Partida Rol por web

Me despierto cansado, ayer fue un día demasiado largo en todos los sentidos posibles. Me visto lentamente y bajo a desayunar. Voy despacio, pero como suelo levantarme con margen aún tengo tiempo. Mi padre aún no está en la cocina, me sirvo los cereales y me siento en la mesa de la cocina.

Los voy masticando mientras pienso en todo lo que pasó ayer. Dentro de lo que cabe es bueno ¿no? Kyoya tiene un arcano, pero no parece malo, o al menos  no un jabalí gigante. Quizá es mejor así, al menos no estará solo cuando aparezca. Si es que aparece.

Sigo masticando perdido en mis pensamientos.

El padre de Akito termina apareciendo por la puerta de la cocina, y con una voz que emula la sorpresa dice:

- Vaya, qué pronto desayunas hoy. ¿Has descansado bien?

Su padre aún estaba preocupado por la salud de Akito, que aunque ahora parecía saludable, hace dos días se fue a dormir en condiciones pésimas.

- Sí... Más o menos - no quiero preocuparle así que trato de sonreír sin que parezca muy forzado y añado - no te preocupes se me pasará del todo pronto.

Terminamos de desayunar en silencio. Me levanto y dejo las cosas en el lavaplatos.

- ¿Qué querrás cenar hoy?

- Lo que a tú quieras.

- Vale

La misma conversación de siempre, pero resulta agradable en medio de este caos. Preparo mis cosas y compruebo que lo llevo todo, especialmente el talismán.

- ¡Me marcho ya! Que tengas un buen día.

- Igualmente.

Decido ponerme los auriculares, ahora que sé que se supone que solo vendrá de "noche". Y marcho a buen paso hacia casa de Kyoya.

Cuando Akito cruza la primera calle, de nuevo se oyen los golpes de siempre en la casa de la derecha. Sea lo que sea, ¿no se cansará nunca el dueño de la casa?

Finalmente, Akito ve a Kyoya de lejos.

- Tiiiiioooo. - su tono parecía un poco forzado, pero ya solo la intención era suficiente cálida como para entender por qué Akito y Kyoya llevan tanto tiempo siendo amigos. - ¿Viste el partido anoche?

Y entre charlas sin mucha importancia y risas, que consideráis muy necesarias en momentos como este, llegáis a la estación.