Y finalmente fue Ivy la que se decidió a hablar, en un tono más bajo que el resto y con mirada tímida.
-Yo prefiero quedarme también -dijo, sin dar ninguna explicación ni añadir nada más. Y sin embargo a ninguno de los otros pareció llamarles la atención su actitud, casi parecería que todos daban por hecho que esa sería su postura.
Me sorprendió que la china asintiera de aquella manera, pero agradecí un poco de efusividad tras mis palabras. No estaba acostumbrado a hablar a los demás de aquella manera, aunque no me importaría que se convirtiera en una costumbre. Y de ser así cuanto más lo vieran los demás como algo normal, mejor.
—No lo hemos hablado —dije, adoptando el plural que Gareth me tendía al hablar de lo de la casa de Nora aunque no tuviera ni idea de con quién tendría que consultarlo además de él—. Pero creo que lo adecuado sería en dos días. Informaré cuando tenga el equipo definitivo —aseguré, aplazando aquella decisión hasta poder hablarlo con Amber. Ella estaría seguro, e Ivy. Y no vendría mal alguien que pudiera distraer al asqueroso que nos acompañase durante un rato.
Después fui escuchando las respuestas de unos y otros, y asentí en dirección a Milton primero y a Stuart después. Del primero me llamó la atención la mierda de excusa que puso para quedarse: quizá en Idris no había cobertura, pero podía ir y venir en unos minutos con los portales de la ciudad y de Madrid. A no ser claro, que ella ya se hubiera hartado de él, cosa que no era del todo descabellada.
No me sorprendió el plural que usó Stuart al hablar tanto de él como de Derian. Estaba acostumbrado a eso, pero fue inevitable preguntarme si Amber y yo hablaríamos igual tras pasar por la ceremonia. Mis ojos buscaron a mi amiga y durante un instante brillaron más que de costumbre, dedicándole una media sonrisa. No era necesario aclarar que nosotros no nos quedábamos: después de todo teníamos algo importante que hacer allí.
Seguí comiendo acto seguido, consciente de que gran parte de los planes futuros estaban sobre mí. No tenía mucho más que decir en realidad, y los comentarios sobre la fantástica expulsión de Andrea los guardaría para más tarde.
En cuanto Emille se puso a hablar aproveché para empezar a comer. Gareth había terminado de hablar y se había puesto a comer, eso evidentemente abría la veda para los demás. Además, no pensaba esperar a que Emille terminase. El respeto que procesa por mi supuesto maestro era bastante inexistente.
A medida que hablaba no pude evitar percatarme de las constantes miradas que me lanzaba la china. Estaba acostumbrado a ello, por supuesto, incluso lo echaba bastante de menos por culpa de estar enclaustrado en el maldito Instituto. Allí no podía disfrutar de las miradas indiscretas, de los fotógrafos, de las fans locas... Jamás pensé que los echaría de menos. Le lancé una breve sonrisa a la china y seguí comiendo. Sí, estaba como una cabra y se reía con chistes sobre su amiga recientemente muerta, pero lo peor de todo era que, salvo Jo y yo, por supuesto, tal vez fuese la persona más normal de la mesa. Eso decía muy poco de los demás.
Emille seguía hablando, creyéndose importante o algo. Saqué una cosa en claro de todo lo que decía, que habían pasado muchas cosas, pero que no tenían ni idea de ellas. Que raro. La verdad es que dejaba mucho que desear de los responsables de proteger a la humanidad. Y la vida de mi familia está en sus manos.
Me pregunté si las desapariciones de los subterráneos tendrían algo que ver con nosotros. Eso tal vez podría darnos información sobre el paradero de mi familia. La falta de información en aquel asunto no hacía más que aumentar mi crispación. Solo sabían que había por ahí un nephilim pelirrojo que vestía de rojo y negro. Que mal gusto. Ni siquiera habían mencionado a mi familia. Vamos, que no sabían nada de nada. Noté la mirada de Stuart, pero no se la devolví. Sabía lo que quería decirme con ella. En vez de eso, saqué el móvil por debajo de la mesa y me puse a escribir un mensaje.
Las excusas que pusieron los demás para quedarse allí en vez de ir a la tal Idris me parecieron bastante pobres. Los que pusieron, que Ivy ni siquiera lo hizo. No debía ser tan importante. La verdad es que aún me estaba planteando lo de la primera runa. Tenía pinta de ser un rito de iniciación en toda regla y aún no había leído la letra pequeña, no había tenido tiempo. Me aseguraría de hacerlo antes de aceptar nada, no quería acabar con aquella panda de raros para siempre.
No llegué a decir nada sobre las misiones y tampoco me presenté voluntario. De haber estado Garteh al mando lo habría hecho, pero como él le había pasado el liderazgo a Emille todo había cambiado. No pensaba ir mendigándole un sitio en su grupo de frikis y menos después de que Emille hubiera llamado a su lado a la china antes que a él*. Ni de coña. Ya me encargaría yo de investigar por mi cuenta...
Nada más terminar de escribir el mensaje seguí comiendo sin llegar a decir nada. Tampoco tenía nada productivo que decir.
El ángulo de Ethan no le deja distinguir hacia donde mira emille ni de coña, así que cree a la china XD
Mitch, igual llego un poco tarde, se está alargando la cena. Iré en coche, estate atento al móvil.
Me quedé boquiabierta cuando la mayoría empezó a silbar al aire para no dar palo al agua. ¿Qué sentido tenía dejarse comer el coco si luego no iban a por todas?
Me giré hacia AB cuando con ojos comprensivos y ladeé mínimamente la cabeza con lástima -¿Te encuentras muy mal?- le pregunté más interés que hacer notar que aquello era la único que podía justificar que no moviera el culo del castillo.
No tenía muy claro si Herondale iba o no a dejarme ir, pero Emille ya me había levantado el "no salgas" al pedirme que le acompañara en su investigación así que levanté la mano, el brazo, y luego mi cuerpo entero - Yo voy.- aseguré, saludé con una inclinación de espalda y volví a sentarme.
Le dediqué una nueva mirada a Mike, y al verle comer, le imité sin darme cuenta por gesto reflejo de fan; cogí el único cubierto que compartían nuestras culturas, aunque ellos usaban mal, y probé el puré - Yo lo hubiese hecho mejor.
Gareth asintió a cada una de las intervenciones y después, al ver que nadie parecía tener nada más que añadir a aquella reunión, miró a Sun-yun.
-Si te parece bien, podemos hablar después de cenar y responderé todas las preguntas que te hayan surgido en este rato. -Echó un vistazo hacia Émille y luego hacia Milton. -Te incorporarás al entrenamiento con Ethan -dijo, haciendo un pequeño gesto hacia el chico al nombrarlo-, Émille y Milton se encargarán de enseñarte todo lo que necesites, pero si en algún momento no están disponibles, puedes avisar a cualquiera de los demás.
En ese momento te llegó un mensaje como respuesta al tuyo:
Ok! Estaré al loro!
xoxo
Después de aquello la reunión se dio por finalizada y la conversación se distendió. Cada uno se dedicó a comer lo que quiso y cuando todos terminaron Scott, Ivy y Jo se quedaron recogiendo la mesa. En cuanto a los demás... Se dispersaron por el Instituto.
Pero mientras unos iban a sus habitaciones, otros a la biblioteca y otros se reunían en algún otro lugar del castillo, en el exterior, debajo de un coche y sin que nadie llegase a percibir su presencia, un pequeño gato negro permanecía sentado y vigilante, con sus ojos azules clavados en el solar lleno de rastrojos que rodeaba la iglesia de All-Hallows-The-Less.