Partida Rol por web

Liam guardó la pistola nuevamente y se giró cuando Rick le habló acerca de la segunda opción - A ver si te entiendo, podemos caminar una larga distancia tras los pasos de un monstruo invisible en medio de un jardín idílico hasta un ascensor que no sabemos si funciona, o nos internamos en un bosque desconocido para ir a una planta que ya de entrada no funciona como debiera, acortando el camino hasta un ascensor que, aunque no funcione, tiene escaleras que lo suplantarían. - Miró como estaban equipados, el arma de Rick era de alcance largo y le restaba movilidad, el tenía una escopeta que a duras penas sabía manejar... eran preferibles los espacios abiertos de la planta de los templos a una planta desconocida y un bosque. - Vayamos por esta planta, intentemos mantenernos a cubierto lo más posible. - dicho esto salió por la brecha buscando las huellas de la criatura.

Saliste, primero obviamente, y tras el paso de aquella burbuja que tanto había significado hasta entonces, se hallaba simple y llanamente el mas absoluto silencio en una planta que por ahora, parecía muy vacía y muy tranquila. 

Lo único que rompía aquella sensación, eran los fallos que comenzaban a verse en las pantallas que hacía de cielo, creando una atmósfera de opresión temporal.- ¿Por camino principal entonces? 

Liam observó el paisaje, el camino principal era tentador por la velocidad a la que podrían moverse, pero por otro lado quedaban expuestos a la vista de lo que fuera que había escapado del domo y quien sabe que otras cosas. Meneó la cabeza - Intentemos mantenernos lo más a cubierto posible, si como dices lo que nos amenaza es casi invisible entonces no lo veremos venir cuando ataque. - Buscó en el suelo señales del paso de la criatura, si podía saber por donde se había ido ellos podrían empezar el camino por otro lado. - Veré si puedo encontrar sus huellas. 

Las huellas, que eran inexistentes en un inicio, se posaron unos 15 metros mas adelante, dejando claro que había ido por el camino principal, aunque, lo extraño era que parecía que iba saltando o...volando a rachas. Ya que solo cada bastante distancia aparecían un par en el suelo. 

Estas eran mas definidas, y dejaban ver las formas de algún tipo de reptil con pisada muy densa, articulaciones y al menos 4 dedos aparte de una pequeña planta casi circular que medía como tu cabeza. Los dedos al menos duplicaban ese tamaño y se hundían con avaricia en el suelo hacia abajo. 

Ricky intentó usar los setos, farolas, y carteles de información como cobertura, pero era francamente dificil en un lugar tan abierto con tantos flancos. Pero ahí estaba, apenas ya a unos diez metros, el edificio achatado islámico. Unos pasos mas, y pudiste ver perfectamente como la entrada estaba abierta de par en par, y un charco de sangre inmenso parecía querer salir de su interior, siendo evitado por las aperturas de las losetas que tenían a sus pies. Era mucha sangre, manaba como de una herida arterial, y al menos...al menos se necesitarían...mas de un par de bidones de sangre para lograr ese torrente, suponiendo que lo acabaran de echar momentos antes de que pasarais. 

Tu lo habías visto primero, pues ibas por delante. ¿Dirías algo? Era absurdamente hipnotizante y a su vez barroco y horroroso. 

Liam casi vomita cuando vió la sangre... las huellas le habían provocado un escalofrío al calcular la facilidad con la que unas garras como esas podían hacerle a un curpo humano. Lo único que lo había confortado levemente era el hecho de que lo mas probable era que un ataque de esa criatura lo mataría al instante. No sabía si atribuir la distancia entre las huellas a una capacidad de salto extraordinaria o a una capacidad de vuelo limitada, y dado que el cielo no era tal sino un techo disfrazado probablemente sería lo segundo. En definitiva los cálculos realizados en base a las huellas le permitían hacerse una idea del tipo de enemigo al que se enfrentaban, o al que no querrían enfrentarse, por las características podía ser un dinosaurio o un dragón, uno extinto, el otro mítico, ninguno descartable dadas las cosas vistas en TITAN.

La sangre sin embargo era otra cosa, no había supuestos en cuanto a la sangre que podía contener un cuerpo humano, tampoco había supuestos a la hora de calcular volúmenes, y la cantidad de sangre que amenazaba con desbordar la entrada de la mezquita sólo podía venir de demasiados cuerpos... o de uno muy grande. - Rick - llamó la atención al marine y le señaló las escaleras - ¿Quieres investigar o seguimos de largo? Dudo que lo que encontremos dentro nos sea de utilidad, pero quizá nos de una idea de que otras cosas hay sueltas por aquí... si es que no siguen allí dentro.

Si las miradas matasen, tu estarías ya bajo tierra. Cuando Ricky se dio cuenta de aquello, te miró incrédulo, podrías decir que hasta lo flipó un poco, y que desde luego perdió la concentración unos instantes- ¿Estás majara? - Negó con la cabeza y pasó a estar él unos pasos por delante. 

Ahora tu estabas a la cola, desprotegido. 

Casi te pareció escuchar los lamentos de los rezos cuando pasaste por al lado, de hecho, si, había un murmullo de fondo. Igual había gente, igual se estaban escondiendo. 

Rezos... murmullos... lamentos... había alguien, o algo, dentro de la mezquita y sangraba a baldes. La religión había sido parte de su vida desde niño, impuesta por sus padres, alejada por sus elecciones de vida, finalmente abandonada por la muerte de su amigo y reencontrada brévemente ante la posibilidad de su propia muerte. Históricamente los fieles tendían a aglomerarse ante los altares de sus dioses para esperar el final de los tiempos y honestamente, ésto tenía pinta de final. 

El científico en él estaba partido entre el pragmatismo y la curiosidad; sabía que nada podría hacer por quien estuviera allí dentro y que había un reloj corriendo en su contra, por otro lado le molestaba dejar un misterio sin resolver a sus espaldas. El hombre en él estaba partido entre la necesidad de ayudar y el miedo a morir, y Rick que era a un tiempo un peligro y una ayuda se alejaba hacia una posible salida.

Finalmente el miedo prevaleció y el pragmatismo fue el camino elegido - Espérame - dijo, y retrocedió hacia Rick sin perder de vista las puertas de la mezquita, después de todo podía ser que algo peligroso saliera de las puertas. Cuando llegara donde estaba el marine volvería a ubicarse en cabeza, como carnada para la caña rotativa del soldado.

Antes de retirarte del todo, pudiste ver como en esa orilla, estaban dos personas...parecían que medio se arrastraban aunque no, era que el flujo los llevaba hasta fuera. 

Una era Kara, que conocías, el otro, un chico medio rubio con parte de la cara quemada. Ambos repletos de sangre, y algo pálidos, sin armas o armaduras visibles. 

Liam maldijo, una cosa era ignorar un lamento anónimo, imaginar un monstruo de mil caras y huír de él, saber que el huracán grita para atraerte a sus fauces... sin embargo basta poner una cara humana en medio del desastre para romper el impulso de fuga, entender que te odiarás toda tu vida si no haces lo posible por salvar a quien te necesita... aunque te cueste la vida.

Aún mientras corría escaleras arriba sabía que sería inútil, los movimientos no eran voluntarios, los espasmos fruto del deslizarse por una superficie irregular, pero no podía irse sin comprobar sin lugar a dudas que las personas que arrastraba la sangre estaban muertas. ¿Y si no lo estaban? ¿Que podría hacer por ellos si estaban malheridos? ¿Cuanto tiempo podría mantenerlos con vida? ¿Que valor tenía salvarlos si finalmente todos morirían en una hora? ¿Que le debía a esa mujer que sólo había tenido desplantes desde que la conociera? 

Liam sabía la respuesta, sabía incluso que la respuesta era una trampa, sus padres lo habían educado de forma tal que su instinto de supervivencia estaba supeditado al bienestar de otros... pero no porque realmente le importaran los demás sino porque sabía que no podría vivir consigo mismo si le daba la espalda a esos dos cuerpos.

Corrió observando las puertas, atento a lo que pudiera salir de ellas detrás de los cuerpos, y dispuesto a buscar señales de vida cuando llegara. Ni siquiera se molestó en avisar a Rick, él ya había dejado claras sus prioridades... ya lo alcanzaría luego... o no.