Dentro del mundo de las Sombras, como es el de los Nephilim, los Subterráneos y los Demonios, también existe otro completamente distinto, que es el de los humanos. Ajenos a la eterna guerra que se desarrolla a su alrededor, los mundanos hacen sus vidas rodeados por los que parecen personas, que hablan como ellos y puede que incluso sangren como tal. Pero lo cierto es que estas criaturas son el concepto que ellos tienen de los monstruos, criaturas de pesadilla y cuentos fantásticos. Los mundanos son criaturas ciegas en este mundo de sombras y oscuridad, simplemente aún no lo saben.
Por supuesto, algunos mundanos, aunque no pueden ver, comprenden o reconocen la existencia de los mundos demoníacos. Casi todos poseen ese instinto, esa certeza de que por esta tierra deambulan seres ¨distintos¨ a ellos, que no pertenecen del todo a su mundo, y cuya única intención es hacer daño y destruir. Esa información enterrada aún permanece en algún lugar de sus mentes, recuerdos profundamente grabados que han pasado de generación a generación.
Las amenazas que los rodean son invisibles para ellos, ya que no pueden ver la verdad que los rodea como los que si poseen la "Visión" . Ven la realidad a través de un espejo empañado que les impide ver el mundo como realmente es.
Existen otros humanos especiales que nacen dotados de la "Visión" . Estos mundanos tienen una capacidad mas desarrollada que otros, la cual les hace ver el mundo de las sombras oculto bajo los potentes Glamours que lo envuelven. Este don les permite ver la belleza y el horror en las cosas corrientes que resulta invisible para todos excepto para ellos.
También se dan casos de jóvenes dotados de la Visión por derecho propio, como son los hijos entre Nefilim y humanos comunes. Estos mestizos desconocen su linaje, así como tampoco saben mucho sobre la vida de su progenitor Nefilim, ya que no hablan de sí mismos ni del pasado del que huyeron antes de convertirse en Exiliados. Sus hijos no saben nada sobre los Cazadores de Sombras ni sobre el mundo de las Sombras al que pertenecen.
La progenie de éstos siempre gozará de la sangre predominante de los Nefilim, pero estos niños podrían no llegar a desarrollar nunca los instintos dotados por el Ángel y vivir para siempre en la completa ignorancia. Otros, en cambio, pueden comenzar a experimentar cambios en su mundo tal y como lo conocen, y tener la opción de unirse a los Cazadores de Sombras y seguir el camino que su linaje les otorga si así lo quisieran. Con la única condición de desprenderse de su vida anterior así como de sus familias y amigos, para siempre.
Los seres humanos no usan la magia. Es parte de lo que los hace humanos. Ningún mundano puede hacer que acuda un Demonio a él, pero ha habido algunos, desesperados y estúpidos, que han encontrado a una bruja o un brujo que lo haga por ellos. Como consecuencia, muchos encuentran un destino fatal en las garras de los Demonios, ya que el veneno de demonio es algo potente que podría terminar con sus vidas.
Muchos son los humanos que se ha atrevido a cruzar el umbral que separa su mundo del de las Sombras. Por desgracia, muchos no lo decidieron, y fueron atacados por un vampiro o un hombre lobo fuera de sí. Otros, en cambio, buscaban los favores y beneficios que sólo las criaturas de la Oscuridad podían ofrecerles.
Humanos que han dejado atrás sus vidas mundanas y corrientes que se han dado a las criaturas de las Sombras, haciéndose un sitio entre ellos, reclamando formar parte de su mundo y sus costumbres, o simplemente jurando servirles vendiendo sus almas a cambio de promesas y engaños.
Las criaturas fantásticas saben cubrir muy bien su rastro entre los mortales, que apenas son conscientes del Glamour que los envuelve. Los mundanos jamás reconocerán la verdadera apariencia de un Demonio, ni verán las alas iridiscentes de un Hada, así como tampoco diferenciarán rasgos tan característicos como las garras de un Brujo o los colmillos de un Vampiro a los de una persona normal y corriente. Si estos no quieren ser descubiertos, utilizarán un Glamour que hará que sus mentes humanas lo procesen todo como algo totalmente distinto y normal. Así ha sido desde tiempos inmemoriales, y así perdurará si quieren permanecer ocultos.
Los humanos poseen algo único y precioso y apenas son conscientes de ello. La vitalidad que emana de los mortales es como oleadas de energía que alimenta a las criaturas del Inframundo. También a los Subterráneos que rodean a los mundanos les resulta muy fácil engañarlos, ya sea mediante Glamour o haciendo cosas al descubierto, justo frente a ellos, desconcertándolos. Esto les divierte y entretiene, convirtiéndolos en sus juguetes humanos. Muchos otros ven a los humanos como algo útil y necesario para su supervivencia sin preocuparse siquiera por las Leyes y los castigos de la Clave.
Si no fuera por los Nefilim, estos humanos quedarían a merced de Subterráneos y Demonios despiadados que abusan de la vitalidad que palpita en ellos, consumirían su humanidad con la misma facilidad que un vampiro saborearía la sangre que brota de una herida abierta, con la muerte en los labios y la promesa de la inmortalidad en sus hipnóticas palabras.
La vida de los humanos brilla con la misma fuerza que la llama de una vela, y puede apagarse con la misma facilidad. Los demonios huelen su mortalidad, así como ansían el chisporroteo de energía que circula por sus venas.
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Nefilims, o Cazadores de sombras, como se llaman a sí mismos, son una raza de hombres creada hace mas de mil años. Cuando los humanos estaban siendo invadidos por demonios de otros mundos, un brujo convocó al Angel Raziel, que mezcló parte de su sangre con la de los hombres, dotándolos con una capacidad especial para matar demonios. Se los podría considerar humanos, pero no son como los demás, ya que poseen mas fuerza y rapidez que la mayoría. Son guerreros, educados y adiestrados desde muy jóvenes para proteger nuestro mundo de las criaturas que logran atravesar nuestras fronteras desde distintas dimensiones demoníacas. Así como protegen nuestro mundo, también hacen cumplir las Leyes entre las diversas criaturas que viven entre nosotros, invisibles para todo aquel que no esté bendecido con la ¨visión¨ del mundo de las Sombras.
Además de estas cualidades especiales, los Nefilims también se distinguen por tener unas particulares marcas alrededor de su cuerpo, que les aportan habilidades y protección en la batalla. El nombre real para estas marcas es ¨runas¨, cada una con un propósito y utilidad distinta. Se graban sobre su piel a fuego y, una vez utilizadas para su fin, algunas se desvanecen, dejando tras de sí ligeras cicatrices sobre la piel, casi imperceptibles para los demás.
Principalmente las hay temporales, utilizadas por un motivo en específico, también hay runas que duran a lo largo de toda la batalla, y finalmente las permanentes.
Estas marcas se realizan únicamente con estelas, objetos mágicos alargados que los nefilim llevan siempre con ellos.
Otro de los objetos que siempre acompaña a todo Cazador de Sombras es el Cuchillo Serafín, unas dagas especiales que reciben el nombre del Ángel a la hora de ser utilizados.
Los Nefilim poseen su propio sistema de Gobierno, y la Clave es la encargada de crear las Leyes. Todo Cazador de Sombras está sometido a cumplir sus obligaciones. En caso contrario, o si decidieran quebrantar los acuerdos, es ante ellos ante quienes deben responder.
Los cazadores de sombras, antes de sus 18 años, pueden escoger tener un compañero de lucha con quien unir fuerzas, a quien le confiarían la vida ciegamente. Los parabatai se unen a través de una ceremonia, generalmente realizada en la Ciudad Silenciosa, y una runa permanente que solo desaparecerá si tu parabatai muere o se transforma en un subterráneo. Los lazos entre ellos llegan a ser superiores a los lazos de sangre. Suelen volverse tan cercanos que cuando uno muere el otro siente un dolor muy intenso, una gran pérdida, y en ocasiones la runa sangra mientras su dibujo se desvanece hasta ser un débil trazo plateado; perder a un parabatai es como perder una parte de ti. Sólo puedes tener un parabatai en toda tu vida.
Tener una relación sentimental con tu parabatai está prohibido por Ley, y de darse a conocer el caso pueden encarcelarlos, o peor.
La mayoría de los Nefilim viven apartados de la sociedad, pero los hay que deciden abandonar sus obligaciones, quedando automáticamente apartados de sus hermanos para mezclarse entre la gente corriente, o simplemente deciden casarse con un humano, aunque éstos casos son muy escasos. En ambos casos son despojados de sus marcas (es un proceso muy doloroso) y deben abandonar la Clave. Se les prohíbe tener contacto con cualquier persona que pertenezca al mundo de las sombras, ya sean otros nefilims o subterráneos.
La progenie de los Nefilims con los humanos siempre gozará de la sangre predominante de los Nefilim. Estos niños pueden ser Cazadores o no, algunos viven en la completa ignorancia mientras que otros, en cambio, conocen el mundo porque sus padres le han informado. Siempre tendrán opción de unirse a los Cazadores de Sombra, y seguir el camino que su linaje les otorga, pero en ese caso deben desprenderse de su vida anterior, así como de sus familias, para siempre.
Las relaciones esporádicas de Nefilim con subterráneos no están castigadas por la Ley, pero la unión de cualquiera que posea la sangre del Ángel, junto con la de un subterráneo, está terminantemente prohibida.
Si un humano bebiese de la Copa Mortal, éste podría convertirse en un nefilim. Sin embargo sólo se asegura una transformación correcta en los niños. A partir de los dieciocho años, o bien el cuerpo de la persona aguanta el proceso de transformación estoicamente o bien muere en el acto, pues el poder de la sangre angelical requiere fuerza especial y buena capacidad de recuperación. Es por ello que la Clave decide si se permitirá que el humano beba o no de la Copa, ya que la mayoría nunca sobrevive a la transición.
Está formada por un consejo de Nefilims, encargados de decretar las leyes, así como también imponer los castigos a todo aquel que quebrante la Ley o Los Acuerdos. En Europa son conocidos como Enclave y en América como Cónclave.
Está compuesto principalmente por un Consejo, un Inquisidor, y un Cónsul. Máximos dirigentes del bien sobre toda la comunidad de Cazadores en el mundo.
La Clave reside en Alacante, situada en Idris, país de origen de todos los Nefilims y hogar de la mayoría de los Cazadores. Dedican su tiempo a tomar decisiones y su primordial tarea es guiar a los nefilims en su propósito, así como ayudarlos en caso de ser necesario.
Su lugar de reunión se encuentra en el Gard, ubicado en el centro de la ciudad, así como el gran Salón del Ángel. Este lugar también es conocido como el Gran Salón de los Acuerdos, debido a que a los subterráneos no se les permite el acceso al interior de Gard, y es el lugar en el que se llevan a cabo los Acuerdos, así como diversos festejos.
El Consejo actúa como una cámara de senadores, encargados de crear las leyes de la clave y firma los Acuerdos.
Al principio el consejo estaba formado solo por Cazadores de Sombras, pero en la actualidad también hay un representante de los cuatro grupos principales de subterráneos (Vampiros, Lobos, Hadas y Brujos), que tiene un asiento en el consejo.
También es el lugar donde reside el Cónsul y el Inquisidor, ambos funcionarios de alto rango de la Clave.
El Cónsul es quien cuenta los votos del Consejo e interpreta la ley para la Clave, así como principal consejero de los Nefilims y el Inquisidor, que es el encargado de llevarla a cabo. El Inquisidor es un Líder y único miembro encargado de castigar las rebeliones e infracciones civiles cometidas por los Cazadores de Sombras. Puede ser enviado lejos de Alacante para imponer la autoridad de la Clave allí donde se le necesite. Entre sus obligaciones se encuentra el poder arrebatar las runas a los nefilims infractores, llevar a cabo los castigos y someter a los sospechosos ante la espada Mortal en un juicio.
Todo Cazador de Sombras puede llegar a ser miembro de la Clave, pero principalmente está compuesto por los mayores, así como por aquellos que sobresalen en su trabajo.
La clave considera que la colaboración de los subterráneos es necesaria si alguna vez quieren expulsar a la raza de los demonios del mundo, pero también son personas duras y estrictas, que no toleran el incumplimiento de los Acuerdos. El principal enemigo de "La Clave" son los demonios, pero en ocasiones recurren a castigar a los infractores de la ley, sin dudar en ejercer su poder ante todo aquel que las desobedezca.
La ley más importante para ellos, así como la peor traición, es alzarse en armas contra sus camaradas Cazadores. Cuando esta traición ocurre dentro de sus mismos miembros, a estos traidores se les destierra por completo y se les considera enemigos, aunque en ocasiones, también pronuncian diversas ¨maldiciones¨ como castigo por contravenir la ley. Como recurso, también pueden condenar a muerte a sus traidores mas significativos.
Solo a los cazadores adultos se les permite la entrada al Gard cuando la Clave está reunida. La edad considerada como mayoría de edad para un Nefilim esdieciocho años.
Los ángeles son seres de luz, el bien es su única misión en el mundo. La mayoría fueron personas que mientras estuvieron en la tierra, como simples, mortales fueron personas dignas de llamarse extraordinarios seres humanos, caritativos, amables o tal vez incluso hayan dado la vida por alguien más. Estos actos en la tierra fueron los que les hicieron convertirse en ángeles, en seres bondadosos.
Son de apariencia hermosa y celestial, poseen alas blancas las cuales les ayudan a volar y les sirven como defensa, y además las pueden ocultar cuando ellos quieran. Ellos prefieren andar por el mundo con una apariencia humana y común. Su principal tarea es guiar a los humanos por el bien, ayudarlos cuando más mal la están pasando y mostrarles el camino por el cual deben seguir. Algunos han ayudado a personas cuando están a punto de morir, brindándoles una mano y una nueva oportunidad, pero sólo a quienes lo merecen. Tienen la capacidad de curación y de hacer sentir paz a las personas, y también tienen la capacidad de desvanecerse en la nada de pronto, desapareciendo ante los ojos de los mortales. Sus principales enemigos son los demonios, no porque los odien, de hecho los ángeles siempre que se encuentran con uno intentan guiarlos por el buen camino, pero esto nunca resulta. A veces los ángeles luchan contra estos seres malvados y, la mayoría de las veces, si no tienen la suficiente fuerza, mueren en esa batalla.
Algunos ángeles han cometido el error de relacionarse sentimentalmente de otros seres, humanos comúnmente, hecho que no debería ser ya que son seres diferentes; esto no es bien visto por los mandatarios de los ángeles, de hecho si ellos deciden pueden expulsar a los ángeles del paraíso y devolverlos al mundo como simples humanos para que tengan una vida normal y sin poderes, y una vez que mueran será imposible volver a ser lo que eran.
Los ángeles solo pueden mantener relaciones sexuales o sentimentales si esta relacionado con su objetivo en la tierra. De no ser así serán exiliados. Si la infracción se comete con un demonio, los arcángeles pueden enviarle al infierno, y allí decidirán si matarlo o que se convierta en un ángel caído, uno de ellos.
Pero como en todo, existen siempre Ángeles que se descarrían del buen camino. No sólo hay ángeles blancos, de luz, existen también los Ángeles que se dejan corromper por el mal y se alían a los Demonios: Ángeles Negros se les llama. Dedicados a usar su poder para hacer mal a los demás, llega un momento en el que si hacen demasiado mal, es posible el convertirse en un demonio por medio de la maldad y se les niegan automáticamente todos sus dones.
Existe un lugar llamado "Paraíso", donde ningún humano es posible de pisar ya que tendría que estar muerto para hacerlo. Este lugar es gobernado por los Arcángeles más altos y poderosos. Ese es el hogar de todos los Ángeles. El máximo gobernante de los ángeles es el Ángel o Arcángel Raziel, que es el ser más poderoso y líder de todos los ángeles, aunque suele dejar en manos de gente de las altas esferas y de una gran confianza para él, lo que suceda en el Paraíso y en la Tierra.
Hay tres tipos de ángeles.
Los Ángeles Guardianes: algunos ángeles, cansados de ver como los hombres sufren sin tener la misericordia de Dios o de los arcángeles de su lado deciden que ayudarán a los humanos y a los Nefilim en su lucha. Pero están limitados. Limitados a cuerpos humanos con raros destellos angelicales de vez en cuando, castigados por los arcángeles por su decisión pero salvados por Dios por sus buenas intenciones. Estos ángeles tienen bajo su cuidado a un humano, que se convierte en su protegido y al que deberán de cuidar y proteger hasta que cumplan su objetivo (ya sea que el humano esté a salvo o que pase algo importante). Sin embargo, aparte de proteger a los humanos que les hayan sido adjudicados, los ángeles guardianes tienen que cumplir una serie de normas si quieren permanecer al lado del humano, pues en caso de que incumplan alguna de estas reglas, perderán sus alas y dejarán de tener la condición de ángeles. Estas normas son:
Está prohibido enamorarse del humano.
La vida del humano está por encima de todo lo que suceda.
Los poderes quedarán limitados durante su estancia en la Tierra.
Los ángeles guardianes están obligados a ascender al Paraíso para su descanso; pues si se quedan en la Tierra todo el tiempo, acabarán perdiendo sus poderes.
Los Ángeles Guerreros cuyo cometido es bajar a la tierra para combatir contra los demonios, y los Ángeles Visitantes que su único cometido es hacer el bien entre los terrestres.
Definidos en términos religiosos como moradores del infierno, Siervos de Satán, pero entendido para los propósitos de la Clave, como un espíritu maligno.
Los Demonios son la principal fuente del mal en el mundo, comandados por los más altos dirigentes del Inframundo. Son, por consecuencia, los principales enemigos de los Cazadores de Sombras, y también de los demás seres subterráneos que existen, ya que su única función es corromper, matar, dañar. Siempre están en proceso de persuadir a seres de luz para que se unan al mal y a su misión de hacer caos en el mundo.
Los demonios son altamente peligrosos ya que poseen muchos poderes los cuales ponen en desventaja a los demás constantemente. Uno de los poderes que habría que resaltar es el de crear ilusiones; originalmente su apariencia real es digna de asustar a cualquiera, pero gracias a este poder toman formas humanas con belleza increíble, las cuales suelen confundir y engañar a los demás con frecuencia. Pueden transformarse en hombres, en mujeres, en niños, incluso en animales.
Los Demonios son una extensión de los Demonios Mayores, los cuales son mucho más poderosos y difíciles de eliminar, ya que nadie ha conseguido matar a un Demonio Mayor. La única forma de matarlos consiste en combatir su forma física y etérea para que mueran realmente, lo cual es prácticamente imposible. Cuando muere la parte física de los Demonios, tienden a plegarse en sí mismos, empequeñeciéndose mas y mas hasta desvanecerse por completo. Nada queda de ellos en nuestro mundo, ningún indicio que muestre que el Demonio existió alguna vez. Pero lo cierto es que estos Demonios vuelven a su dimensión de residencia cuando muere su cuerpo físico, pero sin morir realmente. Su forma etérea quedará dispersa en su dimensión de origen, debilitada. Sólo el tiempo les devolverá de nuevo su forma física, así como la posibilidad de retornar al mundo del que fueron expulsados si así lo desean.
Existen infinidad de Demonios distintos, los cuales se rigen por una jerarquía de poder liderada por los más altos dirigentes del inframundo. Los hay que son criaturas espantosas que saltan de la oscuridad para desgarrar y matar, que sólo conocen la destrucción. Se alimentan de muerte, locura, desesperación y dolor... Pero también existen Demonios profundamente sutiles que saben ocultarse muy bien, Demonios que deambulan entre los humanos sin ser reconocidos y sin que se les presenten trabas a sus actos maliciosos y atroces, sirviéndose de la manipulación y el chantaje. Esta clase de Demonios jamás cometerá errores. Cuando va a por un objetivo que le interesa, siempre existirá una razón para ello.
Lilith creó a los primeros Demonios mediante la dispersión de su sangre en la tierra de Edom, lo cual la convierte en un Demonio Mayor, así como la Madre de todos los Demonios.
Todos los Demonios y Criaturas Inferiores actúan siguiendo las órdenes de los Demonios Mayores, ya que muchos de estos han sido elegidos por ellos mismos para servirles en el inframundo.
Algunos de estos Demonios fueron una vez humanos, mortales que vendieron sus almas a los Demonios Mayores a cambio del objeto de sus deseos mas oscuros y ansiados, quedando así atados eternamente a las ordenes y caprichos de su Señor.
Un Demonio Mayor tiene el poder suficiente sobre los de su clase como para mandar a una hueste de Demonios Inferiores y Criaturas contra los Nefilim, pero no debemos olvidar que también tienen debilidades:
El oro y los cuchillos del Ángel les provoca profundas y dolorosas heridas, ya que no los toleran. Asimismo tampoco soportan el sol, ya que es su mayor enemigo. Entrar en contacto con la luz directa del sol les resulta totalmente insoportable. Sus ojos arden, su piel se siente como lija y el aire les abrasa los pulmones, al igual que si se encontraran en el interior de un horno. Son criaturas de la Noche, por lo tanto odian el día, ya que los debilita, aún cuando se encuentran a cubierto.
Todos los subterráneos son en cierta medida demonios, pero únicamente los brujos son los descendientes directos de progenitores demonios. A diferencia de los vampiros y hombres lobo, que están infectados por una enfermedad demoníaca, son medio humanos, medio demonios, a los cuales se les conoce por el nombre de Hijos de Lilith.
Sus poderes son más fuertes que los de cualquier otro subterráneo, ya que su sangre de demonio los convierte en las únicas criaturas en el mundo de sombras capaces de lanzar magia y vivir eternamente.
Cada brujo tiene una anomalía física que lo distingue, la cual es conocida como la marca del demonio. Estas marcas pueden manifestarse físicamente de distintas formas, unas más obvias que otras, las cuales ocultan con glamour y magia. Estas pueden variar, ya sea mediante rasgos apenas perceptibles, así como otras no tan fáciles de pasar inadvertidas. Puede tratarse de ojos de gato o las manos en garras, también alas de murciélago, patas de cabra, cola de lagarto... Algunos incluso también podrían tener la piel de distinto color.
Debido a su descendencia cruzada, los brujos son incapaces de reproducirse, pero se han dado casos de embarazos entre ellos, así como en humanos. Por supuesto, el resultado de estos nacimientos abocados al completo desastre, daban como resultado un niño muerto y deforme. Al parecer, se conocen casos de parejas de brujos, que aunque resulte raro, todavía es aún mas raro el hecho de que adopten un niño humano y lo críen como propio.
Algunos brujos pasan años sin darse cuenta de lo que son, y por ese motivo muchos se pueden hacer daño a sí mismos o a otros seres, así como verse corrompidos por la oscuridad que son capaces de atraer hacia sí mismos. En todo brujo corre sangre de demonio y son, de todos los subterráneos, los que mantienen un contacto mas directo y estrecho con éstos, pudiendo ser los más débiles y jóvenes, fácilmente manipulables por criaturas diabólicas, así como también atraídos de forma irremediable hacia lo oscuro.
Los brujos pueden tener distintos poderes, pero ante todo necesitan aprender a controlarlos.
Muchos son poderosos brujos, hay otros que no lo son tanto, todo depende de la práctica y del empeño que estos pongan a su arte, así como el poder que desarrollen, ya que no tienen poderes ilimitados, y deben sacar la energía del ambiente o bien de otra persona o ser vivo.
Muchos son capaces de invocar demonios, aunque algunos con más facilidad y experiencia que otros, ya que los resultados de una mala invocación traería terribles consecuencias para el brujo que la realiza.
Muchos se ganan dinero haciendo trabajos mágicos entre los subterráneos que requieran sus servicios, muchas veces ejerciendo la función de sanadores. Algunos se mantienen dentro de los límites de la alianza, otros en cambio, prefieren actuar en contra de los intereses de la Clave, convirtiéndose en infractores de la Ley.
También, en ocasiones, la Clave contrata sus servicios en nombre de la Alianza, ya sea pagando sus honorarios u ofreciéndoles un favor a cambio, ya que son brujos y no sirven a los Cazadores de Sombras gratuitamente.
Como es bien sabido, los vampiros son seres que son regidos por los instintos, por la sed de sangre la cual los obliga a cazar para alimentarse. Todos fueron humanos alguna vez que, a causa de un momento desafortunado en su vida, fueron presa de un vampiro. Para transformarse en vampiro, el humano, después de haber ingerido sangre de vampiro, debe morir, ser enterrado y, después de volver a la vida, salir de su propia tumba él solo, sin ayuda. A continuación debe alimentarse de una cantidad excepcional de sangre humana fresca en las próximas 24 horas para completar la transición, sino se desvanecerá y morirá. En ningún momento es necesaria una mordida del vampiro, y cuando la sangre de éste está presente en un organismo, la persona, a parte de sentirse extraña, se siente atraída hacia el ser del que proviene la sangre. Para evitar una transformación, deben beberse grandes cantidades de agua bendita para purificar el cuerpo.
Los vampiros sólo salen de noche, por lo que los lugares que más frecuentan son clubs nocturnos.
Cuando un vampiro decide que quiere algo más que un aperitivo, comenzará a alimentar a sus humanos con cantidades pequeñas de su propia sangre para mantenerlos dócil y conectados a su amo, convirtiéndose así en Subyugados, humanos que sirven a sus señores con una adoración ciega. Para el Vampiro son una fuente de compañía y alimento, a cambio, ellos reciben pequeñas transfusiones de sangre Vampírica de vez en cuando. Esa sangre les mantiene ligados a sus amos y les asegura que, al morir, se transformarán en Vampiros.
Son como las mascotas humanas de los Vampiros, pero este acto no está totalmente castigado por la Ley, ya que en realidad no les hace daño.
Los Subyugados, en lugar de estar débiles por la pérdida de sangre, se hacen más fuertes y saludables debido a las propiedades curativas de la saliva del vampiro, que les ayuda a vivir más tiempo, alargando sus vidas.
Estos humanos parecen más delgados y pálidos, ya que no comen alimentos y viven de una mezcla de sangre de Vampiro y animal, manteniéndose en un estado de animación suspendida. No son inmortales, pero envejecen muy lentamente. La mayoría de los Siervos son jóvenes, ya que a los vampiros les gusta adquirir a sus siervos cuando están en plena juventud: a mayor belleza, menor probabilidad de enfermedad sanguínea.
Físicamente los vampiros son extremadamente pálidos y hermosos, la mayoría de ellos no sienten compasión a la hora de cazar, no se preocupan demasiado por su víctima, aunque algunos otros sí son más sensibles en ese aspecto. Saben que irremediablemente deben alimentarse de sangre ya que por el contrario morirían, pero algunos sólo beben lo necesario de los humanos, sin desangrarlos por completo aunque esto es muy difícil de lograr ya que una vez que prueban la sangre es muy difícil parar antes de matar a la víctima. Algunos sienten remordimiento de matar humanos para sobrevivir gracias a ellos, así que intentan sobrevivir bebiendo sangre animal de vez en cuando, la cual por supuesto jamás los satisfacerá por completo como lo hace la humana.
Los hombres lobo son sus enemigos por naturaleza, por eso es que siempre intentan evadir el tener un encuentro con uno de estos, para evitar enfrentamientos. Los vampiros suelen ocultar su identidad, ya que un humano podría no tomar tan natural el hecho de saber de la existencia de estos seres. El ser vampiro no implica que sean malvados, aunque sí los hay, pero muchos son amables; su naturaleza no fue elegida por ellos en la mayoría de los casos.
Las formas de matar a un vampiro son escasas, únicamente será posible clavándole una estaca, cortándole la cabeza y prendiéndole fuego, si es quemado por el sol, o quitándole toda la sangre de su cuerpo.
Existen dos tipos de seres lobo. Los que nacen lobo y los que se infectan por la Licantropía a través de un mordisco. Los hijos de la Luna, como así los llaman los Nefilims, son así como consecuencia de una extraña enfermedad traída por los demonios desde sus dimensiones de residencia. ( La mayoría de las enfermedades de los demonios son mortales para los humanos, pero en estos casos causan cambios extraños en los infectados, sin matarlos en realidad. Los vampiros también se consideran infectados por una de estas enfermedades). Como es sabido, los hombres lobo y los vampiros han sido enemigos naturales desde siempre, y esto es a consecuencia de que los demonios originarios de estas enfermedades eran rivales, dejando tras sus contagiados ese rastro de odio de los unos hacia los otros.
Para los que son lobos a consecuencia de un mordisco, los primeros años son clave. El libertinaje de demonios que causa la licantropía provoca un montón de cambios en el humano que es mordido.
No todos los mordiscos de hombre lobo dan como resultado la licantropía, pero existe un 50% de probabilidades de que un solo mordisco convierta a un ser humano corriente en un lobo.
Por suerte, la manada cuida de los suyos, aunque desgraciadamente muchos que acaban de convertirse no saben todavía lo que son.
Después del primer mordisco llegan oleadas de rabia y enfados incontrolables. Cólera suicida y desesperación. Tras ese periodo, llega la primera transformación en la siguiente noche de luna llena después de haber sido mordido. La transformación destroza el cuerpo y parte de la carne y los huesos, sumiendo al humano en una agonía insoportable, incluso llegando a dejar al hombre sin recuerdos de la noche anterior. Así seguirá siendo cada mes durante la luna llena el resto de sus vidas, sólo que no de forma tan violenta como la primera vez.
La manada puede ser de ayuda en este sentido, pero muchos de los infectados no tienen la suerte de vivir en el seno de una manada. Viven por su propia cuenta, tratando de gestionar como pueden todos estos asuntos abrumadores para ellos, y muchos se vuelven incluso violentos contra los demás o ellos mismos. El indice de suicidios es muy elevado los primeros meses, pero los que superan la transformación llegan a dominar sus ramalazos de violencia, incluso la misma transformación puede ser parcial. Por ejemplo, algunos pueden parecer vagamente humanos. Otros en cambio, adquieren rasgos lobunos en su rostro, como orejas puntiagudas, o afiladas garras en sus manos, ojos de un color amarillo-dorado en la oscuridad...etc.
La transformación completa de los hijos de la luna implica el aumento en tamaño y masa corporal, convirtiendo al subterráneo en apariencia normal en una terrible versión de un lobo. Aparece pelo por todo su cuerpo y las garras y dientes se vuelven afilados y puntiagudos.
En este periodo de ¨adaptación¨, muchos incumplirán la Ley, debido a su falta de orientación, y serán castigados por morder a un humano, o incluso matarlo, ya que comparten el mundo de las sombras con los Nefilims y están bajo el poder de la Alianza.
Poseen una fuerza inimaginable y son muy peligrosos para los humanos, es por esto que una vez de que se dan cuenta de que han sido infectados y convertidos en hombres lobo, la mayoría de estos opta por encerrarse y atarse en casa para no dañar a nadie en el exterior, esto se debe a que una vez que se transforman un 95% de estos son incapaces de reconocer a sus seres queridos y podrían herirlos, incluso hasta matarlos. Una vez transformados son seres agresivos que pueden morder y atacar a quien se les ponga enfrente, sin distinciones, aunque se ha dado el caso de que algunos sí conserven un poco de su conciencia humana y eviten el dañar a sus personas queridas y se alejen ya transformados. Cuando se transforman sus ojos se ponen de un color amarillo-dorado que brilla en la oscuridad con intensidad.
Los hombres lobo llevan una vida "normal" como cualquier persona, la única diferencia ocurre cada que sufren su transformación, la cual dura sólo durante las noches de luna llena. Tienen una notable preferencia por la carne aún cuando están en su apariencia humana. Los Hijos de la Luna suelen vivir muchos años, y que la longevidad es uno de sus dones, aunque para nada vivirán tanto como un hada o un elfo. Su vida es como la de un mundano sin ninguna enfermedad, pero envejecen al igual que ellos.
Como es sabido, los Hombres Lobo y los Vampiros han sido enemigos naturales por años, y esto sigue vigente hasta el día de hoy. Cada vez que se encuentran es casi por ley que habrá un enfrentamiento; los dos son igual de poderosos, sería difícil decir quién de los dos es más débil o perdería esta batalla cuerpo a cuerpo. Hasta el día de hoy no se sabe de una cura para los Hijos de la Luna, quizás por medio de magia… quizás no, eso dependerá sólo de un gran mago que sea capaz algún día.
La plata les quema y hiere, pero son veloces y se enfrentan a sus enemigos con ferocidad.
Todos los lobos tienen una Ley: Quienquiera que mate al líder del clan ocupa su lugar. Aunque también un nuevo líder puede ser nombrado por el anterior. Todos, sin excepción, le deben lealtad y sumisión a su Líder.
Existe un grupo de licántropos encargados de controlar a los hombres lobos y vampiros "recién nacidos" para que no cometan infracciones ni ataquen a los inocentes, estos son los Praetor Lupus; una alianza secreta de licántropos fundada por Woolsey Scott alrededor del 1800. Rastrean a los subterráneos “huérfanos”: licántropos recién convertidos, vampiros novatos y brujos que no conocen el mundo de las sombras o no dominan sus poderes. Intervienen antes de que el nuevo subterráneo pueda volverse violento o provocar disturbios e intentan integrarlo en una manada, en un clan, o conseguirle un brujo mentor; y les ayudan a controlar sus poderes.
Los licántropos al ser salvado, pueden optar a quedarse entre los Praetors, otra forma de integrarse en la alianza es por una invitación del líder.
Todo Praetor lleva un medallón de oro con la insignia de los Praetor Lupus alrededor del cuello, con grabados que dicen “Beati bellicosi”, que significa “Bienaventurados los guerreros”.
Algunas leyendas hablan sobre ángeles caídos, expulsados por su orgullo, pero lo cierto es, que las hadas, son la misma progenie entre demonios y ángeles. Su fría belleza y su aire sobrenatural los convierten en criaturas hermosas, casi tanto como los ángeles, pero poseen una gran cantidad de malicia y crueldad en su interior, al igual que los demonios.
Son realmente bellos, con preciosos rostros pálidos capaces de influenciar fácilmente bajo sus hechizos de hadas a los humanos. No tanto a los Nefilims, salvo que éstos lleven protecciones en su piel, mediante runas. En el fondo son seres primitivos como la misma naturaleza, casi salvajes. Bajo el glamour de belleza que los rodea, en ocasiones se esconden criaturas de ojos negros, sin iris ni pupila. Su piel tintada en tonos azules, verdes y carmesí, así como cabellos que alcanzan el blanco pálido y alas iridiscentes pasan desapercibidas para los humanos mundanos. Algunos incluso podrían poseer cuernos y manos en forma de ramas.
Las hadas viven durante cientos de años y son muy astutas. No pueden mentir, pero evaden las respuestas con sutilezas, utilizando el ¨quizᨠcomo forma de respuesta, así como jugando con aquel que le pregunta, sin confesar la verdadera respuesta dado que no ¨realiza¨ las preguntas correctas. También les encanta decir verdades de un modo creativo y desconcertante. Descubrirán lo que más deseas en el mundo y te lo darán...Con alguna sorpresa oculta que hará que te arrepientas de haberla deseado.
Pueden coquetear ocasionalmente con los mortales, pero luego los abandonan, por lo general en mal estado.
Tienen la capacidad de crear glamours y visiones en los mortales por mera diversión, llevándolos a la locura si así lo desean. Un hada puede hacerte danzar hasta que mueras con las piernas convertidas en muñones, engañarte para que te des un baño a medianoche hasta que te estallen los pulmones, así como llenarte los ojos de polvo de hada hasta hacer que te los arranques de cuajo...Aunque existen otras formas de participar en sus festejos, siempre y cuando un hada te haya entregado un distintivo que te salve de sus perversos juegos.
Los seres mágicos son un pueblo muy viejo, lleno de secretos, suyos y de otros. Nada les sorprende y son muy pacientes, así que no toman decisiones precipitadas a la hora de aliarse con nadie; primero esperarán a ver ¨en qué dirección sopla el viento¨.
No ayudan a nadie sin obtener algo a cambio, y si así lo hacen, solo es daño disfrazado de ayuda. Pero si eres convocado por la Reina de las hadas, sería una estupidez hacer caso omiso de sus peticiones.
Su Corte se encuentra bajo tierra, a la cual se accede a través de entradas secretas. La entrada de Nueva York se trata de un lago en el Central Park, la cual se puede traspasar cuando el reflejo de la luna llena brille en sus turbias aguas oscuras.
La corte sabe todo lo que ocurre en sus tierras, y es sabido que ningún mortal puede acceder a la corte, salvo si es invitado. Si así fuera, ésta puede resultar peligrosa, ya que una vez que su comida o bebida cruza los labios mortales, el mortal les pertenece por derecho propio, haciendo quizá, que sea imposible que vuelva a la superficie.