Partida Rol por web

Al ver a Gareth tan cansado decidí que iría lo más directo al grano posible. Era el momento de demostrar profesionalidad, y que sabía estar a la altura. Tomé asiento frente a él, consciente de que estar al cargo de los dos novatos era una responsabilidad que no habría dado a cualquiera. Y si me había dado la oportunidad antes que a Scott, por ejemplo, más me valía responder satisfactoriamente.

- Bien. - Respondí con rapidez. - Entrenaré a Nora en combate a diario de ocho a doce, y a Ethan de diez a dos. Tienen niveles y formas de aprender demasiado distintas para hacerlo siempre juntos. - Expuse. - Además, va a costar que se lleven bien.

- He organizado un combate con Lauretta para que lo vean y entiendan a lo que tienen que aspirar. Todos los referentes que tienen son de lucha mundana, y eso es un lastre.

- Además, he pedido a Ivy que eche una mano a Nora con la detección. - Comenté, antes de hacer una pausa. - Me gustaría hacerles pronto la runa del Ángel, pero creí que querrías organizarlo en condiciones.

No fue impresión lo que pudiste ver en su mirada, pero sí orgullo hacia ti. Un orgullo que se te antojó contagioso, pues si él se sentía orgulloso de tu labor estaba claro que tenías que estar haciéndolo verdaderamente bien. Gareth permaneció en silencio hasta que terminaste y entonces asintió.

- Me gustaría que ellos entendieran bien lo que simboliza para nosotros esa runa y su importancia. Que comprendan el paso que darán al recibirla. Haremos una ceremonia oficial cuando consideres que están listos para recibirla. Tal vez quiera asistir algún representante de la Clave para entrevistarse con ellos. 

Después se quedó pensativo un instante para terminar asintiendo de nuevo. 

- Lo tienes todo controlado por lo que veo. Si necesitas ayuda de cualquier nephilim del Instituto, no te cortes en pedirla. Y cuenta con Milton también. - Te miró largamente, como si pudiera ver tu interior sin dificultad y añadió algo más. - No te empeñes en hacerlo tú solo.

Escuché las primeras palabras de Gareth antes de asentir. Aquello era tan poco práctico que, de no ser él, probablemente me habría saltado sus preferencias a la torera. La mejor forma de comprender el paso que daban al recibir esa runa era sentirlo en ellos mismos. Y si no empezaban a mejorar al ritmo que yo tenía en mente pronto, aunque fuera gracias a eso, acabaría por abrirles la cabeza de pura desesperación.

Después de eso tuve que reprimir mi sonrisa cuando señaló que lo tenía todo controlado. Y luego, antes la opción de pedir ayuda a cualquier nephilim, no pude evitar imaginarme a Nora siendo entrenada por Alice. Aquello sí tendría que ser divertido.

- Lo tendré en cuenta. - Respondí manteniendo la seriedad, antes de cambiar ligeramente de tema. - No me gustaría limitarme sólo a formarles. - Continué después. - Quiero participar en la investigación de lo que quiera que esté pasando.

Gareth asintió gravemente con la cabeza. - Espero que todos en el Instituto participéis de esa investigación en mayor o menor medida. Pronto tendremos que dar explicaciones a la Clave. Pero la verdad es que no tenemos muchos hilos de los que tirar todavía.

Hizo una pequeña pausa, estudiándote con seriedad. - ¿Se te ha ocurrido alguna línea de investigación que no estemos explorando ya?

Me mantuve estoico cuando Gareth respondió. Me daban ganas de preguntarle si por todos en el Instituto entendía también a los estúpidos italianos, o a los novatos, pero no sabía cómo hacerlo sin que pareciera que estaba cuestionando sus decisiones, de ir en esa línea. De modo que simplemente asentí con seriedad, y su pregunta posterior hizo que me pensase durante unos segundos la respuesta.

- No se me ha ocurrido ninguna línea que no haya sido comentado ya. - Aseguré. - Pero tampoco sé qué o cómo se está haciendo con las que tenemos, así que no puedo opinar realmente. - Valoré en voz alta. - Por otro lado, cada vez estoy menos convencido de que esto fuera casualidad. Dos nephilim sin despertar, y ambos con mezcla de subterráneo alrededor. - Comenté, negando con la cabeza. - Hay algo que no nos están contando.

- Yo tampoco creo que fuese una casualidad. - Confirmó Gareth a tus palabras. - Deirdre está preparando distintas reuniones con los representantes de los Subterráneos de la ciudad. - Explicó, mirándote con una seriedad que te hacía pensar que esperaba que no divulgaras esa información a la ligera. - Espero que podamos sacar algo de ahí. Por ahora Lucius Grey ha confirmado su asistencia como representante de los hijos de la Noche y Marie Du Foir se entrevistará con ella como representante de los lupinos. Glanmore Peakes no ha respondido todavía y en cuanto a la reina seelie... Bueno, hablar con la Corte lo dejaremos como última opción. 

El hombre tomó aire despacio y sus ojos se clavaron en los tuyos con intensidad. - Si hay alguien detrás de todo esto, lo averiguaremos.

Asentí ante las palabras de mi mentor. Como siempre, seguir la cadena de mando podía resultar un poco frustrante, pero sabía que era lo mejor. Entonces mi rostro se relajó, mostrando que iba a cambiar de tema.

- Hay otra cosa sobre la que me gustaría comentarte algo. - Enuncié. - Es sobre Andrea. - Dije, antes de hacer una pausa para que pudiera ubicarse. - No quiero meterme donde no me llaman, pero valoro seriamente la posibilidad de que tenga un retraso. - Expuse.

- Carlo y él acompañaron a Ethan al rodaje para protegerle. - Le dije. - Andrea se vistió como un mundano y quería ir sin una mendelin. Se vendó un par de cuchillos a la espalda a los que no habría podido acceder en combate. - Expliqué. Sabía que aquello le parecería una simple niñería, o que mientras que no hubiera pasado nada a nadie no habría problemas, así que me dispuse a continuar. - Eso no es todo.

- Ayer localicé un nido de rapiñadores. Él estaba por allí y se metió también. Se lanzó a lo loco usando cuchillos normales. Empezó a recibir por todas partes y tuve que salvarle varias veces, pero ni se apartaba ni hacía nada de provecho. Luego, cuando vio que yo usaba serafines, cogió uno, lo invocó, pero ni siquiera se planteó usarlo para atacar.

- Acabó desmayado, malherido y desangrándose. Scott tuvo que encargarse de él. Si no llegan a ser sólo unos rapiñadores o no llego a ser yo, alguien podría haber muerto por su culpa.

Gareth frunció el ceño cuando mencionaste a Andrea y su expresión te indicó claramente que tenía intención de cortar el tema de raíz, pero tus palabras lo detuvieron. Escuchó tus explicaciones con expresión seria, sin decir nada hasta que terminaste, y entonces suspiró con hastío.

- Hablaré con el director del enclave de Florencia. - Dijo finalmente. - Pero no creo que tenga ningún retraso. Tal vez es simplemente muy malo combatiendo o está todavía desubicado en Londres. Me enteraré de qué está pasando.

No te costó darte cuenta de que no quería profundizar más en el tema contigo y su mirada decía que tampoco quería que tú te involucrases más. Sin embargo, tras un instante en silencio, añadió algo más. 

- Entiendo que Andrea no te cae bien, pero él y Carlo van a quedarse un tiempo. Deberías intentar aceptar su presencia en el Instituto. - Hizo una pausa y su expresión se suavizó mientras sus ojos brillaban levemente con una ligera complicidad. - Retrasados o no. 

Asentí a las primeras palabras del director. Sin duda aquello era lo mínimo que podía hacer si de verdad no iba a poner a Andrea en su sitio o dejarle directamente en Florencia con una nota de despedida. Al ver que quería cortar el tema decidí yo también dejarlo de lado, aunque su último comentario me hizo un poco de gracia, y no pude evitar formar una pequeña sonrisa, devolviéndole la complicidad.

- Si sólo es malo combatiendo puedo entrenarle con los demás. - Me lancé a proponer, esperando que aquello pareciese una sentencia de paz y me hiciese ganar puntos con Gareth. - Aunque creo que Ethan podría darle una paliza con los ojos cerrados.

Gareth negó con la cabeza. - No te preocupes. - Dijo con naturalidad. - Para eso está Lauretta aquí. Y si no, me encargaré yo mismo. 

Después hizo un gesto con la mano con el que zanjaba el tema de Andrea y se quedó callado, a la espera de que continuaras informando si tenías algo más que contar.

Asentí a las palabras de Gareth. Aquella última opción era mejor todavía: que tratase con él en persona, que viera que no era ausencia de habilidad, sino de inteligencia. Que se desesperase con el pervertido, y luego...Luego sólo sería esperar a que Gareth le enseñase la puerta.

- Muy bien. - Dije, era más un asentimiento que una aprobación. Entonces hice un gesto con la cabeza, indicando que había terminado. - Nada más por el momento.