacer un poco de conversación, Daniel se había quedado mudo a mitad de fiesta y Marko se había marchado. No tenía muchos amigos en Titan, normalmente me da igual pero quizá esta noche me puse demasiado melancólica.

Dejé a un lado la copa, disculpas, me llamo Ella creo que no me he presentado. He oído que tú te llamas River. Nos veremos en otra ocasión, voy a buscar a mi hija. Tras despedirme educadamente de ella y del resto me dirigí a buscar a Tamra.

Sonrió con cierta dulzura bajando la mirada al suelo cuando hablaste de tu táctica secreta sobre hacer parecer que no eras peligrosa pero no dijo nada. No pudo quedarse callado con el comentario sobre romperte- No digo que seas delicada, digo simplemente que no querrás quedarte con una muleta durante un mes sin poder moverte ¿Verdad?- le miró con una ceja alzada y gesto algo mas serio. El mismo que perdió cuando dijiste la palabra "morsas"

¿Y como son?- una curiosidad nació del brillo de su mirada, prestándote toda la atención del mundo, o esa sensación te transmitió.- Cuentame sobre esas cosas, nunca he estado en zonas fuera de la media, he visto poco mundo se puede decir- una broma, algo triste.-¿Qué es un Muflon? 

Cuando llegásteis con Ransa y lazaste la pulla el pobre Dag solo os miró a las dos sin perder esa sonrisa que ahora entendías. No se estaba coscando de nada. Puede que queriendo o sin querer. ¿Qué problema? El resto de la velada transcurrió entre pelotazos varios, un intento de emborracharte que medio se logró causando que estuvieses contentilla un poco llevado a cabo por inocentes chupitos "sin alcohol ni nah" de Ransa, más comida de la que era normal en ti aunque sin pasarte demasiado y un nuevo número, el de Ransa. 

Pufff, eso sobre la muleta es pura especulación, lo mismo son los otros los que resultan lesionados iba a seguir “echándole” la bronca, pero entonces le preguntó sobre las morsas y la descolocó por completo. Parpadéo un par de veces ¿qué como son las morsas? Lo miró con si no diera a crédito a sus pregunta pues yo que sé, las morsas son morsas, grandes, con colmillos, pesadas en tierra, grises...sus palabras sobre lo poco que había salido la conmovieron más de lo que le hubiera gustado admitir pues un muflón es como una especie de oveja, más ágiles, se mueven un poco como las cabras, y les gustan las zonas frías, y los machos tienes unos cuernos que flipas, redondeados los “dibujo” en el aire, sobre su propia cabeza se supone que son para luchar unos contra otros y que las hembras vean lo duros que son sonrío en este punto vamos, que la mayoría de las veces os comportaís de la misma manera bromeó riéndose de él aunque tampoco es que yo haya estado en muchos sitios...casi todos los viajes que he hecho han sido para ir a las competiciones, y lo más lejos es a Corea del Sur, a las olimpiadas le dijo sin darle ninguna importancia.

Intercambió una mirada con Ransa ¿en serio no se entera de nada o sólo está fingiendo que no se entera? Le preguntó en voz baja, porque si era lo primero, alucinaba, vamos, ella no era la más avispada del mundo en este sentido, pero joder, esas cosas eran tan evidentes...

La verdad es que al final se lo pasó bien, bastante bien, los chicos le cayeron bien, y Ransa, a pesar de que parecía pasarse por el forro su negativa a beber, resultó ser una divertida compañera.

Gracias por todo le dijo al grupo cuando ya llegó la hora de marcharse la verdad es que lo he pasado de puta madre estaba tumbada en la hierba, y cuando se levantó tuvo que centrarse porque se mareó un poco ¿seguro que esos chupitos no llevaban alcochol? Le dijo dudando, pero sin enfado alguno no suelo tener mucho tiempo libre con los entrenos y todo eso, pero estaría guay quedar otro día apoyó la mano izquierda en el hombro derecho de Dag que estaba todavía sentado para equilibrarse y ponerse los zapatos que se había quitado para meterse un poco en el agua en serio, dame un toque y quedamos otro rato se sentía un poco más pesada de lo habitual, el entrenamiento de mañana iba a tener que ser especialmente intenso.

Se despidió de todos los miembros de la reunión. 

Silke entornó la mirada, soltándose del brazo de Richard para poder gesticular y añadirle fingido dramatismo a su discurso. – Ya puedo ver el titular “¿Qué se cuece en Titán?” Será un escándalo. – Sentenció con aire maquiavélico mientras paseaban.

Que más tarde el soldado le diera las gracias por aceptar su invitación le extrañaba y sorprendía al mismo tiempo. -¿Por qué no iba a aceptar? – Repuso sonriente. – Me gustas, me lo estoy pasando bien. No tienes que darme las gracias. –Soltó sin más, encogiéndose de hombros, restándole así importancia. – Deberías valorarte más. – Terminó ensanchando la sonrisa de forma amistosa y alentadora.

Sin previo aviso, volvió a agarrarle del brazo, tironeando nuevamente de él en dirección a la multitud que acababa de detectar unos metros por delante suya.- Venga vamos, si tienes que elegir un buen restaurante tienes que empezar a documentarte. Deben de estar apunto de anunciar a los ganadores del concurso de cocina. - Y ella todavía tenía la esperanza de apropiarse de algún tupper y dejar de cenar cheerios.

La fiesta de ese año se saldó con algunos pequeños altercados. Una pelea en la zona de adolescentes se ve que contra un militar, un par de personas con demasiado alcohol en el cuerpo, una barbacoa quemada porque alguien decidió echarle queroseno para limpiarla en vez de agua y mil paños o solución desinfectante y un niño con la nariz rota debido a una mala caída desde un árbol. Un grupo de borrachos de estos que se tienen que abrazar todos en grupo para no caer, cantando como una Tuna a cambio de más cerveza o comida.

Lo normal. 

El plato ganador fue contra todo pronóstico el Leon Come Gamba, muchos dicen que la gente lo votó como broma y que claro, se les ocurrió a todos lo mismo y se lío al final. Aun así, el creador, un hombre de 80 años, dice estar la mar de orgulloso aunque sea por una broma. No hizo el plato para que le gustase a todo el mundo, si no para que unos pocos comprendieran quizás el mensaje sobre cocinar con lo que tenían antes, en la guerra. Había que usar la imaginación con muy poca comida. 

ESCENA CERRADA