Partida Rol por web

- Claro. Claro que saben qué tenemos que hacer. ¡Y mucho más, seguramente! Pero no buscan que lo hagamos, buscan que descubramos qué tenemos que hacer y cómo. Son como profesores, no nos darán los ejercicios hechos, porque no aprenderemos nada.

Natsuko sabía de esto más de lo que aparentaba. No era una mala idea, pero tampoco era nada confirmado. ¿O sí?

En ese momento, oís una voz que viene de una ventana cercana.

- ¡Eh, vosotros dos! ¡Aquí!

Es Saburou Ueno, un compañero de clase, asomado por la ventana. De hecho, es el compañero que este mismo día había pedido públicamente al profesor permiso para utilizar el instituto durante el verano para el club de teatro.

A su lado, aunque no asomada, estaba Lylia.

Aunque por poco tiempo. Al ver que giráis la vista, Lylia pega un salto (algo cómico por cierto) hacia un lado para apartarse de la ventana.

Miro hacia la ventana con cara de "qué acaba de ser eso"

- Ueno, ¿qué quieres? - Grito fuerte para que me oiga.

- ¡Acercaos un momento, por favor!

Estaba tan asomado a la ventana que podría caerse en cualquier momento. No parecía que pudiera acercarse más él mismo.

Cuando Akito se acerca a la ventana, Saburou dice, y por su aspecto, muy en serio:

- ¿Estaríais interesados en uniros al club de teatro?

Al llegar a la sala del consejo, Kyoya estaba pacientemente esperando con un libro en una mano y un lápiz en la otra, concentrado ante una hoja de papel con fórmulas y números. Al verte llegar, los deja en la mesa y dice:

- Has tardado más de lo que esperaba, Shuuji, ¿quién era?

- Natsuki... - lo digo sonriendo, un poco en las nubes - Hemos estado hablando y riendo un rato. Mañana voy a buscarla a su instituto. - me paso la mano por el pelo como nerviosos - Creo... creo que me gusta...

Lo suelto un poco como una bomba, más por toda la adrenalina del momento que por autentica necesidad de compartirlo, justo después de decirlo comienzo a mirarme los pies, comprobando si el bajo de mis pantalones está perfectamente igualado...

Al principio Kyoya tenía la boca abierta. Cuando consigue cerrarla, se acerca rápidamente a ti, te pasa el brazo por detrás del cuello y con la otra mano te frota la cabeza.

- Mi Aki-Aki se nos hace mayoooor, ¡y ya tiene una cita con Natsuki!

Entonces Kyoya se detiene un momento, suelta a Kyoya y su cara cambia completamente, como si no entendiera algo.

- Espera. Natsuki... ¿la chica de ayer? ¿la de... la del puente?

- Eeeeeh... Sí. Pero ya está bien, o al menos mucho mejor. - me dejo caer en una de las sillas y miro por la ventana - Está guapísima cuando sonríe...

Coloco todo lo que tengo en la mesa mientras hablo, bien alineado y por tamaños. No es que de normal sea desordenado, pero cuando tengo el pulso acelerado no puedo evitarlo.

Kyoya se deja caer en una silla también.

- No sé si la sala del consejo o es el instituto que tienen algo. Pero sea lo que sea, conspira a nuestro favor. Por pura curiosidad, ¿sabes si es peligroso su Arcano?

- Aún no lo ha visto. Pero seguro que tiene uno, puede ver y tocar a Ayoik. Y al de Ueno. Saburo Ueno, el del club de teatro también tiene un arcano, pero Lylia estaba con él así que no me preocupo. - hago un gesto con la mano, como alejando de mi la idea. - Tiene unas ideas muy curiosas sobre los arcanos Natsuki, aunque no las recuerdo claramente ahora mismo la verdad...

Kyoya sonríe, alegre.

- Me alegro por ti, tío. Y no te han hecho falta ni cartas en la taquilla. - Risas - ¡Pues este verano toca una cita doble! Quiero presentarte a mi chica también.

- Espera espera espera... No estamos saliendo... -echo la cabeza hacia atrás y me paso la mano por el pelo -Es más, no sé ni si le gusto. Hasta hace una hora estaba convencido de que le gustaba Daichi... - La última frase sale de manera amarga... 

- Pero vas a ir mañana a su instituto. Eso es que lo habrás acordado con ella. ¡Por narices que le gustas!

Kyoya cambia de postura en la silla y se pone en pose seductora.

- Todo encaja. Cuando han visto que yo estoy comprometido, han decidido que no podía robarles a Akito, y atacarán todas de golpe. - se acerca a ti y pone tono de secreto - Yo de ti vigilaba en cada esquina.

Tras estas frases, se levanta finalmente de la silla:

- Bah, he hecho suficiente teatro por hoy. Comienzo a parecerme a Ueno. - simula un escalofrío - Si no te importa vayamos tirando, me gustaría pasar por el súper.