Te vas a dormir, aún sintiéndote sola por la falta de April. Te habías apegado enormemente a ella y el hecho de que no esté, te llena de pesar.
Estás en tu cama tratando de descansar cuando escuchas ruidos. Tratas de ignorarlos pero con todo lo que había pasado, no podía saberse ya qué era lo que sucedería. Sentías temor y aunque tratas de mirar por los lados, no ves nada. Aún seguías intranquila cuando escuchas un suave gemido cerca de tu oreja y antes de que pudieras gritar o decir algo, sientes tu cuello siendo atravesado por unos filosos dientes.
Tratas de luchar por respirar y de alcanzar la figura con tus manos pero no logras diferenciarla ni quitarla de allí. Cuando la halabas, sentías cómo destrozaba más tu piel. La falta de aire hacía más pesadas tus extremidades y te impedía moverte con mayor libertad cada vez, hasta que sientes tus fuerzas escaparse, tu mirada se nubla y vas perdiendo la conciencia de tu cuerpo de a poco.
Te encuentras en un lugar diferente a tu habitación cuando encuentras a April muy cerca de ti, pero estás en aquella casita de la que hablaban aquellos que habían muerto alguna vez, donde el único humano con vida allí era Andy. En tu corazón, te alegras de estar con April pero temes no salir de allí nunca.