Partida Rol por web

Mary Jane ya había esperado demasiado. Era el segundo día que intentaba agarrar eso que vio en el lago y de nuevo sus familiares parecían empeñados en impedírselo. 

Saltó con fuerza sobre el hielo una y otra vez intentando partirlo ignorando los gritos de terror de las hermanas viudas de los Knight. 

Elizabeth no pudo evitar sentir un intenso miedo cuando la pequeña empezó a saltar con toda su fuerza y los gritos se le escaparon sin quererlo. Su hermana gritaba que parase desde la orilla. Estaba claro que ese remo era muy importante para ella y no estaba dispuesta a esperar más y quizá Mary Jane, a diferencia del resto, no pudiese valorar el riesgo real que la situación implicaba.

Sin embargo hubo suerte y una grieta se empezó a abrir bajo los pies de la niña. Tan pronto se dio cuenta Elizabeth tiró de ella para alejarla de ahí. Entonces se arrodilló para intentar abrir un agujero aprovechando la grieta.

Desde la orilla del lago, Eleanor observó como Elizabeth y la niña parecía que iban a volver, pero entonces la niña da un golpe fuerte y el hielo se rompe. Para el horror de Eleanor, Elizabeth se giró emocionada y comenzó a intentar hacer más grande el agujero

-¡¡No!!- gritó Eleanor -¿Qué estás haciendo? ¡déjalo!-

Nerviosa empezó a mirar a su alrededor, buscando. Sospechaba que si se caían dentro del agua no tendría tiempo de avisar a nadie. Quizás si hubiera una cuerda o algo cerca que ella, pudiera usarla en caso de necesidad.

En estos momentos a Eleanor le gustaría ser un hombre y no una mujer para poder blasfemar y gritar ¡Maldicion! o ¡Demonios!

Como temía Eleanor, según van cogiendo el remo y tirando de él para arriba, el hielo empieza a resquebrajarse y pronto el agua helada brota a borbotones de las grietas que se hacen más y más grandes. Los chasquidos según va rompiendo el hielo y los gritos de las dos hermanas no parecen alterar a Mary Jane que sigue aferrada al remo mientras dice: 

- ¿Ves? Se ha enganchado en algo... Tira...

Elizabeth tira con ella sorprendiéndose así misma de esa reacción en vez de intentar correr mientras aún el lago las sostenga sobre las heladas aguas. Una vez el remo se libera, las dos corren hacia la orilla donde les espera Eleanor que no sabe a quién de las dos empezar a abofetear primero. 

- ¡Os podíais haber muerto! ¿Y todo para qué? ¿Para coger este remo? 

- No...el remo no tiene nada que ver... Es donde se enganchó donde me pareció ver un esqueleto. El esqueleto de una novia. El remo se enganchó en el vestido y al sacarlo creo que hemos hecho que el cadáver salga a la superficie. Ahora está anocheciendo pero mañana probablemente podamos descubrir el secreto del lago. 

La niña les dice todo esto como si jamás hubiera tenido un problema de autismo. Después, un viento frío las hace tiritar a todas mientras las luces de la casa se encienden. 

La niña mira a los ojos de las hermanas mientras su rostro se va volviendo inerte en segundos y su mirada se trastorna de nuevo en la de una criatura sin cerebro que tiende su mano para que la lleven de vuelta al Gran Comedor.