Partida Rol por web

- Bueno... No soy muy buena profesora. - Dice Saki modestamente, aunque de verdad lo creía. - Pero puedes preguntarme lo que sea, quizás lo que estás estudiando lo tengo un poco lejano ya, pero te intentaré ayudar lo mejor que pueda. - Sonríe. 

Chika sonríe ampliamente. Daba gusto verla sonreír así.

Entonces Saki nota como alguien le tira de la manga.

Entonces ve a Anastasia. Le está pegando tirones de la manga y señala a Chika.

- ¿Quién es?

Cuando Saki ve a Anastasia comienza a sudar, nerviosa. 

"Ni se te ocurra, no involucres a Chika en esto también..."

Saki intenta ignorar lo mejor que puede a Anastasia, pero aún así, es evidente que la había mirado hacía un momento. A parte, Saki no podía evitar ir lanzando miradas en dicha dirección, cómo si esperara que uno de las ojeadas Anastasia hubiera desaparecido. 

A pesar de su creciente estado de estrés, Saki sonríe a Chika y continua con la conversación. 

- ¿Y...? - Comienza a decir, algo nerviosa. - ¿Y en que tipo...? ¿En que tipo de asignaturas necesitas ayuda?

Pero entonces a Saki se le hiela la sangre. 

"Anastasia no pudo ver a la bibliotecaria... Si puede ver a Chika... ¿Significa que ya es demasiado tarde?"

Anastasia sigue mirando a Chika con curiosidad. Chika no parece verla. Anastasia se pone cerca de la silla de Chika de un saltito, y comienza a rodearla mirándola bien por todas partes.

- Matemáticas.

Saki casi se había olvidado de la pregunta a Chika, y se sorprende al verla con cara de pesadez, como si recordara a un viejo enemigo.

- No las soporto. ¡No las entiendo! ¿Quizá no las soporto por eso?

Tan cerca de Chika, Saki no puede evitar fijarse directamente en Anastasia. Un impulso interno la motiva a gritarle a Anastasia que se aparte de Chika, pero se contiene. Cuando Saki por fin regresa al hilo de conversación, está visiblemente desorientada. 

- Si... Las matemáticas, ¿No? Suelen... Suelen ser bastante insoportables, ¿No crees? - Intenta mantener contacto visual mientras que habla, pero sus ojos no dejan de irse hacía Anastasia. 

Ahora Chika te mira realmente extrañada.

- Te pasa algo, ¿Saki? ¿Hay algo que te preocupe?

Por dónde empezar...

- ¿Sabes? A mi me puedes contar lo que quieras... ¡haré lo posible por ayudarte!

Saki vuelve a esforzarse para apartar la vista de Anastasia y mirar a Chika. Intenta aparentar tranquilidad, pero el resultado es bastante desastroso. 

- No pasa nada, es sólo que... - Vuelve a darle una rápida ojeada a Anastasia. - Es sólo que... - Le da vueltas a la cabeza, buscando una escusa plausible, pero al final no se le ocurre nada muy original. - ¿No hace calor aquí? ¿Crees que...? - Otra ojeada. - ¿Crees que dejarían que nos lleváramos los batidos? Podemos tomárnoslos mientras paseamos... 

- Claro que nos dejarán. Los hemos pagado y son vasos desechables. Te noto muy nerviosa Saki.

Chika se levanta y se dirige hacia Saki, batido en mano. Saki se levanta y comienzan a caminar. Anastasia da unos saltitos y comienza a seguirlas, dando más saltitos.

Los nervios de Saki siguen siendo aparentes, y Chika parece saberlo. Y Anastasia aún les sigue...

En ese momento, a Saki le recorre el cuerpo un escalofrío. Siente como un objeto no identificado le recorre la espalda, desde el cuello hasta el coccix, frío como el hielo.

Oh, espera... era hielo. Chika sonreía de forma traviesa.

- ¡Reacciona Saki! Te estaba diciendo que a dónde quieres ir ahora. Te toca elegir.

- ¡Oh! - Dice Saki con tono de sorpresa, quizás un poco sobreactuado para su gusto. - Pues... Creo que... - Vuelve a mirar a Anastasia de reojo, que las seguía de cerca. Al final termina por rendirse, no parecía que aquella niña se fuera a cansar de seguirlas. - Creo que no me encuentro muy bien, Chika. Yo... Lo siento mucho, quizás me ha sentado algo mal esta mañana... No se... - Una parte de Saki se resistía a darle más vueltas a la escusa, mientras que otra parte insistía en que debía ser más elaborada. 

"Si estoy mintiendo a Chika es por su bien... Y ya se me nota bastante... Así que mejor voy directa al grano..."

- Creo que regresaré a casa por hoy... ¡Me lo estaba pasando genial, te lo aseguro! Pero... Bueno... 

Chika parece entristecerse.

- Ah, ya imagino. También sé lo que es. Espero que podamos vernos otro día durante las vacaciones Saki. ¡No dudes en llamarme!

Te da un fuerte abrazo con el que casi te tira el resto del granizado.

- ¡Mejórate, Saki!

Tan pronto cómo se despide de Chika, Saki comienza a caminar en la dirección contraria, sin rumbo fijo. Pero no para de mirar hacía atrás para asegurarse de que Anastasia la sigue a ella. 

Anastasia sigue a Saki, aunque mira hacia atrás enfurruñada, hacia Chika.

- ¡Qué chica tan aburrida! Creo que no quiere ser mi amiga.

Saki sigue caminando, sin intención de comentarle nada a Anastasia sobre lo que ha dicho. ¿Que iba a hacer con ella? ¿O sería mejor decir "con eso"? Seguía sin parecer peligroso pero le daba demasiadas malas vibraciones a Saki. En gran parte porque desconocía hasta dónde era capaz de llegar su poder. Sabía que podía estar en varios lugares a la vez, y era la responsable de que hubieran desaparecido sus arcanos pero... ¿Eso era todo? No podía empezar ninguna acción hostil sin saber que tan peligrosa podía llegar a ser. 

Era evidente que preguntarle sobre su origen de nuevo no era una buena idea, o al menos Saki no quería volver a sentir aquella voz tan perturbadora en su cabeza. Tendría que optar por otro camino... 

- Anastasia. - Dice para llamar su atención, aunque no la mira directamente. - ¿Cómo has llegado hasta aquí? 

Anastasia acelera un poco para llegar a la altura de Saki y la adelanta. Se gira hacia Saki y se encoge de hombros, mientras camina hacia atrás.

- Hace mucho que estoy aquí. ¿Cómo has llegado tú?

"La pregunta no iba en esa dirección, pero... Supongo que puedo utilizar esa respuesta para ir directa al grano." 

- ¿Yo? Pensaba que eso lo sabrías tú... ¿No tiene idea alguna de cómo he llegado hasta aquí? 

- Hmm...

Casi podías oír su cerebro funcionando.

- Quizá necesitabas algo de aquí. O se te ha perdido algo. ¡O alguien! ¿Es alguna de esas cosas? ¡Puedo ayudarte a encontrarlo!

Demasiado... conveniente.

Saki frunce el ceño. 

"O quizás puedes ayudarme a perderlo aún más... " Piensa Saki, desconfiada. "¿Que camino tomaría Mei?"

Si Mei había estado en esa misma situación y había terminado por desaparecer de ese plano existencial... Significaba que había hecho algo... ¿Algo que había cabreado a Anastasia, quizás? Sin duda no parecía mantener una buena relación con ella, había intentando matarla la noche anterior... ¿Pero la desaparición de Mei había sido una cuestión de tiempo (Del tiempo que había pasado en el "mundo" de Anastasia) o de de algún acto en concreto? Saki sabía lo impulsiva que podía llegar a ser esa sacerdotisa... Y sin duda no aceptaría la "ayuda" de alguien fácilmente, sobretodo de alguien tan misterioso cómo Anatasia... ¿Eso cabrearía a Anastasia? 

En todo caso, el plan de Saki era simple. Meterse en la piel de Mei, y hacer justo lo contrario de lo que ella hubiera hecho... Quizás así pudiera evitar terminar cómo Mei había terminado. Y si realmente era cuestión de tiempo... Lo único que podía hacer era intentar seguir buscando información para tratar de evitarlo. 

- Anastasia... - Dice por fin. - ¿Has ayudado antes a alguna persona a encontrar aquello que estaba buscando?

- ¡Claro! A muuucha gente. Y todos lo encuentran, siempre.

Anastasia te tiende la mano.

- ¿Quieres que te ayude?

Saki no mueve la mano, no aún. 

"No tan rápido... Tengo que intentar tirarle un poco más de la verdad... No puedo confiarme tan rápido..." 

- Y... - Comienza a decir, algo insegura. - ¿Cómo sueles ayudar a esa gente? Quiero decir... Quizás lo que vas a hacer ya lo he intentado yo... No quiero hacerte perder el tiempo.