Partida Rol por web

zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz

De repente mi cuerpo es azotado con fuerza golpeandose con la pared que da entrada al aseo del camarote. Despierto sobresaltada, todo está del revés; ¿que sucede?, miro perpleja el camarote, todo está deshecho y al revés... ¿Y Mara?

Comienzo a agobiarme por la situación, pero en un acto de valentía, me dirijo a gatas hacia el armario del cual saco mi linterna. Enfoco hacia todos los rincones del camarote, Mara no está aquí...; me inspecciono el cuerpo y respiro aliviada al ver que estoy en plenas condiciones. Yo, sentada en el suelo, apoyada sobre una de las paredes dadas de vuelta, ¿estará bien Mara?... comienzo a sudar.

Trato de abrir la puerta, pero no cede... ¿Qué ocurre? Una ola de calor recorre todo mi cuerpo recordando la ansiedad que está produciendo esta situación. Con Mara aquí todo sería diferente.

Miro a mi alrededor, no encuentro nada con que poder abrir esa cerradura. Mirando a la misma, recuerdo como mis amigos en el cole abrían las puertas estirando de obetos finos que hacian ceder la misma. Saco mis gomas del bolsillo, e introduzco un extremo por el espacio superior de la cerradura, sacandolo por la parte inferior.

Mientras coloco las gomas elásticas en la puerta, una especie de ansiedad me invade; quiero salir, quiero salir,...; como si la osucridad y el estar encerrada comenzase a alimentarse de mi miedo.

En esos instantes, comienzo a golpear la puerta con mis pequeños puños y a gritar a todo pulmón; Socorro, Socorro... que alguien me ayude!!!! Estoy aquí, la puerta esta trabada, ayudenme por favor!!!

Sigue chillando esta frase durante un rato a la espera de que alguien la escuche y me ayude.