Partida Rol por web

la chica se aferra a la barra de hierro y te ayuda a empujar

QUE NO SE NOS ACERQUENNN PORFAVORRR!!!!!

logran safar una tabla de unos 20 centimetros de ancho, y pueden ver a varias personas del otro lado

Desde el otro lado de la pared:

¿Que no nos acerquemos por qué, chica? -pregunta la voz de un anciano que permanece oculto al otro lado, entre indignado y curioso- Lo más fácil es seguir adelante sin detenerse a hacer de niñera, así que un poquito de compostura por favor.

sorprendida al ver que del otro lado hay gente
LAS RATAS LAS RATAS NOS COMEN AYUDA AYUDAAAA PORFAVORRR!!!!
mete un brazo en la endija entre las tablas sacandola fuera de la habitacion, intentando agarrar a jaime

- ¡Ya vamos, ya vamos, arrancar las tablas, venga!

Y me pongo a arrancar tablas frenéticamente.

Cuando Carla, con una fuerza que provenía de la desesperación, consiguió que una de las tablas cediera, pude ver que al otro lado de la pared había más supervivientes, y al parecer estaban poniendo de su parte para conseguir llegar hasta nosotros.

¡Gracias a Dios! - dije únicamente antes de redoblar mis esfuerzos para, con la barra de hierro, conseguir arrancar más tablas.

Nunca había sido creyente, pero en aquel momento mi agradecimiento surgió de lo más profundo del corazón, aunque si ese ente supremo existía, era bien cierto que él también nos había puesto en aquella situación.

Las ratas debían seguir a mis espaldas, disfrutando de su suculento banquete, pero no quería volver la vista hacia atrás, pues no quería ver cómo los cuerpos de Erika y Melina eran destrozados por aquellas decenas de agudos dientes.

Ratas....la simple mención de aquella palabra consiguió que todo el vello de mi cuerpo se erizara, pues aborrecía aquellas criaturas peludas.

No había nada peor que encontrarse con aquel pequeño e insaciable animal, que si ya era repelente en situaciones normales, ahora eran como la representación del mismo mal.

Apenas sin proponérmelo, retrocedí un par de pasos alejándome de la pared sobre la que los demás estaban volcando todos sus esfuerzos, y un único pensamiento apareció en lo más profundo de mi mente.

S..si echamos la pared abajo - mi voz tartamudeaba notablemente - ¿qué impedirá el paso a las ratas?

De detras de la pared se escucha la voz de un joven que dice gritando.

Retírense un poco que intentare patear las tablas a ver si ceden en lo que buscan otro tubo por aquí....-grita el muchacho-.

La tablas empiezan a repiquetear con las patadas del desconocido.

son las 6:35am

alejandro borges de una terrible patada no solo consigue arrancar 2 tablas de la pared, sino que tambien alcanza a carla giraldo que se encuentra del otro lado de las mismas, y esta pobre cae al suelo, al lado de las ratas....

¡CARLA! - exclamé al verla caer cerca de las ratas y aquellos dos cadáveres que tan bien había conocido cuando la vida fluía por su venas...No, no podía ser que ella también cayera presa de aquellos aborrecibles roedores.

Al instante me olvidé de la pared, que casi permitía ya el paso hacia la otra estancia donde se encontraban el resto de supervivientes, y me giré para acercarme a la chica, con intención de levantarla lo más deprisa posible.
En mi mano derecha se encontraba la barra de hierro, presta a ser utilizada contra cualquier rata que se acercara.

siguen llegando ratas de aquel agujero... y ahora los roedores al oler el miedo y la desesperacion de carla, se lanzan sobre ella cubriendola casi por completo....
cualquiera que se acercara mas de lo necesario a las ratas, llamarian su atencion y seria su fin....

la mujer se retuerse de dolor en el suelo bajo un mar rabioso de alimañas...

AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHGGGHHHH......

Alejandro aparece por el agujero para tratar de socorrer a la joven.

Ya venimos en tu ayuda....Tranquilízate que ellas huelen el miedo y eso las irrita...-dice en voz baja tratando de apaciguar a la joven-.

Las ratas se movían rápido y el número las convertía en un enemigo imposible de abatir en aquella situación....Carla estaba perdida sin remisión, y cualquier intento por acercarse a ella sólo conseguiría que muriese más gente.

Finalmente, apartando la vista de aquel horror, y pese a saber que aquel grito me acompañaría durante el resto de mi vida, decidí que intentaría que esta fuese lo más larga posible, por lo que tenía que escapar de allí cuanto antes.

Al girarme comprobé cómo uno de los hombres que estaban intentando venir en nuestra ayuda, se había quedado atorado en mitad del paso, bloqueando la única salida posible.

¡Tiren de él! - grité a los que se encontraban al otro lado - Yo empujaré desde aquí.

Tal vez nunca pudiese perdonarme por aquello, pero si podía vivir para arrepentirme ya vería cómo conseguía aplacar mi conciencia.

son las 6:45 am

tras empujar de ambos lados..
alejandro sigue estando en el mimos lugar

Vamos...muévete - dije mientras renovaba mis esfuerzos para poder mover a Alejandro de aquel hueco y así desbloquear la salida.

Lo único que quería era alejarme lo antes posible de la carnicería que se encontraba a mis espaldas.

son las 6:48am