- Por eso mismo he decidido controlarte. Si no hacemos nada, Lylia no llegará hoy sana y salva a casa.
Tsukihime sigue saltando de tejado en tejado. Cada segundo que pasaba era un segundo más tarde que Saki llegaría a la biblioteca.
- Mira. Allí.
No muy lejos de la estación donde bajaba Lylia, estaba Lylia con otra persona. Esa persona tenía puesta una gabardina, y enseñaba a Lylia algo que tenía dentro. Parecía que solo hablaban.
Motivo: Velocidad
Tirada: 1d100
Dificultad: 50+
Resultado: 28 (Fracaso)
Saki se resigna al control de Tsukihime, la escusa que tendría que darle a su jefa a esas alturas sería muy larga, ya no merecía la pena esforzarse por volver. Faltar un día porque uno se encuentra mal no era tan raro... ¿No?
De vuelta a un menos con mundo con menos presión, Saki mira a Lylia, ahora con más curiosidad. La escena no le decía nada.
"¿Que es eso tan importante que sabes o sospechas?"
- Por si no te has fijado, es su Arcano quien le impide volver a casa, y no creo que se rinda tan fácilmente. Hay muchas formas de evitar que alguien llegue a su casa, y los Arcanos tienen más poder del que parece.
Tsukihime miraba fíjamente la escena. Esa persona se abrió la gabardina para mostrar algo que Lylia miraba.
- Voy a moverme para ver mejor.
Tsukihime salta al tejado de enfrente. Hace ruido y tanto Lylia como esa persona se giran, pero Tsukihime se oculta rápidamente.
Cuando volvéis a mirar, veis a la persona. Un chico, seguramente menor que Saki, de pelo negro y amplias ojeras. No tenía un aspecto de persona sana, pero si hubiera problemas parecía que Lylia podría con él.
Cuando Tsukihime comenta lo de que el arcano de Lylia no la deja volver a casa, a Saki se le pasa por la cabeza:
"A que me recordara eso..." En todo sarcástico.
Tras eso, Saki centra de nuevo su atención en la pareja.
"¿Lo conocerá? ¿O quizás el chico la ha abordado por la calle? Desde luego tiene pinta que él necesita más ayuda que ella..."
Lylia le dice algo y sigue caminando. Ese chico se pone a su lado y comienza a caminar con ella, aún diciéndole cosas. Luego se pone enfrente de Lylia y de su gabardina saca papeles. Deben ser más de 100, grapados, y sigue hablando a Lylia.
"¿Le está vendiendo algo?" Piensa Saki, más extrañada aún. "Con esas pintas no se a cuantos compradores conseguiría... Pero si no, ¿Quien se pondría a hablar de asuntos que implicaran ese montón de papeles en medio de la calle?"
Entonces Saki recordó algo.
"Lylia había empezado hacía poco a ir al club de teatro... ¿Serán los papeles el guión de la obra? Pero eso significa que ese chico podría ser el director... Tsukihime. ¿Sientes un Arcano en él?"
Tsukihime lo miraba con el ceño fruncido.
- Sí, tiene. Aunque no parece peligroso. Si la cosa se tuerce, saltaré lo más rápido que pueda.
El chaval se aparta de Lylia cuando esta le dice algo. Tiene pinta de mosqueada. Lylia continúa hacia delante, pero el chico ese se queda atrás, y le oís gritar:
- Vale, vale. Pero algún día tendrás que recurrir a mi. Ya lo verás. ¡Volverás suplicando por mis escritos!
"Misterio resuelto." Piensa Saki, harta de espiar. "¿Vas a seguir persiguiéndola? Lo digo para prepararme para el viaje..."
Saki ya esta harta de esa situación. Parecía simplemente que Lylia había discutido con alguien del club de teatro, posiblemente el chico del arcano con forma de máscaras... No parecía un tema muy grave (Y de hecho Saki se alegraba de que se alejara de él), ni nada que la motivara a no volver a casa...
- Aún eres joven, Saki. No lo notas en el ambiente, pero es grave. Primero lo del tren. Ahora este chico. No es casualidad que estuviera aquí. El Arcano de Lylia así lo ha querido para detenerla. Si Lylia intenta imponer su fuerza de voluntad... el Arcano tomará medidas extremas.
Tsukihime se agacha, hace presión contra el tejado y escuchas como se rompe una teja bajo los pies de Tsukihime.
- Prepárate para el viaje.
Y de un salto va al próximo tejado...