Louis miró al detective tras el comentario de Brenda, pues sin duda, si Nick tenía algún tipo de contacto, podría sernos muy útil obtener la información que se encontraba en poder de los agentes de la ley, aunque tambien entrañaba su riesgo, pues si descubrían que estaban metiendo las narices en sus asuntos, puede que alguno no se lo tomara demasiado bien.....y la próxima vez, quizá no les dejaran irse con tanta facilidad.
Aún así era una opción muy buena.
La voz de Archivald resonó entonces, y más aún que su voz, fué el bostezo el que hizo que Sheridan se diera cuenta de lo cansado que estaba, como si su cuerpo hubiese estado esperando que se lo recordaran para hacerse oír con claridad. Y ahora ya nada sería capaza de acallarlo.
Tambien sentía el estómago vacío, pero el cansancio era tan profundo que sabía que no habría nada capaz de perturbar su sueño en cuanto la cabeza se posara sobre la almohada.
En realidad hacía dos días que no dormía como era debido, pues la noche anterior apenas había sido capaz de pegar ojo.
Creo que Archivald tiene razón - dijo mostrando su conformidad - Debemos descansar o dejaremos pasar por alto algo importante en un momento de desfallecimiento, y no creo que podamos permitírnoslo.
Miró atentamente las dimensiones de la habitación, y entonces añadió - Quizá las damas deban dormir en la habitación y todos los demás aquí fuera. No creo que sea buena idea que nos separemos.....ya sabemos cómo se las gastan los de esa secta, y aunque no creo que sepan donde estamos ahora mismo....
No hizo falta que concluyera la frase, pues todos sabrían lo que había querido decir.
Mina miró a Brenda por un momento, luego a Nathan. Finalmente, sus ojos volvieron a Louis.
- He entendido que, al menos, hay dos habitaciones pedidas ya: esta y una más - hizo un movimiento simple con la cabeza, observando también las dimensiones del sitio; era el primer momento en el que reparaba en aquella circunstancia - Estoy de acuerdo... Pero, ¿quizás mejor no permanecer todos totalmente juntos?
Las palabras de Mina revestían algo más allá de un simple delirio, por falta de sueño o de nervios.
- Es más fácil si estamos todos juntos, sí... Pero somos más difíciles de encontrar si estamos al menos divididos en dos.
Hizo una pausa, considerando su propia idea, y preguntándose cuándo había empezado a pensar en esa clase de cosas. Quizás era que estaba tratando de internalizarse en el pensamiento de un sectario, y concluía aquello. Quizás la educación de su padre había empezado a dar frutos, y ella nunca se había enterado, pensando que todo aquello se había secado como un árbol muerto, por los años... Como él mismo.
- Lo que la mayoría considere... - dijo finalmente, y miró a Nick - Por mí, estará bien. Estoy dispuesta.
No era momento de dividir las aguas.
Nathanian contenía también a duras penas los bostezos que el cansancio lanzaba al exterior. ¿Cuánto tiempo llevaba ya sin dormir? ¿36 horas? ¿48 horas? A pesar de ello dudaba mucho de que lograse conciliar el sueño de forma continua esta noche.
-En su momento hablamos de dormir por parejas, ese fue el motivo por el cual reservamos varias habitaciones. No creo que haya más indicios ahora para preocuparnos que hace unas horas. Si conseguimos que nos alojen en habitaciones contiguas estaremos bastante cerca los unos de los otros, pienso que con eso debería ser suficiente.
Aclaro para que no haya dudas: tenéis cuatro habitaciones reservadas, de las cuales Brenda y Mina comparten una (lo siento chicos, no fun tonight :P). Las otras tres podéis repartiroslas o juntaros todos en una, cosa que facilitará la labor del vampiro de fuego cuando venga a arroparos
La verdad es que tanto Heinric como yo mismo vivimos en la ciudad. Sin embargo, tal vez fuese mejor que pasásemos aquí la noche. Ya han atentado contra nosotros y puede que vuelvan a hacerlo. Además, así comenzaremos juntos nuestras pesquisas por la mañana. Nick se abanicaba con el sombrero en el mano. Aun llevaba puestos abrigo y chaqueta, pero quitárselas implicaría mostrar su pistolera a todos, y sabía por experiencia que el ver un arma ponía nervioso a la gente que no solía hacerlo. De los cuales había muchos allí. Una cosa es que supieran que la tenía, otra que las realidad se les pusiese en la cara.
Deberíamos repartirnos aquellos que tengamos métodos para... defendernos con aquellos que no. Si no les importa, llevaré a mi amigo para que duerma la mona conmigo. Si hay problemas, todos estamos cerca. Con ello, tomó al pintor pasando su brazo bajo sus hombros, y comenzó a desplazarle para que pasasen la noche.
Ian se levantó, esperando a que sus compañeros se organizasen. Con las manos detras de la espalda, esperaba a que se tomara una decisión. Él todavia no estaba seguro de nada, ni siquiera de ser parte necesaria de esta expedición. Lo que sí sabía era que probablemente su vida estaba en peligro. Aunque en parte le hubiese gustado salir de alli y dirigirse directamente a su querida cama, no estaba dispuesto, bajo ningún concepto, a perder su vida por nada. Y aunque no estuviera del todo de acuerdo con el haz de misterio que sus, puede que ya casi amigos, se empeñaban en ver en todo esto, lo mejor que podía hacer era ayudarlos. Ademas, llevaba tiempo pensando en darse un respiro, un cambio de aires, y aunque esto no fuera para nada lo primero, seguro que sería lo segundo. Estaba decidido.
Ahora que debatían cómo debían dormir, a Ian no le importaba demasiado. Sabía utilizar armas, y mejor todavía sus puños, aunque hacía tiempo que no lo practicaba. Desde luego, no estaba dispuesto a quitar una vida, pero tampoco a permitir que otros lo hicieran. De todas formas, sería Dios quien los juzgaría a todos.
Archie saco una llave del bolsillo, era la llave de una habitación contigua a esta.
- Pues mis cosas ya están en esta habitación así que yo me voy a ir a dormir ahí. Padre Ian, si quiere puede usted dormir en la otra cama. Yo estoy tan fatigado que tan pronto como caiga al colchón me quedare dormido - sonrío mientras se ponía en pie con intención de abandonar la habitación pero se quedo cerca de la puerta esperando contestación.
Henric fue transportado por su amigo de manera aparatosa. Se encontraba en un estado de seminconsciencia y ahora si que nadie podía poner en duda que el pintor habia viajado a su propio mundo.
Los pies caminaron ayudados por el impulso de Nick, pero Henric estaba muy lejos de poder moverse voluntariamente y todos sus movimientos se sucedían de manera mecánica, dejandose llevar por la inercia.
El pintor hacía ya tiempo que se había unido a los brazos de Morfeo si consultarlo a sus compañeros. ya habría tiempo al día siguiente para ponerse al corriente de lo hablado esa noche.
Louis comprendió que tenían razón, y que lo que ocurría es que él se encontraba demasiado paranoico, cosa que no le gustaba en absoluto, pues normalmente no tenía ese caracter.
Demasiadas veces había presenciado el rostro de la muerte, aunque su vieja conocida solía tener rostro de arena y cabello ardiente de rayos de sol....aquí, sin embargo, parecía mucho más real. Como si el hecho de no encontrarse en su hábitat le hiciera sentirse desvalido.
Observó cómo las parejas se iban formando.....Así es mejor, pues habrá más posibilidades de que alguno sobreviva si se produce un ataque....¡¿Cómo? Ya estaba otra vez con esos pensamientos enfermizos!
Hizo un esfuerzo por apartarlos, y descubrió que no podía totalmente con ellos, pues se encontraba demasiado cansado para luchar consigo mismo.
Aún así, consiguió ponerse en movimiento y dirigirse hacia la puerta, dejando pasar a Nick, que cargaba con Henric.
Parece que nos ha tocado compartir habitación - sonrió a su amigo Nathan - aunque creo que esta vez no nos quedaremos charlando hasta tarde como en otras ocasiones.
Aquello no era una proposición, sino una realidad. Por más que hubiese intentado mantenerse despierto para poder charlar con el escritor y así ponerse al día de sus vidas, sabía que no sería capaz de mantener los ojos abiertos.
Junto a la puerta, esperó a que Nick le acompañara, para dirigirse a la que sería su habitación......y con suerte, dormir de un tirón hasta la mañana siguiente.
En pocos minutos acabaron de repartir las habitaciones. Las dos mujeres en una, Archivald y el padre Ian en otra, Nick y Henric en la tercera y por último Louis y Nathan en la última.
Pese a los sucesos de los últimos dos días, muy poco tranquilizadores, ninguno tuvo problemas en conciliar el sueño rápidamente. Incluso Louis, cuya mente seguía lanzando mensajes de alerta, acabó dándose por vencido y dejando que se le cerraran los ojos. De alguna forma todos sospechaban que sus días de dormir a pierna suelta estaban lejos y que era buena idea aprovechar los momentos que tenían para descansar y poder afrontar los peligros, reales o no, que les acechaban.
En la calle sonaron campanas anunciando la hora. Diez campanadas, y luego silencio.
Os iba a poner música pero no se como enlazarla con el nuevo FCKEditor. Os dejo el enlace aquí por si queréis oirla igualmente, pero es prescindible: Canción de cuna. Felices sueños, o no ;)
Pasamos a 1.18 Nueva York - Hotel Franklin