Jeanne asintió a Meghan, quizás pudiera ayudarla más tarde entonces. Le caía bien esa muchacha Alistair y demostraba una genuina y natural preocupación por su hijo, como ella con Harold. Lucharían por conservarlos con vida.
Se volvió cuando vio entrar a Mary Jane, y su corazón dio un vuelco. Se detuvo en seco, parando con ella a su hijo y a Rhona que, después de escuchar a su hermana, decidía no acompañarles a la biblioteca. Miró un segundo a Harold, adivinando lo que decidiría hacer su hijo tras ese cambio de opinión de Rhona. Y, mientras este se decidía, su mirada se clavó en la pequeña Mary Jane de nuevo y su atuendo. Se soltó delicadamente de Rhona y Harold y se dirigió a ella, agachándose a su vera y rodeando su rostro con sus manos, suavemente.
-Mary Jane, Si termino pronto de la Biblioteca, que espero que sean solo unos minutos, iré al Salón de Baile. Si quieres esperarnos a los mayores te acompañaremos. Quiero bailar como hicimos ayer, y me gustaría que tu estuvieras también.
¿Necesitaba realmente a la pequeña para lo que tenía en mente? Quizás era solo una locura de su mente trastornada por el impacto de saber cual había sido el sueño de su marido, de pensar que Piers también creía que los sueños estaban relacionados con lo que estaba pasando...
El relato de Piers captó toda la atención de Murron. Seguían desvelándose más detalles de la historia de Harry, y cada vez su figura se tornaba más oscura y terrible si cabe. Era como si estuvieran enfrentándose al mismísimo diablo.
La charla continuó decidiendo dónde iría cada uno para seguir indagando, y Murron observó cómo los planes de su sobrina Rhona se estaban viendo truncados debido al deseo de mantener vigilada a Mary Jane.
-No te preocupes Rhona, yo mantendré un ojo sobre la pequeña. Al fin y al cabo, Dougal es más inteligente que yo. Confío en que su escepticismo no le impida recoger toda la información que encuentre en los pasadizos. Además, seguramente Conrad también esté interesado en bajar, después del interrogatorio de ayer al servicio.
Tras la muerte de Malcolm, Murron era el mayor de los Alistair, y sentía que su prioridad era proteger y ayudar a su familia todo lo que pudiese.
Sigo a Mary Jane a las cocheras, y allí a donde vaya. A no ser que finalmente ella decida ir con su hermana a la biblioteca. De ser así, iré a los pasadizos.
No le había sacado ojo de encima a la criada más que lo estrictamente necesario desde que la liberó ayer por la noche, a desgana.
Por supuesto, les acompañaré a ver ese misterio.... dijo uniéndose al grupo que se dirigía a los pasadizos.
No pudo por menos que observar que los catorce invitados se dividían, básicamente, en dos grupos: un grueso que iba a la biblioteca y ellos a los pasadizos guiados por Mrs. Huxson.
Se paró un momento antes de salir:
¿Puedo sugerir que se lleven a Edward a la biblioteca con ustedes? Así tendríamos bajo supervisión a los dos críados que realmente parecen saber algo de la maldición y la historia de la casa.
Y un rehen valioso si la vieja arpía se la jugaba en los túneles al grupo que iba con ella.
Esperaba que alguno de los del grupo de la biblioteca custodiase al viejo mayordomo. Miró especialmente a Piers, que seguramente entendería por qué lo decía.
A los pasadizos.
Elizabeth escuchó interesada el relato de su tío Piers con la convicción de que no era un simple sueño. Incluso él, hasta entonces tan escéptico, había empezado a contemplar otras posibles realidades. Le tranquilizó pensar que aquella idea que se le ocurrió la noche anterior tras conocer el descubrimiento del altar escocés quizá no fuese tan descabellada, al fin y al cabo. Su abuelo podría haber viajado a Escocia con un plan relacionado con esta casa. De ser así, los Alistair, lejos de ser un enemigo, quizá fuesen junto a ellos una pieza clave para desterrar el mal que se cernía sobre Green Arrow.
Fue asintiendo ante todos los que se sumaron a ir a la biblioteca y ante sus iniciativas de buscar información. Ciertamente había muchas cosas que aclarar. Green Arrow se le antojaba como un gran puzle del que sospechaba que sólo habían logrado colocar unas cuantas piezas… El resto debían de estar aún escondidas entre las habitaciones, túneles, recovecos, libros, cuadros… y quién sabe qué más cosas misteriosas de aquella mansión.
Elizabeth se había quedado ensimismada entre sus pensamientos y reflexiones, pero cuando Jeanne y Piers se pusieron en pie de camino a la biblioteca se apresuró a unirse. Arthur también estaba con ellos y Meghan había decidido acompañarles para tener a su hijo más vigilado. Era comprensible, si ella hubiese sido madre estaría verdaderamente intranquila. Se puso en la piel de ella y de Rhona, quien también había quedado a cargo de la inocente Mary Jane, que seguía pareciendo totalmente ajena a todas las desgracias ocurridas. Comprendió también que la joven Alistair prefiriese acompañar a su hermana. Recordando entonces el encargo que Jesse había realizado a su sobrina, se dirigió a éste para aclarar que tendrían en cuenta su encargo – Rhona, pudes acompañar a tu hermana tranquila- le dijo- Nosotros buscaremos información sobre el pasado de Green Arrow y sobre quienes ocuparon antes estas tierras- Dijo dirigiéndose a Jesse.
Antes de dejar el comedor, y precisamente tras haber tomado conciencia de lo duro que debe ser para un padre la incertidumbre de saber peligrar la vida de sus hijos sin poder hacer nada para evitarlo, se dirigió a donde se encontraba su padre y le dio un fuerte abrazo. Hacía tiempo que no se lo decía y pensó que ese sería buen momento: - Padre sabe usted lo mucho que le quiero y lo muy agradecida que le estoy.
Tras esto alcanzó al grupo que se dirigía a la biblioteca y al llegar a su lado guiñó simpáticamente un ojo a Arthur. Le caía bien ese niño. Frágil de físico pero fuerte de espíritu. Su enorme curiosidad le recordaba en parte a ella cuando era pequeña.
Rhona se quedó algo más tranquila cuando Jeanne le dijo que estarían poco en la biblioteca y vio a su tío Murron ir a las cocheras con Mary Jane. Si alguien podría asegurar que la niña no hiciera ninguna locura era su tío el cochero.
Edward sonrío cuando Conrad propuso ir a la biblioteca:
- De acuerdo, señores. Aunque me tengan a un día por sala, al menos me iré asegurando que cada una de ellas está en orden. Al cabo de veinte días habré hecho el repaso entero a la casa- bromeó.
Salvo la niña y Murron y Charles, que estaba meditabundo y en silencio, el resto se dividió en dos grupos. Unos irían a los pasadizos y otros a la biblioteca.
FIN DE LA ESCENA
Creo que como tu intención era seguir a Edward a ver dónde iba... y va a estar custodiado con el resto en la biblioteca, irías a los pasadizos. Pero si cambias de idea, házmelo saber.
Tal y cómo ha ido el diálogo, aunque no hayas escrito nada, doy por hecho que vas a la biblioteca con el resto. Si no es así, me lo dices. Y espero que postees o vas a ir a zona de peligro cuando tienes un montón de velas que poder jugar!!