Partida Rol por web

Unos ojos amarillos aparecieron de dentro de los ojos de aquél cadavérico ser, mirando con odio a la pequeña Lilie, la cual quedó completamente paralizada, pues el busto de Momoka no paró aquello. ¿Quien diría que la respuesta para todo no iban a ser esos pechos?

Una mujer en su trabajo bajaba las escaleras decidida,

cuando un corte de luz la dejó derrotada y sorprendida.

Pues al irse la luz de forma tan fatal,

sabía que mañana iría de funeral.

Pues no era otro que su marido,

al que no iba a enterrar vivo.

Hee hee, haa haa

Ahora os toca adivinar.

Todo el misterio y sin dudar.

Cuando la pequeña escuchó la pregunta, ella sabía la respuesta, pero estaba más paralizada que paralizadín.

Orando porque sus compañeros respondieran correctamente a ese terrible esqueleto, esta apretó los dientes y esperó.

Mientras esperaba, se estrujaba, por ningún motivo en particular, con los pechos de su compañera.

A fin de cuentas, las tetas sí eran la respuesta a tener miedo a las rimas.

Al abrir los ojos nuevamente... Todo había cambiado. La comisaría parecía un lugar completamente diferente, más oscuro. Pero lo que más os llama la atención es que aquella chica siniestra ya no está. Igualmente os acercáis a una de las mesas para devolver la cartera que habíais encontrado. Para vuestra sorpresa, al policía al que estáis hablando no parece gustarle mucho que le entreguéis una cartera. - ¡¿Tenéis dinero y en vez de dárselo a Lord Eldwin me lo estáis recochineando?! ¡Os haré pagar por las malas! ¡Y me llevaré el dinero!

El policía no se lo pensó dos veces y se avalanzó sobre vosotros. Os asustasteis bastante, pero una chica apareció dando una patada en la cara del policía, sacando a los dos hermanastros del pequeño Shock en el que estaban.

¡Hey! ¿Estáis bien? ¿Cómo demonios habéis acabado aquí? - dijo la vivaracha chica. Tras echar una mirada rápida por encima vuestra, sonrió. - Supongo que las gallinas que entran por las que van saliendo... - rió.

Nunca habéis invocado a vuestras Personas ¿verdad? Seguro que no sabéis ni de que hablo... ¡Pero con algo de práctica seguro que descubrís como hacerlo! - señaló a lo que antes era la sombra de un policía. - ¡Acabad con esos monstruos!

      V-vale... adelante entonces - abriendo con cierta duda la puerta de la comisaria para poder terminar con éste tramite lo antes posible ...¡¿ por que me esta costando tanto  todo esto ?!..., lo que dejaba ver un sitio tan normal y sobrio, que ayudaba a bajar un poco la tensión.

       Mi idea era que iba hacerme a un lado... que una vez entráramos Yadiel se encargara sola para yo no parecer demasiado controlador y solo intervenir en caso de que algo pasara, pero la mirada.... aquella mirada de la muchacha esa ...¿ e-estamos seguro que siquiera esta viva...? ¿ se abra escapado de alguna de las celdas de abajo..? ¿ sera una broma de esas grabadas ?... , sea lo que sea, por instinto termino poniendo mi mano en el camino de mi hermana para que no siguiera andando ... - E-espera Yadiel... c-cre....creo...q-que.... buwwggg...- sentía como de la nada todo se volvía demasaido denso y que iba a terminar vomitando como reacción natural ... ¡¿u-una fuga de gas...?! ¡¡m-mierda...!! ¡¡t-tengo que sacarla de aquí... pronto !!...

.... P-pero... falle...

   No se que era lo que estaba pasando... pero parecía que me había desmayado  ... ¡mierda!... debió ser una fuga fuerte... t-t-tienen que arreglarla rápido... no pueden dejar algo así a estas horas del día.

   Ughh... q-que..- tocando mi cabeza mientras iba recuperando el conocimiento, miro al instante a ambos lados buscando a Yadiel, quien parecía estar casi en mis mismas condiciones - Y-Yadiel... ¿e-estas bien ? - ayudando a levantar a mi pequeña hermana termino notando que seguíamos en la comisaria o algo similar a ella ... ¿ que fue entonces todo esto ?....  - V-vamos... dejemos la cartera,  este sitio se puso raro...- caminando junto a ella hasta el mostrador ... por ultimo ellos se encargaran de encontrar al dueño...

  ¿ E-ehhh... d-disculpe...? v-venimos a dejar una cartera per... ¡¡ mier- a prisas no pensaba bien las palabras, la extraña reacción del guardia me tomo por sorpresa, tal así que ni si quiera pude cubrir a la pequeña...

... por suerte... no estábamos solos...

    ¡J-joder...! s-si... -  exclamaba en respuesta a la chica nueva mientras me giraba buscando saber el estado de la pequeña - ¿ e-estas bien Yadiel , no te alcanzo el tipo aquel ? - para luego girarme extrañado a los siguientes comentarios de la tipa nueva ... ¿ G-gallinas...? ¿ i-invocar ? ... - N-no se de que esta..¡ Kyyy!- dando un salto al comprobar aquellas masas oscuras que iban tomando forma de seres extraños.

   ¿ Q-QUE QUIERES QUE ? - Exclamaba mientras me ponía delante de Yadiel cubriéndola de sea lo que sea que fueran a hacer aquellos monstruos ... no entiendo bien... pero si esas cosas nos quieren hacer daño, primero tendrán que pasar por encima mio..

El Conde ese que era el señor de la mansión era tan pero tan rico que tenía un tipo de cama diferente por cada día de la semana. "¡Whooolaaa!" Ayame estaba impresionada, ¿cuán divertido sería saltar sobre los diferentes tipos de camas? ¡O dormir! Tenía ganas de probarlas solo para jugar, pero claro... estaban trabajando ahora así que por desgracia no podría hacerlo. ¡Pero ganas no le faltaban! Se preguntó cuánto costaría un dormitorio así... ¿y sería asequible? ¿Merecería la pena? Pintaba que sí, pero... quizá era demasiado lujoso u obstentoso...

Una sombra con forma de lindo esqueleto arlequín les dió la bienvenida y planteó un acertijo. "¡Ah! ¡Un puzzle! ¡Yo quiero! ¡Yo yo!" exclamó Ayame dando saltitos mientras levantaba la mano. ¡Ni siquiera había pensado la respuesta al acertijo! ¡Pero quería participar!

"¡Porque el marido de ésta, claro está!...
¡No era un hombre corriente, pues no tenía dientes!
Esta chica no era tontuna, ¡era la luna!
¡Y su marido era el sol, qué desfortuna!"

"¡Al irse la luz se apagó el sol! ¡Por eso lo sabía! O eso o que su marido estaba conectado a una máquina que le mantuviera con vida o algo... uh... vale, creo que he fallado... ¿verdad? Sí, lo sabía he fallado... ¿Qué tal una pista? ¡Esto es divertido!"

Lilie hace un facepalm visible. Pero sigue sin decir nada.

Tras un combate realmente fácil, tocaba continuar explorando. Me extraño dar con una sala completamente vacía de hecho estuve un rato buscando si tenía algo realmente por lo que para cuando me di cuenta tuve que correr detrás del resto. La siguiente sala era exactamente lo opuesto, un dormitorio repleto de muebles y camas había tantas que me resultaba muy raro.

- ¿Cuanta gente dormirá aquí? 

Antes de obtener respuesta un arlequín en los huesos con obsesión por la rima apareció delante nuestra planteando un acertijo.

- ¿Su marido era electricista? -era lo primero que se me ocurrió así que lo susurre en voz baja y cruzado de brazos para que solo lo escucharan mis compañeros, ya que tenía la sensación que de fallar una multa de infarto nos iba a dar, aunque esperando que la pagara se iba a quedar

Hee hee... Haa Haa...

Esta vez el esqueleto se reía de forma mucho más lenta y siniestra.

Dos soluciones te has atrevido a dar,

por ello un precio has de pagar.

Con una de ellas lograste acertar,

pero con la otra no evitaste errar.

Ahora con tu vida, me voy a quedar.

La calavera se acercó a Ayame y abrió la boca justo a un palmo de su cara. Pudisteis ver como poco a poco la vitalidad de Ayame estaba siendo drenada hasta dejarla prácticamente en nada. El esqueleto, por su parte, iba recobrando forma humanoide, aunque por desgracia la vitalidad de Ayame no le sirvió para regenerarse por completo.

Con su nuevo aspecto, aquél ser daba incluso más miedo. Quitó la parálisis en la pequeña Lilie y os sonrió de forma macabra.

Hee hee, haa haa.

Libres sois de pasar,

pero si os quedáis a jugar,

algo os puedo dar,

también secretos revelar,

para a Eldwin derrotar.

La pequeña Lilie se seca el sudor de la frente, el hecho de que el esqueleto se hubiera cubierto de piel y músculo era algo más que de agradecer, aunque fuera a costa de la vitalidad de Ayame, todo hay que tenerlo en cuenta. Pese a ello, Lilie estaba libre y podía hablar. Así que se acercó al esqueleto y con los brazos en jarra demandó una pregunta.

-El marido está vivo gracias a aparatos eléctricos, si estos se apagaran, como pasó con el apagón, el marido moriría, tal y como pasó y se dio cuenta aquella mujer.

Echó un último vistazo a Ayame y a Saito antes de continuar, como si les hubiera dado la respuesta aún sin hablar, a modo de señal secreta usando la primera letra de cada línea, o letra mayúscula de sus acciones; codigo, que por otro lado, parecían no haber pillado... o hubieron decidido ignorarlo. C O M A.

-Haz las preguntas que te apetezcan huesitos. ¡Tu enemiga soy yo!.

Hee hee, haa haa...

Una gran osadía detecto en la pequeña,

así que se lo pondré difícil, a ver como se desempeña.

Un hombre muere en Navidad,

tras recibir un SMS felicitando la festividad,

mientras preparaba algo de gran notoriedad.

La semi-calavera miraba con malicia a la pequeña, esperaba con ansias que fallara... Al igual que esperaba con ansias su vitalidad.

Una había acertado, y otra fallado...  ¡Así que ahora como contrapartida se iba a quedar su vida! "¡¿Eh?! ¡Nonono! ¡Espe-!" pero la pobre Anemashi por mucho que agitara las manos extendidas en negación no pudo detener al esqueleto, que dejó de ser lindo para ser bien grotesco. Le absorbió la vitalidad hasta que la pobre chiquilla cayó de rodillas al suelo, consciente, pero casi sin energías.

Trató de ponerse en pie. ¡¿Pero por qué las rodillas le flaqueaban?! ¡No! No quería que se pusieran los demás en peligro, Lillie ya se había adelantado para hacer más acertijos! _{"E-espera... no vayas..."} intentó decir Ayame, extendiendo la mano hacia la niña, pero le fallaban las fuerzas hasta para hablar...

Casi de la nada, un esqueleto aparece cantando rimas en forma de adivinanza, provocando así dolores en la panza. Más de uno de los presentes, incluida yo misma no supimos que responder, ya que sospechaba de que solamente habría un intento sin posibilidad alguna de sustento. Las adivinanzas con rimo nunca fueron mi punto fuerte, prefiero otro tipo de entretenimiento, sin ningún tipo de ensañamiento.

Ayame-chan se aventura en dar no una respuesta si no dos contestaciones a la adivinanza, prefiere desafiar las normas sin tener en cuenta las formas. Le esqueleto abandona su ser para tomar otro aspecto, y para ello absorbe la esencia de su compañera dejándola en el suelo completamente agotada. – Ayame-chan, ¿te encuentras bien?

Por otro lado, viene otra rima, provocando más grima. Ahora la atención se centra en otra miembro del grupo. – Lilie-chan, ten cuidado por favor. ¿Qué pasará cuando absorba de nuevo? ¿Tendrá otra forma? ¿Será completa? – Y la idea no me gusta para nada, ya que está lejos de ser un hada.

La pequeña Lilie se cruzó de brazos y resopló ante aquel esqueleto. ¿Acaso se creía ese pre-esqueleto que iba a robarle algo a Lilie?. A ella ya le habían robado bastantes cosas, como por ejemplo, la oportunidad de robarle la esencia vital a Ayame. ¡Eso lo iba a hacer ella eventualmente!.

El hombre estaba preparando una bomba cuyo mecanismo de activación era el teléfono al que le llegó el SMS.

Cuando el SMS sonó, la bomba explotó y el estaba cerca.

Quizás no fuera lo primero que se le hubiera ocurrido, pero sí era lo que iba a responder ahora que el pre-esqueleto hubo añadido aquella parte final todo se le hizo bastante evidente a aquella pequeña niña cuyos pensamientos y discursiones internas podrían llegar a considerarse preocupantes.

¡Escojo el Objeto!

Luego miró a la pobre compañera cuya vitalidad hubo sido robada, pensando si... entre las recompensas de acertar, estaba la opción de devolverle la vitalidad. Por lo que volvió a lanzar una mirada de odio al pre-esqueleto y volvió a pedir su premio por haber acertado, o al menos, eso era lo que creía la pequeña.

¡EL OBJETO! ¡EL OBJETO!

Hoo hoo

Dijo impresionada la chica calavera arlequín.

Como antes prometí,

este objeto es para tí.

Con esas palabras entregó una llave con forma de calavera a la pequeña. Se relamió con la poca lengua que había generado, esperando una afirmativa por parte de alguien más.

Antes de continuar,

la pista me falta por dar...

¿Alguien más a quien desafiar?

La succionada no tiene nada más que aportar,

la pequeña parece que solo me va a estorbar.

Así que aceptaré respuestas de quien quiera destacar

y que antes no se hubiera decidido a actuar.

O podéis decidiros también por marchar...

Me pareció adorable que la pobre Lillie se escondiera detrás de mi escondiéndose de unas inocentes rimas. Todavía recordaba con una divertida sonrisa como la niña había usado por segunda vez mis... ejem, mis atributos femeninos para convencer a una sombra de que se uniera a ella. Esta vez, al menos, había funcionado.

Sin embargo, me coloqué con posición sobreprotectora una vez más al ver la reacción de la criatura de Lillie. Tenían mucha animadversión en aquel castillo por ella.

El esqueleto nos dijo una serie de acertijos, mas no era muy buena en esos menesteres por lo que dejé a los más duchos en acertijos los adivinaran. Al ver lo que le ocurría a Ayame, corrí hacia ella y le puse una mano en el hombro.

- ¡Ayame-chan! No te preocupes, solucionaremos esto, resiste.

Miré con odio al dueño de las molestas rimas y me encaré con él. 

- Yo quiero un acertijo, pero si lo acierto quiero que devuelvas a Ayame su vitalidad.

Hee hee, haa haa...

La pelirrosa aceptó el desafío

y lo aceptaré con brío.

Además aceptaré tu condición,

pero que sepas que has perdido una gran ocasión,

una pista sobre los secretos de Eldwin, de cualquiera sería ilusión.

Allá va el último misterio, espero estés preparada.

Un hombre aparece muerto en una explanada,

a su alrededor nada más que una mochila cerrada.

Era una lástima no tener información sobre Eldwin, pero mi compañera iba por delante de cualquier otra cosa. Me quedé pensativa ante el acertijo. La mochila y el hecho de que el hombre estuviera en medio de una explanada me hacía creer que el cielo tenía algo que ver. En un principio pensé que algo podría haberle golpeado, la mochila podría haber caído desde un avión y haberlo matado, o que se hubiera tirado él mismo en paracaídas sin que esta se abriera.

- Saltó desde un avión pero el paracaídas no se abrió - dije temblando ligeramente. No estaba muy segura de la respuesta, pero no quería dar una segunda posibilidad por si me ocurría lo mismo que a Ayame.