Toc Toc
La primera vez que escucha el golpeteo en la ventana aún tiene los ojos cerrados. Pero Elizabeth sabe que no es un sueño
Toc Toc
Vuelve a oírlos. Es en su ventana, deduce aún sin abrir los ojos. Porque no quiere. Porque sabe que finalmente le toca que la Casa vaya a por ella.
Toc Toc
Entonces se da cuenta de que está en peligro y que cuánto más se quede quieta e inmóvil menos posibilidades tendrá de sobrevivir. Se ha estado preparando para esto y ahora necesita dar lo mejor de ella. Por su prometido. Por su padre. Abre los ojos y se incorpora con angustia súbitamente y durante un instante se arrepiente por la fantasmagórica visión que ve en la ventana
Toc Toc
Un niño con sonrisa macabra está flotando al otro lado de la ventana. Su imagen es algo translúcida, como si no fuera real. Pero está golpeando con fuerza la ventana de la segunda planta, donde nadie humano debería estar ahí, inmóvil, suspendido en el aire.
El horrible infante la mira despertarse y se ríe con unos ojos inyectados de locura y odio. Y entonces, dejando bien claro que quiere entrar a por ella, llama a la ventana
TOC TOC
Tienes hasta el viernes a las 23:59 para escribir el primer post.
Había llegado su momento… la noche en la que “Green Arrow” y sus fantasmas la buscarían a ella y la pedirían respuestas… La lo noche en la que Harry, de alguna manera, le haría saber que no era bienvenida aquí… que este sitio no la pertenecía…
Elizabeth estaba preparada para la llegada de este momento, pero no para lo que sus ojos, a duras penas, empezaban a contemplar. Las formas en la que se habían materializado las fuerzas del mal habían sido tantas a lo largo de estos días, que habría sido imposible preparar una respuesta específica. Lo que tenía claro es que no podía perder la calma ni mostrar debilidad. Algo que le resulto difícil cuando contempló la imagen de aquel niño que parecía estar completamente preso de la locura.
“No cabe duda. Ésta es mi casa
aquí sucedo, aquí
me engaño inmensamente.
Ésta es mi casa detenida en el tiempo”
Empezó a recitarse las palabras de aquel poema de Mary Knight que había encontrado en la biblioteca y que a lo lardo de estos días tratando de buscarle algún sentido o de descubrir mensajes entre líneas, había ido memorizando a fuego. Mary lo había escrito siendo conocedora de aquellas fuerzas del mal, y quizá sabiendo cómo aplacarlas o mantenerlas a raya… “quizá”…. Quiso creer Elizabeth. Ella lo había encontrado y quizá en él se le brindarán las claves para enfrentarse a su propio peligro…. Quizá.
Quizá ella lo había encontrado por algo…
Su cabeza procesaba aquellos versos lo más rápido que podía, mientras sus ojos iban logrando enfocar… La casa se había detenido en el tiempo para aquel niño, pensó… y ahora quizá se engañe con que todo sigue igual, con que aún sigue vivo… quizá sólo busque recuperar su casa, ¿su habitación tal vez?...
El siguiente verso acudió a su cabeza:
“Llega el otoño y me defiende,
la primavera y me condena.
Tengo millones de huéspedes
que ríen y comen,
copulan y duermen,
juegan y piensan,
millones de huéspedes que se aburren
y tienen pesadillas y ataques de nervios.”
Huéspedes que ríen, duermen, juegan….se aburren… -Quizá sea eso… sólo un niño aburrido, con ganas de reír y de jugar… con ganas de recuperar un espacio que antes era suyo… desquiciado por años de existencia inexistente en la que ha sido ignorado por todos los visitantes de Green Arrow… Un niño que quizá sólo ha pagado el mal que otros desataron aquí…- A medida que Elizabeth se iba haciendo a la idea de que sólo era un niño, su miedo parecía aplacarse y empezó a ser sustituido por una especie de empatía y comprensión ausente de juicios y de prejuicios, que coexistía con su estado de alerta y de tensión.
“No cabe duda. Ésta es mi casa.
Todos los perros y campanarios
pasan frente a ella.
Pero a mi casa la azotan los rayos
y un día se va a partir en dos.
Y yo no sabré dónde guarecerme
porque todas las puertas dan afuera del mundo”
Quizá sólo se trate de eso… de un niño que ha quedado expulsado del “mundo”, de su mundo, “de su casa” y abocado a una existencia en una delgada línea entre el otro lado y éste. Quizá sólo busque dónde volver a guarecerse… Quizá esa risa y rabia desquiciada sólo sea producto del miedo… Quizá sólo quiera encontrarse a salvo de la noche y la oscuridad… ¿No es al fin y al cabo normal que los niños tengan miedo a la oscuridad y a la noche?.
-Esta es tu casa- Dijo con voz tenue y algo temblorosa, mientras se incorporaba de la cama y se ponía de pie, aún sin acercarse a la ventana. – Está es tu casa- Se atrevió a repetir algo más alto y firme- Soy Elizabeth Knight. Sé que nuestra presencia en esta casa está siendo molesta, pero quiero que sepas que no es mi intención quitarte nada que sea tuyo- Elizabeth trató de ganar tiempo y de poder vislumbras las intenciones reales de aquel niño. Pero lo que en realidad quería era buscar las cerillas y el candelabro situados en su mesilla… Mary y su hijo Julius le habían dado la clave que al final determinarían su actuación…
“y yo no sabré dónde guarecerme, porque todas las puertas dan fuera del mundo”, había escrito Mary. Elizabeth sabía que bajo ningún concepto debía abrir aquella ventana. Es puerta hacia el otro mundo debía permanecer cerrada. No debía responder a la llamada de aquel niño.
“el triunfo de la luz sobre las tinieblas” “Solo se puede destruir a Harry en la noche porque solo desde el reino de los muertos se puede acabar con otro” había escrito Julius en aquel viejo libro… Si el mal sólo les acecha por la noche, quizá la clave esté en convertir la noche en día para lograr alejarlo.
Habían pasado los segundos suficientes para que Elizabeth terminara de despertarse y recuperar la movilidad. Mientras trataba de llamar la atención del niño sobre su discurso, había atinado a abrir aquella caja de cerillas en la penumbra y se dispuso a encender la vela del candelabro.
Un chasquido… una leve llama… un movimiento… una vela prendida…. Todo esto sin pensar, deseando que tuviese el efecto pretendido y entonces un movimiento de brazo. Elizabeth alargo el candelabro hacia la ventana, iluminando a aquel niño… Tratando de convertir la noche de aquel cuarto, en día, o al menos, el área circular en la que ambos se encontraban y que la vela lograba iluminar.
Se acercó aún muy tensa, pero también expectante y con convicción a la ventana, con la intención de que la luz fuese más intensa. En ese momento le movían y daban fuerza el recuerdo de su padre y su marido. Hecho esto simplemente esperó…
Cuando encendió el candelabro, Elizabeth notó que la imagen del niño fantasma se distorsionaba...
"Esta es su casa... Todas las puertas dan afuera del mundo...
¿Y si aquel ser NO ESTABA AL OTRO LADO DE LA VENTANA sino que este era su reflejo y aquel ser sí estaba dentro de su habitación? Entonces, si abría la ventana, se le echaría encima y...
Iluminó el candelabro y entonces vio, tras las cortinas, dentro del dormitorio, la figura en relieve del niño... Ahí estaba...
Muy buen post y sobre todo buena idea la de encauzar tu tirada a mente
Como es fácil tienes +2 así que... solo tienes que tirar.
Motivo: Fantasma
Tirada: 1d10
Resultado: 1
No se acercó... estaba dentro del dormitorio y no al otro lado. Llamaba al cristal para tratar de que ella abriera la ventana y entonces ¿qué?
- Esta es mi casa también. No te echaré. Pero no lograrás echarme.
Amenazante, Elizabeth se parapetó tras el candelabro y desde la cama aguantó una tensa espera que no parecía tener fin. El niño ya no llamaba pero no parecía irse.
Entonces la ventana se abrió y un viento apagó las velas y movió las cortinas.
Elizabeth gritó de terror pero cuando pudo volver a encender el candelabro, temblorosa, comprobó que el niño se había ido.
No pudo dormir el resto de la noche pero no volvió a tener visitas.
FIN. ENHORABUENA, HAS SOBREVIVIDO.