Partida Rol por web

Un día más había pasado y ya quedaba muy poco para la batalla contra Ryland Horst. ¿Cómo aprovecharían su último día de tranquilidad los estudiantes?

La pequeña Lilie estaba animada como siempre, realmente había estado entusiasmada por lo de mañana. ¿Acaso podían hacer algo para mejorar su estado?. Sea como fuere, la pequeña hizo lo que pudo con lo que tenía. Y lo que era más impresionante, al parecer quería compartirlo.

-¡Mirad lo que he reunido!. -Comentó enseñando su monedero con monedas que había logrado ahorrar, no era mucho, pero quizás le pudiera servir a alguien- ¡Si ponemos todos lo que hemos ahorrado hasta ahora quizás podamos comprar algo bonito para alguien!.

    Espera....- mientras comenzaba a rebuscar entre mis bolsillos - creo que...- muy fuertemente - tengo algo por... - dando vueltas en mas de una ocasión el el mismo trozo de tela - estoy casi... pero casi seguro... que... - para escucharse un sordo sonido para verse rebotar unas escuetas monedas.

  ¿ Ta..... da ?

Tetsuya muy preocupado le tomó la temperatura a Lilie... Sorprendentemente no estaba enferma. - Pues es una iniciativa muy bonita... Pero solo me queda esto. - dicho eso sacó el poco dinero que tenía encima. 

Aunque habían ganado en el desafío de halloween, que era el combate más duro al que se habían enfrentado todos nunca, aún les quedaría uno aún mayor al día siguiente. El mayor reto al que se hubieran enfrentado nunca. El combate final, en el que se decidiría el destino del mundo, y el de ellos... El peso de toda la humanidad sobre los hombros de un simple grupo de estudiantes... Repentinamente toda la inseguridad de lo que les esperaba al día siguiente hizo mella en Anemashi. La chica estaba aterrada ¿habían entrenado lo suficiente? ¿Habían desperdiciado los tres días que tenían antes de la hecatombe? ¿Quizá debieron entrenar sin descanso? ¿Llevaban suficiente equipo? ¿Debería sacar dinero de los fondos Anemashi? Hasta el momento siempre había sido dinero que había ganado ella misma, ¿estaba bien eso? ¿No estaba siendo egoista? Al dia siguiente, todos podrían morir. ¡Morir!

Morir...

...Si tenía que ser egoista...

_{"Oye... Kitagawa-kun..."} le susurró a Saito Ayame, en voz baja para no molestar a los otros, tirando de su manga. _{"Mañana... puede que sea el último día de nuestras vidas... ...p-podría ser... el último día de nuestras vidas... y-y tenemos pendiente lo de..."}

¿Y cómo decirlo? ¿Cómo pedirle un último día juntos, de camping? A lo mejor él mismo tenía otras cosas que quería hacer. A lo mejor quería pasarlo con su familia. A lo mejor entrenando, o en el club de kendo, o... o...

Hoy sería nuestro último día antes de la gran batalla, intentaba mentalizarme bien para estar lo mas preparado posible antes del combate. No podíamos perder, este si que era un combate en el que no había opción de perder y todos éramos conscientes... Había avisado al equipo de kendo de que a partir de mañana empezábamos a entrenar de nuevo con todas las ganas así que no hacía falta que pasara por el club.

Cuando llegue con el resto del grupo Lillie propuso juntar nuestro dinero para comprar algo a alguien con lo que fuera un poco mas fácil el combate, durante un segundo pensé que mi aportación no serviría de mucho ya que acababa de hacer compras ayer pero al ver lo que tenían los demás vi que estaba equivocado, saque mi cartera y mostré el dinero que me quedaba- Esto es lo que tengo... Ayer justo me compre un arma y un par de bebidas así que solo me queda esto -reuní el dinero de todos y se lo entregue a Tetsu- Intenta comprar algo con esto para alguno de nosotros, a mi no me hace falta nada así que no me cuentes ¿de acuerdo? Confió en que sabrás en que gastarlo -en cierta manera parecía algo mas serio de lo habitual pese a tener mi sonrisa de siempre y aparentar la tranquilidad de siempre

Tras eso Ayame llamo mi atención disimuladamente, escuche lo que quiso decirme y aunque en un principio no sabía a que se refería con que teníamos algo pendiente el agarre las manos, rodeando las suyas con las mías- Mañana no será el último día de ninguno de nosotros. Vamos a pelear y vamos a ganar... Pero no porque queramos hacerlo, si no porque debemos ganar. Hay demasiado gente y mucha gente confía en nosotros, debemos ganar y mientras este yo presente no permitiré que os pase nada -le sonreí con una seguridad completa en lo que decía, desde luego lo que fuera que me había asignado el Arcana del Sol no se equivocaba, iluminaba el camino para el resto y hacía arder a lo que se interpusiera.

- De acuerdo, chicos, me parece una buena idea - dije sonriendo ante la buena voluntad de los demás - si os parece bien, yo llevaré el dinero y vemos qué podemos comprar con ello. Pero antes de eso - me acerqué a Tetsuya y lo cogí de la mano - hay que hacer más dinero, para comprar más cositas. Nos vemos más tarde - miré a mi novio y le empujé suavemente - ¿vamos?

Tetsuya asintió. - Con lo que ganemos Momo-chan y yo seguramente tengamos suficiente para comprarme alguna armadura, no os preocupéis. - dicho eso, abandonó el lugar con su novia.

Yuuta recibió un mensaje en el móvil.

Aquí tienes tu pago por el trabajo de anoche. Con las comidas de las dos gorronas que trajiste descontado.

Sueldo = 1000 yens

Dos gorronas = -250 yens

Total = 750 yens

"U-uhm.." Qué complicadas que eran las relaciones, pensó Anemashi. Aunque la respuesta de Saito había sido muy cálida y llena de esperanza, ella aún.. "...Aún así..." ¡Venga! ¡Dilo! ¡Sólo díselo! "S-si este fuese a ser el último día de nuestras vidas... y-yo..." ¡tampoco era para tanto! ¡Sólo quería pasar el último dia juntos en aquella acampada prometida! Si el mundo iba a irse a pique... no quería pasar el último de sus días entrenando, ¡o-o trabajando! Incluso si al final ganaban, incluso si al final no pasaba nada malo y salvaban el mundo y se salvaban también a ellos... ¡Así que dilo! ¡Pídeselo, Ayame! La chica sacó su teléfono móvil y mandó un mensaje a Saito... escribiendo aquello que por simple timidez no se atrevía a decir en voz alta.

Si Saito-kun no sacaba el móvil para leerla, le pediría que así lo hiciera. Y cuando leyera el mensaje, ella diría...

" ...No quiero arrepentirme de nada mañana... salga bien o salga mal lo de mañana... yo... q-quiero pasar este último día contigo... Lo del camping es sólo una excusa... a-aunque me hace ilusión también..."

Lilie se encogió de hombros, al parecer había poco dinero sobre la mesa, metaforicamente hablando, excepto la parte de que era poco, por lo que decidió subirse a Yuuta y ofrecerle a este, de forma amable, que fuera a ir a ganar algo de dinero. A fin de cuentas, con algo más de dinero podían comprarse cosas mejores para la batalla final.

-Yuuta, ¿Vamos a ganar más dinero?. -Preguntó Lilie.

Pero eso estaba fuera del personaje así que...

-Yuuta, vamos a ganar más dinero. -Ordenó Lilie.

Así mejor.

  A ver enana.... puedo conseguir dinero - mientras le replicaba a Lilie en mi espalda - pero seria entonces dejarte sola... ¿ enserio no te interesa aprender el oficio de culinaria ? - le comentaba pues obviamente en aquel restauran no le iban a dejar estar deambulando hasta no ganarme algo mas de respeto - bffffff..... anda, te voy a dejar a donde quieras y de alli yo voy a lo del trabajo - decia mientras empezaba a avanzar ... tampoco le voy a hacer el feo de obligarla a bajarse nada mas acababa de subir...

Ambos fueron a la propia escuela... en concreto al aula de Estudios de lo Oculto, de lo Misterioso, de lo Terrorifico, de lo Escondido, algo que tan solo podía transcribirse en un único libro, libro que solo debe estar disponible en ciertos lugares especiales tales como en todas las librerías de Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay,  Bolivia, México, Perú, Colombia, Centroamérica, España, China, Japón, la Alemania Nazi, Guatemala, Sudáfrica, Brasil, la Ciudad de Bagdad, el pueblo fantasma de Prípiat, Ucrania, la Antártida, el Polo Norte, Bangladesh, Corea del Norte, Namekusei, Ciudad Gótica, el Vaticano, el Imperio Romano, Chernóbil, los abismos marinos, el estado de Pensilvania, Jerusalén, la isla de Poveglia en Italia, los poblados de Pompeya y Herculano, Cambodia, Egipto, el pueblo de Baviera, Rusia, Turkmenistán, Italia, Inglaterra, Irak, el antiguo cementerio judío, Francia, Arabia Saudita, la antigua Persia, el trecho de las Marianas, Noruega, el castillo de Loki, la India, el submundo de varios países, la Deep Web, Taringa, 4chan, el coño de su madre, todos los universos, todas las dimensiones, todas las realidades del cosmos y la creación...

-y Venezuela. -Comentó Lilie sin ningún motivo en particular, entrando junto con Yuuta- ¡Hola!.

Podía ver como Ayame no paraba de darle vueltas en la cabeza a algo como si tuviera unas dudas tremendas sobre si decirme algo o no, al principio incliné levemente la cabeza hacia una lado mirándola expectante a lo que fuera a decir. Aunque lo que hizo fue algo muy diferente que no me esperaba en absoluto, y es que saco el móvil para pedirme lo que no se atrevía a expresar en palabras, si no hubiera sido porque me mando el mensaje delante de mis narices no lo habría revisado en una situación como esta pero claro... Sabiendo que era suyo la cosa cambiaba, leí su petición... Sonreí mas ampliamente, contesté con un emoticono, deje que viera la respuesta y le di un beso en cuanto volvió la vista hacia mi.

- Pues claro, si eso te ayuda a poder llevar mejor las preocupaciones... -le susurré al separarme de sus labios- Además... yo también quería pasar el día contigo. Siento que la cita de ayer se quedo a medias -le comente apartando un poco de su melena por un lado de su rostro para colocarselo tras la oreja- Podemos pasar por mi casa, recoger varias cosas e ir a un lugar que conozco... Aunque habría que ir en transporte público para llegar.

Pero al entrar en aquél lugar, solo había un profesor recogiendo cacharros. - ¿Qué hacéis aquí? ¡¿No veis que estoy desmontando este chabacano club?! - comentaba malhumarado. - ¡Las normas son claras, un mínimo de tres miembros, no se puede tener un club con solo dos miembros!

Lilie miró con incertidumbre al profesor, llevándose una mano a la cabeza, al parecer no comprendía que era lo que este decía, pese a todo, con una voz tranquila y calmada, la muchacha se dirigió hacia el profesor.

-La presidenta, -levantó un dedo (el corazón)- La Tesorera -Levantó otro dedo, y se señaló a sí misma- y Yuuta. -Levantó un dedo más (el meñique) y señaló hacia Yuuta.- Somos 3. ¿Eres un profe de letras, no?.

  No se que era lo que tenia en mente Lilie y el por que involucraba entre sus redes aquel pais del otro lado del mundo, pero de lo que si era conciente era de lo quisquilloso que se ponen los adultos con el papeleo y las reglas, tal que al escuchar como mi compañera me agregaba entre los integrantes del grupo.

   Ah... ehhh s...si, si, habiamos t...tenido un pequeño problema c..con el... p...papeleo... y...y una cosa llevo a la otra... - mentia, pero eso de improvisar sobre la marcha era algo mas complicado de lo que se veia en la tele - Akuhi Yuuta, tercer integrante del club de.... - para acercarme levemente a la pequeña - ¿ _{^{de ocultismos o satanista ?}}

¡¿CÓMO?! - preguntó realmente molesto, dejando todo lo que había recogido de manera desordenada en la mesa. - ¡Se van a enterar estos de secretaría! - se le notaba realmente enfadado... Y sin decir nada más, de un portazo se marchó, dejando a Yuuta y Lilie con la sala del club a solas.

Lilie sacó su teléfono móvil y mandó un pequeño mensaje. A fin de cuentas, que la muchacha a la que quería extorsionar no estuviera en el lugar de la extorsión era algo bastante contraproducente a esa parte de "ganarse dinerito extra". Por lo que, sin dudarlo ni un solo instante mandó el mensaje.

Iori llegó al lugar después de recibir el mensaje y sonrió a los dos.

¡Podré seguir vagueando, genial!

Se recostó en la silla y miró a Yuuta. - Bueno, pues ya que has insistido tanto en estos días, te dejo tocarme una teta, pero por encima de la ropa.