Partida Rol por web

Dedos asistió abstraída pero atenta a la reunión. No quería reclamar nada de ningún botín, ya que no se creía merecedora de tal cosa. En la última batalla había vuelto a quedar gravemente herida, y aunque los mandamáses no decían nada, ella se encargaba de castigarse a sí misma.

Sus ojos contemplaron fríamente el movimiento de sus compañeros. Escuchaba lejanamente las voces que hablaban, aunque había una que sobresalía entre las demás: la de Matagatos. Cada vez que él hablaba se encendía algo en su interior que hacía que le mirase a los ojos y escuchase atentamente lo que decía.

Y aunque no quería llevarse nada, los superiores decidieron que le correspondían 2 platas y 2 abalorios. Ya faltaba menos para comprar su propia tienda de campaña. Pero ni siquiera eso la animó, aunque se sentía totalmente rehecha de sus heridas. Dirigió una mirada a Matagatos mientras cogía las monedas y los abalorios, rozando significativamente su mano.

Lo único que logró animarla fue ver la cara de Pelagatos ante los besos de Rastrojo hacia su lider. Sonrió levemente para luego no entender la actitud del Hiena. Ni sus palabras ni su alardeo de no llevar la capa eran lógicas. Como bien dijo Attar Lengua Negra no se iba a ningún lado. Simplemente los superiores le habían dado otra utilidad, por alguna razón que no conocía.

Finalmente, buscó la mirada de Matagatos como despedida y se fue a buscar un rincón en el campamento en el que no molestase a nadie y pudiese entrenar.

CHARLA CONVOCADA TRAS LA REUNIÓN EN LA TIENDA DE LOS MANDOS.

Matagatos hizo reunir a todo su pelotón al completo y se paró frente a ellos acompañado de Ponzoña, su segundo y de Khadesa, Serpiente y Pelagatos como consejeros.

-Hemos recibido nuevas órdenes. Como podéis orbservar algunos pelotones ya se están movilizando para tomar posiciones. Mañana por la mañana seremos nosotros los que saldremos del campamento, a las órdenes del Teniente y junto al tercer pelotón y el de los Campamenteros. Junto a otro grupo al mando del Capitán atacaremos el último campamento en el territorio de Cho'n Delor, un punto estratégico importante y en el que además muchos de nosotros podremos saldar cuentas pendientes. Al mando de ese campamento enemigo se encuentran Chuda y Chugrat, artífices de la emboscada que sufrimos de camino a Cho'n Delor y también del ataque en el mercado de Idon. Queda poco tiempo así que poned vuestros asuntos en regla y preparaos para partir mañana. Al alba de pasado mañana tendrá lugar nuestro asalto conjunto al campamento. Llevad solamente lo indispensable, el resto dejadlo aquí en el Campamento.

Matagatos miró a todo su pelotón, cada vez más experimentado pero también menos numeroso. Se preguntó cuantos de ellos regresarían, quizá ni él mismo lo hiciera y antes de terminar añadió una cosa más.

-Hemos combatido juntos muchas veces y nos hemos salvado la vida unos a otros hasta el punto de poder considerarnos verdaderos hermanos. Quizá no seamos los mejores guerreros de la Compañía, pero cuando luchamos juntos lo hacemos con bravura y siempre hemos vencido a nuestros enemigos. No se si ganaremos esta batalla, o si regresaremos de ella, pero quiero que pase lo que pase ninguno abandone a un compañero en el campo de batalla y si nos ordenan retirarnos no dejaremos atrás a nadie, aunque sea a costa de nuestra propia vida. Yo prometo mantenerme firme por cada uno de vosotros y no dejar abandonado a nadie bajo ninguna circunstancia, espero que todos vosotros hagáis lo mismo. Matagatos hizo una pausa y los miró serio a todos. Si no es así será mejor que no volváis vivos o que no vuelva yo.

No iba a permitir que volviera a pasar lo del grupo de Peregrino, eran hermanos en la vida y lo serían en la muerte si era necesario, no quería cobardes a su lado, aunque estuvieran amparados por las órdenes de otros.
Dicho esto no tenía más información que compartir, pues tampoco le habían dado más detalles y tampoco tenía más que decirles, así que dejó que se dispersaran pues poco tiempo tendrían para arreglar los asuntos que aún tuvieran pendientes.

Campaña asistió a la reunión, ansioso por volver a entrar en combate. Esta vez la batalla se presentaba más compleja que las anteriores, muchos pelotones involucrados, muchos enemigos y una difícil posición que conquistar a toda costa. Campaña no era muy listo y no habría sabido trazar un plan efectivo para la batalla, lo suyo era era obedecer órdenes. Si el mando ordenaba cargar, él cargaría, si ordenaba mantener la posición, eso es exactamente lo que haría, y por el camino trataría de llevarse por delante tantos enemigos como pudiera. Sin embargo, algo había aprendido de otras incursiones, y es que los que no son tan fuertes o no están bien protegidos a menudo no resisten tan bien un ataque frontal, y una máxima en la guerra es tratar de minimizar las bajas.

- Primo ¿Cómo entrarán los Hostigadores y Campamenteros en el campamento? - preguntó Campaña con curiosidad.- Si la empalizada es como la de Tres Castores, Campaña puede derribar... pero el hueco es pequeño para entrar todos. Y otra cosa... ¿Sabe el enemigo que la Compañía va al campamento? Es que Campaña quiere saber si tiene que ir de puntillas para no hacer ruido.

Mientras Matagatos hablaba asentía mentalmente para grabar las órdenes en mi mente. Chuda y Chugrat. Así que así se llamaban los "montruos" que habían acabado con los arqueros en la emboscada. Eran enemigos temibles, sin duda. En mi cabeza se formó una imagen con la bruja (a la cuál realmente no le había visto la cara, así que era una imagen borrosa) y Serpiente compitiendo, midiendo sus fuerzas a ve quién era más poderoso y quién acabaría con el contrario. En mi mente fue como una especie de profecía de futuro, pero yo no era pitonisa (ni lo sería nunca). En realidad había sido simplemente mi imaginación al asociar términos.

Cuándo Matagatos habló de posibles retiradas no pude si no notar una indirecta hacia nuestro grupo. ¿Qué versión le habrían contado? No, no está bien dejar atrás a ninguno de tus compañeros, pero las órdenes hay que cumplirlas. Había habido soldados en esa batalla que habían desobedecido órdenes directas abiertamente, una muestra de individualismo. ¿Debía sufrir La Compañía por la insubordinación y falta de disciplina de individuos que actuaban en solitario? No lo creía. Sin embargo, entendía porqué lo decía. Matagatos había sido siempre "bueno" hasta al extremo y cada muerte bajo su mando le dolía. Entendía eso, pues sentía el peso de algunas muertes durante la última batalla, pero el total de La Compañía tenía mayor valor. Todos por todos, aunque a mi parecer no debes arriesgarte por aquellos que no piensan en el todo. 

Sin embargo no dije nada. No era relevante en un momento así, y no ganaría nada. Parecería una especie de excusa barata a una acusación no hecha. Quedaría cómo un estúpido. 

Cuándo Campaña pregunto sobre ser sigilosos o un ataque abierto casi consigue que una sonrisa brote de mis siempre serios labios. Tan sólo a Campaña se le ocurriría explicar algo así de esa forma tan simple, cómo si hablase de una fiesta sorpresa y no de un ataque en busca de muerte.

Al jorobado ya le resultaba familiar el hormigueo en las tripas antes de la batalla. Puede que volvamos puede que no, pero al menos hare bien mi trabajo, y nadie podrá decir que aunque soy un tullido maldecido por los espíritus no luche con valor y hasta la última gota de sangre. Todos los que me rechazaron se arrepentirán de su decisión.

Recordaba los nombres de Chuda y Chugrat, era poderosos guerreros que habían llevado la muerte a muchos de sus hermanos, casi habían acabado con una escuadra de arqueros ellos solos, ¿Qué podrían hacer los hostigadores contra ellos? Al recordar la masacre que ocasionaron el guerrero agarro con fuerza su lanza y estuvo a punto de partirla. También recordó el incidente del mercado, no pudo proteger a Khadesa, era el momento de borrar esa afrenta.

Khadesa se había preguntado cuál era su papel ahora. No era más que una consejera, una pitonisa adivina, sí, pero no era guerrera, ni maga, ni siquiera podía usar el poder de los espíritus, como un chamán, como su abuelo.

Pero ahora, escuchando los nombres de aquellos a los que se enfrentaban, lo supo. Supo qué debía hacer, claro.

Daría su pequeñísimo hálito de poder mágico a Serpiente. Poco era, pero era algo. Algo más que nada. Y estaba resuelta. Iría con ellos, con "sus" Hostigadores, con su gente. Hasta el final.

Attar, como seguramente la mayoría de sus hermanos, recordaba perfectamente a esa pareja que servía al Triplete. El guerrero brutal, y la mujer de la extraña aguja. Ellos solos hicieron estragos en aquella emboscada, segando las vidas de muchos arqueros de la Compañía. 

Eran enemigos terribles, pero aquello no importaba al mestizo. Confiaba en el resto de hermanos de la Compañía y en sus propias habilidades, y sin duda serían capaces de derribarles. 

¿Chudaquién? ¿Chugraqué? ¿Quienes son esos?

Rastrojo no prestaba mucha atención. Era una de esas arengas que a Matagatos se le da por decir de vez encuando, como cuando dice: "Rastrojo, no te metas con mi hermana" o "Tengo una pelotilla en el ombligo". Son cosas que el Oscuro suelta de vez en cuando para darse importancia.

Que no abandonemos a los compañeros en batalla... ¡habrase visto! Claro, el muy vago se pasa el día que si curando los heridos, que si asistiendo a las reuniones de la tienda de mando... ¿Cuando entrena? De los que quedan con vida, Matagatos debe de ser el que menos ha progresado como guerrero. Y ahora le entra el canguele, y piensa que el próximo es él. Eso de no dejar atrás a otro Hostigador, lo está diciendo refiriéndose a él. Matagatos es el que tiene más posibilidades de caer, y hace este discurso estúpido para que alguien se acuerde de salvarle la vida. Pues no seré yo. No señor. Por mí como si se muere. ¡Sátrapa! ¡Tirano! ¡Cuando mandaba Lengua Negra vivíamos mejor!

Las palabras de Matagatos indicaban que ya quedaba poco para el fin de aquella campaña... una última batalla para poner fin a aquella lucha. Aunque esta vez la batalla sería de las mas duras y a un único enfrentamiento. Sobrevivir o morir, era eso lo que se jugaban. 

Si no hay necesidad de usar el sigilo, ¿la caballería podrá servirnos de algún modo?- preguntó. Él era el encargado de la "unidad" -por llamarla de algún modo- que tenían los Hostigadores. Aunque francamente, poco podrían hacer con ellos. Aunque para romper las líneas enemigas quizás podrían valer...

- Una nueva batalla de avecina. - pienso. Y apenas he tenido tiempo de entrenar y fortalecer este maltrecho cuerpo.

- Tendré que ser más certero con el arco y sesgar la vida de mis enemigos a la primera pues de lo contrario no sé si tendré la suerte de que me den por muerto otra vez.

- Aunque sin duda lo que más tengo que mejorar es el Emboscar, ocultándome en las sombras par que mis enemigos no puedan localizarme. Moverme rápida y silenciosamente para atacar de nuevo y volver a moverme tras cada ataque para poder pillar por sorpresa a los enemigos de La Compañía Negra.

Una Batalla, una Gran Batalla en la que demostrar mis habilidades. Eso es lo que necesitaba para desentumecer estos viejos músculos.

Asiento a las palabras de Matagatos.

- Tranquilo, nadie quedará atrás. - pienso. Yo me encargaré de ello.

Miro a mi hijo.

- ¿Qué estará pensando en estos momentos?

A saber. Hace mucho que dejé de intentar comprender el motivo de sus actos o lo que pasaba por su cabeza. Tan sólo sé que tiene unos objetivos en la vida que no comparte con nadie. Lo preocupante son sus métodos. No se da cuenta de que no puede tener a toda La Compañía en contra suya. Los necesita y nosotros lo necesitamos a él. Juntos formamos un Gran Tandem que no conoce ni conocerá la derrota.

Pero ... ¿como hacerselo entender a Serpiente? No escucha a nadie y se cree superior al resto, y en la mayoría de las ocasiones tiene razón.

Matagatos contestó serio a su primo Campaña, pero no era enfado con el gran hombre lo que tenía sino con los mandos, que una vez más les habían llamado a una reunión para no decirles nada. Todo lo que había dicho era lo que sabía pero de nuevo desconocía los pormenores de como se iba a producir el ataque.

-El Teniente nos dará las instrucciones de como debemos actuar y el plan de ataque en su debido momento primo.

O nos soltará en manada contra el fuerte como distracción mientras el Capitán y sus hombres atacan por el otro lado.

No era el único con preguntas, lo que era habitual antes de una acción tan importante en la que todos se jugarían sus vidas. Sicofante también estaba interesado por como sería el ataque, pero Matagatos tan solo podía hacer conjeturas.

-Si el fuerte carece de puertas como este supongo que haremos una carga para aplastar la resistencia en la entrada y dejar paso libre a nuestras tropas, al menos así lo hicimos aquí. Por si acaso prepáralo todo para que tengamos que cargar, no quiero que no estemos preparados si el Teniente nos lo ordena.

Sin Lengua Negra y Mentiroso habían perdido dos magníficos jinetes y el grupo de caballería se veía cada vez más reducido, pero ya era tarde para lamentarse, deberían apañarse con lo que tenían y seguramente les esperaba otro ataque suicida sin ninguna ventaja a su favor, con un enemigo más numeroso y defendiendo una posición fortificada. Además esta vez iban a luchar contra las mejores tropas exploradoras que tenía el triplete.

Ponzoña simplemente escuchaba. La experiencia le decía que cualquier estrategia o plan aventurado tenía todas las posibilidades del mundo de resultar frustrado o quedar en una simple tentativa. Lo que sí sabía era que cualquier ataque consistente en un avanzar ciegamente como una manada de ñúes acabaría con un gran número de heridos y muertos entre sus filas. Pero Matagatos ya había indicado que el Teniente marcaría los pasos a seguir. Todo estaba dicho pues.

Había llegado la hora de una gran batalla. La compañia Negra tenía que saldar cuentas con sus enemigos y ellos serían la mano de obra que emplearía. No tenía nada en contra de eso, ahora estaba con ellos, como un vil merecenario, y era momento de realizar el trabajo. Pero...¿por qué estaba allí? ¿por qué no volver a su aldea? ¿por qué se había ido? Sus recuerdos eran confusos...había sido su padre...si, su padre se lo había recomendado. Para hacerse más fuerte. ¿O fue él el que lo propuso? Todo aquello no importaba en ese momento. Era hora de entrenar para la batalla. Estaba buscando a Reyezuelo con la mirada cuando vio a Khadesa. Fue hacia ella. En aquel momento su asunto con ella y Serpiente era lo más importante para el antiguo jaguar.

Para nada esperaba las nuevas que traía Matagatos. Era demasiado precipitado lanzarse a la batalla ahora, y más contra los mejores guerreros del triplete. Había demasiados heridos, y no habían tenido tiempo de entrenar siquiera...

"Yo prometo mantenerme firme por cada uno de vosotros y no dejar abandonado a nadie bajo ninguna circunstancia, espero que todos vosotros hagáis lo mismo. Si no es así será mejor que no volváis vivos o que no vuelva yo." 

Las últimas palabras sonaron en su mente como un trueno. Se le encogió el corazón de dolor, por el simple hecho de imaginar no volver a verle jamás, no volver a tocar su blanca piel, no volver a rozar sus dulces labios... Se mordió el labio con fuerza y apretó los puños. No dejaría que nada de eso ocurriese. Nunca. Matagatos no podía abandonarla. No después de todo lo que habían vivido hasta entonces. No después de acabar de salir de los brazos de la muerte. Una vez más tendrían que luchar codo a codo. Entendía el no dejar a ningún compañero atrás. No se le habría ocurrido en ningún momento hacerlo, y aún así entendía el por qué lo decía. 

Dolorida en su interior asintió a las órdenes sin decir una palabra. Pero miró a Matagatos reprochante y dolorida. Esperó que él entendiese el porqué de esa mirada. 

RESUMEN IRC DE HOSTIGADORES MANEJADOS POR PROPIOS Y TERCEROS:

ATTAR

Impacta contra Fantasma 17 y lo mata. Falla hendedura contra Fantasma 19. Trata de intimidar y falla. Fantasma 19 lo ataca e impacta por 9 de daños. Fantasma 6 le ataca e impacta (crítico no confirmado) por 7 de daños. Total daños, 16.

CAMPAÑA

Se lava los ojos. Gasta punto de acción para acelerar lavado.

CARACABRA

¿?

DEDOS (S)

Dispara flecha y falla.

GUEPARDO

Ataca y falla. Gasta punto de acción para aumentar defensa. En el turno del Triplete, lo ataca Fantasma 2 y lo deja inconsciente. Pierde 5 de constitución.

IKHARUS (S)

Gastando punto de acción logra subir toda la empalizada. Cuelga de una mano y ha sacado su hacha arrojadiza que podrá lanzar desde su posición.

KHADESA

Toca a Serpiente concediéndole un +1 a su siguiente hechizo.

LOOR (P)

Trepa por la torre este. Gastando un punto de acción y confirmando el crítico sube hasta lo alto como si fuera spiderwoman.

MATAGATOS (S)

Repitiendo la jugada de LN, cabalga y salta sobre los PJs y entra en el fuerte. Posición, bajo Fantasma 16. Es atacado por Bandido 4. Pifia y se le rompe el arma. Le ataca el Caballero del Triplete. Impacta por 10 de daños. Fantasma 12 y 32 atacan a su caballo, impactando por 12 de daño. Fantasma 31 y 5 atacan a Matagatos. El primero impacta por 6 de daños. El segundo falla. Total daños contra Matagatos, 16.

OJOPOCHO (P)

Dos flechas incendiarias contra Fantasma 10. Acierta una. Lo mata con 7 de daños. Punto de acción y nuevo doble ataque a Fantasma 33. Cinco de daño. Le quedan 6 flechas incendiarias.

PELAGATOS

Ataca a Fantasma 29. Impacta con 8 de daños. Punto de acción y falla. Fantasma 26 y 29 le atacan. El segundo por 10 de daños. El primero rompe su arma por pifia.

PEREGRINO

Ataca y falla contra Fantasma 20. Es atacado a su vez pero fallan.

PONZOÑA

Ataque a Fantasma 13. Crítico confirmado. Muere tras 26 de daños. Retira su cadáver para dejar paso libre.

RASTROJO

Descansa en paz entre estacas.

SERPIENTE

Termina de lanzar su hechizo, lo guarda y mueve 6 casillas. Está en la posición AI.

SICOFANTE

Mueve para estar junto al Teniente.

URO (S)

Trepa un tercio de torre gastando punto de acción.

Mapa

Gracias tio, sobre todo por el mapa :D

Caracabra:
Se mueve en cohesión con KHADESA, siempre delante de ella,  protegiéndola con el escudo.